Aragua de Maturin, Venezuela (II Parte). Historia (página 5)
En defensa de las armas del gobierno de Andueza
Palacios, murió en el combate en Orocopiche,
estado Bolívar, el 18 de agosto de 1892.
Sus restos reposan en una casa particular de
Aragua de Maturín, ubicada en una casa
ubicada al suroeste de las llamadas cuatro esquinas de este
pueblo.
Félix Antonio Calderón
Félix Antonio Calderón
Sánchez-Bueno, nació en Caripe, el 24 de
abril de 1890, hijo de José María Calderón
Medina y de Josefa Sánchez Bueno de
Calderón.
Dedicado desde joven a las labores del campo, a los 20
años se dedica a escribir versos, que publica en el
periódico maturinés "Notas y Noticias" y en la
revista "Alborada".
Participó como guerrillero en la rebelión
del general Horacio Ducharne, en la lucha contra Juan Vicente
Gómez.
Contrajo matrimonio con Dolores Mercedes Tirado, con
quien convivió hasta su muerte en Aragua de
Maturín, donde murió el día 18 de
julio de 1923, a la escasa edad de 33 años, cuando su
talento tanta producción prometía.
Es el autor del poemario publicado póstumamente
con el nombre de "Lirio Salvaje", que recoge toda su
producción y en el cual destaca su poema "La Voz del
Antro", dedicado a la cueva del
Guácharo.
Félix Ángel Losada
Azócar
Félix Ángel Losada nació el 6 de
Enero de 1898 en Aragua de Maturín, hijo
de Benito Nicanor Losada Méndez y de Carmen Azócar
viuda de Donato Coraspe. Su padre era natural de La Victoria,
estado Aragua, y su madre, descendiente del neogranadino
Félix Azócar, radicado en Aragua de
Maturín desde la época
independentista.
Era el hijo menor del matrimonio, sus hermanos mayores
fueron Benito, Adelaida y Abigail; además de María
Rafaela Coraspe, hija del matrimonio anterior de su
madre.
Félix Ángel Losada realizó los
estudios secundarios en Maturín; obtenido el
título de bachiller en Filosofía va a Caracas, e
ingresó a la Escuela Normal de Maestros, de donde egresa
en 1917 con altas calificaciones, pasando a formar parte de los
poquísimos docentes graduados de la Venezuela
semi-analfabeta de entonces.
En Caracas fue alumno de connotados educadores, como
Alejandro Fuenmayor, Rómulo Gallegos, José Manuel
Núñez Ponte, el Dr. J.M. Romero Sierra y el poeta
José Antonio Ramos Sucre.
Fue fundador del Instituto "Felipe Guevara Rojas" de
Maturín y de la Escuela Normal "Pedro Arnal" de
Cumaná. Es el autor de la conocida obra "Verbos
Irregulares y Apreciaciones Pedagógicas", que le hizo
merecer reconocimientos por parte de la República de
Cuba.
Junto con su hermano Benito fue miembro fundador en 1912
de una asociación dedicada en Maturín al
estudio y divulgación del esperanto, llamada
"Asociación Venezolana de Esperanto"., cuya vida
maturinesa se extendió hasta 1930., año en que fue
mudada a Caracas.
Fundó una revista llamada "Normas" que
publicó en Cumaná en 1954. Murió en
Cumaná.
Benito Losada Azócar
Benito Losada Azócar nació en Aragua de
Maturín, el 2 de febrero de 1892, hijo de Benito Nicanor
Losada Méndez y de Carmen Azócar. Era el mayor de
los hijos del matrimonio.
Contrajo matrimonio en 1917 con su prima Zoila Rosa
Losada Salazar.
Hizo los estudios de primaria y secundaria en
Maturín, aunque había recibido las primeras clases
de labios de su señora madre.
Sus estudios secundarios los hizo en el Colegio Federal
de Maturín, del cual llego a ser uno de sus más
connotados profesores en 1912. Benito Losada también fue
profesor-fundador de la Escuela Federal Monagas, de grata
recordación en nuestros anales educacionales.
Se graduó de agrimensor en la Universidad Central
de Venezuela, donde n o pudo culminar sus estudios de
ingeniería a causa del fallecimiento de su madre. Llamado
desde Maturín por este motivo permaneció
en esta ciudad como maestro y profesor.
Su juventud la dedicó al trabajo en las empresas
petroleras hasta ser jubilado, por una de éstas, en el
año 1952. Se había radicado años antes en
Caracas. Se dedicó a la escritura y al cultivo
del idioma esperanto, cuya primera asociación
comenzó en Maturín en 1912 junto con su
hermano Félix Ángel.
Utilizando el seudónimo de "Paco Tillero"
escribió varios poemas y artículos festivos en la
prensa monaguense.
En la segunda y tercera década del siglo fue
frecuente su colaboración en periódicos de la
provincia, especialmente los de Maturín. Entre
otros órganos periodísticos escribió en "El
Industrial", de su señor padre don Benito Nicanor Losada;
"El Artesano", "Horizontes" y "Notas y Noticias", todos de
Maturín.
En este último vocero hizo notable una
sección creada por él con motivo de un certamen
para elegir la Reina de la Belleza, en cuyo evento saliera
triunfante la señorita Rosario Barreto Coll, la
sección se llamaba "Flores Selectas, Ramilletes, Postales,
etc", y estaba dividida en sub-secciones mantenidas en las cuales
el poeta hacia galas de su fina inteligencia.
Elaboraba oportunos versos, para comentar sucesos del
día o asuntos de actualidad, llegando a ser un eficaz
versificador festivo. Fue uno de los más batalladores
periodistas de provincia. Murió el 31 de julio de
1972.
Epiménides Mérida
El poeta Epiménides ("Pimón")
Mérida Domínguez, nació en Aragua
de Maturín a comienzos del siglo XX,
específicamente en 1913. Hijo de Cecilio Mérida y
Dolores Domínguez.
Epiménides Mérida fue el quinto de seis
hermanos; mayores que él, FDolores, Cecilio Miguel,
Mercedes; y la menor, Carmela.
Epiménides Mérida fue conuquero,
comerciante, y finalmente poeta y escritor. Autor de la letra del
"Baile de la Maya", con el cual anualmente se engalana la ciudad
que lo vio nacer. La música para sus versos la creó
el maestro Apolinar Cantor.
Es recordado "Pimòn" en su pueblo como un hombre
de un gran humor; poeta festivo de las quemas de Judas en las
"semanas santas", cuando escribía en versos el famoso
"Testamento de Judas", que le daba ocasión para hacerles
bromas a las autoridades del pueblo, a las cuales en más
de una ocasión y por ese medio "les haló las
orejas" ante sus inconsecuencias con el pueblo; fue autor de
numerosísimas cartas acompañadas de regalos jocosos
que, en connivencia con el cartero del pueblo, enviaba a sus
amigos, tomándoles el pelo con motivo del día de
los inocentes, cada 28 de diciembre.
Sus recuerdos y sus escritos, numerosos, los
recogió en el libro "El Último Testamento", que no
pudo publicar, porque la muerte lo sorprendió cuando, a
pesar de que ya estaba en la apacible vejez, florecía su
espíritu en poesías y coplas.
No estaría completa esta biografía, sin
las palabras del propio Pimón, narrándola. He
aquí el magistral texto, donde su genialidad y ternura se
ponen de manifiesto de manera tanto original y humilde, como
excelsa:
Autorretrato
Cuando tuve conciencia de mi vida y mi cuerpo,
descubrí a los seis años una muleta, un
bastón y una figura torcida y espinosa como una mata de
limón; sin embargo, me acostumbré a la desgracia y
quise transformarla en buen humor, pues aprendí a burlarme
de mí mismo, que es una manera de vivir sin
resquemor.
Fue mi vida y no pude escoger otra, doblar alguna
esquina y echarme a correr. Cecilio Miguel, mi hermano, se
había sacado la rifa antes que yo, una pierna y un brazo
inservibles; yo tenía sanas las dos manos, pero él
podía caminar sin muletas y beber ron ¡Y cómo
le gustaba!
Me había graduado de renco, sin heridas en
ninguna batalla. Mutilado gracias a la polio, como dicen ahora,
para toda la vida.
Y cuando me preguntan si corría o me encaramaba,
respondía como el otro, más o menos así: ni
lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario.
A pesar de todo, cuando niño, no le hacía
caso a la renquera; me metía en los juegos de los
demás, era un tigre corriendo con muleta y con
bastón; jugaba cualquier cosa, al escondido,
gárgule, salúa y hasta toma la bala y no la des,
cabeza, cabeza ¿quién tiene la bala?
Fui a la escuela, aunque ya sabía leer, escribir
y las cuatro reglas de la Aritmética, y a falta de otra
cosa como otros del pueblo, hice trompos, voladores, jaulas,
lazos muertos y hasta trampa-jaulas para cazar palomas,
tutuélos y potocas. Con el gomero y mi puño de
piedras listo, como un revolver cualquiera, más de un
almuerzo conseguí con potocas asadas.
Más tarde, hombrecito, cojitranco y garabato,
pero voluntarioso, me atreví a hacer conuco, allá
por La Batea, casi una legua para ir y venir, sin burro que me
ayudara, ni colita de los escasos camiones que pasaban por el
viejo camino o la carretera de granzón. Apenas un sombrero
de paja contra los solazos o para el tiempo de lluvia.
Ahora viejo, pensando en lo que hice, me parece
imposible para un renco la tamaña aventura. Pura pata, o
mejor, pata y muleta, para hacer una legua de ida y vuelta, rozar
las dos hectáreas, echar candela, limpiar y cosechar
cuatro mazorcas y unas yucas. Yo era, al mismo tiempo,
dueño y peón y el burrito de carga.
¡Había que tener bolas…!
Mas tarde me reventó el conuco, no aguanté
tanta mecha, y me acuartelé en la casa, en la sombrita, y
sin garrapatas a la vista. Después arreglé zapatos,
experto en media-suelas, tejí capelladas, médico de
linternas, relojes y juguetes y, por encargo, escribí
cartitas de amor.
Un día, bodeguero malo: una ratonera con cuatro
sardinas y un salmón. Después, bodeguero bueno, con
Jesús y Mercedes, mis hermanos. Nos fue bien, acertamos,
los samanes al frente y la bodega repleta de muchachos que
compraban chucherías. Fue una bendición grande la
"Cacique Taguay" y su algarabía. Siguió el tiempo
jodiendo, echando vainas, y yo haciendo versitos envejecí
con muleta y bastón.
De joven me llamaban "La Garza", parado en una pata, la
otra encogida, después el tiempo le echó tierra al
apodo. Ya de viejo, mejor, ahora viejito, solo sirvo para estar
cada noche en la puerta de la calle, sentado y tranquilo, con
Mercedes al lado. Clavado en la silleta, carros a toda mecha,
ciclistas desbocados, palabras y saludos, mirando carajitas de
pantalones apretados (qué horror), saludando "Adiós
Pimón" y yo tragando entero ¡Cuándo en mis
tiempos! ¡Casi noventa! Vida larga para una muleta y un
bastón.
Estoy, aquí en la puerta, inmóvil, una
estatua pegada en la pared, como si fuera una etiqueta
¡sólo falta que me caguen los pájaros y muera
de cagueta! Menos mal que el hoyo no está lejos y la
pelona me olfatea, buscando cacería. Será el
regreso a la tierra, dulce tierra de Aragua, pequeña
patria. Lista para el reposo de los huesos y el fin de la guerra
personal. Aragua, 2006
Manuel Israel Acevedo
Nació en Aragua de
Maturín el 31 de enero de 1920, hijo de Juan
José Velásquez y Socorro Acevedo.
Desde joven fue un amante de la poesía. Como
funcionario al servicio del Ministerio de Sanidad y Asistencia
Social, siendo muy joven se dedicó a apoyar los planes de
investigación malariológica, a raíz del
feroz combate que en los años 30 se emprendió
contra el paludismo, lo que le obligaba a viajar constantemente
en caballerías diversas por las montañas en el
estudio de las aguas aguas estancadas sospechosas de ser
criaderos de anófeles, que eran analizadas en los
laboratorios de Maturín.
Estos viajes constantes lo hicieron conocer la
geografía del estado Monagas y conocer a muchas personas.
A los 24 años es empleado como oficinista en la
población de Chaguaramal, perteneciente al Distrito Piar
de entonces, donde su desempeño fue tan eficiente que el
Juzgado del Distrito lo pide como su Secretario, pasando a formar
parte del mismo, bajo la jefatura del juez Pedro Tomás
Silva Alén, labor que compagina con la de fabricante de
zapatos de cuero hechos a la medida, la lectura y la
poesía.
Manuel Israel Acevedo se hizo autodidacta gracias a ser
un consumado lector, esto le permitió reunir una selecta
bibliografía de literatura, historia y jurisprudencia. En
1946 contrae matrimonio con Inés Torrealba, con la cual
procrea dos hijos, Efrén y Jesús, nacidos en 1947 y
1952, respectivamente.
Amigo personal del fundador y presidente del partido
Unión Republicana Democrática (URD), conjuntamente
con su primo José Ramón Velásquez, dirige
este partido en la población, haciendo una importante
labor política con la juventud, que lo lleva a ser
ampliamente conocido en los ámbitos del Distrito
Piar.
Manuel Israel escribió poemas de corte
romántico tanto en verso como en prosa; en este
último estilo produjo un volumen de versos que
tituló "Melania" (inéddito), dedicado a una de sus
amores juveniles. Amigo de la música, gustaba de cantar
serenatas a las jóvenes del pueblo acompañado de
amigos y al son de una guitarra.
Escribió poemas con diversas temáticas,
aunque se distinguen los de corte romántico, influido por
los poetas Félix Antonio Calderón y Cruz
Salmerón Acosta, cuyas obras conoció desde muy
joven. Su poema "En Aragua" es una demostración de estas
felices influencias.
En 1951, Manuel Israel ingresó al hospital
Antituberculoso de Oriente "Dr. Julio Rodríguez" que
aunque había sido inaugurado en 1948, sólo
funcionó en 1949, bajo la administración de la
Junta provisional de Gobierno de Venezuela. En aquella
institución continúa desarrollando su
poesía, y participa activamente en un programa cultural
semanal que se transmitía desde el auditorio del hospital
a través de Radio Sucre y en el cual declama sus
más selectos poemas. Colaboró en la prensa regional
cumanesa y maturinesa con muchas de sus producciones.
En octubre de 1952, ya curado de su mal pulmonar, al
hacerle la última prueba de esfuerzo, fallece a causa del
rompimiento de una aneurisma cardiaca no detectada previamente.
La conseja popular hizo correr la voz de que su muerte
había sido parte de la persecución política
que ya iniciaba la dictadura de Marcos Pérez
Jiménez contra sus adversarios, siendo los de URD los que
abiertamente se le oponían; sin embargo, esta especie
jamás pudo ser investigada y probada.
Mucha de la obra de Manuel Israel Acevedo permanece
inédita.
Su fallecimiento ocurrió el 21 de octubre de
1952.
Héctor Simosa Alarcón
Médico traumatólogo egresado de la
Universidad de Venezuela, oriundo de Aragua de
Maturín, donde nació el 16 de enero de
1921, hijo de Marcos Simosa Millán
También incursionó como escritor. Es el
autor del libro "Ciencia y Arte en el dominó", publicado
en 1954, primer libro sobre el dominó escrito en el
país, donde se crea un método que lleva su nombre
(Método Simosa); y que ha creado toda una escuela en este
juego, al extremo de que se puede afirmar que con él nace
una época única en el dominó de nuestro
país. La obra del Dr. Simosa, a la fecha es un
auténtico bestseller en las librerías del
país.
Son legendarias las partidas de dominó que jugaba
Héctor Simosa Alarcón, con Marcos Pérez
Jiménez (a la sazón, presidente de Venezuela) y
Luis Felipe Lovera Páez; además entre sus
compañeros de juego se cuentan a hombres como los
generales Rómulo Fernández, Oscar Mazzei Carta;
además de Carlos Núñez Trujillo, Enrique
Sarquis y el eminente galeno doctor Miguel González
Acevedo.
Se le llamó el Tigre de Carayaca, porque esta
población del hoy estado Vargas fue su lugar de
residencia. El Dr. Simosa Alarcón sirvió en la
Armada venezolana en calidad de médico, estando a la orden
de la Marina de Guerra. Su desaparición física
ocurrió en Caracas, el 19 de octubre de 1984.
Simón Sáez Mérida
Nació el 30 de octubre de 1928 en Aragua
de Maturín., hijo de Jesús María
Sáez y de doña Dolores Mérida.
Comenzó sus estudios primarios en la escuela
federal de Aragua, hizo parte del bachillerato en el
internado paulista "San José" de Cumaná y lo
terminó en el liceo "Fermín Toro" de Caracas,
ciudad a la cual se había trasladado a mediados de los
años 40; ya bachiller ingresó en el Instituto
Pedagógico Nacional, logrando graduarse en la especialidad
de Geografía e Historia, en 1951; luego se hizo Licenciado
en Historia por la Universidad de Los Andes. Su carrera de
Derecho fue truncada cuando iba por cuarto año, la
había cursado en varias universidades del país,
toreando las circunstancias y las persecuciones políticas
de que fue objeto.
Fue uno de los héroes de la resistencia contra el
gobierno de Marcos Pérez Jiménez, por ser en esa
época el Secretario General del partido Acción
Democrática en la clandestinidad. Había ingresado
al partido en 1949, como estudiante del Instituto
Pedagógico de Caracas.
Ejerció la docencia en primaria, secundaria y
educación universitaria; particularmente en la Universidad
Central de Venezuela, en la Escuela de Sociología, donde
fue profesor por 30 años. Destacó como escritor de
temas históricos, educativos, literarios y
políticos.
Como político se distinguió en huelgas del
Instituto Pedagógico de Caracas el año 1948 y en la
de la UCV en 1950. Fue detenido por la Seguridad Nacional en 195
y exiliado en 1956 En el año 1957 volvió al
país, clandestinamente, incorporándose a la
resistencia y asumiendo la Secretaría General de
Acción Democrática (AD). Se le encuentra dirigiendo
luego la insurrección de enero de 1958 que da al traste
con el gobierno del dictador.
Como se sabe, cuando se divide AD en 1960 se le
encuentra como dirigente y fundador del Movimiento de Izquierda
Revolucionaria (MIR) en compañía de Domingo Alberto
Rangel, Américo Martín, Rómulo
Henríquez, Lino Martínez, Moisés Moleiro y
otros. Es electo Secretario General y Responsable Militar del
MIR. También ejerció la Secretaria General del
Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional
(FALN).
El MIR lo designa Comisario Político para el
Golpe militar de Carúpano (4 de mayo de 1962),
compartiendo esta responsabilidad con Eloy Torres, designado por
el PCV. Fue detenido el 25 de febrero de 1964 y encarcelado en el
Cuartel San Carlos donde fue recluido en la sección F2.
Tuvo conocimiento de la fuga del Cuartel San Carlos la misma
noche del suceso en febrero de 1967 pero no pudo
escapar.
Después de 5 años en prisión fue
expulsado del país, por lo que decidió irse a
España junto con su familia, pero la persecución
política de Francisco Franco lo obliga a emigrar a Italia.
En estos años publica una novela titulada "Los siglos
semanales". Regresa al país en 1969 acogiéndose a
la pacificación propulsado por Rafael Caldera. Apenas
llega, asume la Secretaria General del MIR, pero el partido cae
en un proceso de contradicciones internas que condujeron a su
disolución y al surgimiento en 1970 del grupo denominado
Bandera Roja, liderado por Carlos Betancourt y de la
Organización de Revolucionarios liderada por Jorge
Rodríguez.
Finalmente, Sáez Mérida se retira del MIR
y de la política en 1976. Durante los 70 y 80
publicó la revista "Al margen", de muy grata
recordación en los medios políticos y
académicos; posteriormente en la década de los 90
publica la revista "F27". En la década de la noventa se
dedica solamente a la Docencia en la Escuela de
Sociología, donde se le recuerda como un excelente
profesor.
En los primeros años del movimiento encabezado
por Hugo Chávez fue simpatizante del mismo, pero
posteriormente fue un opositor crítico de su gobierno. Fue
candidato en la elección de la Asamblea Constituyente de
1999, pero no resultó electo, y a partir de esa fecha
estuvo retirado de la política, sin formar parte de la
oposición al gobierno de Chávez.
El 23 de abril de 2005, cuando iba en su camioneta desde
su residencia, por la autopista Valle-Coche
sufrió un accidente, presuntamente intencional por parte
del hampa, que para robarlo lanzó un trozo de hierro
colado que le destrozándole la mandíbula y lo
llevó a ser mantenido en terapia intensiva, al ser
hospitalizado de Emergencia en la Clínica Atías de
Caracas, siendo posteriormente trasladado a una
clínica en San Antonio de Los Altos, estado Miranda, donde
falleció la noche del domingo 29 de mayo de
2005.
Simón Sáez Mérida amó mucho
a su pueblo natal, al cual le dedicó una de sus obra, ya
mencionada, titulada "Aragua de Maturín
en la Guerra a Muerte" (1994)
Américo Silva
Américo Silva, nació en Aragua de
Maturín, hijo de Alberto Tirado y Marcolina
Silva. A raíz de la muerte de su padre, cuando apenas
tiene 12 años, deja la escuela para poder trabajar y
sostener, junto con su madre a sus hermanos Alberto, Juan
José, Antonio, Ítalo y Fernando.
Trabaja de bedel en el comedor escolar de
Aragua, luego como vendedor de productos
agrícolas en los portones de las compañías
petroleras de Caripito y Jusepín. De esta manera, desde
muy joven adquiere conciencia de la desigualdad social, la
dominación extranjera y la necesidad de cambiar tal
realidad. Posteriormente culmina la educación primaria en
el Grupo Escolar "Cacique Taguay" de su pueblo natal.
Apenas tiene 15 años cuando ya discute la política
nacional con Simón Sáez Mérida,
Joaquín Blanco y Trino Barrios.
En 1953, con 20 años, se integra a la lucha
contra la dictadura de Pérez Jiménez, en San
Félix y Ciudad Piar, estado Bolívar. También
en Aragua de Maturín, a pesar de ser
perseguido por la terrible Seguridad Nacional.
A los 23 años vive en San Félix, estado
Bolívar, y es miembro de la resistencia clandestina de
trabajadores. Cuando comienza la industrialización del
hierro, bajo la explotación de empresas extranjeras,
trabaja como conductor de ferrocarril con la Orinoco Mining
Company (OMC), donde se reafirma su conciencia política y
social sobre la explotación capitalista y la
discriminación hacia la clase obrera.
Junto a otros trabajadores progresistas fomenta las
ideas revolucionarias, defiende y organiza a los obreros para
rescatar el Sindicato del Hierro, bajo el dominio de los
intereses patronales. Esa lucha se extiende hacia la defensa de
las familias campesinas del Cerro de La Parida, hoy Cerro
Bolívar, desalojados por la OMC, y la Guardia
Nacional.
Al caer Pérez Jiménez, Américo
Silva y arribar la democracia representativa, trabaja en el
Instituto Agrario Nacional (IAN) en el estado Monagas; trabaja
activamente en la implantación de la justicia social en el
campo, así que reparte tierras a campesinos, organiza
sindicatos agrarios, activa la organización y la lucha por
el derecho a la tierra, y enfrentándose a terratenientes y
latifundistas.
A raíz de la división del partida
Acción Democrática, en 1960 participa en la
fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
y como militante activo, se convierte en instructor de
formación político-militar en el Campamento de la
Juventud del MIR en Culantrillar.
Cuando comienza la persecución contra el Partico
Comunista de Venezuela, en 1961, Américo Silva se
convierte en uno de los más activos dirigentes
guerrilleros de la izquierda revolucionaria nacional, y se hace
cargo de la organización de las guerrillas urbanas de
oriente; luego, un joven de 30 años, asume la
responsabilidad de la Retaguardia y Logística del Frente
Guerrillero Ezequiel Zamora, asentado en los estado Miranda y
Guárico.
En oriente, con otros camaradas de lucha, funda el
Frente Guerrillero "Antonio José de Sucre" al cual sirve
como Primer Comandante. Como tal viaja dos veces a Cuba, para
regresar al país el 8 de mayo de 1967 con la
expedición revolucionaria que desembarcó de
Machurucuto.
Cuando se dividió el MIR, en 1970 Américo
Silva se convierten uno de los fundadores del grupo Bandera Roja.
Como miembro del Comité Político Nacional de ese
partido, así como de la Comandancia del Frente Guerrillero
"Antonio José de Sucre" y como responsable
político-militar del Distrito Trino Barrios, asume de
manera contundente y consecuente la defensa de la lucha armada,
cuestionando la llamada "pacificación" propuesta por el
Gobierno de Rafael Caldera.
Desde 1971 se concentra en Guayana en la
realización de trabajos de formación y
organización política en sectores de barrios,
campesinos, obreros y estudiantes.
A pesar de mantenerse activo en la lucha armada,
Américo Silva, constituyó una familia con Argelia
Velázquez de Silva, educadora, periodista y luchadora
social con quien tuvo tres hijos: Hildemar Antonio, Ítalo
Américo y Víctor Ricardo.
Américo Silva estuvo consecuente con al lucha
armada durante 12 años. A los 39 años muere en
combate con la Guardia Nacional el 31 de marzo de 1972, en el
kilómetro 21 en la carretera El Pao, San Félix,
estado Bolívar.
Enrique Antonio Maza Carvajal
Enrique Antonio Maza Carvajal nació en Aragua de
Maturín, el 14 de diciembre del año 1950, hijo de
Jesusita Carvajal de Maza y José del Carmen Maza
Mérida, por errores de registro en su cédula de
identidad aparecía como nacido en el 1949. Era el
cuarto hijo de la pareja. Sus hermanos mayores son: José,
Lesbia e Isabel; y los menores Jesús apodado "Mingo" y
María Auxiliadora, apodada "Chilín", Su madre era
maestra de la escuela "Cacique Taguay" y su padre
comerciante en un abasto cercano a la casa familiar.
En Aragua hizo sus primeros
estudios de primaria en la escuela "Cacique Taguay",
egresando del 6º grado como el mejor alumno del plantel.
Luego ingresa a estudiar la educación secundaria en el
Liceo "Miguel José Sanz" de Maturín, en el
cual también se destaca como el mejor alumno de la
promoción, a pesar del diario esfuerzo de viajar una hora
y media para llegar y volver del liceo en un autobús
escolar que hacia los viajes para estudiantes desde el pueblo de
Aragua.
En julio de 1967 egresa como bachiller. Fue testigo
activo de la masacre del liceo Sanz, ocurrida en
Maturín en el año 1968, donde murieron
vilmente asesinados los estudiantes Guerra y Millán, en
medio de una manifestación estudiantil de las muchas que
se producían en aquellos años 60.
En aquel año se matriculó en la Facultad
de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela y se
incorpora a las bases del entonces partido de Izquierda, MIR. La
familia Maza se traslada el año 70 a vivir a la ciudad de
Cumaná buscando mayor cercanía con los
hijos mayores que se encontraban estudiando en Caracas:
José estudiaba Medicina; Isabel, Sociología y
Enrique, Ingeniería.
Aunque Enrique Maza Carvajal activó en la
política organizada desde su adolescencia,
integrándose a la lucha en las células
clandestinas, es en la Universidad Central de Venezuela donde,
junto con sus condiscípulos militantes adquiere, a pesar
de sus 18 años, mayor madurez política.
Desde fines del año 1968 y hasta principios de
1971, la lucha estudiantil se dirigió a lograr la
renovación y la autonomía universitaria, inspiradas
en el mayo francés; ante aquella situación
revolucionaria en cuyas actividades militaba activamente Enrique
Maza, el Presidente Caldera cerró la máxima casa de
estudios, para golpear al movimiento estudiantil.
Este proceso
transcendió las calles y hogares venezolanos. Al grito de
Renovación Académica, se ubicaron sectores
importantes de la sociedad venezolana, fundamentalmente el
universitario. Este fue resultado de la convulsión mundial
de esos años, la solidez de la Unión
Soviética, las protestas norteamericanas contra la guerra
en Vietnam, el Mayo Francés, la Revolución Cubana,
entre otras que hicieron que los jóvenes venezolanos
consideraran posible cambiar el mundo tomando cada espacio que
les correspondía.
Como
consecuencia de las protestas que encabezaron los estudiantes de
Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, en el
año 70, las autoridades universitarias asumiendo una
actitud colaboracionista con el gobierno e Caldera, emitieron un
decreto de expulsión de un cuantioso número de
revolucionarios. Entre ellos estaba Enrique Maza. Algunos de los
expulsados deciden entonces irse Chile a estudiar,
motivados por el triunfo del socialista Salvador Allende; entre
ellos estuvo Enrique Maza y sale de Caracas el 14 de
julio de 1971; luego de tres escalas aeroportuarias llega a
Chile el 15 de julio en horas de la
noche.
Llega a
vivir a la calle Matucana con otros tres compañeros; que
terminan mudándose a un departamento en la
remodelación San Borja, donde vivirían hasta el
día del golpe contra Salvador Allende. Fue aceptado en el
7º semestre al cual ingreso en el segundo periodo del
año 1971. A la vez que inicia sus estudios con
entusiasmo, también se incorpora al trabajo
político. Dos organizaciones concitan su interés:
el MIR y el MAPU. Se incorpora de manera activa a las bases de
ambas organizaciones. Se encanta con la propuesta de los
trabajadores y acude a solidarizar en su lucha al frente de los
cordones industriales. En este camino también transitaban
Pastor Martínez, Marcel Roo, Juancho, Diego Uzcategui,
entre otros.
Tenía una relación estable con su novia
Clarita, le iba bien en los estudios, estaba realizando su
práctica profesional en LAN Chile y Laboratorios Geka,
militaba en la revolución chilena, por lo que no se
planteaba la posibilidad de volver ese mismo
año.
El lunes 10 de septiembre de 1973, su novia lo
había visto por última vez, pues habían
estado juntos durante toda la tarde, se despidieron y quedaron de
encontrarse el día siguiente en la Escuela, ambos eran
compañeros de carrera. El martes 11 de septiembre de 1973,
ya llevaba varios días apoyando las guardias de los
trabajadores y combinando con los estudios y la practica
profesional. A las ocho de la mañana comenzó el
golpe.
Esa mañana fue a la universidad y al no encontrar
a ninguno de sus compañeros para ofrecer resistencia,
regresó a la Calle Vicuña Mackenna, donde se
encuentra con un compañero venezolano, Enrique Ortiz,
quien lo conmina a irse a la Embajada puesto que "Ya no
había nada que hacer". Pero Enrique Maza le
respondió a su "tocayo": "No, yo voy a los cordones de
Vicuña Mackenna, tengo compromisos con los trabajadores y
ellos creen que esto se puede revertir".
Al llegar, se encontró con la represión
militar golpista desatada en el lugar. Uno a uno los trabajadores
fueron sacados con la más cruel violencia, los desnudaron,
los torturaron, los acostaron en el suelo, tratando de
quebrantarles la moral a los detenidos. A Enrique le grita un
militar: "Tú, cubano, corre".
Enrique habría respondido que era venezolano y no
cubano, y que no correría, entendiendo que le seria
aplicada la "Ley de Fuga". Sin embargo, es obligado a salir de la
fila, se le coloca contra una pared y le descargan 18 tiros
de ametralladora. Su cuerpo es arrojado frente a la
fábrica de pastas "Luchetti", desde donde fue trasladado
al Instituto Médico Legal ubicado en la zona de
Independencia.
Gracias a las gestiones de su hermana Isabel con
Simón Sáez Mérida, y José Vicente
Rangel, el cuerpo es repatriado y trasladado a la ciudad de
Cumaná, en un avión donde además de
la familia, viajó una veintena de miembros de la
policía política venezolana.
Al llegar a Cumaná, su hermano
José revisa el cuerpo y comprueba el impacto de las balas.
Enrique Maza Carvajal fue sepultado en el cementerio general de
Cumaná el 30 de septiembre de 1973.
Argelia Velásquez de Silva
Argelia Mercedes Velázquez de Silva nació
el 2 de octubre de 1939 en Aragua de
Maturín, fueron sus padres José
Ramón Velásquez Ortiz y Juana Carrizales,
constituyeron una familia de 12 hijos, 6 hembras y 6 varones.
Vivían en el Fundo "Bajo Grande", cerca del pueblo.
Allí, con esfuerzo y dedicación, lograron ser
prósperos productores del campo.
En 1948, ante el asma de José Ramón y la
necesidad de escuela para su prole, se mudan definitivamente para
Aragua. Su casa estaba ubicada en la calle Monagas,
frente a la plaza Bolívar del pueblo. En julio de 1966, se
mudan a San Félix de Guayana, donde ya trabajaban sus
hijos mayores: Vitelio, Elvia, Rubén, José
Ramón y Argelia quienes habían asumido la
manutención familiar ante la vejez de los padres. El
señor Ramón muere, en San Félix en 1974 a la
edad de 83 años. La señora Juana fallece en
Caracas, en 1991, a la edad de 77 años.
Argelia Velásquez estudió su
educación primaria en el Grupo Escolar "Cacique
Taguay", de Aragua, de donde egreso el año
1956, a los 14 años. Ese mismo año ingresó
en el Colegio "Maturín" de dicha ciudad, para
estudiar Educación Normal; el segundo año de estos
estudios los continuó en el colegio La Consolación
de Barcelona, estado Anzoátegui; en el tercer año
continuó en la Escuela Normal "José Ramón
Camejo" en esa misma ciudad; finalmente culmina el cuarto
año en el período escolar 1959-60 en la Escuela
Normal "Soledad Clavier" de Maturín, con el
título de Maestra Normalista. Una vez graduada, vuelve a
Aragua y trabaja como docente en la escuela "Cacique
Taguay" y en la "Aniceto Guevara Vegas", hasta el año
1966, cuando se muda a San Félix, estado Bolívar.
Al mudarse a Guayana, ejerció la docencia en el Grupo
Escolar "Ciudad Piar" y en el "José Tomás Machado"
de San Félix. Luego, en Caracas, trabajó en las
escuelas "Elías Rodríguez" de San Agustín
del Sur y en la "Bolívar" de Santa Rosalía.
Después de 17 años de docencia decidió
retirarse del Ministerio de Educación. Tal fue su carrera
como educadora institucional, pues siempre fue una verdadera
pedagoga en sus actividades.
Los padres de Argelia fueron adversos a la dictadura de
Pérez Jiménez, pues don Ramón fue activo
militantes desde su juventud del partido Unión Republicana
Democrática, que dirigía Jóvito Villalba,
por esa razón sufrió prisión por parte de la
dictadura. Uno de los hermanos de Argelia, Otilio Rivas,
también sufrió prisión en La Pica por
antiperejimenista y comunista. Argelia recordaba que cuando lo
visitó por dos veces, con apenas 14 años de edad,
sufrió los desconsiderados maltratos de la Seguridad
Nacional, policía política del
régimen.
Argelia escribió:
En ese período histórico se agrega la
persecución de los más jóvenes del pueblo.
Entre ellos, Américo Silva, Alberto su hermano, mi hermano
Vitelio y los primos, Hernán Benítez, Raúl y
Elías Brito, entre otros, quienes en varias oportunidades
fueron detenidos y perseguidos por pintar paredes y divulgar
propaganda contra la dictadura[87]
Comenzó a militar en el MIR en 1960, junto con
sus hermanos Vitelio, Rubén y José Ramón. El
30 de marzo de 1963, en Aragua de Maturín, contrajo
matrimonio con el revolucionario Américo Silva, quien ya
tenía amplias responsabilidades políticas en la
clandestinidad. No hubo invitados ni fiestas. Únicamente
fueron acompañados por la Secretaria del tribunal, Luisa
Márquez, su padre, su madre y los testigos
Epiménides Mérida, compañero de militancia y
el maestro Rafael León, dos grandes amigos de la
familia.
Acerca de este matrimonio y las vicisitudes que les
correspondió vivir, con la firme personalidad
revolucionaria y su dulzura característica,
escribió estas palabras:
Nuestra unión como pareja se basaba en un
compromiso de amor y de lucha revolucionaria que se
pondría a prueba en el transitar del
camino.
Con ese concepto, bien claro para ambos, pero
deseosos de tener una familia, vienen los
hijos[88]
Estos hijos fueron: el primero, Hildemar Antonio, quien
nace el 30 de mayo de 1964, en el Hospital Clínico
Universitario de Caracas y a quien ponen el nombre de un amigo y
revolucionario caído, Hildemar Antonio Ruiz; el segundo,
Ítalo Américo, que nace en Aragua, el 18
de enero de 1966; y el terceo y último, nacido el 19 de
febrero de 1970 en el Centro Médico de San Félix,
estado Bolívar, a quien ponen el nombre de Víctor
Ricardo, en recordación de dos de los seudónimos
predilectos de Américo. Cuando éste cae en combate,
Hildemar Antonio tenía 8 años, Ítalo
Américo 6, y Víctor Ricardo apenas 2 años de
edad.
Rememorando aquellos días, Argelia de Silva
escribió:
En julio de 1971 me mudo a Caracas y comienzo a trabajar
en la Escuela "Elías Rodríguez" de San
Agustín del Sur. Al año siguiente, el 31 de marzo
de 1972 y cuando apenas tengo ocho meses en Caracas, ocurre la
muerte de Américo y todos los sucesos que de ello se
desprenden. Sin embargo, aunque estaba radicada en Caracas, la
muerte de Américo nos sorprende en Guayana, en una casa de
seguridad que unos camaradas campesinos de la zona de Pozo Verde
nos facilitaban para el encuentro familiar. Fue un golpe muy duro
y difícil de asimilar tanto en lo político como en
lo afectivo. Golpe que aún pesa, tanto en mi vida como en
la de los hijos y demás familiares, que siempre vieron a
Américo como hermano y
guía.[89]
El duro golpe de la viudez no amilana a Argelia, quien
continuó en la lucha política militando en la
izquierda revolucionaria hasta sus últimos días.
Desde 1970 militaba en el partido Bandera Roja y comienza a
cumplir responsabilidades en el Frente Socialista Revolucionario,
en Caracas, un frente de lucha unitario donde coincidían
varios miembros de las organizaciones revolucionarias
clandestinas Bandera Roja, Organización de Revolucionarios
y el Partido de la Revolución Venezolana, las cuales
buscaban formas organizativas legales para aglutinar a los
sectores populares.
En ese entonces impulsaron la táctica del trabajo
en todos los sectores del pueblo, dejando un saldo positivo de
crecimiento y fortalecimiento a las organizaciones
revolucionarias recién creadas, a saber, Liga Socialista,
Ruptura y los Comités de Luchas Populares. En esta
última militaba Argelia.
El Frente Socialista Revolucionario fundó el
periódico llamado: "¿Y entonces…?"; otra de
las iniciativas del momento político fue la
creación del Comité de Defensa de los Derechos
Humanos, órgano a través del cual pudieron
emprenderse denuncias y reclamos ante tantos asesinatos,
desapariciones y torturas desatados por los cuerpos represivos
del estado, además asumieron la defensa de los Presos
Políticos del país. Allí compartió
responsabilidades con muchas mujeres revolucionarias, como
Lídice Navas, Margarita Oviedo, Carmen Oviedo,
María José Parada, Judith López, Esther
Añez, Norelkis Espinoza, Laura de Prada, entre otras, con
quienes le correspondió hacer las denuncias
públicas de los oprobiosos hechos represivos y criminales
de la época.
Cada organización creó su propio medio
informativo. El grupo "Comités de Luchas Populares"
editó el periódico "Qué Hacer", donde
Argelia junto con Irma Barreto, Jessica Souffront, Leyda Arias,
su hermano José Ramón Velázquez, así
como al periodista Giovanny González, entre otros pilares
fundamentales del medio que cumplió una gran
función de información revolucionaria dirigida al
pueblo.
Argelia también ocupó cargos en los
Frentes de Masas por mucho tiempo; además formó
parte activa de los Comités de solidaridad con las luchas
de los pueblos de Argentina, Chile, El Salvador y
Nicaragua.
En 1974 ingresó a la Escuela de Educación
de la Universidad Central de Venezuela, UCV. Sin embargo, a mitad
de carrera, optó por inscribirse en la Escuela de
Comunicación Social de la misma UCV, de donde
egresó posteriormente.
En 1986, por contradicciones políticas, se
retiró de la militancia en Bandera Roja, pero no de la
actividad política. Se dedicó a trabajar con sus
hijos a través de la Fundación Américo
Silva, con un propósito revolucionario muy definido y
acorde con las necesidades de la recolección de la memoria
histórica de las luchas del pueblo. Esta actividad la
conjugó con el trabajo productivo como periodista, en
"Producciones Proartim", Empresa de Producción Socialista
de prensa, radio y televisión, que como cooperativa
familiar funciona desde hace unos cuantos años. Del
trabajo de Proartim, se sufragan las investigaciones que genera
la Fundación Américo Silva, actualmente en manos de
sus hijos.
El desgaste físico y los malestares que le
ocasionaban una trombositosis esencial que padecía desde
el 2002 y que desde agosto de este año la mantuvo en
crisis al transformarse en una leucemia mieloide aguda que
implicó su hospitalización desde el 13 de octubre
de este año, le impidieron cumplir con el honor de ser la
oradora de orden en el acto que organizaron los camaradas del
Colegio Universitario Francisco de Miranda en homenaje a las 23
combatientes del Frente Guerrillero "Américo Silva",
masacrados en Cantaura el 4 de octubre de 1982.
"Sin embargo, esta fulminante enfermedad no la
amilanó para insistir, entre quienes la acompañaron
y visitaron en su lecho de enferma, sobre la trascendencia de
radicalizar y seguir en la lucha revolucionaria para lo cual
consideraba fundamental maximizar el rescate de la memoria
histórica de nuestro pueblo, a fin de que esta sirviera
como instrumento de formación política e
ideológica.
"En esa línea también consideraba deber
histórico rescatar y reivindicar a la pléyade de
hombres y mujeres asesinados, encarcelados, torturados y
desaparecidos por los oprobiosos gobiernos lacayos de la Cuarta
República. También machacaba la necesidad de la
creación de tribunales especiales para el tratamiento de
estos casos, la urgencia de desclasificar expedientes, la
aprobación de iniciativas legales como la Ley Contra el
Silencio y el Olvido, y demás instrumentos útiles
para hacer justicia y dar fin con esa letal impunidad que en el
criterio de la Fundación Américo Silva, aún
persiste. [90]
Argelia Mercedes Velásquez Carrizales de Silva
falleció a las 7:10 de la noche del 26 de noviembre de
2010, viernes de una angustiante lluvia caraqueña en la
sala de terapia intensiva del Centro Médico Docente "La
Trinidad", en la ciudad de Caracas.[91]
La cultura
Aragua de Maturín siempre se
distinguió desde su fundación por ser un pueblo
culto, es decir, donde se cultivaban las artes clásicas y
se celebraban actividades culturales de diversa
índole.
Así, vemos como en 1813, cuando ocurre la matanza
hecha por Zuazola contra sus habitantes, se encuentra entre las
víctimas a hombres de gran preparación intelectual
como el latinista Agustín Guerra, cumanés
residenciado en Aragua.
Entre los muchísimos cultores del pueblo de
Aragua, llamada entonces la Atenas de Monagas,
habría de mencionar una larga lista de personas que se
destacaron en el ámbito cultural, algunos de los cuales ya
hemos mencionado en las microbiografías previas. En este
aparte, recogeremos algunas de las producciones de sus poetas y
escritores, como las siguientes:
De Benito Losada Azócar:
Postales de un TuristaEN NAPOLESLa
obstinación.El mundo de la abeja.¿Qué es el
enjambre?Reto a los cataclismosy a lavas de un volcán.EN
POMPEYADuda de Hamletante la calavera¡Cómo
persiste!A Pompeya – esqueleto –la luz de los
filósofos.EN CAPRITiberio en Capri"sic transit gloria
mundi".En aquel tiempodel caos surgió un Sol-ruta de
veinte siglos!-EN ROMALo eterno es Dios,lo Absoluto, el
Espíritu,¿y la materia?La historia dice
"Hubo…"o dice "Había una vez…" EN
FLORENCIAEn Dante –sumoturista de la llamas-veo el
ayer.¿Qué de réprobos, Dante,para tu
Infierno, hoy!EN VENECIACoro de arrullos.De un casal
-¿siempre génesis?¡cuántas palomas!La
vida tiene el signode multiplicación.EN MILANMilagro,
dicendespués del bombardeo.La muerte pasay "La
Última Cena" del genio permanece!EN SUIZA (Lago
Leman)Cumbres decrépitas¿hastiadas de intemperieI
el valle ríecon matices de azul,y con el verde canta.EN
PARISIntermiencias-paréntesis del faro-¿Lo
existencial?Un eclipse… una sombra…;pero vence el
fulgor.EN LA COSTA AZUL¿Sólo
sonrisa?-corazón de pizarra-Es nube nimboque nos niega la
lluviay se la lleva el viento.EN LOURDESLa fe en
acción.Peregrinos… antorchas…I aquí
el turista-expresión rubeniana-se queda estupefacto!EN
TREN RÁPIDOImcomprensióndesde el principio y
siempre.¿Serán ilusosun Zamenhof, un Gandhi,de
esperanza gigantes?EN MADRIDQuijote y Sancho-el mundo del
contraste-I una voz luznos dice que este mundo"está viejo
y chochea".EN ANDALUCIAIberos, celtas,y fenicios y
griegos,latinos, godosy vándalos y
árabes,¡Santiago y Sierra, España!EN
VALENCIACanto de huerta,cuento de reconquista.Mi canto y
cuentosean para el Santo Cálizen que libó
Jesús.EN BARCELONAEl Monserrat-santuario en alta
roca-¿cercano el cielo?Sirena el
panorama¿Qué lejos está el Sol!EN
MALLORCA¡Raimundo Lulio!Exclama el visitante.I un
guía románticorelata los amoresde Chopin y de
Sand.EN LISBOA (el puerto)Cuentan que un bardoaquí, sus
dos pesetas,echó en el mar.¿Cómo entrar en
Lisboa"con tan poco dinero?"EN CANARIASEl archipiélagocon
dos enhiestos picos:al cielo el Teyde,al futuro. El
insigne"Canario de Canarias".EN AVIÓN "SUPER-6"Pedernal,
flecha,luego el hierro, la pólvora,la
dinamita.¿Hasta cuándo? Ya el átomoHerido
está y protesta.EN NUEVA YORK"Es oro el tiempo"-un
proverbio en acción-USA, tres letrasy dos tiene la NU.El
siglo de las siglas!EN CARACASFin de la ausencia.¡El Avila!
¡Don Diego!Mármol y broncedel que habló en
Santa Marta!¿Dónde están mis
chinelas?
Paco TilleroPrimavera de 1953
De Epiménides "Pimón"
Mérida:
La Danza Maya
Esta danza maya
todos la bailamos;
somos de la tierra
de la región de Aragua.
-Venid, venid, venid,
la danza les invita
a bailar la danza maya
con una chica de aquí.
A orillas del camino
la encuentra el campesino,
el viajero la detalla.
Como quiero cantar
en un tono burlero,
come maya aragüero
de la fruta tropical,
y por esta razón
todos en reunión,
viva el ratón
y el cachicamo en
sazón.
Adiós, adiós,
adiós,
la danza finaliza
y nosotros nos vamos
todos llenos de
emoción.
Esta danza popular
que el pueblo de Aragua
ensaya,
es en honor a la maya
como fruto tropical;
por eso en este cantar
quiero hacer una advertencia,
porque de su referencia
la pico negro es mejor,
contiene mucho dulzor
y goza de preferencia.
Amarillo es el color
del fruto cuando madura
su semilla roja, oscura,
incrustada en su interior
son parte del tricolor
que en nuestro pendón se
halla,
que se tremoló en
batalla
para dar la independencia,
por eso con preferencia
rindo tributo a la maya.
Comer la maya provoca
porque se siente placer;
cruda no se ha de comer
porque nos pela la boca;
hoy bailar a mi me toca
con todas mis
compañeras,
como típicas mayeras
sabemos interpretar
este baile popular
de mi región
aragüeña.
Si la maya consumimos
es que somos aragüeros;
yo quiero serles sincero,
por eso la producimos;
no le cambio ni un racimo
por ningún fruto de
afuera;
como quiero a mi bandera
quiero lo de mi región,
quiero mi maya en sazón
como quiero a Alma Llanera.
Así se danza la maya
de mi región
aragüera
De Manuel Israel Acevedo
En Aragua
Estabas es artístico
paraje
Jovial y circundada por las
flores…
A través de la seda de tu
traje
Apuntaban tus senos
tentadores.
Así te vi en Aragua en una
bella
Tardecita adornada de colores
Y tu moreno encanto de
doncella
Inspiróme románticos
amores.
Expresivos tus ojos me
miraron,
La senda de mi vida,
iluminaban,
Como dos faros de luces
alumbraron,
Embargáronme el alma de un ansia
loca
Soñé que mis besos se
posaban
En la bermeja rosa de tu boca.
Cumaná, 22 de marzo de
1950
Remembranza
Estas en mi corazón, querida
Aragua
Ni un instante te abandona mi
recuerdo,
Recordando el río y la
atarraya,
Olores de cocuma tráeme el
viento.
Y recuerdo tus calles, tu plaza,
callejones…
Y aquellas personas tan
queridas…
Los velorios de cruz, sus
galerones,
Sus guitarras, maracas,
mandolinas…
…
Recuerdo los picníes bajo
manglares
Los sancochos en el río (de
guaraguaras),
A los bellos conucos, sus
maizales,
Y el agua de La Quinta y de
Taguaya.
¡Cómo recuerdo con anhelo mi
casona!
Donde pude comprender lo que es la
vida,
Con mis hijos y su madre Inés
Antonia…
Y el destino, sin delito yo, hoy me
castiga
…
Te recuerdo pueblo mío a cada
instante,
Con anhelo, sentimiento y con
cariño,
Yo me fugo en las brisas de las
tardes,
En las alas del recuerdo a ver mis
niños
Cumaná, 30 de enero de
1952
De Simón Sáez
Mérida:
La fe del polvo
Mis Dioses son de aquí,de los
grandes círculos del girasoly las serpientes,de las
piedras oscurasy los huracanes azules,de las batallas del Orbey
sus guitarras.
Creo en el Sol,gran nave encadenada de la
luz,padre de todos los espejosy guijarros,de la auroray sus
pájaros amarillos.
Creo en la Tierraenvejeciendo con sus
árboles,cubriendo los zodíacosde mariposas rojasy
en la vigilia tristede los alcaravanes.
Creo en el Aguavolcando sus estrellas en
la lluviay en la gran fiesta de los astrolabios,en los
arcoíris de las cascadasy en las burbujas blancasde los
pantanos.
Creo en el Airehuyendo de las
botellasabandonadas,de los relámpagosy sus magias
rojizas,de los caballos despobladosy del ala negra de los
gavilanes.
Creo en el Tiempountando pátinasen
biblias y satélites,triturando los grandes cuerposdel
espacioy sus ignotas osamentas,devolviendo al barroiglesias y
jaguares,palomas y cadalsos.
Creo en la Vida,brevísima
luciérnaga deshabitada,guitarra en llamas,gallo de los
abismos,rosa en las hoguerasdel medio día,espiga frente a
la tempestad.
Creo en la Luzy en el reposo de la
oscuridad,en la gran fiesta de los ríos,en el polen que
cae y muereen los océanos,en la intemperie de los
desiertos,en el vientoy sus diluvios solitarios.
Creo en la penumbra del Mary en la caja
sonorade sus grandes mareas,en el ojo rojo de sus truenosy en los
cuerpos de piedrade sus acantilados.
Creo en la Muerte,lobo incansable,sin
memoria de los degüellosde la víspera,vientre de
todos los escombros,madre de las catástrofesy de las
auroras.
En fin,creo en las luces que vaganen los
bosques oscurosy en las fogatas remotasde las
galaxias.
Mis Dioses son de aquí.
Caracas, diciembre, 1992
De Manuel Fajardo
A la ceiba de la plaza
De los que te conocieron en
otrora
Y que muchas veces soñaron a tus
pies
Varios existen aun… tú no
los ves,
Canturrear la frescura de esas
horas.
Sitio para el amor, así lo
añoran
Los recuerdos emotivos de mi
niñez
Tu sostén .tronco hermoso. Y tu
altivez
La alababan con trinos, aves
canoras.
Abiertas como bocas que
bostezan
Estaban tus raíces, una por
una,
Y tu paz inefable ¡que
oportuna!
Hacía recodos grandes tu
corteza,
Tus semillas volaban como
plumas…
Allí jugaba yo en noches de
luna.
Aragua de
Maturín, febrero de 1968
De Américo Silva:
En las entrañas de mi
tierra
Germina en las entrañas de mi
tierra
Una intensa necesidad de lucha que me
ahoga.
Siento que mi sangre de
caminante
Errante
Surge con fuerza hacia mis venas
rotas,
Salpica mi camisa y
pantalones,
Ensucia el pasto y todos los
potreros,
Humedece la tierra erosionada,
Fertiliza la panza, los bosques, las
montañas,
Y renace el amor y la corriente del
río.
Sangre con sudor de negro,
Sangre con sudor de blancos,
Sangre de las venas rotas,
Sangre con sudor de
pueblo…
Sangre que fluye, que moja, que fertiliza
y abrasa,
Sangre que ahoga y asfixia,
Sangre que mata y da
vida…
Sangre que ensucia avenidas,
Salones, clubes,
cafetines…
Sangre que tiembla de miedo,
Sangre que salta de rabia,
Sangre que ciega a los ricos y le da
vista a los pobres,
Sangre de venezolanos,
Sangre de los Guaicaipuros
Sangre de los Trino Barrios,
Sangre de madres sin techos,
Sangre de niños sin
padres,
Sangre de los guerrilleros que son
revolucionarios.
Montañas de Oriente (Venezuela)
1970
De Argelia Velásquez de Silva:
En esto creo
Amo la vida, pesé a sus
laberintosporque de ellos se nutren mis sentidosy se acera mi
andar,paso con paso.
Creo en la vida,en el valor de la
existenciay en el amor como la fuerza tenaz que la
transforma.Creo en los surcos repletos de semillasporque
encierran un reto a la existencia;en el labriego, que con
paciencia siembray en su mano callosa que cultiva.Creo en la
tierra que multiplica la viday en la mano del ser, que su semilla
trilla.Creo en las flores silvestres del caminoque resisten
veranos y aguaceros,las que resurgen de polvos y cenizasy de las
pisadas crueles del forastero.Creo en las flores silvestres del
caminolas que miran al sol, irreverentesdesafiando sus rayos,
frente a frente.Sí, y creo en esas,en las que aún
siendo pequeñas y sencillaspueden, al mismo
sol,transmitirle su brillo,cosechando un suelo erosionado.Creo
también, en utilidad de los pedruscosy en la labor
pacientedel cincel que los pule.Creo en el valor de las
virutasque se suman al polvoy construyen la masa.Creo en la magia
que encierra el universoy en el caudal de emocionesque nos
brinda.Creo en el poder de la naturaleza sabiay en el
magnífico equilibriode sus reinos.Creo en las lejanas
estelasde las estrellas fugaces,porque llevan de viajelos deseos
de la infancia.Creo, infinitamente, en el poder de las
palabrascuando responden a la fidelidaddel
pensamiento;enalteciendo la voz que la pronunciapara perpetuar la
idea de quien las talla.Creo en la fugaz luz de la
luciérnagaQue aporta claridad al firmamentoIrradiando
esperanza al infinito.Creo en el tenue murmullo del riachueloque
sutilmente invade los senderos,descendiendo hacia el mar, sin
hacer ruido,para agigantar su eco mensajero.Creo en las manos
amigasque se tiendencon la cálida y fraterna prontitudla
que demanda el ciego, que se desplaza a tientaso la que necesita
cualquiera que tropiece,a pesar de la luz.Creo en la vida, la luz
y sus coloresen el eco firme que en el oído queda,en la
mano amiga, que nos sirve de puenteentre el fango angustiantey la
hermosa pradera.Creo en las fuerzas transformadoras de los
pueblosque humanizan el sentir del universo,y en el rol que cada
ser humano cumpleen la contienda contra muros de silencio.Creo en
el amorcomo fuerza que avivael resplandeciente solque llevamos
dentro.Creo en sencillas cosas como estas,y en las que aceran mi
andar,paso con pasoy fortalecen mi propósito de
vi
Caracas, 1999
En Aragua de Maturín y sus
cercanías hay atractivos turísticos muy
importantes. A través de su historia, se han preservado
algunas de las edificaciones coloniales originales del pueblo, o
aquellas que mantuvieron la línea arquitectónica de
ese período y que en si mismas tienen un atractivo
interesante para los turistas.
Necesario es reconocer que otros atractivos
tradicionales, ligados a la historia del pueblo, como la ceiba
milenaria de la plaza, la iglesia construida en 1907, la Cruz de
Otero, la Cruz de Elodit, el Algarrobo del Cementerio, el
cotoperiz de la laguna, la casa de los Alarcón, la de
Sixto Gil, la casa de Tejas de la calle Sucre, fueron derrumbados
para siempre… Otras edificaciones están en franco
descuido y deterioro, como el auditorio público,
así como algunas casas coloniales particulares.
Otros íconos arquitectónicos más
antiguos del pueblo se conservan muy bien, como por ejemplo, la
Casa de los Portales (donde fue criado el Comandante
Américo Silva) y la escuela "Cacique
Taguay".
Los sitios naturales más atractivos
turísticamente, para la práctica de paseos,
campamentos, senderismo, parapente y otras actividades, siguen
siendo muy visitados.
Como balnearios, son atractivos el Salto de Aparicio, el
salto de La Toma o de La Quinta, el salto de Los Pérez,
Quebrada de Los Hoyos, salto de Sanvelegomón, Salto Los
Mangos, así como las partes vírgenes de los
ríos Taguaya y Guayuta.
En la práctica del senderismo, son interesantes
los paseos a las partes más vírgenes del rio
Aragua (tan golpeado por los explotadores inconscientes
de sus márgenes); así como a la Cimarronera, a La
Enea y al Pico de García. Desde la sierra de la
Cimarronera son ya costumbre los saltos deportivos en la
práctica del parapentismo.
De gran interés resulta la Cueva de los
Morrocoyes, ubicada hacia las cabeceras del río
Guayuta, donde se pueden observar petroglifos de
antigüedad no determinada, llenos de misterios aún
por resolverse.
Finalmente, resultan interesantes los festivales que se
realizan en el pueblo donde se despliegan la creatividad de sus
pobladores, tales como los desfiles de carrozas y el baile de la
maya; y las múltiples manifestaciones de las costumbres
tradicionales, entre las cuales deben incluirse los platos
culinarios típicos de la región.
Mención aparte merecen los deportes en
Aragua, inscrito en el mapa del futbol nacional gracias
a sus equipos y jugadores, especialmente el Atlético Piar,
y las prácticas y formación de deportistas en el
Estadio Chael Leonett.
Este texto no agota, por supuesto, todas las cuestiones
que todavía quedan por decir sobre Aragua de
Maturín, su gente y su historia. De hecho, este
no ha sido sino un breve acercamiento a la riqueza
histórica, humana, cultural y turística del pueblo.
Desde acá se anima a los nativos, las autoridades y los
vecinos del pueblo, a trabajar por la preservación de la
memoria histórica del pueblo.
También es necesario destacar que el pueblo ha
dado a la vida nacional importantes figuras, para la
política, la economía, la cultura y las artes; y
las sigue dando. Sus nombres no se consignan, por el temor de
omitir involuntariamente a alguien. No obstante es sano decir que
actualmente hay quienes están laborando arduamente, en sus
distintas áreas de trabajo, para inscribir el nombre del
lar nativo en la historia y el sentir nacional e
internacional.
Finalmente, la hora debe llegar en que finalmente se
erija, en los terrenos de la Laguna de Inozúa, el
monumento a los caídos como mártires en tiempos de
Zuazola, obra decretada por Santiago Marino y vergonzosamente no
llevada a cabo aún.
También urge que se active la producción
de frutas que permita la puesta en marcha de la planta
frutícola del pueblo, de la cual aún no ha salido
ni el primer producto a pesar de ser una de las mejores dotadas
de América.
La Guaira, 16 de octubre de 2011, a 194 años de
la muerte de Manuel Carlos Piar.
Autor:
Jesús Israel Acevedo Torrealba
[1] Francisco de Tauste: Arte y Bocabulario
de la Lengua de los Indios Chaymas… Edic. facsimilar de
Julio Platzman, Leizip, 1888, pág. 13.
[2] Op. cit., pág. 155
[3] Da Pratto-Perelli, Antoniette
(Compilador): Las Encomiendas de Nueva Andalucía en el
siglo XVII, Tomo I, pág. 40.
[4] El sitio es la “Mesa de
Inozúa”, y en ella La Enea.
[5] Acta de Fundación del pueblo de
Aragua. Diligencia de designación del sitio para el
pueblo. En: Resguardos de Indígenas correspondientes a
la Población de Aragua de Maturín, Registro
Principal de Caracas. (Negritas del autor, JIAT)
[6] Da Prato Pirelli, Ob. cit. Pág
288-289.
[7] Caulín: Historia
Corográfica de la Nueva Andalucía, p. 193.
Edición facsimilar de la ANH, 1992
[8] Rio Negro, 1918, Volumen I, pág.
96, citando documentos de BNM, sig. 18719, caja Nº 67,
doc. 51.
[9] Ibídem
[10] Ibídem, pág. 96-97
[11] Ibídem, pág. 97
[12] Ibídem.
[13] Caulín, Antonio, Historia
Corográfica…, pág.311. Nótese el
tono de Caulín, al considerar a los indios que
defendían sus territorios, buscando sacar a los
invasores, catalogando la acción de
“atrevimientos”, porque reclamaban que las
“ser todas tierras suyas” Realmente, lo eran.
[14] Ibídem, pág. 311-312. Se
ha respetado la ortografía original. (Huelgan los
comentarios sobre las expresiones poco humanistas de
Caulín).
[15] Hay quienes creen que el nombre
Maturín es francés, que se lo puso al indio, al
bautizarlo, un fraile francés de los que iniciaron la
conquista del Guarapiche.
[16] Tiapa, Francisco: Los conflictos de
cacicazgo entre los Chaima de San Félix Cantalicio de
Ropopán durante el siglo XVIII. Boletín
Antropológico. Año 25, Nº 69,
Enero–Abril, 2007. Universidad de Los Andes.
Mérida.
[17] Archivo General de la Nación
(AGN), Indígenas, t. III, f. 268v. en Tiapa: Los
conflictos…
[18] AGN: Indígenas, t. III, f.
292v-293.
[19] J.A Ramos Martínez: Gobernadores
y capitanes generales de Nueva Andalucía, en Anales
patrios, número 2. Cumaná, 1901.y Luis Alberto
Sucre: Cumaná. Sus Gobernadores y capitanes Generales en
el siglo XVI-Caracas, 1929.
[20] Juan Manuel de Cajigal y Martínez
fue Capitán General en Cuba y en Venezuela. Era natural
de Cádiz, donde nació en 1757. Cajigal
llegó a Venezuela en 1799 y se desempeñó
en el Regimiento Veteranos de Caracas. Su mandato en la
Provincia de Cumaná fue desde 1804 hasta 1809
[21] Acta de Fundación del Pueblo de
Aragua en: “Resguardos de Indígenas
correspondientes a la población de Aragua de
Maturín”. Registro Principal de Caracas,
Cumaná.
[22] Ibidem.
[23] Ibídem
[24] Ibídem
[25] Ibídem
[26] Ibídem. El texto íntegro
del acta se coloca como un anexo al final de este trabajo.
[27] Parra-Pérez, Carracciolo:
Historia de la Primera República de Venezuela, Caracas,
Tipografía Americana, 2 tomos; 1939, Tomo I, pág.
289
[28] Ibidem, pág. 293.
[29] Yánes, Francisco y J.M.
Gómez: Historia de la provincia de Cumaná,
Cumaná: Biblioteca de Autores y temas Sucrenses,1983;
pág. 26
[30] Gómez, José Mercedes:
Historia del Estado Sucre, ediciones de la Presidencia de la
república, 1981.
[31] Boletin de la Academia Nacional de la
Historia, Nº 65, Caracas, enero-marzo de 1934, pág.
28-29.
[32] Parra-Pérez, op.cit., tomo II,
pág. 57.
[33] MARCANO, Pedro E. (1964).
“Cronología del Estado Sucre”.
Boletín de la Academia Nacional de la Historia. T.
XLVII. N° 168. Caracas, abril-junio 1964
[34] Ibídem, pág. 200.
[35] Muñoz, 1987, T. I: 71
[36] (Traslados, 1812, T. 371: 117-118).
[37] Gobernación y Capitanía
General, 1812, T. CCXXIX: 38.
[38] Díaz, José Domingo:
Recuerdos sobre la Rebelión de Caracas, Edic. ANH,
Caracas, 1961, pág. 234.
[39] Restrepo, José Manuel: Historia
de la Revolución en Colombia. Tomo II. Editorial Bedout,
Medellín, Colombia, pág.1969, pág. 8.
[40] Díaz, José Domingo:
Ibídem. El subrayado no es el original, sino mío
(JIAT)
[41] Gaceta de Caracas: 16 de septiembre de
1813.
[42] Urquinaona y Pardo, Pedro de: Memorias.
Anuario de la Facultad de Humanidades y Educación, Vol.
I, UCV, Caracas, 1971
[43] Ibídem
[44] Ibídem
[45] Los mártires de la Independencia,
Bogotá. 1919
[46] Heredia, Juan Francisco: Memorias.
Anuario de la Facultad de Humanidades y Educación,
Vol.I, UCV, Caracas, 1971
[47] Level de Goda, Andrés:
Memorias.Anuario de la Facultad de Humanidades y
Educación, Vol.I, UCV, Caracas, 1971
[48] Level de Goda, Andrés: Carta al
Capitán General de Puerto Rico.
[49] Level de Goda: Ibídem
[50] Tosta García, Francisco: Los
Orientales. Ediciones OCI, Caracas, 1976. (La negritas han sido
añadidas por el autor de esta monografía, no
están el original).
[51] Marcano, Pedro Elías: Defensa
patriótica de Maturín en 1813, Ediciones Imprenta
del Estado Monagas, Maturín, 1941, pág. 19.
[52] Baralt, José María y
Ramón Díaz: Resumen de Historia de Venezuela,
1779-1830. Imprenta de H. Fournier y Compañía.
Calle de Saint- Benoit. Nº 07. París, 1841, Vol.
II, pág. 112
[53] Ibídem, pág. 113, 114.
[54] Blanco, Eduardo: Venezuela Heroica,
pág. 36
[55] Baralt, J.M. y R. Díaz: Op. cit.,
pág. 115
[56] Ibídem.
[57] Marcano, P.E.: Op. cit., pág.
21
[58] Ibídem
[59] Ibídem, pág. 19.
[60] Yanes, Francisco Javier y José
Mercedes Gómez: 1821-1983. Historia de la Provincia de
Cumaná. Biblioteca de Autores y Temas Sucrenses. 1983.
Pág. 86
[61] Yanes y Gómez, ob. cit.
Pág. 87
[62] Baralt; Ob. cit. Pág. 116.
[63] Yánes y Gómez: Ob.
cit.
[64] Sáez Mérida, Simón:
Aragua de Maturín en la Guerra a Muerte, Edit., Centauro
Nº 94, José Agustín Catalá editor,
Caracas, 1994, 198 pp.
[65] Las negritas son mías, el autor
de este trabajo
[66] Doctrina del Libertador,
Fundación Biblioteca Ayacucho, Caracas, 4ª
edición, 1994, pág. 68 y ss.
[67] Briceño: Historia de Venezuela,
citado por Tavera Acosta, op.cit., pág. 357
[68] Tavera Acosta, Op.cit., pág.
350
[69] Tavera Acosta:.Ibídem.
[70] O’Leary, Manuel Florencio:
Memorias del general O’Leary, edición facsimilar
del original de la primera edición, tomo XV, Ministerio
de la Defensa, Venezuela, 1981, págs. 370-371
[71] Ibídem, págs.377-378.
[72] Ibídem, págs.. 379-380
[73] Tavera Acosta: Op. cit., pág.
308
[74] Tavera Acosta: op, cit. Pág.
313-
[75] Fundación Vicente Lecuna: Archivo
de Sucre, Tomo I, Edición del. Banco de Venezuela,
Caracas, 1983, págs. 12, 13.
[76] Ibídem, págs. 22-24.
[77] O’Leary: Ob. cit. Tomo XVI,
págs. 70-71.
[78] Fund. Lecuna: Ob. cit. págs.
32-34.
[79] O’Leary: Ob. cit., págs.
367-369.
[80] En todo este texto hemos preferido
mencionarlo por este nombre, que era el verdadero, en vez del
que socialmente, por razones ideológico-políticas
se dio (o le dieron a) este prócer, a saber José
Tadeo Monagas.
[81] Por esta razón, el himno del
estado hace referencia al territorio de este estado al decir
“Maturín [sus] llanuras y vegas”; este himno
sin modificaciones se ha aceptado como el himno del actual
estado Monagas.
[82] Leal Spengler, Eusebio: Carlos Manuel de
Céspedes; el diario perdido. La Habana, Cuba, Edit.
Ciencias Sociales, 1992, pág.71
[83] Ibídem, pág. 76
[84] González Barrios, René:
Almas sin fronteras, pág. 72
[85] Figueredo Socarrás, Fernando: La
revolución de Yara. Institruto Cubano del Libro, La
Habana, Cuba, 1969, Tomo II, pág. 100
[86] González Barrios, René:
Op. cit., pág.73
[87] González Barrios, René;
Cruzada de libertad, pág. 212.
[88]
http://www.aporrea.org/actualidad/a113075.html
[89] Ibídem.
[90] Ibiídem
[91] Ibídem
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