- Biografía de
Pablo: Datos generales - Retrato
físico: situación social, civil y
religiosa - "Del Pablo
inquisidor al Pablo convertido" - Discurso de Pablo
en el Areópago - Pablo y su
teología, sus epístolas, y la
organización de sus comunidades - A modo de
síntesis - Bibliografía
Hacer un trabajo sobre san Pablo -es para nosotros los
cristianos-, comenzar a hablar, de apertura. A nuestra
humilde manera de ver y sentir, podríamos decir que con
Pablo, el cristianismo abrió sus fronteras.
Dueño de una personalidad fuerte, y una pluma
única, es con él que iniciamos un recorrido donde
por primera vez el protagonista es también autor de las
páginas que iremos analizando a
continuación.
Para tal fin, organizaremos este trabajo de la siguiente
manera:
PRIMERA PARTE:
BIOGRAFIA DE PABLO: Datos
generales.PABLO CIUDADANO GRIEGO
PABLO, CIUDADANO ROMANO
RETRATO FISICO: SITUACION SOCIAL, CIVIL Y
RELIGIOSA.Biografía
de Pablo: Datos generalesSaulo, el futuro San Pablo, nacido en Tarso de
Cilicia, hacia el año 8 de la Era Cristiana,
pertenecía a una familia judía de la
diáspora o dispersión y, como tal, estaba
sólidamente formado en la Ley judaica. Por ser nacido
en Tarso era ciudadano romano. También era fariseo.
Pronto pasó Saulo a Jerusalén, a completar su
educación rabínica, y su maestro fue el
más autorizado rabino de entonces, Gamaliel, "el
Viejo". Su gran talento le afianzó rápidamente
en los principios de la Ley antigua, que cita constantemente
de memoria y con gran exactitud.Era hijo de judíos fariseos de cultura
helenística y con ciudadanía romana. Fue
contemporáneo de Jesucristo e incluso estuvo en
Jerusalén en la misma época que él,
aunque probablemente no se conocieron.Pablo tenía una sólida
formación teológica, filosófica,
jurídica, mercantil y lingüística (hablaba
griego, latín, hebreo y arameo). Participó en
las primeras persecuciones contra los cristianos. Pero
durante un viaje a Damasco, poco después de la
crucifixión de Jesucristo, se convirtió a la
nueva fe, que por entonces era considerada una secta
herética del judaísmo (según su propio
relato, fue el mismo Jesús el que se le
apareció).Desde entonces San Pablo se convirtió en el
más ardiente propagandista del cristianismo, que
contribuyó a extender más allá del
pueblo judío, entre los gentiles:
viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y
Palestina; y escribió misivas (las
encíclicas) a diversos pueblos del entorno
mediterráneo, facilitando su extensión fuera
del ámbito cultural hebreo en donde había
nacido. Al mismo tiempo, esos escritos constituyen una de las
primeras interpretaciones del mensaje de Jesús,
razón por la que contribuyeron de manera decisiva al
desarrollo teológico del cristianismo (se atribuyen a
San Pablo más de la mitad de los libros del Nuevo
Testamento)PABLO CIUDADANO
GRIEGOEs conocida la célebre frase de
Horacio: "la Grecia conquistada militarmente por los
romanos, supo a su vez conquistar con el esplendor de su
cultura y de su arte a los incultos conquistadores". En
una palabra, el imperio era políticamente romano y
culturalmente griego.El pensamiento filosófico estaba
dominado por la escuela estoica[1]con su
acentuado interés ético y humanista. En Roma,
Séneca (4ª.C- 65 d. C), gozaba de gran prestigio.
En otros lugares un fenómeno original era la presencia
de filósofos
estoico-cínicos[2]que hablaban
directamente en público, bajando a las plazas y
enseñando en los lugares públicos. Su lenguaje
directo y entretejido de preguntas y respuestas, pasó
a la historia con el nombre de
diatriba[3]Pero fue con la filosofía popular
estoica y cínica con la que Pablo y el cristianismo
primitivo entraron en contacto.El vacío espiritual, que trajo de la
mano la crisis monárquica y republicana de Roma,
irrumpieron además de la religión judía,
las religiones mistéricas del oriente, que
prometían inmortalidad y salvación mediante la
iniciación en ritos cargados de simbolismo y capaces
de congregar según el criterio de un absoluto
igualitarismo, a pobres y a ricos, a dueños y a
esclavos, a bárbaros y a griegos, a extranjeros y a
autónomos.PABLO, CIUDADANO
ROMANORoma había sometido las regiones del
Mediterráneo. Los vastos territorios conquistados se
dividieron en provincias. Las limítrofes, -más
expuestas a la rebelión y a los motines-, estaban
regidas por un delegado del emperador, mientras que las
otras, -apaciguadas ya desde antiguo-, tenían a su
frente a un procónsul de nombramiento senatorial. La
provincia romana de Judea, gozaba de un estatuto particular,
ya que estaba gobernada por un prefecto y más tarde
por un procurador, escogido dentro del orden de los
caballeros.Por otra parte el
Sanedrín[4]presidido por el sumo
sacerdote y compuesto a partes iguales por representantes del
clero, de la aristocracia laica y de los escribas, mantuvo
siempre su poder religioso.Las comunicaciones tanto por mar como por tierra
estaban aseguradas por la red de las grandes calzadas romanas
y por una imponente flota comercial de pequeño y de
gran tonelaje. Dicho en una palabra, la cuenca del
mediterráneo era un mar abierto y las regiones que se
asomaban a sus orillas estaban bien comunicadas entre
sí. En esta extraordinaria movilidad de
personas se encuadra perfectamente el movimiento misionero
que emprendieron los cristianos, particularmente
Pablo.Retrato
físico: situación social, civil y
religiosaTrabajo manual: la tradición atestiguada
por los Hechos de los apóstoles, al comienzo del
capítulo 18, nos dice que, apenas llega a Corinto,
Pablo entró como artesano en el taller de Aquila y
Priscila. Pablo trabajaba el cuero para confeccionar tiendas
y otros objetos de cuero. No sin algún motivo es
lícito pensar que aprendió este trabajo de su
padre. En la tradición judía de la época
no era regla fija -al contrario de lo que sucedía en
el mundo greco-romano- transmitir al hijo el oficio paterno,
pero solía ocurrir con frecuencia. Así,
según una investigación de Hock, "esta
actividad de cortar y coser el cuero, tuvo que ocupar a Pablo
a la edad de 13-15 años".Pablo, por tanto mantuvo su oficio manual
mientras mantenía -ya más grande- su actividad
misionera. ¿Por qué? Las motivaciones aparecen
con claridad en las cartas a los Corintios: 13
"¿No saben que los que trabajan en el servicio sagrado
son mantenidos por el Templo, y los que sirven al altar
reciben su parte de lo que ha sido ofrecido sobre el
altar?14 El
Señor ha ordenado, de igual manera, que los que
anuncian el Evangelio vivan del Evangelio.15 Pero yo no he hecho uso de tales derechos ni
tampoco les escribo ahora para reclamarles nada. ¡Antes
morir! Eso es para mí una gloria que nadie me
podrá quitar." (1 Corintios 9, 13-15).17 "Pero nosotros no somos como muchos que trafican
con la Palabra de Dios, sino que hablamos con sinceridad en
nombre de Cristo, como enviados de Dios y en presencia del
mismo Dios." (2 Corintios 2,17).A diferencia de otros predicadores, él no
comercia con la palabra de Dios. Así, pues, el trabajo
le sirve para ganarse la vida honradamente, evitando que
tengan que mantenerle los demás y liberando así
el mensaje de sospechas demasiado fáciles de
interés privado.Se impone ahora la exigencia de encuadrar al
artesano Pablo en el contexto de la sociedad de la
época. La tradición hebrea valoraba
positivamente el trabajo manual, no viendo en él nada
humillante.Según la cultura judía, ajena a
todo espiritualismo de marca dualista, la relación
directa con la realidad material no podía ser
presuntamente negativa. El homo
faber[5]no era ciertamente un ser
inferior.Por el contrario, la sensibilidad greco-romana
era totalmente opuesta: el ideal humanista consistía
en dedicarse por entero a la formación del
espíritu, la paideia[6]para
los griegos y el otium[7]para los
romanos, dejando de lado el trabajo manual a los esclavos.
Cualquier persona libre que trabajase como artesano o como
obrero se veía por eso mismo depreciado.
Aristóteles,-que apreciaba a los agricultores y a los
pastores afirmaba que la virtud no tiene nada que ver
con el trabajo al que se dedicaban los artesanos y que su
modo de vivir era mediocre.Así, pues en cuanto artesano Pablo
pertenecía seguramente a las capas más bajas de
la escala social, es decir a la masa de los
humillores[8]Así pues, el trabajo manual no
clasificaba ipso facto, en el número de los
hombres incultos. De hecho, Pablo tiene que contarse entres
los cultos, como demuestra la existencia de sus cartas. En
realidad, desde el punto de vista sociológico, muestra
un gran parecido con aquellos filósofos estoicos y
cínicos, que hacían propaganda entre la gente,
utilizando un lenguaje directo y popular, pero no privado de
dignidad.SEGUNDA PARTE:
Del Pablo inquisidor al
Pablo convertido":
"Pablo: el misionero de los
gentiles":Fuentes bíblicas: Hechos de
los Apóstoles 9, 1-19.
Fuentes bíblicas: Hechos de
los Apóstoles 9, 31; Gálatas 2, 1-2:
"El concilio de Jerusalén"; Hechos de los
Apóstoles 17, 23- 32: "A ejemplo de la
inculturación": "Discurso de Pablo en el
Areópago".
"Del Pablo
inquisidor al Pablo convertido"El Inquisidor:
Movía a Pablo, un ardor sagrado. La
persecución contra los discípulos de Cristo fue
una expresión paradójica de su activa fidelidad
a Dios y a la ley divina. Puede ser catalogado sin duda
en la serie de los gloriosos combatientes por la pureza del
monoteísmo judío y por las defensas de sus
implicaciones éticas y rituales, que se encargó
de exaltar la epopeya popular.Pero, una vez iluminado por la experiencia
desconcertante de Damasco, Pablo, no pudo menos de valorar
negativamente aquel celo.Aunque de una forma sumaria, W. Grundmann afirma:
"De este modo su cumplimiento de la ley pasó a ser
su pecado". La distancia de los años no
borró en él aquel recuerdo doloroso: "Porque yo
soy el último de los Apóstoles, y ni siquiera
merezco ser llamado Apóstol, ya que he perseguido a la
Iglesia de Dios." (1 Corintios 9).A
pesar del carácter fragmentario de esta carta y de
otras noticias de los Hechos, podemos trazar un cuadro
históricamente aceptable del cristianismo con el que
se encontró Pablo en su celo por la Ley.La primera persecución se desencadenó,
no contra la iglesia aramea de Jerusalén, -guiada por
los discípulos históricos de Jesús-,
sino contra la comunidad jerosolimitana de lengua griega
presidida por el grupo de Esteban. De hecho en la ciudad
santa del judaísmo se formaron muy pronto, por motivos
lingüísticos, dos iglesias diferentes. "En
aquellos días, como el número de
discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a
murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus
viudas en la distribución diaria de los alimentos. 2
Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y
les dijeron: "Es preferible, hermanos, que busquen entre
ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría. 4 De esa manera,
podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la
Palabra». 5 La asamblea aprobó esta propuesta y
eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu
Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a
Timón, a Pármenas y a Nicolás,
prosélito de Antioquía. 6 Los presentaron a los
Apóstoles, y estos, después de orar, les
impusieron las manos." (Hechos 6,1-6).Estas mismas hostilidades contra los
juedeo-cristianos de lengua griega tuvieron que estallar
también muy pronto en Damasco, ciudad a la que
había llegado el primerísimo testimonio
evangélico extra palestino. "Saulo, que todavía
respiraba amenazas de muerte contra los discípulos del
Señor, se presentó al Sumo Sacerdote 2 y le pidió
cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de traer
encadenados a Jerusalén a los seguidores del Camino
del Señor que encontrara: hombres y mujeres ". (Hechos
9, 1-2).En resumen, en las sinagogas de Jerusalén, de
Damasco, de Antioquia de Siria y de Tarso, surgió la
polémica vivaz y a veces violenta de los judíos
helenistas contra los nazarenos, miembros de las comunidades
sinagogales que se habían adherido al movimiento de
Jesús.Más que la fe en la mesianidad del Nazareno
que había acabado muriendo en la cruz, el motivo de la
agresividad de los ortodoxos debió ser la critica que
los recién convertidos al cristianismo hacían
contra el Templo y las prescripciones rituales
mosaicas.Por otra parte, en el capítulo 7 del libro de
los Hechos, se nos dice que Esteban, jefe de la comunidad
jerosolimitana, pagó con su vida la apasionada
reivindicación de la novedad del movimiento de
Jesús, que ponía en crisis el culto en el
Templo. Sabemos además que los de su grupo, al llegar
a Antioquia de Siria, se convirtieron en campeones de la
libertad de los paganos convertidos respecto de las
obligaciones de la circuncisión: 19 "Mientras tanto,
los que se habían dispersado durante la
persecución que se desató a causa de Esteban,
llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, y
anunciaban la Palabra únicamente a los judíos.
20 Sin embargo, había entre ellos algunos hombres
originarios de Chipre y de Cirene que, al llegar a
Antioquía, también anunciaron a los paganos la
Buena Noticia del Señor Jesús." (Hechos 11,
19-20).Volviendo a nuestra cuestión, todo esto nos
permite precisar que Pablo persiguió a los
juedeo-cristianos helenistas de orientación liberal
frente a la Ley mosaica y que el motivo de su hostilidad fue
precisamente la actitud "herética" de aquellos
derivacionistas.En resumen el culto de la ley mosaica y la
observancia integrista de sus prescripciones movieron al
fariseo Pablo a oponerse a los nazarenos y considerarlos
"herejes".De todos modos, su persona está
caracterizada por fuertes sentimientos y un exuberante
apasionamiento. La causa abrazada, primero al judaísmo
y luego al cristianismo, ocuparon por completo su
espíritu. No fue un indiferente, ni un hombre
mesurado. El exceso fue su regla.El Convertido:
"Y mientras iba caminando, al acercarse a Damasco,
una luz que venía del cielo lo envolvió de
improviso con su resplandor. 4 Y cayendo en tierra,
oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo,
¿por qué me persigues?». 5 Él
preguntó: «¿Quién eres tú,
Señor?». «Yo soy Jesús, a quien
tú persigues, le respondió la voz. 6 Ahora
levántate, y entra en la ciudad: allí te
dirán qué debes hacer». 7 Los que lo
acompañaban quedaron sin palabras, porque oían
la voz, pero no veían a nadie. 8 Saulo se
levantó del suelo y, aunque tenía los ojos
abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo
llevaron a Damasco. 9 Allí estuvo tres días sin
ver, y sin comer ni beber.10 Vivía entonces en Damasco un
discípulo llamado Ananías, a quien el
Señor dijo en una visión: «
¡Ananías!». Él respondió:
«Aquí estoy, Señor». 11 El
Señor le dijo: «Ve a la calle llamada Recta, y
busca en casa de Judas a un tal Saulo de Tarso. 12 Él
está orando, y ha visto en una visión a un
hombre llamado Ananías, que entraba y le
imponía las manos para devolverle la vista».
13
Ananías respondió: «Señor,
oí decir a muchos que este hombre hizo un gran
daño a tus santos en Jerusalén. 14 Y ahora
está aquí con plenos poderes de los jefes de
los sacerdotes para llevar presos a todos los que invocan tu
Nombre».15 El Señor le respondió: «Ve a
buscarlo, porque es un instrumento elegido por mí para
llevar mi Nombre a todas las naciones, a los reyes y al
pueblo de Israel. 16 Yo le haré ver cuánto
tendrá que padecer por mi Nombre». 17
Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le dijo:
«Saulo, hermano mío, el Señor
Jesús –el mismo que se te apareció en el
camino– me envió a ti para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo». 18 En ese
momento, cayeron de sus ojos una especie de escamas y
recobró la vista. Se levantó y fue bautizado.
19 Después comió algo y recobró sus
fuerzas".A la luz del
texto:
El texto comienza ubicándonos en la
situación concreta de Pablo, que tiene "carta abierta"
para la persecución contra los seguidores de
Jesús.Comienza así, pues va a resaltar aun
más el fulgor con que se verá iluminado el
apóstol a posteriori del encuentro con el
Resucitado.Su "celo/ceguera" vibratorio ante la observancia
de la Ley, lo hace arder y lo pone en marcha eficaz hacia
Damasco.Su pasión desmedida, se ve confrontada
ante la voz del propio Señor, que le habla desde
sentirse "perseguido".Como toda teofanía, tan solo Pablo,
advierte la escucha de la voz del Señor, y es tan solo
él, que queda derribado, ineficaz para seguir
combatiendo como perseguidor.La voz del Señor, lo tira suelo en
tierra. Aquella lucha que iba a desatar, queda desvanecida
ante el encuentro con el Resucitado.Se reconoce ciego. Faltante de Luz. Su pasado
como fariseo observante, queda desguarecido necesariamente,
para pasar a acoger la obediencia definitiva a Cristo. La
antigua ley mosaica, -al cual él representaba-
está definitivamente absorbida por la "nueva ley del
Resucitado", del cual pasará de ahora en más a
abrazar.A la manifestación, le seguirá un
"acto penitencial" de tres días, en el que
esperará a "tientas" para ser bautizado en nombre de
Cristo Jesús.Propio del designio divino, es el Señor,
quien guía este acontecimiento. De un lado instruye a
Pablo, a quedarse allí a la espera; y es
también el propio Señor que adiestra a
Ananías, para el encuentro con Pablo para imponerles
las manos.Claramente es el Cristo quien revela su plan de
conversión, a estos dos hombres religiosos: antes
antagónicos: Pablo y Ananías.Es un acto de fe doble; Pablo espera, y
Ananías va a su encuentro. Ambos están
confiando más allá de sus creencias, en este
Cristo que sella con su Palabra toda antigua división:
"Ananías fue a la casa, le impuso las manos y le
dijo: «Saulo, hermano mío, el Señor
Jesús –el mismo que se te apareció en el
camino– me envió a ti para que recobres la vista
y quedes lleno del Espíritu Santo»"Pablo: el misionero de
los gentiles":Realmente Pablo, no fue ni el único ni el
primer misionero del cristianismo de los orígenes.
Siguiendo el ejemplo de Jesús, los primeros creyentes
de lengua aramea desplegaron por Palestina una intensa
actividad de anuncio del reino de los cielos y de urgente
llamado a la conversión. A ellos se les debe la
creación de comunidades cristianas en Judea y Galilea:
31 "La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea,
Galilea y Samaria. Se iba consolidando, vivía en el
temor del Señor y crecía en número,
asistida por el Espíritu Santo". (Hechos
9,31).Particularmente activos se mostraron los
judeocristianos de lengua griega, naturales de la
diáspora[9]pero residentes en
Jerusalén, en donde constituyeron muy pronto una
comunidad distinta de los discípulos históricos
de Jesús. Nos referimos al grupo reunido en torno a
Esteban: decapitado su líder y dispersos por la
primera persecución, emprendieron la
evangelización de Samaria y sobre todo de
Siria.De esta manera, el mensaje cristiano traspasaba los
límites de Palestina. Es sobre todo el
espíritu emprendedor de estos misioneros
anónimos al que se debe la apertura al mundo de los
paganos, admitidos como incircuncisos a formar parte del
movimiento de Jesús.En Damasco, en Tarso y sobre todo en Antioquia de
Siria, nacieron comunidades cristianas mixtas, en los que
cohabitaban unidos en la misma fe, circuncisos e
incircuncisos. La desvinculación de la sinagoga se va
realizando debido a la reivindicación de que
Jesús: muerto y resucitado, ha puesto fin al culto al
Templo de Jerusalén, y a las prescripciones rituales
típicas del judaísmo: descanso del
sábado, la circuncisión, y la abstinencia de
alimentos contaminados.Pues bien, es precisamente esta ala emprendedora del
primer cristianismo la que preparó el terreno a la
iniciativa misionera de Pablo.Dos hechos cruciales, de signo opuesto, marcan
entonces la acción misionera de Pablo: el Concilio
de Jerusalén, (Gálatas 2,1-10, y Hechos
15), y el choque con Pedro en Antioquia de Siria,
(Gálatas 2,11-14); que a continuación pondremos
en perspectiva tal cual lo escribe su autor:1. El concilio de
Jerusalén
1 Al cabo de catorce años, subí
nuevamente a Jerusalén con Bernabé, llevando
conmigo a Tito. 2 Lo hice en virtud de una revelación
divina, y les expuse el Evangelio que predico entre los
paganos, en particular a los dirigentes, para asegurarme que
no corría o no había corrido en vano." (Gal. 2,
1-2).2. El incidente de
Antioquía
11 Pero cuando Cefás (Pedro)
llegó a Antioquía, yo le hice frente porque su
conducta era reprensible. 12 En efecto, antes que llegaran
algunos enviados de Santiago, él comía con los
paganos, pero cuando estos llegaron, se alejó de ellos
y permanecía apartado, por temor a los partidarios de
la circuncisión. 13 Los demás judíos lo
imitaron, y hasta el mismo Bernabé se dejó
arrastrar por su simulación. 14 Cuando yo vi que no
procedían rectamente, según la verdad del
Evangelio, dije a Cefás delante de todos: «Si
tú, que eres judío, vives como los paganos y no
como los judíos, ¿por qué obligas a los
paganos a que vivan como los
judíos?».El primero fue provocado por una crisis muy grave
que estalló dentro del cristianismo de los
orígenes, con el consiguiente cuestionamiento:
¿en qué condiciones pueden los paganos entrar a
formar parte de la Iglesia de Cristo y esperar en la
salvación? ¿Bastará con que crean en
Jesús aceptando su enseñanza o tendrán
que hacerse circuncidar además de eso?La comunidad aramea de Jerusalén se portaba
en todo según el estilo de vida judío, mientras
que la Iglesia de Antioquia acogía a los convertidos
del paganismo sin exigirles la circuncisión. En una
palabra, sin judaizarlos. La segunda cuestión, era
todavía más decisiva: la praxis de Pablo en
Galacia y en Europa. Pero los judeo-cristianos más
nacionalistas se opusieron a esta apertura. En la
discusión encendida que esto indujo, Pablo tuvo la
ocasión de hacer valer sus méritos como
brillante defensor del principio de la libertad de los
paganos cristianos del yugo de la ley mosaica.El mismo recuerda con tonos de dura polémica
los términos del contraste en el centro de la
conferencia eclesial de Jerusalén, reunida para
resolver el problema: "Pero ni siquiera Tito, que estaba
conmigo y era de origen pagano, fue obligado a circuncidarse,
4 a pesar de los falsos hermanos que se habían
infiltrado para coartar la libertad que tenemos en Cristo
Jesús y reducirnos a la esclavitud. 5 Con todo, ni por
un momento les hicimos concesiones, a fin de salvaguardar
para ustedes la verdad del Evangelio" (Gal. 2,
3-5).La versión de los Hechos está de
acuerdo con la carta antes citada, aunque indica que Pablo y
Bernabé participaron como representantes de la iglesia
antioquena, que los mandó a Jerusalén para
obtener de la iglesia madre el reconocimiento de su praxis
misionera: 2 A raíz de esto, se produjo una
agitación: Pablo y Bernabé discutieron
vivamente con ellos, y por fin, se decidió que ambos,
junto con algunos otros, subieran a Jerusalén para
tratar esta cuestión con los Apóstoles y los
presbíteros. (Hechos 15,2).Conflicto suscitado y zanjado en la reunión
de Jerusalén, atestiguado por el mismo Pablo en
Gálatas 2, 7-8: "Al contrario, aceptaron que
me había sido confiado el anuncio del Evangelio a los
paganos, así como fue confiado a Pedro el anuncio a
los judíos. 8 Porque el que constituyó a Pedro
Apóstol de los judíos, me hizo también a
mí Apóstol de los paganos".Y no sólo esto, sino que Pablo subraya
cómo el Concilio de Jerusalén concluyó
con un acuerdo solemne que apreciaba las tareas de los
diversos protagonistas: "Por eso, Santiago,
Cefás y Juan –considerados como columnas de la
Iglesia– reconociendo el don que me había sido
acordado, nos estrecharon la mano a mí y a
Bernabé, en señal de comunión, para que
nosotros nos encargáramos de los paganos y ellos de
los judíos." (Gal. 2,9)Con todo lo expuesto podemos conjeturar, que a la
postre del Concilio, algunos judíos de observancia
ortodoxa no se alinearon de manera calma, por el contrario,
lanzaron una contra misión en las iglesias de
Galacia.Pero vistas las cosas en perspectiva, podemos
aseverar la clarividencia de Pablo de largo alcance. La
fatigosa liberación del mensaje cristiano de todo el
peso condicionante de la cultura judía, es y ha sido
en las venas del Pablo "celoso del cumplimiento" -antes de la
ley mosaica, y ahora del mensaje liberador del Evangelio de
Cristo-, digna de una defensa a ultranza y constante,
dedicándose por entero a la causa evangélica,
que en sus palabras podemos advertir la pasión con que
describe la intensidad de la lucha:, 19 En efecto,
siendo libre, me hice esclavo de todos, para ganar al mayor
número posible. 20 Me hice judío con los
judíos para ganar a los judíos; me
sometí a la Ley, con los que están sometidos a
ella –aunque yo no lo estoy– a fin de ganar a los
que están sometidos a la Ley. 21 Y con los que no
están sometidos a la Ley, yo, que no vivo al margen de
la Ley de Dios –porque estoy sometido a la Ley de
Cristo– me hice como uno de ellos, a fin de ganar a los
que no están sometidos a la Ley. 22 Y me hice
débil con los débiles, para ganar a los
débiles. Me hice todo para todos, para ganar por lo
menos a algunos, a cualquier precio. 23 Y todo esto, por amor
a la Buena Noticia, a fin de poder participar de sus bienes".
(1 Cor. 9, 19-23).Discurso de Pablo
en el Areópago"Un ejemplo de la
inculturación": "Discurso de Pablo en el
Areópago". Hechos
17,22-34
Para dar el mensaje de salvación, Pablo
se valió al igual que Su Maestro, del quehacer de las
distintas comunidades, para proclamar la Buena
Nueva.Este modo, es lo que hoy llamamos los
cristianos: "Inculturación"; cuya definición
podríamos aclarar diciendo que es el proceso de toma
de un contexto fundante de una comunidad, para usarlo
eficazmente a favor del mensaje a dar.Este texto es de una maravillosa
recreación. A continuación lo
desarrollaremos.22" Pablo, de pie, en medio del
Areópago, dijo: «Atenienses, veo que ustedes
son, desde todo punto de vista, los más religiosos de
todos los hombres. 23 En efecto, mientras me paseaba mirando
los monumentos sagrados que ustedes tienen, encontré
entre otras cosas un altar con esta inscripción: "Al
dios desconocido". Ahora, yo vengo a anunciarles eso que
ustedes adoran sin conocer. 24 El Dios que ha hecho el mundo
y todo lo que hay en él no habita en templos hechos
por manos de hombre, porque es el Señor del cielo y de
la tierra. 25 Tampoco puede ser servido por manos humanas
como si tuviera necesidad de algo, ya que él da a
todos la vida, el aliento y todas las cosas. 26 Él
hizo salir de un solo principio a todo el género
humano para que habite sobre toda la tierra, y
señaló de antemano a cada pueblo sus
épocas y sus fronteras, 27 para que ellos busquen a
Dios, aunque sea a tientas, y puedan encontrarlo. Porque en
realidad, él no está lejos de cada uno de
nosotros. 28 En efecto, en él vivimos, nos movemos y
existimos, como muy bien lo dijeron algunos poetas de
ustedes: "Nosotros somos también de su raza". 29 Y si
nosotros somos de la raza de Dios, no debemos creer que la
divinidad es semejante al oro, la plata o la piedra,
trabajados por el arte y el genio del hombre. 30 Pero ha
llegado el momento en que Dios, pasando por alto el tiempo de
la ignorancia, manda a todos los hombres, en todas partes,
que se arrepientan. 31 Porque él ha establecido un
día para juzgar al universo con justicia, por medio de
un Hombre que él ha destinado y acreditado delante de
todos, haciéndolo resucitar de entre los
muertos». 32 Al oír las palabras
«resurrección de los muertos», unos se
burlaban y otros decían: «Otro día te
oiremos hablar sobre esto». 33 Así fue
cómo Pablo se alejó de ellos. 34 Sin embargo,
algunos lo siguieron y abrazaron la fe. Entre ellos, estaban
Dionisio el Areopagita, una mujer llamada Dámaris y
algunos otros".a) Lucas al modo de los historiadores
helenistas, coloca el discurso en el centro de la
misión de Pablo. Al igual que ellos, hace un
recorrido de los lugares que Pablo visita, y describe
allí, un discurso "inaugural".b) Se comienza a pintar las diferencias
entre la soledad de Pablo,-su humildad- en
contraposición con la ostentación que se
erige en la ciudad de Atenas.
La soledad del profeta frente a la abundancia de
conocimiento y de dioses.El anuncio del "Dios único" de Pablo,
frente a los dioses ricos y vastos de los
atenienses.c) La primera fase teológica que
el evangelista quiere resaltar, es que el discurso de
Atenas muestra cómo es posible evangelizar sin
pasar por el Antiguo Testamento y sin obligar a los
griegos a conocer primero toda la Biblia. En este caso el
recurso a la filosofía griega es fundamental, y
Pablo elige abordar su tema desde esa perspectiva para
tener una mejor llegada a los griegos.
.4. El tipo de alocución está
determinada en parte por el contexto y la cosmovisión
locales, y también por la estrategia de su mentor para
dirigirse al público; por tanto es diferente a otros
importantes discursos del libro de los
Hechos.5. Conviene recordar que en las comunidades
primitivas había muchos judíos helenizados que
encontraban cierta compatibilidad entre la filosofía
griega y el monoteísmo bíblico, y trataban de
hacer su propia síntesis.6. Por eso, antes que Pablo pudiese confrontar a
Atenas, Atenas le confrontó a él. Queremos
decir que, antes que el gran misionero tuviese la oportunidad
de predicar a los intelectuales de la ciudad, la
metrópoli misma le estaba comunicando algo de
sí. Lo que le llamó la atención a Pablo
no fue la nobleza de la ciudad, ni su educación, su
arte, o su cultura. Fue la idolatría de Atenas que le
impactó.7. Pero qué podría hacer Pablo
para ayudarles. No tenía ni poder política ni
habilidad artística. ¡Sin embargo, sí
tenía libertad para hablar, entendía el
pensamiento y cultura griegos, hablaba griego con facilidad y
tenía novedades para los atenienses!8. En Atenas había un lugar que pudo
haber sido diseñado para su uso, el
ágora[10]o plaza del mercado.
Allí le esperaba una audiencia a la expectativa ya que
a los atenienses les encantaba escuchar y debatir las ideas
novedosas. El lema de Atenas pudo haber sido la
pregunta:"¿Qué novedad hay?". El ágora
era el lugar de preferencia para encontrarse informalmente y
debatir los temas del día.9. Como evidencia en apoyo de su
evaluación de la sociedad ateniense, Pablo citó
las palabras fascinantes que vio sobre un altar, mientras
paseaba por la ciudad: "AL DIOS DESCONOCIDO". Varios
escritores antiguos confirman que había tales altares
en Atenas. Uno de ellos, por ejemplo, reporta cómo
Epimenides de Creta pudo contener una plaga en Atenas con la
construcción de altares a dioses desconocidos. Es de
notar que Pablo citó un poema de este mismo Epimenides
más adelante en su discurso: "Porque en él
vivimos y nos movemos y somos". También
citó a Arato, paisano suyo de Cilicia: "Porque
linaje suyo somos". Por medio de la inscripción
del altar y las palabras de los poetas, la ciudad le
habló a Pablo una vez más.10. A los griegos les inquietaba la
búsqueda de la unidad profunda que subyace a la
complejidad superficial del mundo. Sus grandes pensadores les
habían dejado un problema sin solución. Si el
"uno" era personal y moral, entonces tuvo límites
porque existía también la maldad. Así
pensaba Platón. ¿O era el "uno" impersonal y
sin límites, y entonces amoral, como creía
Aristóteles? Los mitos religiosos populares encerraban
el mismo problema. Por un lado estaban los dioses como Zeus
que era personal, semejante a un hombre y limitado, y por el
otro lado estaba el destino (ananke) que era impersonal e
ilimitado.11. En la época de la visita de Pablo a
Atenas, prevalecía la opinión a favor de lo
impersonal. Tanto los estoicos como los epicúreos
creían, en formas diferentes, que el hombre
está envuelto por los procesos impersonales del
cosmos.Los estoicos creían que el factor que
unifica al universo es un destino impersonal y, a la vez,
racional. Al destino le dieron el nombre de logos, o
razón, identificado comúnmente por ellos con
dios. Decimos, entonces, que los estoicos eran
panteístas que creían que no hay dios aparte de
la naturaleza.En contraste, los epicúreos creían
que a los dioses ya no les interesa de ninguna manera el
mundo, cualquiera que haya sido su rol en su creación.
Decían que la fuerza que ahora sostiene el universo es
el movimiento totalmente impersonal y al azar de las
partículas atómicas y sus mutuas combinaciones.
El hombre, entonces, está hecho de tales
partículas atómicas y cuando se desarticulan en
el momento de su muerte, deja de existir.112. El altar al dios desconocido también
es el testigo mudo que le hablaba a Pablo de las necesidades
de Atenas. Ninguno de los dioses de la ciudad, ni todos sus
dioses juntos, serían capaces de satisfacerlas. Los
dioses de los epicúreos estaban demasiado lejos y su
materialismo demasiado pesimista para ayudar. De igual
manera, el logos de los estoicos era demasiado ciego e
impersonal. Se levantaba un grito de angustia que suplicaba
que viniera alguien a llenar el vacío.
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