INTRODUCCIÓN
El propósito del presente trabajo es justificar
mediante mis obras que el Realismo no es un "arte muerto"
solamente digno de estar en los museos, o ser parte de la
Historia, según el concepto de los teóricos del
Arte Contemporáneo.
Con este fin, se realizará un análisis e
investigación sobre la corriente artística del
Realismo pictórico que se desarrolló en Francia a
partir de 1850, cuando nace, sus motivos, sus
características, sus exponentes y su
trascendencia.
En la segunda parte se mostrará, a través
de mis obras, ya que todas son realistas y casi en su totalidad
figuras humanas, el nexo con la corriente pictórica
aludida. De mis obras se comenzará describiendo los
estudios de dibujo con lápiz, carboncillo, sanguina, a
veces con modelo vivo y con tiempo determinado para su
ejecución (constituyen prácticas).
Sucesivamente, mostraré como en mi pintura,
comienzo dibujando formas, simples primero y complejas
después, luego las ilumino para que éstas se
transformen en volúmenes, posteriormente les aplico color
y finalmente expresión. Juego mucho con formas,
volúmenes y expresiones, las delimito espacialmente, para
que éstas no parezcan oníricas, no es un
surrealismo. En mis obras siempre está
presente la figura humana, tratada con mucha sensibilidad y
ubicada en diferentes contextos.
El recurso que utilizo es generalmente la
fotografía y la técnica es la pintura al
óleo sobre lienzo o cartón prensado. Aunque
también he realizado grabados y xilografías de la
figura humana en soportes diversos.
En síntesis, el objetivo del presente trabajo es
relacionar mi obra con su referencia histórica (el
Realismo del siglo XIX), así como mostrar el proceso de
trabajo tanto en sus aspectos formales como expresivos y de
contenido, además demostrar que practicando uno adquiere
la perfección, y que se puede pintar un realismo novedoso
sin caer en un frío tecnicismo
académico.
CAPÍTULO 1
REALISMO
PICTÓRICO
El Realismo es un movimiento que apareció en
Francia el año 1850 aproximadamente, después del
Romanticismo. Éste se basa, como su nombre indica en la
representación de la realidad, sin ningún
aditamento ni artificio alguno. La temática de este
movimiento es la figura humana tanto en actitudes cotidianas como
en el trabajo al aire libre, expresando de esta forma la fatiga,
también el retrato, sin poses estudiadas, sino bastante
naturales, éste último fue uno de los principales
temas utilizados en el siglo decimonónico, aunque
también se pintaron paisajes, bodegones, etc. Los artistas
de éste movimiento no solo dedican su pintura en plasmar
la belleza, encontramos también la fealdad y lo grotesco,
Daumier, uno de los mayores exponentes del Realismo utilizaba la
caricatura como ironía para satirizar a la sociedad y a la
política.
"El vocablo realismo, muy impreciso en su
significado y utilización a través de los siglos,
presenta contenidos contradictorios. Se le atribuye casi con
exclusividad el objetivo de indicar un período en el cual
el arte tiende a ser objetivo en sus representaciones y
referencias. Es decir, marca la diferencia entre realidad e
ilusión, entre realidad y ficción, sin olvidar la
fuerza que tiene esta última en sus realizaciones".
[2]
El Realismo, aunque no es un Naturalismo, igual que
él, se basa en la objetividad, se pinta a las personas y a
los objetos como son, o sea como se ven en la
realidad, tanto así, que éste movimiento se opone a
los temas históricos (vistos en el Romanticismo), a los
temas mitológicos, comunes hasta ese momento y a los temas
religiosos, que eran propios del Renacimiento, Manierismo y el
Barroco. O sea que es rechazada toda forma de
idealización. También se adopta como tema principal
la figura humana, no tanto el paisaje, utilizando para este fin
lienzos de gran formato.
1.1 Características
El Realismo Pictórico fue una corriente
artística que se desarrolló en Francia entre 1850 y
1870 aproximadamente, y se caracterizaba por la
interpretación de temas de la vida cotidiana, gente
trabajando al aire libre, también se generalizan los
retratos, de gente común, pero también de los
nuevos burgueses.
Hubo muchos cambios al pasar del romanticismo al
realismo, siendo los principales las consecuencias sociales
emergentes de la industrialización, así como por
ejemplo la explotación laboral en la que se veían
incluidos tanto mujeres como niños, como también
una mala alimentación, hacinamiento en las viviendas,
pestes y desolación. Los artistas como una forma de
protesta, se dedicaban a interpretar la realidad social imperante
en el momento tal como era, éste se transformó en
el objetivo del Realismo, la representación objetiva e
imparcial sin idealización de ninguna naturaleza,
éstos toman también toman conciencia de los
problemas que afectan a las clases obreras: la pintura se carga
de contenido social. Su desarrollo está íntimamente
unido al desarrollo del socialismo en política y del
naturalismo en literatura.
El manifiesto del Realismo, publicado en
1850 por Gustave Courbet, se basaba en lo
siguiente:
"• La única fuente de inspiración en
el arte es la realidad.
• No se admite ningún tipo de belleza
preconcebida. La única belleza válida es la que
suministra la realidad, y el artista lo que debe hacer es
reproducir esta realidad sin embellecerla.
• Cada ser u objeto tiene su belleza peculiar, que
es la que debe descubrir el artista". [12]
Con este manifiesto queda establecido que la
temática ya no será la misma que era hasta ese
momento, o sea los temas basados en personajes bíblicos,
mitológicos, históricos, dando paso a una nueva, la
costumbrista, la popular, donde se pinta a la gente en plena
faena, con la fatiga que esto conlleva, los personajes son
tomados preferentemente de las clases sociales menos favorecidas:
campesinos, obreros, emigrantes; es el mundo del trabajo en toda
su miseria, también se pintan animales, paisajes,
bodegones, o sea al mundo que lo rodea, el mundo real. Surge un
nuevo artista, con un nuevo carisma, consciente de los problemas
sociales que ha originado la industrialización, de este
modo la pintura adquiere, en muchas ocasiones, un carácter
de denuncia político-social. Esto también se puede
notar en la arquitectura con el uso del hierro y el cristal entre
otros.
En cuanto se refiere a la técnica
pictórica, el carácter que distingue a la pintura
moderna, es también la importancia que se da al
desempeño, el cuidado que se otorga al claro-oscuro, a la
perspectiva, y sobre todo al color; el afán constante por
conseguir el efecto pictórico, y la plasticidad y relieve
que se da al cuadro, mediante la franqueza y generosidad de la
ejecución.
Es preciso hacer notar que desde el punto de vista
técnico, el realismo no introduce novedades sino que
revitaliza la técnica de los grandes maestros barrocos,
especialmente de los españoles. El realismo barroco, en
cuanto al estudio de la luz y de las calidades, vuelve a tener
vigencia. La pincelada es firme, el contorno preciso.
El Realismo al oponerse a la idealización de
imágenes, el hombre es representado realizando sus tareas
normales de cada día y el tema de la fatiga, se convierte
en un impulso prolífico de inspiración. Los
enfoques directos, sin ambigüedades ni adornos suponen una
confrontación directa con el convencionalismo y con la
concepción del arte como una categoría sublimadora
de la realidad.
Los realistas se diferenciaron principalmente de sus
antecesores en la elección de los temas. En cuanto a la
técnica pictórica se mantuvieron convencionales y
familiarizados con ellos, también sus cuadros se
caracterizaban por la nitidez de las formas, la
contextualización perspectiva del cuadro y las
composiciones cerradas. Su preocupación por el enfoque
real de los temas se ve favorecida por la aparición de la
fotografía.
En general la técnica de los pintores realistas
es muy detallista, muy puntual especialmente en los dibujos que
realizan, ya sean como bosquejos de preparación,
así como fondo o primer paso para aplicar el color. Usan
el óleo y obviamente la pintura de caballete, las
dimensiones varían según el autor y el tema
elegido.
1.2 Exponentes
del Realismo
Este movimiento tuvo artistas destacados como Corott,
Daumier, Doré, Coubert, Millet, siendo el más
importante Gustave Courbet, quien desarrolla una pintura sensual
y muchas veces erótica. Fue Courbert, en una carta
remitida a un periódico, el que definió su propia
pintura…"Soy un realista, porque ser realista significa ser
el amigo sincero de la verdad real". (Gustave Courbet)
[2]
Otro de los artistas que se destaca es Jean
François Millet, quien pinta en su mayoría escenas
campestres pero que las tiene en su memoria, recuerdos de su
infancia, y como no son tomadas del natural, tienen ese aire de
nostalgia, lirismo, de resignación, y que aunque denuncian
la fatiga resultan ser tiernas y delicadas. Los colores que usa
generalmente son tierra, ocres. Ej.: El ángelus. La
pastora. Las espigadoras. (1848). En este último,
Millet aplicó todo lo aprendido de la Escuela de Barbizon
(Escuela de pintores paisajistas). Las mujeres, que están
trabajando en el campo, rodeadas de una tenue luz, parecen ser
parte integral del lugar que las rodea.
En cuanto a Courbet, pinta a base de grandes manchas con
gruesos toques de negro. Realizó estudios sobre los
efectos de la luz y los reflejos en los paisajes: es considerado
como precedente de Manet y los impresionistas.
De los artistas nombrados anteriormente se
tomarán como ejemplo a Gustave Courbet, Jean
François Millet, también John Singer Sargent pintor
realista y gran retratista americano, para luego hacer una
comparación entre ellos y las obras de la
autora.
1.2. 1 Gustave
Courbet (1819-1877)
Nació el 10 de junio de 1819 en Ormans, su
familia era de recursos por lo que tuvo una esmerada
educación. Era un gran admirador de Velásquez y
Ribera, aunque también de otros pintores del siglo XVII,
si bien fue a París a estudiar leyes terminó
copiando a los grandes maestros del Louvre.
Su primera obra realista fue Los picapedreros,
también El entierro en Ormans, fueron expuestas
en 1850 en El Salón (sala de exposición). En 1855
fue censurado por la crítica y rechazado por la
Exposición Universal, por ese motivo decidió buscar
un lugar para exponer sus obras, en él se encontraba el
catálogo conteniendo el Manifiesto del Realismo. En ese
pabellón expuso su célebre obra El estudio del
pintor.
La Comuna lo nombró Administrador de los museos
de París, a la vez que se le otorgó La
Legión de Honor, la que rechazó. El gobierno que le
precedió lo sindicó de destructor de la Columna
Vendome, le dieron una pena de 6 meses en la cárcel y el
pago de una multa, el huyó a Suiza.. Muere en La Tour Du
Peliz el 31 de diciembre de 1877.
Entre las obras más famosas del siglo XIX, se
destacan las de Courbet, pero no se debe olvidar que
también le dieron mucha fama los desnudos, especialmente
El Origen de la vida, en el que pinta un sexo femenino, obra
calificada de erótica.
El presente texto es solo una selección del trabajo
original.
Para consultar la monografìa completa seleccionar la
opción Descargar del menú
superior.