- Introducción
- El
Plan Eterno de Dios - Las
Últimas Palabras - Estrategia de la Isla de
Ovejas - El
Reino de la Luz - Cómo Enseñar y Dirigir un
Seminario - Algunas porciones bíblicas
adicionales
Introducción
Desde el principio del tiempo Dios ha
tenido un plan de redención para este planeta y todos sus
pobladores. Como creyente usted tiene el privilegio y la
responsabilidad de trabajar con él ¡Dios tiene un
plan para usted! No es accidente que usted haya nacido en este
momento en particular en el tiempo. Usted tiene un destino que
puede cumplir o no: la alternativa es suya.
Este programa está diseñado
para revelar los propósitos eternos de Dios para la
humanidad y desafiarle a participar con él en ese plan. Si
usted está dispuesto y se compromete, usted puede hacer un
impacto para la eternidad.
Hay muchas maneras diferentes en que se
puede estudiar o enseñar este seminario. Usted puede usar
los materiales por sí mismo, o con un grupo de otras
personas. Si le interesa enseñar este seminario, hay una
guía para el líder que se incluye al final de este
curso, para ayudarle.
Ahora, si está listo para empezar,
ore: Amado Señor: En efecto quiero conocer tu plan eterno.
Abre mi mente para que comprenda tus verdades, y abre mis ojos
para que vea lo
que tú estás haciendo. Abre
mi corazón para que me interese en las cosas en que
tú te interesas. Amén.
Módulo 1 :
El Plan Eterno de
Dios
Desde el principio al fin de la Biblia Dios
revela su plan. En Génesis, el primer libro de la Biblia,
se nos habla de la creación de la tierra y de todo lo que
ella contiene, cómo Dios creó a la humanidad para
que anduviera con él y tuviera comunión con
él. También se nos dice cómo el hom- bre
traicionó a Dios y pecó contra él. Leemos la
historia de cómo el pecado y maldad del hombre trajo una
destrucción casi total de la raza humana. De la
única familia justa que sobrevivió vino un hombre
llamado Abram. A este hombre Dios le reveló su plan
eterno.
A. El Plan Revelado a
Abraham.
Génesis 12:1 – 4a:
"1 El SEÑOR le dijo a
Abram:
«Deja tu tierra, tus parientes y la
casa de tu padre, y vete a la tierra que te
mostraré.
2 »Haré de ti una
nación grande,
y te bendeciré;
haré famoso tu nombre, y
serás una bendición.
3 Bendeciré a los que te bendigan y
maldeciré a los que te maldigan;
¡por medio de ti serán
bendecidas todas las familias de la tierra!»
El Plan
4 Abram partió, tal como el
SEÑOR se lo había ordenado,"
1. ¿Qué le ordenó Dios
a Abram que hiciera?
2. ¿Cuáles fueron las
bendiciones realmente prometidas a Abram?
3. ¿Cuál fue el
propósito de bendecir a Abram?
4. ¿Cómo obedeció
Abram a Dios?
I m p a c t o p a r a l a E t e r n i d a d
1
Más tarde Dios le repite a Abraham
las bendiciones y propósito al punto de declarar la fuerza
de ellas con un jura- mento (Génesis 22:15-18).
Interesantemente, Dios le repite de nuevo esta promesa y
propósito al hijo de Abraham, Isaac (Génesis
26:3-5). Y de nuevo, Dios le proclama la promesa y
propósitos al nieto de Abraham, Jacob (Génesis
28:12-15).
Al repetir lo que ha dicho, Dios martilla
la importancia del mensaje y muestra que este es su
plan
consistente para toda
generación.
Dios le ordenó a
Abraham que hiciera
algo. Dios le prometió ben- diciones
a Abraham, y luego le dijo el propósito para la orden y la
bendi- ción: Que todas las per- sonas de la tierra
también fueran bendecidas.
Entonces Abraham
obedeció.
B. La Orden de Dios
bendiciones
Dios le dio a Abram una visión de
otro país, un reino más grande, y le dijo que fuera
a esta tierra que él le mostraría. Hacer esto
significaba dejar su casa, y todo lo que le era familiar, por la
promesa de algo que nunca había visto. Pero este llamado a
separarse fue para un propósito mayor, eterno.
Por supuesto que Dios amaba mucho a Abram.
Dios lo creó. No le pidió a Abram que hiciera algo
dañino o malo. Puesto que el Señor lo ve y lo
comprende todo, sabía que era lo mejor para Abram y para
la humanidad. Abram estuvo dis- puesto a confiar en Dios y
obedecerle. Nosotros también debemos confiar en Dios.
Cuando el Señor nos dice que hagamos algo, podemos estar
seguros de que es para nuestro bien. Dios es bueno – todo el
tiempo.
Separarse uno mismo para Dios es en
realidad la definición de la palabra "santo". Cuando usted
llegó a ser creyente, le pidió a Dios que le
perdonara sus pecados y le entregó su vida. En ese punto
usted se separó del pecado y de sus esfuerzos
egoístas, para llegar a ser santo para el
Señor.
¿Tiene entonces él el derecho
de usar su vida como le plazca puesto que usted se la
ha entregado?
¿Puede el Señor ir un paso
más allá y pedirle que se separe incluso de cosas
que no son pecaminosas ni egoístas, para lle- var adelante
sus propósitos en su vida
y el plan eterno (como lo hizo con
Abram)?
Lo que Dios nos pide que hagamos, nos
capacitará para hacerlo. Nuestro Rey tiene un
propósito eterno, un plan para el mundo entero. Le
mostró a Abram su parte en ese plan. También tiene
una parte especí- fica para usted. Dios le ama mucho y
tiene un plan maravil- loso para su vida. Dios tiene un plan
único para cada persona.
Si puede, ore: Amado Dios: Gracias por que
me amas y porque puedo confiar en que tú estás
haciendo que todo resulte para mi mejor bien, incluso aun cuando
yo no lo com- prenda ahora. Quiero ser parte de tu plan eterno.
Me separo del pecado, de mis intereses egoístas, y de todo
lo que me impida seguir tus deseos. Muéstrame la
visión que tú tienes para mi vida.
C. La Bendición
El Señor le dijo a Abram que le
haría una gran nación, que le bendeciría y
le usaría para bendecir a todas las naciones del mundo.
¿Puede usted imaginarse la locura que esto debe haber
sonado cuando este anciano de
90 años, que no tenía hijos,
les contó a sus parientes esta promesa al dejarlos?
¿Cómo podía ser posible que él
estableciera una nación cuando no tenía
hijos?
¿Cómo podría él
y su esposa tener hijos a su edad?
Sin embargo Dios le dijo a Abram que sus
descendientes serían tan numerosos como la arena del mar y
las estrellas, y él lo creyó. Dios incluso le
cambió el nombre a Abraham, que quiere decir "padre de una
multitud." La gente debe haberse reído entonces, pero
él tenía una visión; tenía fe en
Dios.
Dios bendijo a Abraham al darle una
relación personal consi- go mismo. Le dijo: "Yo
seré tu Dios." Perdonó a Abraham sus pecados y "le
justificó por fe". Abraham demostró su fe al creer
y obedecer a Dios consistentemente.
En Génesis 22:18 Dios le dice a
Abraham: "…todas las naciones del mundo serán
bendecidas por medio de tu descendencia". Por medio de uno de los
descendientes de
Bendiciones
Abraham nuestros pecados podrían ser
perdona- dos y la humanidad podría de nuevo tener una
relación personal con Dios. Más ade- lante, en el
libro de Gálatas (3:16), Pablo revela que esta
descendencia de Abraham prometida ¡es Jesucristo!
Jesús es el cumplimiento del plan de Dios que fue dado a
conocer en Génesis.
La historia ha demostrado que la familia
física de Abraham en efecto creció y llegó a
ser grandes naciones, pero su legado primordial no fue la
nación de Israel,
(y ni siquiera de sus otros hijos). La
Biblia dice claramente que Abraham es el padre de todos los que
creen (Gálatas 3:7). Así que nosotros, como su
familia espiritual, ¡somos
su legado primordial! La "gran
nación" que Dios le prometió a Abraham ahora suma
más de dos mil millones de creyentes, y todos somos
herederos de las promesas hechas hace tan- tos
años.
Reflexión personal: Piense en por
qué Jesús es la mayor bendición a la
humanidad.
Aun cuando el acto primordial del amor de Dios por
nosotros fue enviar a Jesús, también nos bendice
con plenitud de vida aquí en la tierra. Como creyentes
sabemos que todo lo
bueno viene de Dios. Hay muchas, pero
muchas otras for- mas de bendición que podemos tener en la
tierra: Comida suficiente, vestido, techo e incluso aire. Dios
nos ha dado a cada uno de nosotros ciertos talentos, capacidades,
dones espirituales, oportunidades, y tiempo. Podemos tener
ciertas buenas relaciones personales, salud, trabajo, y
posesiones materiales. Espiritualmente podemos ser bendecidos con
cosas tales como paz y gozo. Dios es bueno.
Punto de Acción: Prepare una lista,
trace un dibujo, escriba una poesía o componga una
canción sobre las bendiciones que Dios ya le ha dado.
Eleve una oración que exprese su gratitud por todo lo que
ha hecho por usted.
D. El Propósito de las
Bendiciones
¿Por qué Dios bendice a
Abraham y por qué nos bendice a nosotros? Dios
terminó el diálogo en Génesis 12
diciéndole a Abraham el propósito de las
bendiciones prometidas:
"¡Por medio de ti serán
bendecidas todas las familias de la tierra!"
En tanto que es parte de la misma
naturaleza de Dios ben- decir, también es su esperanza que
nosotros nos unamos a él en su plan eterno. Este plan es
llevar el mensaje de Jesucristo a todas las naciones del
mundo.
Punto de Acción: Ore y pídale
a Dios que le revele sus propósitos para usted. Luego,
copie los siguientes pasajes bíblicos:
Salmo 67:2 y 7
Isaías 49:6
Daniel 7:14
Romanos 1:5
Romanos 16:25-27
1 Juan 2:1-2
Apocalipsis 5:9
El deseo divino de bendecir a todas las
naciones del mundo
no es una parte menor de su palabra. Cuando
Dios repite algo ¡es importante! Considere que hay cientos
de pasajes bíblicos, en casi todo libro de la Biblia, que
se refieren al deseo de Dios de que todas las naciones le
conozcan. Es un tema muy consistente en toda su palabra. Hay toda
una var- iedad de términos que usted puede investigar:
"todas las naciones" (o "toda nación"), "todo pueblo,"
"toda la humanidad," "toda criatura," "hasta los confines de la
tierra," "toda la creación," "toda rodilla," "toda tribu,"
"toda lengua," "todos los gentiles," "todo el mundo."
Véase el Apéndice A: Lista de versículos
"todas las naciones".
Ore: Señor: Te pido que me pongas en
el corazón amor por
las diferentes étnias del mundo,
especialmente los que todavía no te conocen. Amplía
mi visión. Bendíceme abun- dantemente para que
pueda ser una bendición a los que no conocen a
Jesús. Guarda mi corazón contra el mal de la
avaricia. Ayúdame a agradarte en todo lo que hago. Quiero
ser hallado fiel. Amén.
E. Obediencia a Dios.
"Abram partió, tal como el
SEÑOR se lo había ordenado." Abram tenía la
alternativa de obedecer a Dios o no. Cuando
Dios le dijo que "se fuera", Abram lo hizo.
En todas las situa- ciones Dios está obrando para guiar a
los hombres a sus propósitos eternos. Sin embargo, el
hombre tiene libre albedrío y puede escoger obedecer a
Dios o no.
Actividad: Piense en las siguientes
preguntas y escriba tres respuestas para cada una.
¿Por qué debemos obedecer a
Dios y bendecir a las naciones?
¿Cuáles son algunos
beneficios personales que resultan al obedecer?
1. ¿Por qué debemos obedecer
a Dios y bendecir a las naciones?
La razón más alta y noble
para obedecer a Dios es porque usted lo ama a él, quiere
darle alegría y no dolor. Otra es agradecerle porque nos
ha salvado cuando le pedimos que sea nuestro
Señor.
Dios es como un padre bueno que nos ha
adoptado en su familia y nos da generosamente. No nos obliga a
trabajar en este negocio de familia, pero le agradará que
lo hagamos.
2. Obstáculos para la
obediencia
[Jesús dijo:] "¿Por
qué me llaman ustedes 'Señor, Señor', y no
hacen lo que les digo?" (Lucas 6:46)
Muchas cosas pueden distraerle e impedirle
que haga lo que
Dios le pide. Jesús explicó
en su historia del sem- brador y la semilla (Mateo
13:3-23) que la palabra de Dios puede ser
ahogada por los afanes del mundo, el amor a las riquezas, la
superficialidad, o el deseo de satisfacción
instantánea. También podemos ser tan duros y
despreocupa- dos que el maligno nos quita su palabra incluso
antes de que entre en nuestro corazón.
Hay muchas cosas que pueden estorbar los
propósitos de Dios para su vida, si usted se lo permite.
Puede verse estor- bado por las opiniones y deseos de otros para
su vida. Sus propias inseguridades, dudas, egoísmo, o
falta de fe puede impedir que se cumpla en usted el plan de Dios
para usted.
3. Beneficios personales al
obedecer
Cuando obedecemos y bendecimos a otros, nos
vienen más
Beneficios
bendiciones. La Biblia dice que es
más bienaventurado dar que recibir. También dice
que a los que son fieles en lo poco que les ha sido dado, se les
dará más. Cuando obedecemos a Dios, tendremos mayor
satis- facción. Somos hechos con un propósito, de
modo que hay
un vacío o un anhelo cuando no lo
cumplimos. Finalmente en el cielo, la ciudad eterna de Dios, los
que son fieles no sólo recibirán la
aprobación de nuestro Padre cuando diga: "°Hiciste
bien, siervo bueno y fiel!", sino que también
recibirán una recompensa mayor.
Punto de Acción: Vuelva a ver la
lista, dibujo, poema o can- ción que preparó sobre
las maneras en que Dios le ha ben- decido. ¿Está
usted reflejando la naturaleza de Dios por ben- decir a otros con
lo que a usted le ha sido dado? Aun cuando es mucho más
fácil bendecir a los de su propia
nación,
¿puede pensar en maneras en que
usted puede usar lo que tiene para bendecir a otras naciones para
que conozcan a Jesucristo?
Ore: Amado Dios: Sé que es tu deseo
que todas las naciones te conozcan, y quiero trabajar a tu lado.
Ayúdame a saber cómo hacerlo. Dame el valor y la
determinación para obedecerte. Por favor, guárdame
de las tentaciones que me distraen y alejan de tu plan. Quiero
hacer un impacto para la eternidad. Amén.
M ó d u l o 2 :
Las
Últimas Palabras
Por un momento piense en su familia y sus
amigos. Si usted supiera a ciencia cierta que cuando los vea la
próxima vez será la última vez que
jamás los verá en esta tierra, ¿qué
les diría? ¿Cuáles serían las
palabras que dejaría con ellos?
Aun cuando las palabras en sí que
cada uno diría serían diferentes, todos
quisiéramos que nuestras palabras sean significativas.
Diríamos cosas que son importantes para
nosotros.
Hace más de dos mil años Dios
mismo vino a esta tierra en forma humana. Tenía familia y
amigos. Después de que fue crucificado, sepultado y
resucitó de los muertos, pasó un tiempo con ellos,
sabiendo muy bien que estaba a punto de dejar la Tierra y
ascender al cielo. ¿Cuáles fueron las
últimas palabras que Cristo les dijo a ellos y a todos los
que hemos seguido a Cristo? ¿Estaríamos de acuerdo
en que serían palabras que son muy significativas e
importantes? Estos son los últimos deseos
expresados por nuestro Señor
Jesucristo, según se los dijo a sus
discípulos y a nosotros:
Según Marcos, Jesús dijo:
"Vayan por todo el mundo y anun- cien las buenas nuevas a toda
criatura" (Marcos 16:15).
El apóstol Mateo anotó que
Jesús dijo: "—Se me ha dado toda autoridad en el
cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan
discípulos de todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20
enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado
a ust- edes." (Mateo 28:18b-20a).
Finalmente, en el libro de Hechos,
Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu Santo
sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos
tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta
los confines de la tierra". Dicho esto, fue alzado delante de sus
ojos, y una nube lo ocultó de su vista (Hechos 1: 8,
9).
Si usted supiera que se va para siempre,
haría que sus palabras finales contaran.
Jesús lo hizo.
A las últimas pal- abras de
Jesús a menudo se les llama "la Gran Comisión". En
realidad lo que hacen es repetir el propósito eterno de
Dios que le fue revela- do primeramente a Abraham y que
sigue
por toda la Biblia: El propósito de
llevar la bendición de las buenas nuevas de Jesucristo a
todas las naciones del mundo. Así que podríamos
llamarla la "Gran Re-comisión."
En las traducciones modernas del Nuevo Testamento se usa
la palabra "naciones", que es traducción de la palabra
griega "etne", que quiere decir grupos étnicos – y no
naciones políti- cas o países. La Gran
Comisión podría escribirse así: "Vayan y
hagan discípulos de todos los grupos étnicos". Hay
casi
24.000 grupos étnicos distintos en
el mundo hoy. Dios quiere que todo grupo étnico tenga la
oportunidad de conocerle.
Han pasado casi dos mil años desde
que Jesucristo nos ordenó IR al mundo entero, y llevar sus
Buenas Nuevas a todos los grupos étnicos. ¿Lo hemos
hecho?
A. ¿En qué punto estamos
hoy.
Si pudiéramos usar a diez personas
para representar la población entera del mundo, el estado
del cristianismo sería algo como esto:
El 30% de la población mundial que
no conoce a Jesucristo pertenecen a casi 10,000 grupos
étnicos diferentes.
Son los "¨Grupos étnicos no
alcanzados".
El 70% de la población mun-dial ha
tenido la oportunidad de oír de Jesús. Son los
pueblos "ALCANZADOS."
Se considera como alcanza-dos a 14,000
grupos étnicos.
El 30% de la población mundial no ha
tenido la oportunidad de oír hablar de Jesús. Son
pueblos "NO ALCANZADOS."
Se considera como todavía no
alcanzados a 10,000 grupos étnicos.
Cuando Dios nos dijo que vayamos y hagamos
discípulos de todos las "etnias" o grupos étnicos,
nos estaba dando una buena estrategia. Cada grupo étnico
es único, y cada iglesia que se inicia entre ellos
también lo será. La identidad cultural a menudo se
basa en cosas como idioma, lugar de nacimien- to, herencia
familiar, nivel social, oficio y educación. Una manera
eficaz para que la bendición de Dios se extienda entre un
grupo étnico específico es empezar allí una
iglesia que pueda evangelizar a otros y discipularlos.
Reflexión Personal: ¿A
qué grupo étnico pertenece usted?
¿Cuántas personas de
diferentes etnias conoce usted personalmente?
¿Cuáles son algunas cosas que las hacen diferente a
usted? ¿Hablan un idioma diferente, se visten de manera
diferente, o comen diferentes comidas? Examine cuál es su
actitud hacia personas que son diferentes a usted.
¿Refleja su actitud el
corazón de Dios?
Punto de Acción: El aprendizaje
acerca de otras culturas resulta mejor por experiencia, y no
simplemente leyendo libros o revistas. Mire a su alrededor donde
usted vive, traba- ja, juega, compra, y come. ¿Qué
oportunidades tiene para conocer personas de otras culturas? Haga
el esfuerzo de entablar amistad con los que no pertenecen a su
propio grupo étnico.
Si observamos de cerca a la división
de la población mundial que se indicó arri- ba,
vemos que por cada creyente consagrado hay siete que no son
creyentes y que hay que evangelizar (porque no podemos depender
de los creyentes nominales).
Esto quiere decir que si todo creyente
consagrado va y lleva al Señor a siete que no son
creyentes,
¡podríamos llevar a
término la tarea de evangelización
mundial!
Pero, un momento. Pensándolo bien,
¿por qué no es así de sencillo?
Cada creyente consagrado pudiera hallar a
cuatro no creyentes en su propio grupo étnico y llevarlos
al Señor. Pero será mucho más difícil
hablarles eficazmente del evangelio a los tres no creyentes que
pertenecen a otros grupos étnicos. Hay muchas barreras que
cruzar para que esto ocurra.
B. Barreras para que las Étnias
no Alcanzados conozcan a Jesús
Los no alcanzados son inalcanzados por
buena razón. ¿Se pregunta usted, en estos tiempos
modernos de computadores y aviones a reacción, por
qué el 30% de las personas de la Tierra todavía no
saben quién es
Jesús? ¿Cómo es que
una bebida llamada "Coca-Cola" ha penetrado en casi
toda étnias en el mundo en menos de cien años,
cuando el evangelio no ha logrado hacerlo en dos mil
años?
Algunas de las respuestas son obvias, y
otras no. Algunas de estas personas viven en lugares muy remotos
y apartados, o hablan sólo su propio idioma y no tienen
disponibles ni por- ciones bíblicas ni materiales de
evangelización. Muchas naciones no tienen libertad de
religión; sus étnias tienen pro- hibido por la ley
(a veces bajo pena de muerte) cambiar sus creencias religiosas.
Por supuesto, como en cualquier cul- tura, puede haber sospecha
por las nuevas ideas, nuevas creencias, o cualquier tipo de
cambio.
Hay otras razones por qué las
étnias no alcanzadas no tienen iglesias. Algunas no tienen
nada que ver con las étnias inalcanzadas o su
situación política, pero sí mucho
con nosotros, el 10% de la población
de creyentes consagra- dos. El desinterés del creyente
bien podría ser el mayor obstáculo para el
evangelio. Tal vez fue este tipo de desin- terés lo que
llevó a Jesús a volcar violentamente las mesas de
los vendedores y cambistas que había dentro del templo de
Jerusalén, y decir: "¿No está escrito: "Mi
casa será llama- da casa de oración para todas las
naciones"? Pero ustedes la han convertido en "cueva
de ladrones"." (Marcos 11:17)
El desinterés es la razón por
la que muchas iglesias ya no oran por las necesidades de todas
las naciones. Le robamos a Dios al no bendecir a las naciones con
lo que él nos ha dado. La falta de oración y la
falta de ofrendas de parte de los creyentes son obstáculos
para la extensión del evangelio.
Jesús dijo que la mies es abundante
pero que los obreros son pocos (Mateo 9.37). La falta de obreros
cristianos que vayan y proclamen las Buenas Noticias a los no
alcanzados es un gran problema. La abrumadora mayoría de
creyentes llegaron a seguir a Jesús debido a que alguien
les habló de las Buenas Nuevas de un Dios que les
amó tanto que envió a su Hijo a la Tierra para que
llevara el castigo de sus peca- dos. "Personas hablándoles
a otras personas" es el plan de Dios.
C. El Gran Desequilibrio
En tanto que la necesidad más grande
es obreros que crucen las barreras culturales para proclamar el
evangelio a las étnias no alcanzadas, sólo el 2% de
los obreros misioneros cristianos va a esas étnias no
alcanzadas. Casi todos ellos— el 98%—van a las
étnias ya alcanzadas.
Desdichadamente, los fondos para la obra de
esparcir el evangelio se gastan en las mismas cantidades.
Sólo el 2% de todas las ofrendas misioneras mundiales va a
la obra entre los no alcanzados, mientras que el 98% se vierte en
las étnias que ya tienen el evangelio.
¿Es justo que nosotros oigamos
el evangelio vez tras vez mientras que miles de millones de
personas nunca lo han oído ni una sola vez?
Reflexión Personal: Jesús
pronunció sus últimas palabras en la tierra y
retó a sus discípulos a que vayan y prediquen las
Buenas Nuevas. Los que oyeron su mandato lo obedecieron. Les
hablaron a otros. Las personas han seguido hablándoles a
otros en los últimos dos mil años. Alguien le
habló a usted, y ahora usted es creyente. ¿Le ha
hablado usted a alguien
de Cristo y de lo que Cristo ha hecho por
usted? ¿Ha invita- do usted a alguien alguna vez a una
reunión de evange- lización? ¿Ha orado usted
y ha dado sus ofrendas para los esfuerzos misioneros en el
mundo?
Ore: Amado Señor: Quiero obedecer
tus últimas palabras –
el mandato de discipular a todas las
naciones. Por favor, der- riba las barreras que impiden que los
confines de la tierra te conozcan. Te pido más recursos y
más personas que vayan
a predicar las Buenas Noticias a las
étnias no alcanzadas. Establece tu iglesia en el mundo.
Amén.
D. La Brecha y su
Respuesta
Dios está buscando personas "que se
pusiera en la brecha delante de mí, a favor de la
tierra"
(Ezequiel 22:30, RV).
Hay una gran "brecha" entre los lugares
donde la iglesia cristiana ya existe hoy (en 14.000 grupos
étnicos ya alcanzados) y el deseo de Dios
de que su reino se establezca en TODA la
Tierra. La brecha es real; se compone de 10.000 grupos de
étnias no alcanzadas que no tienen a nadie que les
proclame las Buenas Noticias de Jesucristo.
Cuando se alcanza a un grupo étnico
(es decir, una iglesia fuerte echa raíces y puede
evangelizar a los restantes miembros del grupo, sin ayuda
externa), la brecha se reduce un poco. La Gran Comisión de
Jesús es un mandato para cerrar esta brecha. Hay
todavía muchos que no han oído el mensaje del
evangelio del amor de Dios por ellos. La única manera en
que oirán esto es que sus seguidores se interpongan en la
brecha y trabajen para hablarles de Cristo.
Los creyentes responden en varias formas a
la brecha. Aun cuando todos vinimos de allí en
algún momento, algunos creyentes se olvidan muy
rápido de que la brecha existe. Otros la ignoran por
satisfacer sus propios deseos. Pero hay unos pocos que
están plenamente conscientes de la brecha, y se preocupan
profundamente por eso, porque saben que Dios se
interesa.
Los creyentes consagrados se interesan en las personas
no alcanzadas porque Dios se interesa. Estudian la palabra de
Dios, estudian los eventos mundiales, oran,
actúan.
Reflexión Personal:
¿Comprendo el deseo del corazón de Dios de que
todas las naciones le conozcan? ¿Estoy dis- puesto a
unirme a Dios y a otros creyentes comprometidos para alcanzar a
otros con el mensaje del evangelio?
Hay mucho trabajo que hacer, pero en efecto
alcanzaremos a las étnias no alcanzadas restantes. Se lo
predice en una escena del cielo descrita en el último
libro de la Biblia:
9 Después de esto miré, y
apareció una multitud tomada de todas las naciones,
tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía
contarla. Estaban de pie
delante del trono y del Cordero, vestidos
de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. 10
Gritaban a gran voz: "¡La salvación viene de nuestro
Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!"
(Apocalipsis 7:9-10).
En esta escena personas de todos los grupos
étnicos del mundo adoran ante el trono de Dios. Este es el
propósito de las misiones mundiales: Que todos las
étnias de la tierra sean traídas a Dios por medio
de Jesucristo y le adoren.
Si tiene un globo o un mapa del mundo,
sáquelo, obsérvelo y ore:
Amado Señor: Gracias por hacer que
me dé cuenta de la necesidad global de discipular a las
étnias no alcanzadas. Por favor, pon en mi corazón
tu interés por los perdidos. Ayúdame a interesarme
más profundamente por las cosas que te interesan. Dame el
valor para actuar y ser parte de tus propósitos mundiales.
Quiero hacer una diferencia. Te lo pido en el nombre de
Jesús y por su gracia, amén.
Punto de Acción: Si ya está
listo para hacer un impacto en las étniasno alcanzadas,
únase a otros miles que han prometido lo que sigue. Firme
en la línea respectiva y cuélguelo en algún
lugar visible o póngalo en su Biblia para recordar su
promesa.
[Adaptación de la promesa del
International Student Consultation on Frontier
Missions, Edinburgh, Scotland, Noviembre
de 1980.]
M ó d u l o 3 :
Estrategia de la
Isla de Ovejas
Soñé que estaba en una isla,
la Isla de Ovejas. Por toda la isla había ovejas
esparcidas y perdidas. A poco supe que un incendio forestal se
extendía desde el extremo opuesto. Parecía que
todas las ovejas estaban condenadas a la destrucción a
menos que hubiera una manera de escapar. Aunque habían
muchos mapas no oficiales, yo tenía una copia del mapa
oficial y descubrí que en verdad había un puente al
continente, estrecho y construido, según se decía,
a un costo increíble.
"Mi trabajo, se me dijo, sería
lograr que las ovejas crucen el puente. Descubrí a muchos
pastores reuniendo a las ovejas que hallaban y tratando de reunir
a las que tenían fácil acce- so al puente. Pero la
mayoría de ovejas se hallaba lejos y los pastores que las
buscaban eran pocos. Las ovejas que esta- ban cerca del incendio
estaban en grave peligro y aterrorizadas; las que estaban lejos
del incendio pacían pacífica- mente disfrutando de
la vida.
"Noté a dos pastores cerca del
puente diciéndose cosas al oído y riéndose.
Me acerqué para saber el motivo de tanta alegría en
un ambiente tan precario. "Tal vez la brecha es estrecha en
algún punto, y por lo menos las ovejas fuertes
tendrán la oportunidad de salvarse", dijo uno. "Tal vez la
corri- ente no es fuerte y el arroyo nada profundo. Entonces las
valientes, por lo menos, podrán cruzarlo". El otro
respondió:
"Puede ser. Es más, ¿no
sería grandioso si se demuestra que esto no es ninguna
isla, después de todo? Tal vez es simplemente una
península y grandes multitudes de ovejas ya están a
salvo. De seguro que el dueño ha provisto alguna ruta
alterna". Así se tranquilizaron y se fueron a atender
otros asuntos.
"En mi mente empecé a meditar en sus
teorías: ¿Por qué iba el dueño a
gastar tantísimo para construir un puente, espe- cialmente
siendo que es un puente angosto, y muchas de las ovejas
rehúsan cruzarlo incluso cuando lo hallan? A decir verdad,
si hay un camino mejor por el cual muchos pueden salvarse
más fácilmente, construir el puente fue una
trastada terrible. Si no es una isla, después de todo,
¿qué es lo que impide que el incendio se propague
al continente y lo destruya todo? Mientras meditaba en estas
cosas oí una voz suave detrás de mí, que me
decía: "Hay una razón mejor que la lógica,
amigo mío. La lógica sola te puede llevar en
cualquier dirección. Mira tu mapa".
"Allí, en el mapa, junto al puente,
vi una cita del primer pastor subalterno, Pedro: "En
ningún otro hay salvación, porque no hay otro
camino para salir de la isla al continente por el cual una oveja
pueda ser salvada". Entonces distinguí, tallado en el
mismo viejo y sólido puente: "Yo soy el puente. Ninguna
oveja escapa a la seguridad sino por mí".
["Sheep Island", usado con permiso,
McQuilkin, Robertson; The Great Omission, copy- right 1984,
Gabriel Resources OM Literature, P.O. Box 1047, 129 Mobilization
Road, Waynesboro, GA 30830]
Jesús dijo: "Supongamos que uno de
ustedes tiene cien ove- jas y pierde una de ellas. ¿No
deja las noventa y nueve en el campo, y va en busca de la oveja
perdida hasta encontrar- la?" (Lucas 15:4)
Reflexión Personal: Piense en sus
propias actitudes hacia los no alcanzados. Tal vez usted no haya
sabido del gran
número de personas perdidas en el
mundo. Tal vez usted tenga una vaga idea, pero ha estado
demasiado preocupado por su propia vida como para hacer algo al
respecto. Tal vez usted ha querido participar pero no ha sabido
cómo. Tal vez usted ya esté haciendo algo pero le
gustaría hacer más. Considere la posibilidad de
participar en la tarea de llevar el evangelio a las étnias
no alcanzadas.
Oración:
Señor: Tú eres el gran
Pastor. Has mostrado claramente la importancia de dejar a las
noventa y nueve ovejas seguras al otro lado del puente a fin de
rescatar a una que está en peli- gro. Por favor,
lléname de tu sentido de urgencia por los que
todavía están lejos de tu reino. Muéstrame
cómo quieres que participe para guiarlos a la seguridad
eterna. Amén.
A. Comprométase a un
Rebaño no Alcanzado
Hay 10.000 etnias no alcanzados en el mundo
hoy. Usted puede unirse al esfuerzo por alcanzar por lo menos a
uno de esos grupos. Ayude a guiar a un rebaño a cruzar el
puente. Comprometerse a ayudar a llevar el reino de Dios a un
grupo de personas en particular ha llegado a conocerse como la
estrategia internacional de "adoptar" a una etnia. Es parecido a
la forma en que una familia natural adopta a un hijo y se
compromete a criarlo hasta la
madurez. Cualquier creyente o grupo de
creyentes puede
adoptar un grupo étnico no
alcanzado. Se puede adoptarlo como iglesia entera, o como un
grupo dentro de la iglesia, como grupo de estudio bíblico,
como familia, como individuo, etc.
Centro de
Adopción
Tal vez las adopciones más fuertes
surgen cuando una
iglesia entera se compromete en grupo y
trabaja en coop- eración con las agencias misioneras hasta
que se alcanza a la etnia seleccionada.
Una vez que usted haya seleccionado un
grupo étnico en particular, puede buscar quién
más se ha comprometido al mismo grupo. A menudo hay
individuos, denominaciones evangélicas, y agencias
misioneras que se han asociado como "alianza pro etnia" que
pueden ayudarle a buscar un papel eficaz. Trabajando juntos, los
que adoptan a una etnia se aseguran de que se inicien iglesias
dentro del grupo, y que tengan la Biblia (el "mapa oficial") en
su propio idioma.
Cuando hay movimientos de iglesias que
pueden evangelizar a su propia étnias sin ayuda adicional,
se considera que se ha "alcanzado" al grupo.
Si en efecto quiere participar en el plan
eterno de Dios para alcanzar a las personas de todo grupo
étnico, empiece con uno de las étnias no
alcanzadas. Al principio, su principal tarea será la
oración. Usted puede investigar un poco para conocer mejor
a la étnia adoptada, e incluso puede hacer un viaje para
ver la tierra. Puede "abogar" consiguiendo que otros se unan a su
visión (su propia iglesia, grupo de oración,
compañeros de estudios, familia, etc.). Puede auspiciar
personalmente o levantar fondos para conseguir más recur-
sos paral la étnia adoptada.
Algunos van como voluntarios
Desde gran distancia todos los
rebaños pueden parecer iguales. Si hay 10.000 etnias
diferentes no alcanzadas que lo necesitan, ¿cómo
empieza a seleccionar una?
B. Considere Adoptar Una Étnia de
Otra Religión
1. ISLAM. La mitad de todos los
individuos que todavía no han sido alcanzados son
musulmanes. Increíblemente, °hay menos de tres
misioneros cristianos por cada millón de musulmanes! Los
musulmanes tienen también sus raíces en Abraham, y
tienen cierta relación con la fe cristiana. Aun cuando
honran a Jesús como un gran profeta, no creen que sea el
Hijo de Dios que murió en una cruz y resucitó de
los muertos. Los musulmanes, como los cristianos, están
procla- mando su fe para ganar convertidos en todo el mundo.
Prohíben abiertamente a su gente que cambie de
religión, y persiguen a quienes lo hacen. En varias
naciones musulmanes se ejecuta a los que se convierten a otras
religiones.
¡Salaam! Me llamo Ahmed. Soy
musulmán, y miembro de la comunidad mundial del islam.
Desde que tengo memoria se me ha enseñado de nuestro libro
sagrado, el Corán, las cinco cosas que debo hacer para
ganarme
el favor de Dios. La primera es recitar
nuestra confesión de fe: "No hay Dios sino Alá y
Mahoma es su profeta". Debo orar cinco veces al día, a la
hora precisa y de la manera precisa. Debo viajar a nuestra ciudad
santa, Meca, en Arabia Saudita una vez en mi vida. Todos los
años debo participar en el "Ramadán", que consiste
en cuatro semanas espe- ciales de ayuno y oración.
También debo dar para los
pobres. Si hago todo esto entonces
Alá se agradará. Espero que pueda ser bueno lo
suficiente para Dios.
2. HINDUISMO. La mayoría de
hindúes residen en el sur de Asia. Adoran a millones de
dioses, y su religión tiene en tinieblas al 13% de la
población entera del mundo. Hay 2.700 etnias
hindúes no alcanzadas que necesitan conocer a Jesucristo y
ser puestas en libertad y en la luz.
Hola. Me llamo Puuna. Todos mis parientes y
yo practicamos la religión hindú, que tiene
millones de dioses diferentes. Mi familia va a los templos para
elevar oraciones especiales y dejar ofrendas a los dioses
más poderosos: Brahma (el creador), Visnú (el
protector) y Siva (el destructor). También tenemos una
capilla grande en nuestra casa para varios dioses, para poder
adorar ofreciendo comida, incienso y oraciones. Cuando
muera,
dependiendo en las acciones de mi vida, mi
alma volverá a nacer en el cuerpo de otro ser humano o
animal. Me esfuer- zo por seguir nuestra ley eterna y adorar a
los dioses para que mi próxima vida sea mejor. Espero
poder ser libertado en algún momento de este ciclo de
muerte.
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