- Introducción
- Estilos de
aprendizaje I - Estilos de
aprendizaje II - Características y actividades de los
estilos de aprendizaje - Estilos y procesos
de enseñanza - Estrategias
educativas de manejo de la clase - Metacognición y estrategias de
aprendizaje - Técnicas de
estudio - Técnicas de
enseñanza - Estrategia de
enseñanza – aprendizaje - Estrategias
metodológicas - Estrategias
docentes para un aprendizaje significativo - Glosario de
términos - Conclusiones
- Recomendaciones
Introducción
La profesión docente siempre ha necesitado la
dotación de un amplio abanico de estrategias y
técnicas orientadas al perfeccionamiento de la actividad
educativa. Este perfeccionamiento viene determinado por el
éxito con el cual los alumnos adquieren unos
conocimientos, procedimientos y actitudes.
En este sentido se puede afirmar que el punto de partida
de cualquier estrategia a aplicar en el aula es el alumno en
sí mismo, y a esta "parrilla de salida" le tenemos que
añadir un conjunto de variables que inciden, de forma
determinante, sobre el producto educativo, nos estamos refiriendo
a variables como el docente, la motivación, las relaciones
dentro del aula, la resolución de conflictos,
etc.
En el presente módulo partimos del Estilo de
Aprendizaje del alumno, conociendo su forma de procesar la
información y de enfrentarse a la tarea del aprendizaje,
para analizar luego la segunda parte de esta tarea: la
enseñanza, y los diversos estilos de enseñanza. Una
vez situados en este plano, nos vemos obligados a tratar aspectos
tan influyentes como la Motivación y los Problemas de
Disciplina para determinar toda una serie de estrategias de
manejo del aula y de resolución de conflictos y finalizar,
por último, volviendo a nuestra materia prima de trabajo,
el alumno, del cual conocemos ya su estilo de aprendizaje, el
estilo de enseñanza que mejor se adapta a él, su
relación con el entorno del aula, y poder ofrecerle una
amplia variedad de estrategias de aprendizaje y técnicas
de estudio adaptadas a su situación particular.
Cuando se trata de rebasar el pensamiento teórico
para aplicar los fundamentos pedagógicos a la
práctica, el docente se enfrenta a varios problemas que
trascienden en el proceso educativo. En este sentido, aún
los profesores e investigadores con talento tienen dificultades
para comunicar el conocimiento a sus estudiantes. Lo anterior es
debido a deficiencias en la estructura de las interfaces entre el
sujeto que aprende y lo que debe ser aprendido. Estas se
encuentran representadas primordialmente por el profesor, y desde
luego por cualquier otro elemento que de alguna manera distribuya
el conocimiento como revistas, libros, audiovisuales,
etc.
Aún cuando son numerosas las propuestas sobre los
métodos y las técnicas de aprendizaje, el hecho es
que generalmente no se usan en el aula. Por lo tanto, los
problemas a que se enfrenta el proceso educativo no están
centrados tanto en su formulación, sino más bien en
hacer conciencia tanto del profesor como del alumno para
aplicarlas de manera cotidiana. Si esto no ha podido progresar en
el sistema tradicional, sería aventurado pensar que
pudieran incorporarse en forma sencilla al ámbito de la
enseñanza por computadora.
El aprendizaje se refleja en la forma que respondemos al
ambiente, a los estímulos sociales, emocionales y
físicos, para entender nueva información. El estilo
de aprendizaje se define como la forma en que la
información es procesada. Se centra en las fortalezas y no
en las debilidades. No existe correcto o incorrecto estilo de
aprendizaje. La mayoría de niños muestran
preferencia por los siguientes estilos básicos de
aprendizaje: visual, auditivo, o manipulador (que toca.) Es
común la combinación de estilos de aprendizajes
primarios y secundarios. Los padres también muestran
preferencia por uno de estos estilos de aprendizaje. Es usual que
los padres prefieran un estilo de aprendizaje diferente al de su
niño. Para trabajar efectivamente con su niño, es
importante entender su propio estilo de aprendizaje.
Los aprendedores visuales aprenden mirando
televisión. Ellos van a imágenes del pasado cuando
tratan de recordar. Ellos dibujan la forma de las cosas en su
mente. Cuarenta y dos por ciento de estudiantes de secundaria
caen en esta categoría.
Los aprendedores auditivos tienden a deletrear
fonéticamente (sonidos) Ellos, algunas veces, tienen
problemas cuando están leyendo porque no visualizan las
cosas muy bien. Estos estudiantes aprenden escuchando y recuerdan
los hechos cuando éstos son presentados en forma de
poemas, cantos o melodías.
Los aprendedores manipuladores (que tocan las cosas)
aprenden mejor moviendo y manipulando las cosas. Les gusta
descubrir cómo funcionan las cosas y muchas veces son
exitosos en artes prácticas como carpintería o
diseño. Estos estudiantes representan el 50 por ciento de
los estudiantes de secundaria y tienen dificultades aprendiendo
en contextos tradicionales.
Conociendo el estilo de aprendizaje favorito de su
niño, le ayuda a usted a interesarlo en nuevos materiales.
Con esta información usted también puede aprender
sobre cuál estilo necesita fortalecer su hijo, basado en
la forma en que el material es presentado en la escuela.
Solamente el 10 por ciento de los estudiantes de secundaria
aprenden bien en forma auditiva, pero el 80 por ciento del
proceso de enseñanza se efectúa
auditivamente.
Estilos de
aprendizaje I
El término "estilo de aprendizaje"
se refiere al hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno
de nosotros utiliza su propio método o conjunto de
estrategias. Aunque las estrategias concretas que utilizamos
varían según lo que queramos aprender, cada uno de
nosotros tiende a desarrollar unas preferencias globales.
Esas preferencias o tendencias a utilizar más unas
determinadas maneras de aprender que otras constituyen nuestro
estilo de aprendizaje.
CLASIFICACIÓN DE LOS ESTILOS DE
APRENDIZAJE
Respecto a la clasificación de los estilos de
aprendizaje, existen una gama de clasificaciones en tipos de
estilos, en la gran mayoría establecidas a partir de dos
criterios fundamentales, tal y como muestra la siguiente tabla:
las formas de percibir la información y las formas de
procesarla.
¿QUÉ ES EL ESTILO DE APRENDIZAJE DE
UNA PERSONA?
Para saber lo que es el estilo de aprendizaje de una
persona es preciso conocer primero el concepto de aprendizaje.
Podemos diferenciar entre tres planteamientos referentes al
concepto de aprendizaje:
Conductismo: el aprendizaje es un cambio
permanente en la conducta de un
sujeto.Cognitivismo: Para el cognitivismo el
aprendizaje es un cambio en la capacidad de una persona para
responder a una situación particular, estamos hablando
por tanto de un cambio cognitivo. Afirman que también
hay un cambio a nivel conductual, pero éste es un
reflejo de un cambio mucho más trascendental a nivel
interno, el cual es de carácter cognitivo.Se da también una postura intermedia o
integradora en la que se entiende por aprendizaje aquel
proceso en el que se incorporan contenidos informativos, se
adquieren destrezas o habilidades prácticas, se
adoptan nuevas estrategias de contenido y el sujeto se
apropia de actitudes, valores y normas que rigen su
comportamiento.
El estilo de aprendizaje es, por tanto, un planteamiento
cognitivista referido a la heurística mental, es el
conjunto de hábitos, formas o estilos de cada persona para
actuar o pensar en cada situación. Cómo tendemos a
tomar decisiones en distintas situaciones y entornos, bajo
condiciones de incertidumbre, en situaciones límite, en
estados de serenidad, etc.
Podríamos afirmar, de una forma más
sencilla, que se trata de cómo la mente procesa la
información, del modo como se vale de ciertas estrategias
de aprendizaje para trabajar la información, o el
cómo es influida por las percepciones de cada individuo,
todo con la finalidad de lograr aprendizajes eficaces,
significativos, óptimos, etc.
Cada alumno adoptará su propio estilo de
aprendizaje, con lo que podemos afirmar que existen diversos
estilos de aprendizaje. De esta forma encontramos una serie de
características a considerar en nuestra labor docente: Los
estilos de aprendizaje no son inamovibles, son relativamente
estables, es decir, que pueden cambiar. Los alumnos conforme
avanzan en su proceso de aprendizaje descubren mejores formas o
modos de aprender, por lo tanto, van a variar su estilo,
además dependerá de las circunstancias, contextos y
tiempos de aprendizaje que tengan que enfrentar.
Pueden ser diferentes en situaciones diferentes. Por
ejemplo una de estas situaciones puede depender de los tipos de
aprendizaje. También sucede que varían de acuerdo a
la edad del alumno y sus niveles de exigencia en la tarea de
aprendizaje.
Son susceptibles de mejora y, además, deben
siempre mejorarse. Los alumnos deben saber que ningún
estilo dura toda la vida, sino que más bien conforme
avancen en su propio proceso irán descubriendo cómo
mejorar ese estilo o los estilos que maneje.
Dominándolos se puede utilizar un estilo u otro
según lo requiera la situación donde se tenga que
aplicar. El alumno, con la orientación del maestro,
aprende a descubrir cuáles son los rasgos que perfilan su
propio estilo y, a la vez, identifica cuáles de esos
rasgos debe utilizar en cada situación de aprendizaje para
obtener mejores resultados.
Los alumnos aprenden con más efectividad cuando
se les enseña con sus estilos de aprendizaje predominante.
Es decir, que todos los docentes debemos conocer cuáles
son los estilos de aprendizaje de cada alumno y del grupo en
general para que, a partir de ellos, podamos desarrollar sesiones
de aprendizaje eficaces y que conduzcan al logro de aprendizajes
en cada uno de ellos.
A partir de esta última característica nos
preguntamos: ¿qué ventajas nos ofrece conocer y
potenciar los estilos de aprendizaje de nuestros
alumnos?
Podemos resaltar las siguientes ventajas:
a) Nosotros podremos orientar mejor el
aprendizaje de cada alumno si conocemos cómo aprenden.
Es decir, que la selección de nuestras estrategias
didácticas y estilo de enseñanza será
más efectivo.b) La aplicación en el aula de los
estilos de aprendizaje es el camino más
científico de que disponemos para individualizar la
instrucción.c) Si nuestra meta educativa es lograr que el
alumno aprenda a aprender, entonces debemos apostar por
ayudarlo a conocer y mejorar sus propios estilos de
aprendizaje.
Esto le permitiría al alumno, entre otras cosas,
saber:
Cómo controlar su propio
aprendizaje;Cómo diagnosticar sus puntos fuertes y
débiles como alumno;Cómo describir su estilo o estilos de
aprendizaje;Conocer en qué condiciones aprende
mejor;Cómo aprender de la experiencia de cada
día;Cómo superar las dificultades que se le
presentan en su proceso de aprendizaje.
Un aspecto importante es, que los estilos de aprendizaje
son uno de los pilares fundamentales para el Aprender a
aprender.
Por último, nos preguntamos ¿en
qué aspectos inciden los estilos de aprendizaje en
relación a su aplicabilidad didáctica en el aula?.
Para dar respuesta a esta cuestión recogemos varias de las
ideas que exponen Alonso C. y Gallego, D. (1996).
En primer lugar, nosotros los docentes debemos
tener en cuenta que los distintos estilos de aprendizaje
requieren distintos modos de enseñar. Debemos ser
conscientes de que nuestros alumnos aprenden de modo diferente y
que hay mayor diferencia aún entre los alumnos a la hora
de aprender si además pertenecen a distintas culturas, es
decir, provienen de diferentes grupos culturales. En este tema no
podemos olvidar el tema de interculturalidad y de cómo
afecta en la manera cómo aprenden los sujetos.
Por esa razón, sugerimos adoptar una
metodología plural a la hora de enseñar con el fin
de beneficiar al mayor número posible de
alumnos.
Pero para lograr esta tarea, no debemos
excluirnos, más bien, primero requerimos conocer nuestro
propio estilo de aprender ya que afectará nuestro estilo
de enseñanza. Asimismo, cada maestro debe aprender a
detectar qué estilos de aprendizaje predominan en sus
alumnos.
Conociendo la predominancia de esos estilos podrá
utilizar las estrategias, los medios y los recursos a su alcance
para favorecer y fomentar la mejora de los estilos de aprendizaje
en que sus alumnos tengan preferencias más bajas y
desarrollar en ellos la adaptabilidad y flexibilidad en el
aprendizaje, de cara a un mundo laboral próximo al que
tendrán que amoldarse continuamente en su futuro laboral.
Y debemos trabajar para que todos los alumnos, conscientes de sus
preferencias en estilos de aprendizaje logren esforzarse en
mejorar y optimizar aquellos otros estilos de aprendizaje en que
esa preferencia sea baja.
Algunas ideas importantes:
Se constata una mejora del rendimiento escolar
cuando los alumnos reciben la docencia adaptada a su propio
estilo de aprendizaje.Nosotros, los maestros, podremos orientar mejor el
aprendizaje de cada alumno si conocemos cómo aprenden.
Es decir, que la selección de nuestras estrategias
didácticas será más efectiva.Si nuestra meta educativa es lograr que el alumno
APRENDA A APRENDER entonces debemos apostar por ayudarlo a
conocer y mejorar sus propios estilos de
aprendizaje.No hay que olvidar que los estilos de aprendizaje es
uno de los pilares fundamentales para el aprender a
aprender.Si bien es fácil expresar que es necesario
una relación positiva entre los estilos de
enseñanza del maestro y los estilos de aprendizaje de
los alumnos, en la práctica resulta difícil de
conseguir. Lograríamos mucho si los maestros
conociéramos muy bien nuestro estilo de enseñar
y de aprender. Nos parece que no es usual que los maestros
estén pendientes de ello.¿QUÉ SON LOS ESTILOS DE
APRENDIZAJE?
No existe, una única definición de estilos
de aprendizaje, sino que son muchos los autores que dan su propia
definición del término, como por ejemplo las que
presentamos a continuación:
"Los estilos de aprendizaje son los rasgos cognitivos,
afectivos y fisiológicos que sirven como indicadores
relativamente estables, de cómo los alumnos perciben
interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje". Keefe
(1988).
Los rasgos cognitivos tienen que ver con la forma en que
los estudiantes estructuran los contenidos, forman y utilizan
conceptos, interpretan la información, resuelven los
problemas, seleccionan medios de representación (visual,
auditivo, kinestésico), etc. Los rasgos afectivos se
vinculan con las motivaciones y expectativas que influyen en el
aprendizaje, mientras que los rasgos fisiológicos
están relacionados con el biotipo y el biorritmo del
estudiante.
"El estilo de aprendizaje es la manera en la que un
aprendiz comienza a concentrarse sobre una información
nueva y difícil, la trata y la retiene" (Dunn et Dunn,
1985).
"El estilo de aprendizaje describe a un aprendiz en
términos de las condiciones educativas que son más
susceptibles de favorecer su aprendizaje. (…) ciertas
aproximaciones educativas son más eficaces que otras para
él" (Hunt, 1979, en Chevrier J., Fortin, G y otros,
2000).
La noción de estilo de aprendizaje se superpone a
la de estilo cognitivo pero es más comprensiva puesto que
incluye comportamientos cognitivos y afectivos que indican las
características y las maneras de percibir, interactuar y
responder al contexto de aprendizaje por parte del aprendiz.
Concretan pues la idea de estilos cognitivos al contexto de
aprendizaje (Willing, 1988; Wenden, 1991).
El término "estilo de aprendizaje" se refiere al
hecho de que cada persona utiliza su propio método o
estrategias a la hora de aprender. Aunque las estrategias
varían según lo que se quiera aprender, cada uno
tiende a desarrollar ciertas preferencias o tendencias globales,
tendencias que definen un estilo de aprendizaje. Se habla de una
tendencia general, puesto que, por ejemplo, alguien que casi
siempre es auditivo puede en ciertos casos utilizar estrategias
visuales.
Cada persona aprende de manera distinta a las
demás: utiliza diferentes estrategias, aprende con
diferentes velocidades e incluso con mayor o menor eficacia
incluso aunque tengan las mismas motivaciones, el mismo nivel de
instrucción, la misma edad o estén estudiando el
mismo tema. Sin embargo más allá de esto, es
importante no utilizar los estilos de aprendizaje como una
herramienta para clasificar a los alumnos en categorías
cerradas, ya que la manera de aprender evoluciona y cambia
constantemente.
Revilla (1998) destaca, finalmente, algunas
características de los estilos de aprendizaje: son
relativamente estables, aunque pueden cambiar; pueden ser
diferentes en situaciones diferentes; son susceptibles de
mejorarse; y cuando a los alumnos se les enseña
según su propio estilo de aprendizaje, aprenden con
más efectividad. En general (Woolfolk, 1996), los
educadores prefieren hablar de "estilos de aprendizaje", y los
psicólogos de "estilos cognoscitivos".
No hay que interpretar los estilos de aprendizaje, ni
los estilos cognitivos, como esquemas de comportamiento fijo que
predeterminan la conducta de los individuos. Los estilos
corresponden a modelos teóricos, por lo que actúan
como horizontes de la interpretación en la medida en que
permiten establecer el acercamiento mayor o menor de la
actuación de un sujeto a un estilo de aprendizaje. En este
sentido, los estilos se caracterizan por un haz de estrategias de
aprendizaje que se dan correlacionadas de manera significativa,
es decir cuya frecuencia de aparición concurrente permite
marcar una tendencia. Sin embargo, ello no significa que en un
mismo sujeto no puedan aparecer estrategias pertenecientes en
teoría a distintos estilos de aprendizaje.
Podríamos decir que la noción de estilo
actúa como instrumento heurístico que hace posible
el análisis significativo de las conductas observadas
empíricamente. Al mismo tiempo hay que señalar que
es fundamental analizar desde un punto de vista sistémico
cómo un conjunto de estrategias se dan relacionadas en un
individuo concreto. Ello nos lleva a afirmar que tan importante
es efectuar un estudio de las correlaciones de ciertas
estrategias, que permitirían establecer las tendencias de
un grupo respecto de un determinado estilo, como realizar un
estudio de casos que permitiera describir cómo se dan
asociadas en un mismo individuo las distintas estrategias de
aprendizaje.
Otros autores, por último, sugieren hablar de
"preferencias de estilos de aprendizaje" más que de
"estilos de aprendizaje". Para Woolfolk (Woolfolk, 1996), las
preferencias son una clasificación más precisa, y
se definen como las maneras preferidas de estudiar y aprender,
tales como utilizar imágenes en vez de texto, trabajar
solo o con otras personas, aprender en situaciones estructuradas
o no estructuradas y demás condiciones pertinentes como un
ambiente con o sin música, el tipo de silla utilizado,
etc. La preferencia de un estilo particular tal vez no siempre
garantice que la utilización de ese estilo será
efectiva. De allí que en estos casos ciertos alumnos
pueden beneficiarse desarrollando nuevas formas de
aprender.
El término "estilo de aprendizaje" se refiere al
hecho de que cuando queremos aprender algo cada uno de nosotros
utiliza su propio método o conjunto de estrategias. Aunque
las estrategias concretas que utilizamos varían
según lo que queramos aprender, cada uno de nosotros
tiende a desarrollar unas preferencias globales. Esas
preferencias o tendencias a utilizar más unas determinadas
maneras de aprender que otras constituyen nuestro estilo de
aprendizaje.
Que no todos aprendemos igual, ni a la misma velocidad
no es ninguna novedad. En cualquier grupo en el que más de
dos personas empiecen a estudiar una materia todos juntos y
partiendo del mismo nivel, nos encontraremos al cabo de muy poco
tiempo con grandes diferencias en los conocimientos de cada
miembro del grupo y eso a pesar del hecho de que aparentemente
todos han recibido las mismas explicaciones y hecho las mismas
actividades y ejercicios. Cada miembro del grupo aprenderá
de manera distinta, tendrá dudas distintas y
avanzará más en unas áreas que en
otras.
Esas diferencias en el aprendizaje son el resultado de
muchos factores, como por ejemplo la motivación, el bagaje
cultural previo y la edad. Pero esos factores no explican porque
con frecuencia nos encontramos con alumnos con la misma
motivación y de la misma edad y bagaje cultural que, sin
embargo, aprenden de distinta manera, de tal forma que, mientras
a uno se le da muy bien redactar, al otro le resultan mucho
más fáciles los ejercicios de gramática.
Esas diferencias si podrían deberse, sin embargo, a su
distinta manera de aprender.
Tanto desde el punto de vista del alumno como del punto
de vista del profesor el concepto de los estilos de aprendizaje
resulta especialmente atrayente porque nos ofrece grandes
posibilidades de actuación para conseguir un aprendizaje
más efectivo.
El concepto de los estilos de aprendizaje está
directamente relacionado con la concepción del aprendizaje
como un proceso activo. Si consideramos que el aprendizaje
equivale a recibir información de manera pasiva lo que el
alumno haga o piense no es muy importante, pero si entendemos el
aprendizaje como la elaboración por parte del receptor de
la información recibida parece bastante evidente que cada
uno de nosotros elaborará y relacionará los datos
recibidos en función de sus propias
características.
Los distintos modelos y teorías existentes sobre
estilos de aprendizaje lo que nos ofrecen es un marco conceptual
que nos ayude a entender los comportamientos que observamos a
diario en el aula, como se relacionan esos comportamientos con la
forma en que están aprendiendo nuestros alumnos y el tipo
de actuaciones que pueden resultar más eficaces en un
momento dado.
Pero la realidad siempre es mucho más compleja
que cualquier teoría. La forma en que elaboremos la
información y la aprendamos variará en
función del contexto, es decir, de lo que estemos tratando
de aprender, de tal forma que nuestra manera de aprender puede
variar significativamente de una materia a otra. Por lo tanto es
importante no utilizar los estilos de aprendizaje como una
herramienta para clasificar a los alumnos en categorías
cerradas. Nuestra manera de aprender evoluciona y cambia
constantemente, como nosotros mismos.
Una de las definiciones más acertadas es la de
Keefe (1988) y que también asumen C. Alonso y D. J.
Gallego (1994):
"Los Estilos de Aprendizaje son los rasgos cognitivos
afectivos y fisiológicos, que sirven como indicadores
relativamente estables, de cómo los discentes perciben,
interaccionan y responden a sus ambientes de
aprendizaje".
Describimos a continuación una serie de aspectos
que nos ayudan a comprender los Estilos de
Aprendizaje:
Dependencia – Independencia de Campo (DIC).
Este factor es uno de los más conocidos y estudiados
gracias al Test de Figuras Enmascaradas que evalúa el
modo de percibir la realidad dependiente o independiente. Las
personas que tienden a percibir la información de
manera analítica y sin dejarse influir por el contexto
se denominan independientes. Los dependientes perciben de
manera general e influida por el entorno y el contexto. En
situaciones de aprendizaje los independientes de campo tienen
una mayor predisposición para las ciencias y las
matemáticas y los dependientes a las ciencias sociales
y relaciones personales.Conceptualización y
Categorización. Hace referencia a la forma en que
una persona asocia o agrupa una serie de objetos, conceptos o
informaciones.Reflexividad – Impulsividad. Dimensión
que se relaciona con la rapidez para actuar y resolver
situaciones problemáticas. Junto a la rapidez
encontramos la eficacia. Los individuos que actúan de
manera impulsiva responden más rápidamente pero
cometen más errores, los reflexivos analizan las
respuestas antes de darlas, tardan más pero son
más eficaces.Nivelamiento – Agudización. Al
percibir algunas personas destacan los elementos comunes y
semejantes y tienden a minimizar las diferencias
(nivelamiento), mientras que otros resaltan las diferencias y
minimizan los rasgos comunes (agudización). Los
primeros tienen más facilidad para pruebas tipo
ensayo, los segundos para pruebas de tipo
objetivo.
Algunos autores destacan la influencia del predominio
sensorial en los Estilos de Aprendizaje; es decir, las
preferencias de unos sentidos frente a otros para captar,
interpretar y memorizar la información. Y distinguen
entre:
Visual o icónico: en el alumno
predomina la memoria visual y facilita el pensamiento
espacial.Auditivo o simbólico: facilidad para
usar el canal auditivo y favorecer el pensamiento verbal y
simbólico.Cinético: propio del pensamiento
motor.
Los rasgos afectivos, la disposición hacia
el aprendizaje, las motivaciones, las expectativas, influyen
decididamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje y en
los resultados académicos.
También los rasgos fisiológicos y
la manera que tienen los alumnos de percibir éstos
condicionan los aprendizajes y la actitud hacia ellos.
En definitiva, todos los rasgos y aspectos que se han
descrito hasta el momento sirven como indicadores para definir
los distintos Estilos de Aprendizaje.
P. Honey y A. Mumford (1986) consideran el aprendizaje
como un proceso circular de cuatro etapas que corresponden a su
vez con los cuatro Estilos de Aprendizaje:
Estilo Activo. Son personas abiertas,
entusiastas, sin prejuicios ante las nuevas experiencias,
incluso aumenta su motivación ante los
retos.Estilo Reflexivo. Son individuos que observan
y analizan detenidamente. Consideran todas las opciones antes
de tomar una decisión. Les gusta observar y escuchar,
se muestran cautos, discretos e incluso a veces quizá
distantes.
PROCESOS FUNDAMENTALES EN EL ESTILO DE
APRENDIZAJEProcesos de
sensibilización.
Motivación:
Motivación
intrínseca:
No suele anticipar una forma de resolver la tarea, la
siente como forma de vincularse más a sus
compañeros. Ve al profesor como un orientador que le
ayuda. Se aburre con las tareas que domina.
Motivación
extrínseca:
Piensa en la forma de resolver una tarea antes de
enfrentarse a ella, y la utiliza como forma de distanciarse de
sus compañeros. El profesor es un "impositor" de tareas,
las cuales suponen una amenaza que evidencia sus deficiencias, y
como un sancionador. Prefiere realizar tareas fáciles que
ya domina Para que acometa la tarea, es necesario ofrecerle
recompensas y recordarle que puede recibir algún tipo de
castigo si no la realiza.
Atribuciones:
En éste apartado diferenciamos dos
posibilidades:
El alumno atribuye sus éxitos y fracasos a su
capacidad personal, a su esfuerzo y atención
(atribución a factores internos).El alumno atribuye sus éxitos y fracasos a
factores externos como la dificultad de la tarea, la actitud
del profesor o simplemente la suerte.
Refuerzo:
Debemos diferenciar entre reforzadores primarios
(caramelos, juguetes, etc.), reforzadores secundarios (contacto
visual, "palmadita", elogios verbales, etc.). El alumno
sentirá, normalmente, una mayor predilección por
uno de éstos tipos de reforzadores.
Emoción: ansiedad.
Se refiere a si el alumno se pone nervioso en la
realización de la tarea, se inquieta cuando se le
evalúa y a las expectativas que él tiene en
relación a la tarea (por ejemplo si antes de hacer una
evaluación, piensa que la va a hacer mal).
Proceso de atención.
a) Atención selectiva. Hace
referencia, en primer lugar, a las dificultades que tiene el
alumno para centrar la atención (para focalizarla).
También implica el conocimiento que tiene el alumno
sobre su propia atención (tiempo que puede mantenerla,
por ejemplo); y finalmente, también se refiere a
aquellos tipos de información en los que centra con
mayor facilidad su atención. El alumno tendrá
una mayor facilidad para centrar su atención en tareas
con una presentación bien de tipo verbal,
gráfico y/o kinestésico.b) Atención global. Debemos
diferenciar si el alumno alterna atención selectiva
con atención global, conoce que la capacidad
atencional depende de la organización de los
contenidos y es capaz de predecir la capacidad atencional y
las consecuencias de diferentes maneras de distribuir la
atención. (Atender exhaustivamente vs. selectivamente,
larga fijación vs. corta fijación).c) Mantenimiento. El alumno podrá
mantener la atención durante un tiempo determinado,
además del cansancio que puede suponerle, existen
estímulos distractores que pueden estar presentes.
También depende del tipo de tarea, el alumno es capaz
de mantener más o menos tiempo su atención
(verbal, gráfica, kinestésica).
Proceso de adquisición.
Comprensión de la
información:
El alumno comprenderá la información en
base a los conocimientos previos que tenga de ella y al tipo de
enlace que establezca con la misma. La atención
también juega un papel muy importante en éste
punto, dado que si no presta atención, no puede
discriminar las partes importantes de un texto o
narración, para ello puede hacer uso de las indicaciones
del propio texto, del conocimiento de los objetivos establecidos
y de las sugerencias del profesor o compañeros. Es posible
que a pesar de estar atento el alumno tenga dificultades para
comprenderlas instrucciones.
Retención de la
información:
La información puede ser relacionada por medio de
frases, imágenes para posteriormente poderse recuperar de
forma más eficaz, por ejemplo, a los niños
pequeños se les dice que el verbo "ver" va con "v" porque
si fuera con "b" el rabo de la "b" no nos dejaría
ver.
También puede que utilice metáforas
basadas en semejanzas perceptuales, físicas o en
conexiones abstractas de tipo lógico o natural, o
simplemente el alumno puede utilizar como único recurso la
repetición. Esto también va a depender del tipo de
tarea en la que obtiene más éxito (perceptivo,
manipulativo, gráfica, de lectura, de escritura,
etc.).
Transformación:
El alumno puede clasificar los nuevos conocimientos
relacionándolos con los ya adquiridos o de forma aislada,
utilizando las experiencias. También se refiere al hecho
de si el alumno parte de lo general para llegar a lo individual o
si parte de lo individual para llegar a lo general. Por
último, también debemos incluir en éste
apartado la generalización de los conceptos a nuevas
situaciones.
Proceso de personalización y
control.
Este proceso hace referencia a cómo el alumno se
enfrenta a la tarea. Diferenciamos tres momentos: antes de
acometer la tarea, en la resolución de la misma, y
después de haberla realizado.
Antes de acometer la tarea: El alumno debe primero
que nada identificar el problema y analizarlos, elaborar una
estrategia para resolverlo y tomar las decisiones que crea
oportunas.En la resolución de la tarea: En éste
caso, el alumno debe seguir los pasos que había
previsto.Después de realizar la tarea: El alumno
evaluará los resultados y control de la
ejecución de la tarea.
Proceso de recuperación.
En éste proceso analizamos las formas que utiliza
el alumno para recordar la información, si expresa de
alguna manera la necesidad de recordar posteriormente ese
material y que ese acto implica un esfuerzo, si utiliza
organizadores previos, si utiliza las claves desarrolladas
durante la codificación, etc.
VENTAJAS DE LOS ESTILOS DE
APRENDIZAJE
Cada alumno adoptará su propio estilo de
aprendizaje, con lo que podemos afirmar que existen diversos
estilos de aprendizaje. De esta forma encontramos una serie de
características a considerar en nuestra labor docente: Los
estilos de aprendizaje no son inamovibles, son relativamente
estables, es decir, que pueden cambiar. Los alumnos conforme
avanzan en su proceso de aprendizaje descubren mejores formas o
modos de aprender, por lo tanto, van a variar su estilo,
además dependerá de las circunstancias, contextos y
tiempos de aprendizaje que tengan que enfrentar.
Pueden ser diferentes en situaciones diferentes. Por
ejemplo una de estas situaciones puede depender de los tipos de
aprendizaje. También sucede que varían de acuerdo a
la edad del alumno y sus niveles de exigencia en la tarea de
aprendizaje.
Son susceptibles de mejora y, además, deben
siempre mejorarse. Los alumnos deben saber que ningún
estilo dura toda la vida, sino que más bien conforme
avancen en su propio proceso irán descubriendo cómo
mejorar ese estilo o los estilos que maneje.
Dominándolos se puede utilizar un estilo u otro
según lo requiera la situación donde se tenga que
aplicar. El alumno, con la orientación del maestro,
aprende a descubrir cuáles son los rasgos que perfilan su
propio estilo y, a la vez, identifica cuáles de esos
rasgos debe utilizar en cada situación de aprendizaje para
obtener mejores resultados.
Los alumnos aprenden con más efectividad cuando
se les enseña con sus estilos de aprendizaje predominante.
Es decir, que todos los maestros debemos conocer cuáles
son los estilos de aprendizaje de cada alumno y del grupo en
general para que, a partir de ellos, podamos desarrollar sesiones
de aprendizaje eficaces y que conduzcan al logro de aprendizajes
en cada uno de ellos.
A partir de esta última característica nos
preguntamos: ¿qué ventajas nos ofrece conocer y
potenciar los estilos de aprendizaje de nuestros alumnos? Podemos
resaltar las siguientes ventajas:
a) Nosotros podremos orientar mejor el
aprendizaje de cada alumno si conocemos cómo aprenden.
Es decir, que la selección de nuestras estrategias
didácticas y estilo de enseñanza será
más efectivo.b) La aplicación en el aula de los
estilos de aprendizaje es el camino más
científico de que disponemos para individualizar la
instrucción.c) Si nuestra meta educativa es lograr que el
alumno aprenda a aprender, entonces debemos apostar por
ayudarlo a conocer y mejorar sus propios estilos de
aprendizaje.
Esto le permitiría al alumno, entre otras cosas,
saber:
Cómo controlar su propio
aprendizaje,Cómo diagnosticar sus puntos fuertes y
débiles como alumno,Cómo describir su estilo o estilos de
aprendizaje,Conocer en qué condiciones aprende
mejor,Cómo aprender de la experiencia de cada
día,Cómo superar las dificultades que se le
presentan en su proceso de aprendizaje.
Un aspecto importante es, que los estilos de aprendizaje
son uno de los pilares fundamentales para el Aprender a
aprender.
Por último, nos preguntamos ¿en qué
aspectos inciden los estilos de aprendizaje en relación a
su aplicabilidad didáctica en el aula?. Para dar respuesta
a esta cuestión recogemos varias de las ideas que exponen
Alonso C. y Gallego, D. (1996).
En primer lugar, nosotros los maestros debemos tener en
cuenta que los distintos estilos de aprendizaje requieren
distintos modos de enseñar. Debemos ser conscientes de que
nuestros alumnos aprenden de modo diferente y que hay mayor
diferencia aún entre los alumnos a la hora de aprender si
además pertenecen a distintas culturas, es decir,
provienen de diferentes grupos culturales.
En este tema no podemos olvidar el tema de
interculturalidad y de cómo afecta en la manera
cómo aprenden los sujetos. Por esa razón, sugerimos
adoptar una metodología plural a la hora de enseñar
con el fin de beneficiar al mayor número posible de
alumnos.
Pero para lograr esta tarea, no debemos excluirnos,
más bien, primero requerimos conocer nuestro propio estilo
de aprender ya que afectará nuestro estilo de
enseñanza. Asimismo, cada maestro debe aprender a detectar
qué estilos de aprendizaje predominan en sus alumnos.
Conociendo la predominancia de esos estilos podrá utilizar
las estrategias, los medios y los recursos a su alcance para
favorecer y fomentar la mejora de los estilos de aprendizaje en
que sus alumnos tengan preferencias más bajas y
desarrollar en ellos la adaptabilidad y flexibilidad en el
aprendizaje, de cara a un mundo laboral próximo al que
tendrán que amoldarse continuamente en su futuro laboral.
Y debemos trabajar para que todos los alumnos, conscientes de sus
preferencias en estilos de aprendizaje logren esforzarse en
mejorar y optimizar aquellos otros estilos de aprendizaje en que
esa preferencia sea baja.
Terminamos señalando algunas ideas
importantes:
Se constata una mejora del rendimiento escolar
cuando los alumnos reciben la docencia adaptada a su propio
estilo de aprendizaje.Nosotros, los maestros, podremos orientar mejor el
aprendizaje de cada alumno si conocemos cómo aprenden.
Es decir, que la selección de nuestras estrategias
didácticas será más efectiva.Si nuestra meta educativa es lograr que el alumno
APRENDA A APRENDER entonces debemos apostar por ayudarlo a
conocer y mejorar sus propios estilos de
aprendizaje.No hay que olvidar que los estilos de aprendizaje es
uno de los pilares fundamentales para el aprender a
aprender.
Si bien es fácil expresar que es necesaria una
relación positiva entre los estilos de enseñanza
del maestro y los estilos de aprendizaje de los alumnos, en la
práctica resulta difícil de conseguir.
Lograríamos mucho si los maestros
conociéramos muy bien nuestro estilo de enseñar y
de aprender. Nos parece que no es usual que los maestros
estén pendientes de ello.
VARIABLES QUE AFECTAN AL ESTILO DE
APRENDIZAJE
Existen algunas variables que afectan al estilo de
aprendizaje, básicamente son dos:
Variables sociales:
Se refiere al tipo de grupo en el que aprende mejor el
alumno (individualmente, en pequeño grupo, o en gran
grupo), a sus relaciones con los compañeros (de
interferencia o de colaboración) y el aula en el que
trabaja mejor.
Variables visuales:
Estas variables son de gran importancia en el caso de
alumnos con deficiencia visual o problemas de visión. Se
refieren al tamaño de letra con el que trabaja mejor, la
distancia adecuada en referencia a la pizarra, al libro, etc., la
posición dentro de la clase, la discriminación
visual que posee, el tipo de luz que le favorece más, las
ayudas ópticas que puede necesitar y su
movilidad.
ESTILOS DE APRENDIZAJE
PREDOMINANTES
Existen diferentes estilos de aprendizaje, de hecho cada
persona tiene su propio estilo de aprendizaje. Importantes
psicólogos han tratado de agruparlos y definirlos. AUSUBEL
afirmaba que existen cuatro tipos de aprendizaje en
función de dos dimensiones:
Una dimensión de recepción-
descubrimiento.Otra dimensión de repetición-
significado.
Los cuatro tipos de aprendizajes defendidos por Ausubel
son:
a) Aprendizaje por recepción: el
alumno recibe los contenidos que debe aprender ya elaborados.
Su tarea es comprenderlos y asimilarlos de forma que
después pueda reproducirlos.
Página siguiente |