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El conflicto Palestino-Israelí




Enviado por Nanu Nanu



Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. Entorno geográfico
  3. La
    identidad palestina
  4. Palestina y occidente. Fundación del
    Estado de Israel
  5. Actores internos
  6. Evolución del conflicto tras la
    partición de Palestina
  7. Conclusiones y posibles soluciones al
    conflicto
  8. Bibliografía
  9. Anexo

CAPÍTULO
I

Introducción

Tradicionalmente se ha cometido el error de identificar
puntos culminantes del conflicto que enfrenta a árabes e
israelíes con las causas responsables de su existencia.
Realmente no se puede establecer un único elemento
responsable, ya que el conjunto de factores de tipo social,
económico, político, ideológico e
histórico que subyacen en el conflicto, lo convierten en
uno de los más complejos actualmente existentes en el
mundo.

Así mismo, la explicación de este
enfrentamiento en el marco de la Teoría del Choque de las
Civilizaciones, corresponde a una visión reduccionista,
mediante la que Occidente trata de justificar sus errores
pasados, evitando asumir la necesidad de trabajar de manera
coordinada con otras civilizaciones, en lugar de tratar de
asimilarlas mediante la imposición de sus propios
valores.

Del análisis de la situación actual, de
los principales puntos de fricción y de los diferentes
procesos de mediación que han tratado de buscar la paz en
la región, se deduce que existe una posibilidad de
solución negociada, siempre y cuando la comunidad
internacional asuma un claro compromiso de reencaminar sus
acciones hacia la búsqueda de un nuevo orden, real, donde
los intereses de los desvalidos realmente prevalezcan sobre los
intereses nacionales.

De no adoptarse esta decisión, la solución
se dilatará en el tiempo. Será necesario esperar a
que se produzcan cambios sustanciales, actualmente en fase
incipiente, en las sociedades de los Estados implicados que
fuercen una paz estable.

Esta segunda opción, además de la
pérdida innecesaria de vidas humanas, supondría
dejar escapar la oportunidad de demostrar a todo el mundo que el
esfuerzo coordinado de todos, sacrificando intereses y
reconocimientos particulares, es realmente efectivo. La
situación final, no sería la resolución de
un conflicto regional, sino la consecución de un mayor
grado de seguridad en el mundo.

Entorno
geográfico

  • Oriente Próximo

Como paso previo al análisis de las causas que
han originado el conflicto que enfrenta a Israel con los
países árabes, y particularmente con Palestina, se
considera fundamental realizar un estudio del entorno
físico en el que se ha desarrollado esta
confrontación. Desde un punto de vista geográfico,
la región de Oriente Próximo ocupa parte del Asia
sudoccidental, encontrándose definidos sus límites
por Turquía al norte, Irán al este, Arabia
Saudí y la ribera del mar de Arabia al sur y Egipto al
oeste. Dentro de esta estructura general, un conjunto de
países árabes comparte el espacio central de la
región con Israel, enclavado junto a la ribera oriental
del Mediterráneo.

Oriente Próximo es una zona de unión de
tres continentes: África, Asia y Europa, constituyendo un
entorno bastante inhóspito en el que la vida
fundamentalmente se agrupa alrededor de tres cuencas
hidrográficas: Tigris y Eúfrates, Nilo y
Jordán.

Estos dos factores han condicionado el devenir
histórico de la región, marcado por sucesivos
períodos de supremacía o confrontación entre
civilizaciones surgidas entorno a los ríos Tigris,
Eúfrates y Nilo o que ampliaron sus dominios desde oriente
u occidente. Tanto en un caso como en otro, esta zona se
convirtió en una de sus naturales líneas de
expansión, lo que imposibilitó el establecimiento
de Estados estables en la cuenca del río
Jordán.

La península arábiga, se mantuvo al margen
de estas confrontaciones por su carácter desértico
y su posición geográfica, pero por estas mismas
razones, se convirtió en un ambiente hostil para el
establecimiento de Estados florecientes.

La definición del territorio denominado como
Palestina no está tan clara como el caso anterior. En la
definición de Palestina entran a jugar factores tanto
históricos como religiosos, que en la mayoría de
las ocasiones no están, ni mucho menos, claramente
diferenciados.

Según la definición de la Enciclopedia
Británica Palestina es el territorio puesto bajo mandato
británico desde 1923 a 1948. Medida histórica de un
cuarto de siglo para una de las civilizaciones más
antiguas de la historia.

Dejando a un lado la definición colonialista,
según la Biblia, Palestina parece ser la Tierra
Prometida
: "desde el río de Egipto hasta el Gran
Río (el Éufrates)[1]",
en base
a la tierra conquistada, la del Reino de David; la
promesa,
situada por la Biblia en el s. XX antes de nuestra
era, no fue registrada por escrito hasta, por lo menos, los
tiempos del rey Salomón, es decir, más de 1.000
años después.

Sin embargo, Palestina bien podría ser la tierra
de los Filisteos, cuya presencia en estas tierras data del s. XII
a.C.. Herodoto[2]delimita a Palestina como la
comarca que se extiende desde el sur de Siria hasta Egipto. Los
romanos, después de la rebelión de Bar
Kokhba[3]en el año 135 d.C., llaman
Palestina a esta provincia de su imperio.

También fue llamada Palestina a una de las
provincias del Imperio Otomano de Damasco. Eretz Israel,
expresión usada en algunas ocasiones en la Biblia, fue
usada por la literatura rabínica y el movimiento sionista
para intentar definir las tierras en un tiempo habitadas por un
posible "estado judío". Sin embargo este término
excluiría la región costera de Acre y
Jaffa al Norte, y Gaza al Sur, focos de habituales
conflictos hoy en día.

Por tanto, queda claro todas estas definiciones y
delimitaciones son fruto de la realidad histórica de cada
momento, atribuidas por todos los colonizadores que han pasado
por estas tierras: griegos, romanos, bizantinos, ingleses y
sionistas.

Agrupando todas ellas, y con palabras del historiador
norteamericano Breasted[4]a principios del s. XX,
Palestina tiene su origen en las tierras del Creciente
Fértil
: desde el Gofo Arábigo, por el valle
del Éufrates, el curso del Oronte, y así mismo el
Litoral Mediterráneo hasta el delta del Nilo. Palestina se
encuentra situada en el cuerno Occidental de este Creciente
Fértil.

CÁPITULO II

La identidad
palestina

Los pobladores de Palestina, desde el origen de los
tiempos hasta mediados del siglo XX comparten un mismo origen.
Desde Mesopotamia hasta las tierras hoy conocidas como Siria,
Líbano, Palestina o Israel, los asentamientos de tribus
árabes, nómadas o no, se sucedían. Llamados
según la época amorreos, arameos
o cananeos, compartían la misma lengua
semita, todos ellos procedentes de la península
arábiga.

Todas estas tribus, aunque influenciadas por el paso de
otras (Asirios, Hyksos, Acadios, Sumerios…)
constituyeron un gran civilización antigua, cuya edad de
oro estuvo representada por Babilonia y bajo el reinado de su
séptimo rey, Hammurabi. En el contexto de esta
civilización comenzaron a desarrollarse los temas
capitales de espiritualidad: trascendencia y más
allá de la vida, unidad de Dios, profetismo revelador de
la voluntad de Dios y la ley, cuyo prototipo fue el
"código Hammurabi"[5]. Todo ello se hizo
común en toda Mesopotamia e incluso en Egipto, tras el
paso de los Hyksos, desde el s. XVI a.C.

Sin embargo, a pesar de este origen común de los
pobladores de esta Tierra, la historia parece contarnos algo
diferente. La influencia grande la religión, la cultura
griega y del poder político ha provocado una
alteración en la narración de la evolución
de estos pueblos.

El papel de Palestina, – la tierra santa – en la
imaginación de los pueblos, la adopción del
cristianismo por occidente, así como la realización
de las promesas bíblicas hechas a los patriarcas y la
concepción teológica según la cual el
antiguo testamento era la pre-configuración
alegórica del Nuevo testamento ha conducido a contecer a
estos textos una importancia tal que ha ocultado todo lo
demás. Así, el resultado ha sido que el
monoteísmo parece haber nacido del destierro en el
desierto, constituyendo una historia lineal de Abraham a la
filosofía de la historia de Hegel y el reino judío
de David.

Lo mismo que el excepcionalismo judío ha
distorsionado la realidad del origen de la religión
monoteísta, el prejuicio cultural del excepcionalismo
griego se ha adueñado también de este rasgo de la
historia y parece contar que la cultura helénica
surgió de la nada con el llamado "Milagro griego". Los
filósofos griegos anteriores a Sócrates como Tales,
Anaxímedes, Anaximandro, Parménides o
Haráclito nacieron y trabajaron en Mileto, Éfeso,
Elea, Asia menor, Persia…cuyo pensamiento se nutre de la
cultura de Asia, Persia, el Creciente Fértil y la
India.

Por último, el prejuicio político-militar
del imperio y de la nación es uno de los que más ha
pesado sobre la historia. En la tradición Occidental, al
igual que la historia Hebrea ha permanecido como prototipo de la
religión y el milagro griego como el de la cultura, el
Impero Romano se ha mantenido como prototipo de la unidad
política.

En definitiva, Palestina es una tierra situada en el
conjunto del Creciente Fértil, centro de sucesivas
invasiones y ocupaciones que nunca ha tenido la ocasión de
autogobernarse y mostrar su verdadera identidad.

Hasta el s.XIX, los árabes han constituido una
única identidad bajo el dominio del Imperio Otomano, pero
eran uno sólo cuyo denominador común era Siria La
Grande. Fueron las potencias occidentales las que acabaron con
esa unidad con las ansias expansionistas del colonialismo y, tras
la Primera Guerra Mundial, sembraron la semilla de la
discordia.

  • Los hebreos

Según la mayoría de los historiadores, las
historia del pueblo hebreo comienza a raíz de su
instalación en Palestina: "Israel…la existencia
de una federación de 12 tribus… sólo
apareció como un fenómeno vivo a partir del momento
que ocupa el país de cultura palestina… su historia
sólo comienza en suelo
palestino"[6]

Todo cuanto a partir de entonces ha sido comprobado,
permite llegar a la conclusión de que cada una de las
tribus tiene una prehistoria particular antes de formar una
unión sólida y duradera en el
país.

La biblia y la historia nos cuentan que los hebreos o
haribus (palabra de la misma raíz usada en los
documentos de la época e identificada con los hebreos por
los historiadores) forman parte de la gran migración
aramea. Los hebreos, por entonces vagaron por Mesopotamia, Siria,
Palestina y Egipto al servicio de reinos y particulares
desempeñando toda clase de tareas. Desde grandes
ejércitos de mercenarios al servicio de los reyes locales,
bandidos, peones en las construcciones egipcias y hasta
sirvientes de los hacendados de todas aquellas
tierras.

Los más cruelmente explotados parecen ser
aquellos al servicio del faraón Ramsés II en
Egipto. Pequeños grupos de rebeldes o fugitivos pasaban de
Egipto a Canaán y, buscando una rebelión más
generalizada, se sumaron rebeldes y proscritos de otras
procedencias. Esta Guerra de los campesinos halló
un terreno excepcional en Palestina, donde Egipto había
perdido el control fruto de los conflictos con los
hititas y los pueblos del mar y las desavenencias de los
príncipes de la zona que la habían llevado a un
estado de anarquía e impotencia.

Los haribu no consiguieron imponerse en las
grandes ciudades y tampoco entrar en Jerusalén, habitado
por los jebuseos, hasta dos siglos más tarde bajo
el mandato de David[7]En el Libro de los
Jueces[8]se dice que tampoco consiguieron el
control de Sidón, Megido, Guezer ni otras. Pero los
haribu, considerados ya como hebreos por la
adopción de una nueva religión, el judaísmo
(los esclavos se convirtieron en los elegidos de Dios), no
buscaron la destrucción del resto de los semitas, sino la
libertad, la propiedad de tierras y el control del
gobierno.

  • La llegada del Islam

En 638, cuando el Islam penetra en Palestina, los
árabes ya llevaban ahí más de tres milenios,
desde las primeras migraciones semitas, procedentes de Arabia
(Amorreos, Cananeos o hebreos pertenecían al mismo grupo
étnico y lingüístico semita).

Los documentos griegos descubiertos en Transjordania
prueban que en tiempos del Imperio romano la mayoría de
los habitantes eran árabes.

Por entonces el Islam no se consideraba una
religión, sino un cumplimiento de los mensajes divinos, ya
familiares en el Creciente fértil.

"Dios – dice el Corán –
ha instituido para todos una religión, es esta la que
te revelamos, la que hemos recomendado a Abraham, a Moisés
y a Jesucristo…no hagas de ella un motivo de
división"[9]

"Decís: creemos en Dios, en cuanto nos ha
revelado y en lo que ha sido revelado a Abraham, Ismael, Isaac,
Jacob y a las tribus…"
– referencia a las 7 tribus
hebreas-. "Creemos en lo que ha sido dado a Moisés, a
Jesucristo, y en lo que ha sido dado a los profetas por parte de
su Señor. No establecemos diferencias entre ellos y nos
sometemos a Dios".[10]

Para los palestinos judíos el Islam era heredero
de Abraham y de Moisés y para los nuevos cristianos,
despreciados por los romanos y considerados herejes, Jesucristo
era un profeta y apóstol precursor de Mahoma. Por tanto el
Islam y sus predicadores árabes se presentaron como una
corriente liberadora y tolerante frente a la intransigencia de
Bizancio.

  • La dominación turca (s.XII –
    XIX)

Durante la ocupación otomana Palestina
sufrió años oscuros y trágicos. En 1943 los
turcos somalíes derrotaron al emperador Constantino y
tomaron Constantinopla.

Bajo el reinado de Solimán el Magnífico
Palestina pasó por una efímera época dorada
que después derivó en la decadencia de la
agricultura, la industria y el comercio marítimo. Los
impuestos del imperio turco eran desorbitados y, en 1513 la peste
diezmó gravemente la población.

Estas situaciones favorecieron sucesivos levantamientos
desde 1612 hasta 1798 que condujeron a continuos cambios de
gobiernos y guerras. La incursión de Napoleón en
1799 fue la primera aventura europea en el mundo
árabe.

CAPÍTULO III

Palestina y
occidente. Fundación del Estado de
Israel

  • El Sionismo: Nacimiento, Evolución Y
    Aspiraciones

La postura tradicional de la iglesia católica con
respecto a los judíos, durante casi dos milenios, se
basaba en tres pilares:

  • Habiendo dado muerte los judíos a
    Jesús, mataron a Dios. Son el pueblo
    deicida.

  • En adelante, la Iglesia es el pueblo elegido de
    Dios.

  • El Antiguo Testamento es la pre-configuración
    alegórica del Nuevo.

La interpretación tradicional conducía
pues a considerar que al negarse a reconocer en Jesucristo al
Hijo de Dios, los judíos no conversos se habían
escindido ellos mismos de la comunidad abrahámica y que,
lejos de ser el pueblo elegido, estaban condenados a ser malditos
por sus pecados: ya Dios los había castigado al
expulsarlos de Palestina a Babilonia y cuando volvieron por
mediación del edicto de Ciro, pecaron aún
más gravemente al no reconocer a Jesucristo, siendo
malditos a vagar por la tierra sin hogar y ni identidad como
pueblo. Así se explica la diáspora de los
judíos por el mundo, condenados a la marginación y
la clandestinidad, cuyo máximo exponente estuvo
representado en la 2ª Guerra Mundial.

Sin embargo, el judaísmo "no dejó" de ser
una religión hasta 1609, cuando el movimiento sionista
acuña la idea de pueblo diferenciado del resto de
naciones, a semejanza de las nuevas naciones europeas nacidas del
renacimiento. Se pude decir que aquí nace el movimiento
clandestino del sionismo, que hasta el siglo XIX se mueve entre
las sombras ganado fuerza y poder en los estados en los que
vivían sus adeptos.

El sionismo empezó a tomar vida propia a partir
de la religión, transformándose en un poder
fáctico en Europa, ricos en medios, dinero y poder. Hubo
conversiones al judaísmo de gente muy influyente e incluso
conversiones en masa en algunas zonas. Así la impronta
palestina de la identidad judía fue desapareciendo en el
olvido. A cambio, el nacionalismo sionista construyó su
identidad en la mística de la raza y de la tierra. Lo que
un día fue una religión se convirtió en una
forma de vida, en una nación sin estado pero poderosa en
muchos otros.

  • El Sionismo

A finales del s. XIX, el anti-judaísmo europeo
generó un movimiento de reacción segregacionista
dentro de las élites judías europeas: el Sionismo
(político). Los sionistas postulaban que todas las
personas no-judías del mundo son naturalmente
"anti-judías", por lo que la única solución
a ese problema es separa a los judíos de los que no lo
son, haciéndolos emigrar a algún lugar en el mundo
para vivir en estado puramente judío.

Durante el Congreso judío de Pittsburgh de 1885,
se adoptó la idea de renunciar a considerarse como
nación autodefiniéndose como comunidad religiosa.
Esta postura suponía la renuncia a volver a Palestina y a
restaurar las leyes que se referían al estado
judío. Su consecuencia lógica, hubiera sido la
integración plena de los judíos en sus
países de residencia; sin embargo, la presión
ejercida en Europa Central contra las comunidades judías,
hizo generar un sentimiento de reacción que
defendería el establecimiento de un estado propio. El
ideólogo y precursor del sionismo, Leo
Pinsker[11]justificó esta decisión
con la siguiente afirmación: "los judíos
constituyen en el seno de los pueblos en los que viven un
elemento heterogéneo inasimilable por nación
alguna".

En 1897, en Basilea, Suiza, el periodista húngaro
Theodor Herzl[12]logra reunir el Primer Congreso
Sionista que planteó la necesidad de buscar el apoyo a
dicho "estado judío" en alguna potencia colonial,
inspirados en el sentimiento imperialista reinante en Europa.
Pese a que en un principio tuvieron entre sus posibilidades la
creación de su estado en lugares como Uganda o la
Patagonia argentina, fue tomando fuerza la idea de instalar el
estado judío en Palestina, basándose en argumentos
"religiosos", pero también económicos,
políticos y estratégicos.

Esta posición nace sobre la base de la "promesa"
bíblica del Antiguo Testamento y postula la necesidad de
tener un hogar nacional en Palestina, sin considerar si
ése territorio estaba habitado o no. Argumento que si se
analiza detalladamente está claramente distorsionado por
los sionistas, pues la "promesa" de la que habla también
Jesucristo se refiere a toda la humanidad y no solo a un grupo
religioso determinado.

De esta forma nace el eslogan sionista con el que se
justifica la ocupación de Palestina, cuyo autor es el
propio Herzl: "Una tierra sin pueblo para un pueblo sin
tierra".

  • Introducción de los Judíos en
    Palestina. El protectorado británico.

Entre las opciones presentadas, la más atractiva
era Palestina, territorio en aquel momento perteneciente al
Imperio turco Otomano. En Palestina vivían a comienzos del
s. XIX 800.000 personas, prácticamente un 100% de
palestinos de origen y en convivencia entre cristianos (20%),
judíos (4%) y musulmanes (76%).

La idea de un estado judío chocaba con la
composición demográfica del territorio. Por aquel
entonces la población judía era de 25.000, la
mayoría de ellos integrados en la población local o
establecidos en comunidades religiosas en ciudades
históricas para el judaísmo, el cristianismo y el
Islam como Jerusalén, Hebrón y Safad.

En 1916, todavía con la Guerra Mundial en curso,
Gran Bretaña y Francia se reparten Medio Oriente en zonas
de influencia mediante el Plan Sykes-Picot[13]Para
asegurarse, en 1917, Gran Bretaña promete a los
líderes árabes la independencia de sus territorios
a cambio de la cooperación contra los
turcos[14]Al mismo tiempo, promete a los sionistas
la creación de un "hogar nacional judío" en
Palestina en la "declaración Balfour"[15]
con el fin de conseguirse un aliado frente a los deseos de
independencia de los árabes.

Edward Said, en su libro "La Cuestión Palestina",
resalta el hecho que la declaración Balfour fuese
redactada por : 1.una potencia Europea; 2. respecto de un
territorio no europeo y; 3. si tener en cuenta ni la presencia ni
los deseos de la población nativa residente en dicho
territorio.

En 1920, la Sociedad de Naciones, siguiendo el Plan
Sykes-Picot, asignó a Gran Bretaña el mandato sobre
Palestina durante la Conferencia de San Remo. El objetivo del
mandato fue "prestar ayuda y consejo que guíen la
administración de Palestina, hasta que su población
sea capaz de auto-gobernarse".
Pero además se
debía crear un "hogar nacional para el pueblo
judío". De este modo, Gran Bretaña comenzó a
facilitar la inmigración masiva de judíos y la
expansión de colonias sionistas, lo que provocó el
progresivo desplazo de la población
nativa[16]

La movilización palestina contra las medidas
británicas hacia la creación de un hogar nacional
judío comenzó en 1920 como simples manifestaciones
de descontento hacia la administración británica,
las cuales se repitieron de manera creciente en 1921, 1929 y
1933. En 1936 se declara una huelga general que derivó en
una gran movilización que duró hasta 1939. En este
contexto Gran Bretaña organizó el Palmach,
un destacamento de su ejército compuesto exclusivamente
por sionista y utilizado principalmente con el fin de controlar
la población palestina. Además del
Palmach, los sionistas organizaron milicias
paramilitares clandestinas (la Haganah, el Irgún
y el Stern) que atacaron de forma terrorista las aldeas
y ciudades palestinas, y más tarde las oficinas de la
administración británica. Al cabo de un
década, en 1947, Gran Bretaña fue incapaz de
controlar la situación y anunció el fin de su
mandato, pidiéndole a las Naciones Unidas que encontrara
una solución al conflicto.

El 29 de noviembre de 1947 la ONU aprobó la
resolución por la que se procedía a la
partición de Palestina. Dicha resolución
dictaminaba que el 56% de Palestina sería destinado a la
creación de un estado judío, el 43% para un estado
árabe y el territorio de Jerusalén y sus
alrededores (el 1%) quedarían bajo administración
internacional. En el seno de la ONU no hubo representantes
palestinos, y su voz fue transmitida por medio de los
representantes de los países árabes miembros. Sin
embrago, los sionistas sí fueron representados por la
Organización Sionista Mundial y apoyados
incondicionalmente por EE.UU. y la U.R.S.S. Esta
resolución representó la consolidación de la
sucesión de injusticias cometidas en este territorio desde
la instauración del protectorado británico y han
originado el conflicto que conocemos hoy en
día.

Ni los palestinos de los países árabes
estuvieron de acuerdo con esta decisión. En cambio la
Organización Sionista Mundial aceptó
públicamente la partición. A pesar de ello, a las
semanas siguientes de la instauración del estado de
Israel, y aún con las guarniciones británicas
retirándose del territorio, las fuerzas paramilitares
israelíes comenzaron una serie de ofensivas contra la
población palestina, fuera y dentro del territorio
asignado a éste por la ONU, con el fin de ganar la mayor
parte del territorio en el marco del denominado Plan Dalet o Plan
"D"[17].

  • LOS COMIENZOS DEL ESTADO DE ISRAEL

  • Deir Yassin

De una de las operaciones antes mencionadas para la
conquista de territorio por parte de fuerzas paramilitares
israelíes resultó la masacre de Deir
Yassin.

"La primera estancia estaba oscura, con todo
desordenado, pero no había nadie. En la segunda, entre
muebles destripados y todo tipo de escombros encontré
algunos cadáveres fríos. Aquí habían
hecho una limpieza con ametralladoras y luego con granadas de
mano. Lo habían rematado con bayonetas, por lo que pude
constatar. Lo mismo en la habitación siguiente, pero
cuando iba a salir oí algo que se asemejaba a un suspiro.
Miré por todos lados, revolví entre los
cadáveres y di con piececito aún caliente. Era una
niña de diez años, mutilada por una granada de mano
pero todavía viva… en todas partes había el
mismo panorama horrible… aquella aldea tenía unos
400 habitantes, unos 50 habían escapado y todavía
estaban con vida. A todos los demás los habían
asesinado a sangre fría y deliberadamente, porque, como
pude constatar, aquel la banda estaba admirablemente disciplinada
y actuaba cumpliendo órdenes." –
Testimonio del
Sr. Jacques Reyner, Director de la Cruz Roja Internacional en
Palestina por aquel entonces.

Zvi Ankorí, comandante de la Hanagah
dijo: "vi genitales arrancados y vientres de mujer
reventados… era un asesinato sin
más"

Menachem Begin, Jefe del Irgún durante la masacre
y ex-Primer Ministro de Israel escribió días
después: "una leyenda de terror cundió entre
los árabes, que sentían pánico sólo
con oír nombrar a nuestros soldados del Irgún. Le
valieron a las fuerzas de Israel por media docena de batallones.
En todo el país… los árabes fueron presa del
pánico y empezaron a huir. Esa huída masiva pronto
se convirtió en una estampida incontrolable y enloquecida.
De los 800.000 árabes que vivían en el actual
territorio del Estado de Israel, solo 165.000 siguen aquí.
Sería difícil sobreestimar el significado
político y económico de ese
proceso."

Como en Deir Yassin, se dice que Israel se ganó
el 78% de la Palestina histórica. Cisjordania y la Franja
de Gaza quedaron bajo administración jordana y egipcia
respectivamente. La población árabe fue
continuamente desplazada de sus hogares por la violencia
israelí con el fin de ganar territorio para alojar a los
millones de inmigrantes de religión judía que
venía de todo el mundo para vivir el nuevo Israel. En
1950, el gobierno israelí promulga la "Ley de retorno
Judío" con el fin de incentivar la inmigración de
futuros colonos judíos a Israel. Mientras tanto los
refugiados palestinos huyen a Cisjordania, Gaza y los
países limítrofes (Líbano, Jordania y Siria)
de donde no se les ha permitido volver a pesar de la
resolución 194 de la ONU que les confiere ese
derecho.

  • Resolución 194

"La Asamblea General de las NN.UU., el 11 de
diciembre de 1948, habiendo considerado nuevamente la
situación reinante en Palestina: (…) Resuelve que
debe permitirse a los refugiados que deseen regresar a sus
hogares y vivir en paz con sus vecinos, que lo hagan así
lo antes posible, y que deberán pagarse indemnizaciones a
título de compensación por los bienes de los que no
decidan regresar a sus hogares y por todo bien perdido o
dañado cuando, en virtud de los principios del derecho
internacional o por razones de equidad, esta pérdida o
este daño deba ser reparado por los gobiernos o
autoridades responsables."

Así, se encarga a la Comisión de
Conciliación que facilite la repatriación,
reinstalación y rehabilitación económica y
social de los refugiados, así como el pago de
indemnizaciones, y que se mantenga en estrecho enlace con el
director del Socorro de las Naciones Unidas a los Refugiados de
Palestina (UNRWA).

El total de los refugiados palestinos se calcula
actualmente en unos cinco millones de personas, repartidos entre
Gaza (84,5% de la población), Cisjordania (32,6% de la
población), Jordania (74,8% de la población),
Líbano (11,5% de la población) y Siria (2,7% de la
población).

  • La represión contra los
    "no-judíos"

Desde 1948 y hasta 1967, Israel llevó a cabo una
serie de operaciones para el "control del orden interno del
Estado" enfocada hacia la represión de la comunidad
"no-judía" de Israel, los árabes israelíes.
Las aldeas de Qibya en 1953 y Kufr Kasem en 1956 fueron atacadas
con violencia por unidades del Ejército israelí y
se les impusieron toques de queda en los que se disparó a
matar a quienes lo incumplieron (en la mayoría de los
casos, trabajadores que volvían a casa sin el conocimiento
de la situación).

La población árabe que permaneció
en Israel tras la expansión era considerada de segunda
clase, privada de los derechos que gozan los israelíes
judíos y sufridora de continuas violaciones de los
derechos humanos bajo las denominadas "Leyes de Excepción"
con el fin de forzarles a la expulsión. La
expropiación de casas, los toques de queda, la
encarcelación t el maltrato de los palestinos sin juicio
previo están a la orden del día.

  • Las ocupaciones de Palestina y de los estados
    vecinos

El 5 de Junio de 1967 se produjo la ocupación del
resto de Palestina, los Altos del Golán sirios y el
Sinaí egipcio por fuerzas del ejército de Israel.
Con esta invasión, Israel buscaba la anexión de
Jerusalén, pretendida como capital israelí, y un
nuevo éxodo de refugiados hacia los países
limítrofes. La anexión de los Altos del
Golán sirios le suponían el control de las
principales reservas de agua de la región.

Tras la invasión, Israel se apresuró en la
colonización de Cisjordania y Gaza construyendo y
ampliando colonias exclusivas para judíos en los
territorios ocupados violando toda legalidad internacional. Desde
entonces y hasta ahora, el estado de Israel tiene una
política de incentivos (subsidios en vivienda,
exención de impuestos a empresarios o bonos de
locomoción a profesionales) para que los israelíes
acudan a habitar dichos asentamientos.

Esta ocupación, marcó el nacimiento de los
movimientos de resistencia netamente palestinos que comenzaron a
operar desde los campamentos de refugiados fuera de
Palestina.

El 22 de noviembre de 1967, el Consejo de seguridad de
naciones unidas, seis meses después de la Guerra,
adoptó la Resolución 242 en la que se exigía
" la instauración de una paz justa y perdurable en Oriente
Medio", y que pasaba por " la retirada del ejército
israelí de todos los territorios recientemente ocupados
durante el conflicto" y el "respeto y reconocimiento de la
soberanía y la integridad territorial y la independencia
política de cada estado de la región, y de sus
derecho a vivir en paz en el interior de fronteras reconocidas y
seguras, al abrigo de amenazas y actos de fuerza"

El 22 de Octubre de 1973, El consejo de seguridad de
NNUU adoptó una nueva resolución durante la Guerra
entre Israel y Egipto en el confirmaba la validez de la
Resolución 242 y recomendaba el alto el fuego y el inicio
de las negociaciones con el fin de instaurar "la Paz justa y
duradera en Oriente Medio".

CAPÍTULO IV

Actores
internos

  • Organización para la Liberación de
    Palestina (OLP)

La representación oficial del pueblo palestino la
ostenta actualmente la OLP, cuyo máximo representante es
Mahmoud Abbas. Esta organización ha sido tradicionalmente
la base del nacionalismo palestino[18]Aunque habla
con una sola voz, se compone de un gran número de partidos
y grupos laicos con una amplia variedad de intereses y
pensamientos políticos, siendo los más
importantes:

  • Movimiento para la Liberación Nacional de
    Palestina (FATAH). Partido dominante.

  • Frente Popular para la Liberación de
    Palestina (FPLP)

  • Frente Democrático para la Liberación
    de Palestina (FDLP)

  • Frente para la Liberación de Palestina
    (FLP)

  • Frente Árabe de Liberación
    (FAL)

  • Unión Democrática de Palestina
    (UDP)

  • Partido del Pueblo Palestino (PPP)

La mayoría de los miembros son refugiados cuyo
principal interés, a pesar de las diferencias en cuanto a
medios y métodos, a lo largo de muchas décadas y en
la actualidad, es el regreso a sus hogares y tierras en
territorio palestino.

El objetivo común de todos estos grupos, que les
hizo agruparse en la OLP, es el establecimiento de un estado
palestino independiente con capital en Jerusalén. La OLP
tradicionalmente no ha mezclado religión y
política, por ello, los principales grupos islamistas no
pertenecen a dicha organización.

  • Movimiento de resistencia islámico
    (HAMAS)

La diáspora palestina, la vida en campos de
refugiados, al absentismo occidental, la falta de apoyo real de
los países árabes, que han visto a los refugiados
como una fuente de problemas, han provocado el radicalismo hacia
tendencias islamistas y terroristas, como única salida
hacia su supervivencia. De esta situación nace
Hamas, el mayor grupo fundamentalista islámico
palestino y la mayor oposición a Mahmoud Abbas. Desde su
fundación se ha opuesto a una posible paz entre
israelíes y palestinos[19]

Hamas combina el nacionalismo palestino con el
fundamentalismo islámico y con el recurso al terrorismo.
Según su carta fundacional, Hamas busca a
través de la lucha armada, destruir a Israel y establecer
un estado islámico en Palestina.

Esta organización despliega una extensa red de
servicios sociales, de salud y educativos que, en muchos casos,
suple las carencias de la ANP. Este aspecto, unido a la
corrupción generalizada en el seno de la OLP, es el
principal motivo de la gran acogida que en los últimos
años ha tenido este grupo entre los palestinos,
llevándole a ganar las elecciones legislativas en enero de
2006.

Desde entonces, Hamas está inmersa en
una encrucijada entre dos vertientes: la radical islamista, con
la que ha conseguido llegar hasta esta situación; la
más moderada, que se inclina por cambiar el radicalismo
anterior hacia una posición más moderada que pueda
compaginarse con las aceptación de la comunidad
internacional, haciéndole ver que son capaces de gobernar
un país.

Hamas recibe ayuda económica
fundamentalmente de refugiados palestinos, de ciudadanos de
países árabes y de organizaciones caritativas
musulmanas.

  • Israel

El principal interés nacional de seguridad para
Israel es garantizar la existencia de su propio estado y la
seguridad individual de sus ciudadanos. Para ello, Israel
desarrolla una política de defensa basada en el
mantenimiento de fuertes capacidades
disuasorias[20]

Las debilidades estructurales de Israel son la falta de
profundidad de su territorio y su escasa población. Esto
obliga al estado judío a establecer una estrategia de
defensa que evite los combates en su propio territorio, lo que le
ha llevado a lo largo de la historia a ocupar en sucesivas
ocasiones territorios en los países árabes vecinos
y actualmente a continuar con la política de asentamientos
israelíes en Cisjordania y, especialmente, en
Jerusalén.

  • ACTORES REGIONALES

  • Siria

En el régimen sirio del presidente Assad se
presume incierto, en un futuro no muy lejano. La economía
del país continúa deteriorándose, las
reformas iniciadas por el presidente han llegado a un punto
muerto. Con esta situación interna, el presidente Assad
busca mantenerse en el poder consiguiendo lo que no pudo
conseguir su padre: "Los altos del Golán".

Además del conflicto con Israel por los Altos del
Golán y del conflicto histórico con Líbano,
Siria continúa apoyando a los grupos radicales islamistas
como Hezbollah, en Líbano y Hamas, en los
territorios palestinos. Con el apoyo a este último grupo
es como Siria se convierte en actor de importancia en las
relaciones internas palestinas.

  • Líbano

Muy relacionada con Siria, la situación interna
de Líbano, tras la última guerra con Israel,
todavía se encuentra muy deteriorada e incierta.
Líbano se encuentra políticamente dividido en dos:
aquellos, que apoyan al actual primer ministro Siniora, que
orientan su política a un acercamiento con Occidente ; y
otros , que forman un frente determinado a resistir la influencia
de Occidente, con Hezbollah a la cabeza y con apoyo de
Siria.

Debido a su explosiva situación interna y a la
determinación todavía reciente guerra con Israel,
Líbano no tendrá una influencia importante en la
zona, más que la que pueda ejercer a través de su
conflicto con Israel y Siria, ya que la situación interna
de estos dos países si afecta grandemente a la
situación en los territorios palestinos.

  • Jordania y Egipto

Tanto Jordania como Egipto están llamados a ser
actores claves en la resolución del conflicto
palestino-israelí. Debemos recordar que en Jordania
existen millones de refugiados palestinos, que se encuentran
perfectamente integrados en la sociedad jordana con la que
conviven. Además ambos países son fronterizos con
los dos territorios palestinos Gaza y Cisjordania y ambos
territorios han pertenecido respectivamente a Egipto y Jordania.
Ambos países han reconocido oficialmente el Estado de
Israel.

  • Irán

Junto con Siria, Irán es el país
más crítico con Israel y los países
occidentales. Considera a Israel como su gran enemigo al que hay
que eliminar, en lo que coincide con los grupos islamistas
radicales palestinos Hamas y Jihad
Islámica a los que apoya. Este apoyo está
consiguiendo que su influencia en el mundo árabe sea cada
vez mayor en perjuicio que Arabia Saudí.

Irán es un país que influye decisivamente
en la actitud de Hamas y en su política. Mientras
esta influencia continúe será difícil que se
pueda crear un estado palestino independiente.

  • Arabia Saudí

Al igual que ocurre con Jordania y Egipto, Arabia
Saudí mantiene buenas relaciones con los países
occidentales y siempre es escuchado por los países
árabes, ya sean sunitas o chiitas, por su posición
de líder espiritual del Islam y guardián de los
lugares sagrados.

Con este último éxito diplomático
en La Meca, Arabia Saudí consigue restarle protagonismo e
influencia a Irán, su gran enemigo en el Golfo
Pérsico. Arabia Saudí está muy interesada en
una resolución pronta del conflicto, ya que sus propios
ciudadanos saudíes lo ven como una humillación para
el pueblo árabe y podrían crear problemas internos
en el país si ven que el Rey Abdulah continúa
manteniendo buenas relaciones con EE.UU. y los países
occidentales.

Si a esta situación se le une la influencia cada
vez mayor que está consiguiendo Irán, Arabia
Saudí puede empezar a perder liderazgo en el seno del
mundo árabe. Por ello, si la resolución del
conflicto palestino se consiguiera bajo los auspicios de Arabia
Saudí, se aseguraría el liderazgo del mundo
árabe que empieza a ver peligrar.

  • ACTORES INTERNACIONALES

  • Estados Unidos

Aliado fiel y máximo defensor de Israel, los
EE.UU. son vistos por la mayoría del pueblo palestino como
el gran enemigo. Por otro lado, los palestinos saben que
será muy difícil la existencia de un estado
palestino independiente sin el beneplácito de los
EE.UU.

Actualmente los EE.UU. mantienen una política
respecto al conflicto palestino-israelí acorde con los
otros tres miembros del llamado "Cuarteto para la paz", la
unión europea, Rusia y la ONU. Por lo tanto, su
solución al conflicto pasa por la "Hoja de Ruta" y la
convivencia de dos estados, judío y palestino.

Partes: 1, 2, 3

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