La estructura social venezolana en las últimas décadas del Siglo XX
- Introducción
- Clases
sociales venezolanas (1830-1935) - Penetración del capital
extranjero - Dictadura del General Juan Vicente
1908-1935 - Conclusión
- Bibliografía
Introducción
Desde el inicio del año 1830 el proceso
económico avanzó con lentitud en los diferentes
sectores de la economía nacional. Su característica
principal fue la de ser un país eminentemente rural con
unaࡣtividadࡧropecuaria,
siendo el factor más importante de
éstaà¡£tividadଡ
tierra y su explotación. En esta tónica se mantuvo
este proceso hasta 1870, cuando en el primer gobierno de
Guzmán Blanco empezó a manifestarse
unथsarrollo, con influencias foráneas,
dándole un empuje a la economía que se encontraba
estancada.Para el೩glo XX࣯n
la aparición del petróleo en la economía
venezolana empieza a desarrollarse un poco más
rápido, gracias a los incentivos generados por
laactividadà°¥trolera, la cual generó
recursos fiscales que facilitaron la dinámica
económica del país, a través
deࡣtividades࣯merciales,
trabajo minero incluyendo la industrialización. En tal
sentido
laॳtructuraॣonómica
abarca los sectores: agropecuario
."En promedio, en 1873,1881 y 1891, menos
de 1% de la población útil y de trabajo concentraba
en sus manos la riqueza territorial agraria. La tendencia que se
imponía era que, mientras aumentaba relativamente la
población, descendía cualitativamente el
número de propietarios con fuerza económica, y la
población que podría considerarse como
económicamente activa se distribuía
fundamentalmente en sectores de la producción
agropecuaria, en profesiones y oficios conectados dependientes de
estas labores. Los asalariados y peones que alquilaban su
fuerza-trabajo en los talleres manufactureros, en los centros
mineros y en la construcción de vías
férreas, no integraban todavía una clase social
diferenciada, estructuralmente configurada pero puede
considerárseles como un antecedente histórico de la
formación del proletariado venezolano. Las relaciones de
producción expresadas en el salario coexistían -en
un mismo centro de actividades laborales- con modalidades de
trabajo pre capitalista: a) Instrumentos de trabajo propiedad de
los asalariados; b) Subsistencia de categorías entre los
trabajadores, condicionadas por el escaso desarrollo
tecnológico: maestros, oficiales, aprendices, y c)
Combinación del salario en metálico con el sistema
de salario en especie y en ficha.
La categoría social más
importante en las ciudades continuó siendo, como en el
período anterior, la burguesía comercial usuaria
ligada al monopolio comercial y al intercambio en dinero y en
valores. Era una clase social rapaz y agiotista, incluyendo
sectores de las clases dominantes. Su poder económico era
tan importante que, a fines del siglo pasado, la
Administración Pública dependía de los
préstamos que suministraba la burguesía comercial.
La condición de los indígenas, como grupo
socialmente explotado y culturalmente discriminado, no
sufrió alteración significativa, con
excepción de la desaparición de las comunidades
más cercanas a los centros poblados por racionales. La
eliminación de la esclavitud debido a las condiciones en
que ocurrió y como consecuencia de un lento proceso de
desintegración en el cuadro de una estructura
económico social latifundista, no favoreció la
integración de grupos proletariados, sino de
categorías sometidas a condiciones de
servidumbre.
Clases sociales
venezolanas (1830-1935)
I. TERRATENIENTES (CIVILES Y
MILITARES
Clase social dominante del siglo
XIX.
Monopolizadora de los medios de
producción: tierra, mano de obra, esclava y campesinado
enfeudado.
Eran generalmente jefes políticos y
militares tanto locales como nacionales.
Eran los caudillos que contaban con la
fuerza humana del peonaje para levantar ejércitos y
desarrollar la guerra y también para incrementar sus
posesiones territoriales (latifundios).
II. BURGUESÍA COMERCIAL Y
USURARIA:
Es la clase que monopoliza el comercio 'de
importación y exportación.
Estaba relacionada y controlada por las
Casas Comerciales extranjeras.
Actuaba como grupo de presión a
través del control financiero (créditos,
préstamos a interés), que les permitía el
control económico de los productos y de la
producción.
Esta clase compartía el poder
político, económico y social con los
terratenientes.
De este grupo salía la
mayoría de los ministros y funcionarios civiles y
militares.
III. CLASES DOMINADAS QUE HABITABAN EN
LA CIUDAD:
1. Artesanos:Ô²abajadores de los
centros urbanos, pequeños productores, por lo general
dueños de su propio trabajo (talleres), en el cual no hay
gran inversión de capital. Ejemplo: zapateros,
talabarteros, albañiles, etc.
2. Pequeños
Comerciantes:ìase social reducida que tiene en sus
manos el pequeño comercio y sufre las presiones de la
Burguesía Comercial. Eje. Los pulperos.
3. Empleados
públicos:ìase minoritaria, con cierta
preparación, que ocupa cargos públicos y junto con
los pocos profesionales formarán la clase media
4. Desempleados,
mendigos:Dzupos sociales que debido a la poca
preparación y a la escasez de ofertas de trabajo, no
están ocupadas.
5. Esclavos:Dzupo social
heredado de la colonia a los cuales se les seguirá
considerando como una cosa, de la cual se podrá disponer
libremente. Se ocupaban de los quehaceres domésticos y de
las faenas agrícolas, actividades en las que el
único incentivo era el mal trato y los castigos.
Permanecen como esclavos hasta el año de 1854 cuando se
lleva a cabo la abolición de la esclavitud.
IV. CLASES DOMINADAS QUE HABITABAN EN EL
CAMPO
1. Campesinado Enfeudado:ìase
social que va apareciendo durante la guerra de independencia al
darle libertad a los esclavos y también con las diferentes
leyes de manumisión, pero se hace verdaderamente fuerte a
raíz de la abolición de la esclavitud.
2. Medianero:ų el campesino que
hace un contrato con el propietario de la tierra, mediante el
cual éste entrega al campesino un lote de ella, con la
condición de que al llegar al estado de producción,
se dividan la cosecha en partes Iguales. Por lo general el
campesino siempre vendía al terrateniente la mitad que le
correspondía.
3. Aparcero:ų el campesino que
recibe tierras con la condición que al producirse la
cosecha, entregan al terrateniente la 1/2, l/3, o 1/4 de
ésta. Por lo general el aparcero cultiva legumbres,
hortalizas y tubérculos para el mercado
interno.
4. Pisatario:ų el campesino que
tiene que pagar al terrateniente un derecho de piso o de tierra,
por la parcela que-le ha dado para que trabaje.
5. Arrendatario:ų el campesino
que trabaja una tierra que no es de su propiedad, es del
terrateniente, y por lo cual tiene que pagar una renta, que puede
ser en dinero o especies.
6. Peón
Agrícola:ų el campesino que vende su fuerza de
trabajo por un salario.
Penetración
del capital extranjero
"Venezuela políticamente
independiente heredaba el orden de relaciones de la estructura
económica y social de la Colonia. Entre tales, destacabas
la vigencia del೩stema de tenencia de la tierra
en sus formas y relaciones latifundariasà±µe
representaban intereses conjuntos de viejos y nuevos
propietarios. Los latifundios despoblados construían
riquezas yacente. Otro rasgo o fragmento desprendido de la
estructura colonial fueଡ permanencia de la
esclavitudà cuya extinción formal fue
decretada a mediados del siglo XIX- como relación de
explotación que, erigía sobre el trato bestial era
negada económicamente en los frutos de su rendimiento. El
de-che he propiedad sobre la mano de obra esclava no fue
infringido sino constitucionalmente reconocido y también
indemnizado cuando, más por razones políticas que
sociales.
A estas sobrevivencias coloniales se
añadían nuevos elementos que impedían el
desarrollo y desembargaban la soberanía económica
del país.
El࣯mercio๠otras
actividades terciarias comenzaban a desenvolverse bajo el impulso
del capital extranjero. El capital llegaba procelosamente del
viejo continente, pero no para dar forma nacional a los recursos
propios de esta tierra, sino para extraer réditos y
beneficios que luego transferían a Europa en cantidades
cada vez mayores. Así se establecieron en Venezuela casas
y agencias comerciales (Bolton, Boom, etc.) vinculados a
intereses europeos y dedicadas a actividades financieras,
crediticias y de corretaje. A través de las citadas casas
ocurría un proceso de traslación de
plusvalía territorial hacia Inglaterra, Alemania y
Francia. A esta situación se agregaba la vigencia de la
Ley del 10 de abril de 1834. Aquella Ley favorecía, con la
no fijación del tipo de interés de capital, el auge
de actividades especulativas que realizaban predominantemente
comerciantes y prestamistas extranjeros.
Iniciada ya la segunda mitad del siglo XIX
la economía venezolana se encontraba en situación
de franco estancamiento. Las guerras civiles, con sus borrascas y
devastaciones, acumulaban pobreza mientras las masas
desposeídas ni siquiera tenían la seguridad de su
pobreza. País importador de bienes manufacturados y
exportador de productos primarios de orden agrícola,
padecía con frecuencia los efectos de una balanza
comercial desfavorable. En medio de aquella situación,
estalla en 1859, la Guerra Federal o Guerra Larga:
cinco años de lucha armada.
Contienda prolongada que, entre triunfos y derrotas compartidos,
agregaba mayores calamidades a la vida económica y social
del país. El movimiento federalista, alzado en armas
contra el gobierno de Julián Castro y los intereses de la
oligarquía por él representados fue una
explosión popular que le imprimía un contenido
social a la guerra con la incorporación de masas
campesinas que luchaban por el reparto de tierras y la
eliminación de la clase de grandes ya propietarios
rurales.
Era aquel en esencia, un movimiento agrario
-con conciencia no cabalmente organizada- que perseguía
cambios revolucionarios en las relaciones y formas de tenencia de
la tierra. Las masas campesinas casi ignoraban todo, pero bien
sabían que su miseria derivaba de sus explotadores. Su
caudillo, Ezequiel Zamora, proclamaba la igualdad social, el
reparto de las tierras entre los hombres del campo, la
abolición de los privilegios de clase. El amorfismo, en
tanto que conciencia o reacción social contra el orden
tradicional, enarbolaba la bandera de la cuestión agraria
en la lucha por la liquidación del latifundismo y la
transformación del régimen de propiedad territorial
existente. Tras el derrumbamiento del régimen
oligárquico surgió la Federación. Pero
ésta carecía de fuerza para integrar sus postulados
fundamentales en un cuadro de realizaciones
orgánicas.
A la herencia colonial se
añadía la mala administración de la etapa
republicana. Esta había transcurrido entre gobiernos que,
por inestabilidad y desorganización administrativa, se
alternaban entre la tiranía, el nepotismo, las irrupciones
frecuentes de violencia armada, el falso constitucionalismo. La
estructura económico-social del país, ya culminada
la Guerra Federal, permanecía igual, sin alteraciones
sustantivas: subsistía el predominio de las relaciones
latifundistas de producción y sus formas señoriales
de dominación que trataban el desarrollo de las fuerzas
productivas; persistía el mismo orden de
diferenciación social. En cierto modo había
-aumentado la población rural en condiciones serviles de
explotación.
La situación política que
siguió a la Guerra Federal se caracterizó por la
influencia determinante de los caudillos militares. Antonio
Guzmán Blanco, llamado el autócrata civilizador,
redujo la violencia sacrificando la libertad, organizó la
administración pública sin suprimir los
privilegios, pretendió romper los vínculos con el
pasado sin transformar el régimen de propiedad territorial
vigente. Su política económica estuvo orientada a
estimular tanto las inversiones extranjeras -especialmente
inglesas y alemanas- en la construcción de obras de
infraestructura (ferrocarriles, caminos, puertos), como las
actividades productivas fundamentalmente destinadas al comercio
exterior (materias primas de origen agrícola y
animal).
Con el gobierno de Guzmán,
particularmente, se iniciaba el desarrollo "hacia afuera" de la
economía venezolana. Avanzada la segunda mitad del siglo
XIX, Venezuela era ya -no obstante su estancamiento relativo- un
país con movimiento comercial inscrito entre las fronteras
de la expansión económica de Europa. La
economía nacional se orientaba entonces hacia las
actividades de producción estimuladas desde afuera por las
exigencias de la expansión capitalista europea. Venezuela
debía concentrar los recursos disponibles -inversiones
extranjeras y nacionales- en la producción de materias
primas requeridas como insumes básicos en los centros
capitalistas industriales. Como país de economía,
tradicional, Venezuela no podía sino dirigir sus
energías productivas hacia el desarrollo del sector
primario de exportación -fundamentalmente actividades
agropecuarias- y obtener bienes industriales con los ingresos del
intercambio exterior.
A fines del siglo XIX, Venezuela
mantenía inalterable su condición de país
importador de bienes industriales y exportador de productos
primarios de origen agrícola (café, cacao). A
partir de 1875 las inversiones extranjeras se concentraban
predominantemente en obras infraestructura-les. El financiamiento
de las obras públicas (como la construcción del
ferrocarril Caracas-Valencia) sólo pudo garantizarse
mediante la contratación de empréstitos
internacionales que aumentaron gravosamente el endeudamiento
externo del país.
Al finalizar el siglo pasado, el
país se encontraba abrumado. La legislación vigente
no establecía límites a los excesos del capital
extranjero como tampoco consagraba defensa contra los abusos de
la clase explotadora. Al abatimiento social se sumaban las
querellas políticas, las ambiciones de poder, los
desenfrenos de la fuerza. Fue por esto que Cipriano Castro, tras
rápidas victorias sobre los ejércitos
gubernamentales, pudo asumir la Presidencia del país a
fines de 1899.
Cipriano Castro poco había hecho por
impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas y librar al
país del marasmo en que se encontraba a raíz de la
última guerra de usurpación. Consorcios petroleros
extranjeros realizaban sus primeras inversiones en actividades de
exploración y prospección. Antes de culminar la
primera década de este siglo, Juan Gómez ya
había sucedido en la Presidencia de la República a
Cipriano Castro: continuaba con aquél la danza de las
concesiones petroleras. El imperialismo yanqui, con estrategia de
moderna conquista, adquirió luego con Gómez los
privilegios y las ventajas económicas que no obtuvo con
Cipriano Castro.
El país no había dejado de
ser colonial y ya comenzaba a ser moderno. El capital extranjero
orientado hacia las actividades extractivas solicitaba,
además de nuevas y mayores concesiones petroleras, un
orden sin hostilidades y un régimen de orden. Pero
Gómez no entendía el orden sin la
abolición de las libertades
democráticas. Desde el ascenso de Gómez al poder
hasta 1916, la economía venezolana mantuvo una balanza
comercial discretamente favorable.
En 1917 los consorcios extranjeros
-ingleses y norteamericanos- iniciaron la explotación
comercial de los hidrocarburos en Venezuela. En aquel mismo
año, casi al término de la Primera Guerra Mundial,
la mitad de la producción petrolera fue destinada a la
exportación. Comenzaba entonces la era del petróleo
con su carga de conflictos y perturbaciones. Las repercusiones de
la explotación petrolera fueron inmediatas y sensibles. El
primer rasgo de transformación de la estructura
económica del país localizabas en la
composición del comercio exterior: el petróleo
pasó a constituir la mayor parte de las exportaciones
mientras el café y el cacao declinaban paulatinamente su
participación en las mismas: mientras el valor de las
exportaciones petroleras aumentó de Bs. 2 millones en 1917
a Bs. 649 millones en 1935, el valor conjunto de las
exportaciones de café y cacao disminuyó de Bs. 67,
millones en aquel año a Bs. 37,6 millones en este otro. En
veinte años el país había cambiado los
parámetros naturales de su economía: de país
rural o esencialmente agrario se había convertido en
país fundamentalmente petrolero. Pero la
explotación del petróleo por consorcios extranjeros
produjo, a cambio de un desarrollo aparente o ficticio, una
dependencia mayor, una mediatización más profunda
del país.
Mientras más avanzaba la
penetración extranjera y más aumentaba la
explotación de la riqueza subyacente, mayor era la
concentración del poder político en la persona del
déspota. Mientras más poder político
centralizaba Gómez, más aumentaba la
concentración de la propiedad territorial agraria en
Venezuela. Parte de los ingresos derivados de la
explotación petrolera fluía al Fisco Nacional como
pago de impuestos regulares y ocasionales. Con el aumento de la.
Producción de hidrocarburos aumentaba la capacidad fiscal
del Estado venezolano. Pero ésta no se tradujo en
inversiones que transformase la estructura de la economía
conforme a objetivos preciosos de desarrollo, sino principalmente
en gastos burocráticos y contractuales que más
enriquecían a los usufructuarios políticos del
régimen.
La demanda de fuerza de trabajo en la
industria petrolera y en la construcción de obras
públicas realizadas por el Estado, determinó un
desplazamiento de la mano de obra campesina hacia los centros
petroleros y urbanos. No se detuvo en aquellos años el
éxodo rural que redujo la fuerza de trabajo en el campo
cuando precisamente la producción agropecuaria, se
encontraba en situación difícil y
precaria.
A raíz de la muerte de Juan Vicente
Gómez en 1935, la estructura económica de Venezuela
se había tomado interiormente más diferenciada:
habían aumentado considerablemente la producción y
las inversiones foráneas en el sector petrolero: se
había dilatado la miseria en el campo mientras
crecía el latifundismo. El torbellino del petróleo
había enriquecido a la clase opulenta al mismo tiempo que
empobrecido al hombre de la Venezuela rural. El ritmo de la
explotación del petróleo resultó desde
entonces incontenible, a la vez que las actividades agropecuarias
se mantuvieron en relativo estancamiento".
Dictadura del General
Juan Vicente 1908-1935
1908: – El 19 de diciembre de 1908 se
produce el golpe de Estado de Juan Vicente Gómez contra
Cipriano Castro.
El 20 de diciembre asume el Poder, y entre
otras cosas expuestas en su Manifiesto se encuentra lo
siguiente:
".. .He constituido nuevo Gabinete, en el
cual estuvo representada la opinión pública de
Venezuela, Con tales colaboradores pretendo dar a mi gobierno el
carácter nacional que reviste, hacer efectiva las
garantías constitucionales, practicar la libertad en el
seno del orden, respetar la soberanía de los Estados,
amparar las industrias contra odiosas confabulaciones, buscar una
decorosa y pacífica solución para todas las
contiendas internacionales, vivir vida de paz. y de
armonía y dejar que sólo la ley impere con su
indiscutible soberanía."'
1909: – Se sanciona la Constitución
de 1909, la cual crea un Consejo de Gobierno, divide al
país en 20 Estados.
1910: – Juan Vicente Gómez es electo
Presidente Constitucional para el período 1910-1914, por
el Congreso. – Arregló los problemas de las reclamaciones
norteamericanas.
1911: – Presidió los festejos
conmemorativos del Primer Centenario de la Independencia
Nacional. Y se depositaron en un arca especial en el Salón
Elíptico del Palacio Federal, las actas originales del
Primer Congreso Constituyente.
1913: – El general Gómez, presionado
por la creciente oposición y disturbios estudiantiles
clausura la universidad Central, suspende las garantías
constitucionales y sale al frente del ejército a oponerse
a una supuesta expedición. El Dr. José Gil Fortoul
se encarga de la Presidencia.
– Por decreto, dispone que la Biblioteca
Nacional ofrezca servicios de préstamos de libros a
domicilio, comenzando así la primera biblioteca circulante
que hubo en el país.
1914: – El 19 de abril se reúne en
Caracas un Congreso de Plenipotenciarios nombrados por el
Ejecutivo, que aprueba un Estatuto Constitucional Provisorio que
crea la Presidencia Provisional y el Cargo de Comandante en Jefe
del Ejército.
– En junio, el Congreso Plenipotenciario
aprueba la enmienda constitucional que eleva a siete años
la duración del período presidencial, suprime el
Consejo de Gobierno y permite la reelección.
1915: – El Congreso reelige a Juan Vicente
Gómez presidente para un período de siete
años.
1916: – Se promulga la llamada Ley de
Tareas, por la cual se obliga a los presos políticos y
comunes a trabajar en obras públicas, sin pago
alguno.
– Se firma el Pacto de Bogotá entre
Venezuela y Colombia, por el cual ambos países nombran al
Presidente de Suiza como arbitro en la disputa sobre
delimitación de fronteras. El nuevo laudo dictado por el
Consejo Federal suizo fue adverso a Venezuela en su mayor
parte.
1918: – Se crea por ley la moneda
patrón bolívar oro.
– Por disposición del Ministerio de
Instrucción Pública se decreta la obligatoriedad
del estudio del idioma inglés en las escuelas
públicas de la nación.
1919: – Se inaugura el Nuevo Circo de
Caracas.
1920: – Se reabre la Universidad Central de
Venezuela.
Se crea la-Escuela de
Aviación.
– Se decreta la Primera Ley de
Hidrocarburos.
1921: – El Congreso decreta una segunda Ley
de Hidrocarburos.
1922: – El Congreso reelige a Gómez
como Presidente Constitucional.
– En mayo asume la Presidencia para el
período 1922-1929.
– El Congreso sanciona una tercera Ley de
Hidrocarburos.
– El Congreso reforma la
Constitución y crea los cargos de primer y segundo
Vicepresidente y elimina el cargo de Comandante en
Jefe.
1925: – Se reforma la Constitución,
eliminando una de las Vicepresidencias.
Los trabajadores petroleros del
área del Lago de Maracaibo van a la huelga en protesta
contra el aumento del costo de la vida. Logrando un aumento
del 20% de sus jornales fijados en un dólar por
día.
1928: – Se crea el Banco Obrero.
– Se crea el Banco Agrícola y Pe".
Cuarto.
– El Congreso reforma la
Constitución, elimina el cargo de Vicepresidente y
establece que las ausencias presidenciales las supla un Ministro
del Gabinete.
– En febrero los estudiantes celebran la
Semana del Estudiante. Pío Tamayo escribe poemas
literarios y Javito Villalta y Rómulo Betancourt
pronuncian discursos contra la Dictadura en el Panteón
Nacional. Caracas se declara en huelga de 6 días en apoyo
del movimiento estudiantil. Detienen a Villalta, Betancourt,
Tamayo, Guillermo Prince Lara y Arévalo González.
220 estudiantes se entregan voluntariamente a la policía
en protesta. Clausuran la Universidad y el Colegio de Abogados.
Gómez pone en libertad a los estudiantes.
Se decreta la primera Ley del Trabajo,
la cual no se llega a aplicar.
1929: – El Congreso reforma la
Constitución y separa el cargo de Comandante en Jefe del
de Presidente de la República.
En 1929 Gómez rechazó la
reelección que le proponía el Congreso y
señaló a Juan Bautista Pérez como su
candidato a Presidente, este hecho lo hizo avizorando la crisis
que vivía el mundo capitalista en 1929 y que
amenazaban༥m>y༯em>la
economía en Venezuela.
1930: – Se establece la
Compañía Anónima Nacional Teléfonos
de Veme-
– Se crea el Ministerio de Salubridad.
Agricultura y Cría, que más adelante se
dividirán sus funciones en dos carteras: la de Sanidad y
Asistencia Social y la de Agricultura y Cría.
– Se celebra el primer centenario de la
muerte del Libertador.
– Se inauguró el Monumento a
Carabobo.
1931: – Gómez asume la Presidencia
de la República por última vez.
1935: – El 17 de diciembre muere en la
ciudad de Maracay el dictador Juan Vicente Gómez. El
general Eleazar López Contreras termina el período
de gobierno de Gómez.
EL CAUDILLISMO
Al estudiar los aspectos económicos
de la Venezuela colonial hasta las primeras décadas del
siglo XX, nos damos cuenta como surgieron los grandes caudillos:
quienes se erigieron en dirigentes políticos sobre la base
económica que venían detentando como dueños
de los grandes latifundios.
"El caudillismo venezolano se hace visible
propiamente en el siglo XIX cuando, abatido por el cataclismo
bélico, desaparece el dique de contención que era
el poder del soberano. La guerra encarnizada y larga, abre paso
al caudillo a través de dos efectos: primero, resucitando
la escala axiológica de la fase inicial -Descubrimiento y
conquista-, la cual sitúa en el punto más alto a
los valores de la fuerza, la rusticidad y vehemencia… De nuevo
se imponen los hombres "valientes", los "guapos", la gente de
"garra y coraje". En segundo término la destrucción
general ocasiona una notable pérdida de la
población, incluida en ésta sectores directivos; la
necesidad de llenar el "vacio" facilita al caudillo ocupar el
liderazgo que resulta vacante".
"El caudillo es el nuevo dirigente; es una
potencia incuestionable, síntesis humana de poder material
-físico, económico, social-, aureolado con la magia
del "prestigio" de su inefable proyección
carismática. Autoritario/elemental y arbitrario, de
cualidades positivas y negativas confundidas, es capaz de obrar
prodigios en la vida social… Existe una copiosa literatura en
torno a las raíces del caudillismo… Con mucha frecuencia
se ha insistido en un determinismo que presentaría el
caudillo como derivación forzosa de los componentes
raciales del pueblo venezolano; sucesor a la vez del cacique
aborigen, del conquistador hispano y del régulo africano.
Se le ha visto igualmente como una telúrica
expresión "tropical" y como una calamidad que se debe
únicamente a un estado social de ignorancia e inmadurez.
También, dentro de un rígido materialismo, se le ha
estimado sólo como exponente de una concreta
motivación económica, consecuencia inexorable de un
sistema de producción "feudal" que se conservó
intacto en el paso de la República. . . Respecto a la
labor del caudillo, mayormente negativa, se advierten en ella dos
acentuadas fallas: una ética y otra intelectual. La
primera, es la crisis de verdadero patriotismo y el empeño
en sustituir a éste, por el más burdo
egoísmo; deficiencia moral es su nunca satisfecha
rapacidad y la inclinación irresistible al autoerotismo
arbitrario y corruptor… En cuanto a las luces, el caudillismo
acusa evidente penuria mental cuando se niega a percibir la
Patria grande, obnubilado por la aldea y también cuando
desprecia, por impropia de "macho" y de "jefes", a la cultura
como calidad del espíritu… Cerca del caudillo nuestro,
hay casi siempre un consejero o una camarilla de civiles,
escritores, prestos a traducir a la prosa jurídica los
caprichos del Jefe y hasta inspirarle ciertas fórmulas
políticas… Tan avasallador será el caudillo que
su "concepción" política orientará a los
Congresos y cuerpos legislativos, los cuales no se
atreverían a contradecirlo y, por el contrario,
ajustarán su desempeño a la mentalidad y a las
conveniencias utilitarias y de vanagloria de aquél… Del
caudillo al autócrata, el camino en paralelo al que antes
fue del señor feudal al soberano absoluto. El más
fuerte, fiero y hábil se impone a los otros, los subordina
y deviene dueño de la República. Su estilo y su
método pueblerino o parroquial serán su estilo y su
método de gobernante "nacional", él no conoce
otros, ni está dispuesto a aprender… El poder
caudillista descansa sobre un trípode retador:
económico, social y político. Al convertirse en
sucesor de conquistadores, repartidores y
encomenderos೥ࡦianza sobre
las -tierras, la muestra más concreta y común de la
riqueza. De este modo… cimienta sus fuerzas sobre el latifundio
y sobre la explotación a la usanza tradicional…, de las
masas desposeídas de siempre. Estas constituyen la base
social del poder caudillista, así en las haciendas como
productoras, en las ciudades como consumidoras de sus monopolios.
. . Políticamente, el poder del caudillo reposa en su
conjunción íntima con el militarismo, con el cual
se identifica y se confunde.өବega
al mando, la tropa será la garantía de la
perpetuación y razón contundente por su ejercicio
tiránico o liberal… Al debate político lo
sustituye la querella de los hechos sangrientos; los pretextos,
siempre, renovados aunque siempre los mismos, sirven igual para
el cambio que para el no cambio; jamás el soldado humilde
alcanza a ver de cerca las banderas por las cuales da su vida;
por no ser nunca resueltas, sus aspiraciones son mantenidas
siempre refrescadas pero lejanas en el horizonte de las ilusiones
populares. El caudillismo hace del jefe guerrero e capataz o
dueño de la República. Bien clara y contraria es la
enseñanza del Libertador:
"El soldado no es el arbitro de las leyes
ni del: gobierno; es el defensor de su libertad. Sus glorias
deben confundirse con las de la República y su
ambición debe quedar satisfecha al hacer la felicidad de
su país. El soldado no debe deliberar y desgraciado el
pueblo cuando el hombre armado delibera".
"Páez, el más típico,
bosqueja la silueta caudillista describiéndose a sí
mismo, dice de sus llaneros: "Yo logré atraérmelas;
conseguí que sufrieran, contentos y sumisos, todas las
miserias, molestias y escaseces de la guerra. Me obedecían
gustosos y me querían como a padre". Páez describe
su milagro "¿Quién creyó jamás que
aquellos hombres, por algunos escritores calificados de salvajes,
acostumbrados a venerar el nombre del rey como el de una
divinidad, pudieran jamás decidirse a abandonar la causa
que llamaban santa para seguir la de la patria nombre que para
ellos no tenía significación alguna?
¿Quién creyó, entonces, que fuera posible
hacer comprender a hombres que despreciaban a los que no
podían competir con ellos en la tuerza bruta, que
había otra superior a ésta, a la cual era preciso
someterse?" El caudillo se atribuye haber inspirado a los
llaneros, "al mismo tiempo amor a la gloria, respeto a las vidas
y propiedades y veneración al nombre de la patria"… "No
tenía mucha fe en el patriotismo de aquellos hombres que
sólo me acompañaban y habían tomado servicio
por simpatía hacia mí". La distorsión de las
perspectivas, por exagerado despliegue de sus tendencias auto
afirmativas, es una característica caudillista; su
egocentrismo hace olvidar a Páez; en la adhesión de
los llaneros cuenta mucho la promesa de tierras y bienes que les
hizo, punto tan importante que, en su oportunidad, la
ratificación de esa oferta es la única
condición que él pone a Bolívar para acatar
su autoridad.
Conclusión
Hemos llegado a la conclusión de la estructura social
en venezuela que el promedio, en 1873,1881 y 1891, menos de 1% de
la población útil y de trabajo concentraba en sus
manos la riqueza territorial agraria. La tendencia que se
imponía era que, mientras aumentaba relativamente la
población, descendía cualitativamente el
número de propietarios con fuerza económica, y la
población que podría considerarse como
económicamente activa se distribuía
fundamentalmente en sectores de la producción
agropecuaria. Los asalariados y peones que alquilaban su
fuerza-trabajo en los talleres manufactureros, en los centros
mineros y en la construcción de vías
férreas, no integraban todavía una clase social
diferenciada, estructuralmente configurada pero puede
considerárseles como un antecedente histórico de la
formación del proletariado venezolano.
Bibliografía
Sitio Buenas tareas
Autor:
Pedro Manuel Ramos
Sánchez
Yennybeth Betancourt
Bernardo Miquilarena
Ministerio del Poder Popular para la
Educación Universitaria
Universidad Nacional Bolivariana
Aldea Universitaria Municipal E.B Emilia R.
Molina
Municipio Colina Estado
Falcón
Profesor:
Humberto González
La vela; Abril 2011