El desarrollo exitoso de la semilla depende de múltiples influencias en todos y cada uno de los estados de su formación. Además, su estructura está estrictamente unida a la función de la misma, por lo tanto, el estudio de sus características nos permite comprender sus posibilidades futuras de éxito. En las angiospermas las semillas se desarrollan a partir de los óvulos como consecuencia de la doble fecundación (uno de los gametos masculinos se une con la oósfera; el segundo, a los núcleos polares). En dicho momento, el óvulo consiste de una nucela central, que contiene al saco embrionario y uno o dos tegumentos. En un óvulo bitégmico la nucela esta rodeada por un tegumento interno y otro externo generalmente de menor desarrollo. La apertura delimitada por los extremos de ambos tegumentos forma el micrópilo. Sin embargo, los tegumentos pueden tener distinto desarrollo y sus extremos presentarse excéntricos, en zig zag, como en los óvulos jóvenes de la soja (Glycine max) o en el palo borracho (Ceiba insignis). De esta forma las aperturas se denominan endostoma y exostoma respectivamente. Los óvulos unitégmicos son los que presentan un solo tegumento, como en las gimnospermas; en este caso, contienen a la nucela y al prótalo. Excepcionalmente se presentan óvulos atégmicos (sin tegumentos).
Los óvulos se unen a la placenta por el funículo, por donde circula el haz vascular que nutre al óvulo y que se ramifica en la cálaza, ubicada en la base de la nucela. Generalmente se reconocen tres tipos de óvulos: el ortótropo u átropo, donde funículo, cálaza, nucela y micrópilo se encuentran en línea recta; el anátropo, en el cual el óvulo sufre una curvatura o giro de 180° y el funículo se suelda lateralmente al tegumento externo del óvulo, manteniendo la nucela recta; y el óvulo campilótropo que presenta la nucela curva, figura 2. Mientras los óvulos anátropos son los más frecuentes entre la mayoría de las familias de las angiospermas y los campilótropos se encuentran en importantes familias como las leguminosas papilionoideas y crucíferas o brasicáceas; los óvulos ortótropos sólo ocurren en unas pocas familias de angiospermas como las juglandáceas y poligonáceas y son comunes en las gimnospermas.
Luego de la fecundación y una vez completado el proceso de embriogénesis, los tegumentos del óvulo se transforman en episperma o cubierta seminal. El cuerpo del óvulo, formado por la nucela y el saco embrionario, es ocupado por el embrión y el tejido que almacena las sustancias de reserva (endosperma, perisperma o prótalo, según sea el origen de las mismas).
La semilla mantiene algunas características del óvulo del cual deriva. En los óvulos bitégmicos, generalmente la primina (tegumento externo) se transforma en la testa; la secundina (tegumento interno), en el tegmen. Sin embargo, las transformaciones pueden ser variadas y no siempre intervienen ambos tegumentos en la formación la cubierta seminal. En la mayoría de las leguminosas como la soja (Glycine max), sólo el tegumento externo se diferencia en las distintas capas celulares que forman la cubierta seminal.
En otros casos, los tegumentos se reducen y forman una cubierta seminal delgada como en el maní (Arachis hypogaea) y nogal (Juglans regia), o adquieren características especiales para favorecer la diseminación; por ejemplo en las semillas aladas de los pinos (Pinus spp.) o en las del quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco)
La semilla se separa del funículo por abscisión, dejando en la cubierta seminal una cicatriz denominada hilo, cuya forma puede variar desde circular a elíptica. Al mismo tiempo, pueden persistir restos de tejido funicular y formar un arilo seco o carnoso. El micrópilo, frecuentemente permanece visible como un poro circular, deltoide (D), epsiloide (Y), o como una simple hendidura lineal. Sin embargo, a veces no se advierte por estar obliterado e incluído en el hilo.
En las semillas que derivan de óvulos ortótropos el micrópilo y el hilo se observan en extremos opuestos, como por ejemplo en la semilla cerebroide del nogal (Juglans regia) o del pecan (Carya pecan); mientras que en las derivadas de óvulos anátropos o campilótropos, el hilo y el micrópilo se encuentran muy próximos. En las semillas provenientes de estos dos últimos tipos de óvulos, la parte del funículo que gira y se suelda al tegumento externo forma un reborde longitudinal que se denomina rafe, delimitado entre el hilo y la base del óvulo (cálaza) y entre ésta y el micrópilo se define el antirafe.
Ambas zonas son aproximadamente simétricas si derivan de un óvulo anátropo, como por ejemplo en los algarrobos (Prosopis spp.) y el timbó (Enterolobium contortisiliquum); mientras que si la semilla deriva de un óvulo campilótropo, la rafe es notablemente más corta como en los porotos (Phaseolus spp.), tréboles (Trifolium spp.), la soja (Glycine max) y arveja (Pisum sativum).
En síntesis, la semilla botánica se caracteriza por presentar una cubierta de protección, el episperma o cubierta seminal, derivada de los cambios experimentados por los tegumentos del óvulo durante la formación de la semilla; el embrión, resultado del proceso de embriogénesis y el endosperma, presente en mayor o menor proporción, que es el tejido nutricio originado por endospermogénesis a partir del núcleo endospérmico.
Por otro lado, cuando las sustancias de reserva provienen de la nucela, el tejido nutricio es el perisperma. En las gimnospermas el tejido reservante es el prótalo, formado por sucesivas divisiones mitóticas de la megáspora antes de la fecundación. Consecuentemente, en las semillas de las angiospermas, la cubierta seminal representa la generación de la planta madre, mientras que el embrión y el endosperma constituyen una nueva generación. Cuando las sustancias de reserva derivan de la nucela, el perisperma también forma parte de la generación de la planta madre; al igual que la cubierta seminal y el prótalo en las gimnospermas.
En el fruto-semilla de las gramíneas (poáceas), por fuera del episperma y soldado a éste, se encuentra el pericarpo, como en los trigos (Triticum spp.) y el maíz (Zea mays). En las avenas (Avena spp.), el cariópsis va acompañado de las brácteas (lema y pálea), que son piezas extra ováricas. En los aquenios de las asteráceas (compuestas) como en la lechuga (Lactuca sativa) y el girasol (Helianthus annuus), por fuera de la semilla botánica se encuentra, además del pericarpo, el clamidocarpo (hipanto que rodea al ovario cuando éste es ínfero). Las características morfológicas de todas las semillas "en sentido amplio", permiten identificar las semillas de distintas especies.
Desde el punto de vista agronómico, resulta fundamental el conocimiento de las semillas de dos grandes familias o grupos taxonómicos: las leguminosas o fabáceas y las gramíneas o poáceas; importantes por en el número de especies involucradas en los distintos sistemas de producción agropecuaria. Las semillas de otros grupos, de valor agroalimenticio, como solanáceas (tomate, Lycopersicon esculentum; pimiento, Capsicum annuum), cucurbitáceas (calabazas, Cucurbita spp. o melón, Cucumis melo) entre otras, presentan en términos generales un patrón común a las anteriores con ligeras variantes.
CUBIERTA SEMINAL
La estructura de la cubierta seminal o episperma guarda una estrecha relación con las funciones que desempeña: protección, dispersión y absorción de agua. Es la primera defensa de la semilla contra las condiciones adversas del medio que la rodea, no sólo la proteje de las tensiones mecánicas y la invasión de organismos patógenos, sino también de las fluctuaciones de humedad y temperatura. Por esta razón, la integridad de la cubierta seminal juega un rol importante en la conservación de la calidad de la semilla.
Poco antes de alcanzar la madurez fisiológica, la semilla comienza a deshidratarse en la planta madre, primero a través de la cubierta seminal y en la etapa final continúa la deshidratación por el hilo. En general, las cubiertas seminales son secas y permeables al agua. A medida que la semilla madura en la planta madre es común que las capas celulares externas se transformen en esclereidas como en las leguminosas como por ejemplo en los tréboles (Trifolium spp., Melilotus spp.) y las vicias (Vicia spp.). En éstas especies, algunas semillas se vuelven impermeables, y se las conoce como semillas duras ya que para poder absorber agua durante la imbibición, necesitan de un tratamiento denominado escarificación, que remueve un sector de la cubierta seminal.
En pasturas naturales, la presencia de semillas duras constituye una "ventaja estratégica", ya que de esta forma, el suelo mantiene un banco natural de germoplasma. Bajo estas condiciones, las semillas se escarifican en forma natural, por acción microbiana o al ser arrastradas por el viento, agua o por el pasaje a través del tracto intestinal de los animales que las ingieren. Las semillas germinan en forma progresiva permitiendo una buena distribución y cobertura vegetal, determinando una mayor vida útil de la pradera. Sin embargo, un alto porcentaje de semillas duras se traduce en una desventaja cuando el productor tiene como objetivo la producción de forraje o semillas, que requieren de una germinación e implantación pareja y una maduración sincronizada.
La práctica más común cuando se siembran forrajeras tales como la alfalfa (Medicago sativa), vicias (Vicia spp.) o algunas especies de tréboles del género Trifolium es la escarificación física, que consiste en hacer girar las semillas en tambores con papel de lija. Otra alternativa es la escarificación química, tratando a las semillas con ácido sulfúrico. Una desventaja de estas prácticas, es que en el escarificado se puede dañar al embrión de modo tal que determine la pérdida de viabilidad de las semillas, con todas las implicancias económicas que derivan de esta situación.
En la actualidad, mediante selección, se ha logrado que muchas de estas especies con semillas duras hayan perdido esta cualidad y aseguren una germinación uniforme y rápida de los cultivos, resultando en una madurez pareja y sin problemas para su cosecha.La cubierta seminal puede ser lisa y brillante como en el yuyo colorado (Amaranthus quitensis), rugosa como en el chamico (Datura ferox), la calabacilla (Silene gallica) y la verdolaga (Portulaca oleracea) o presentar pelos epidérmicos como los del algodón (Gossypium hirsutum), que son la fuente del algodón comercia.
Algunas semillas como las de lino (Linum usitatissimmum) contienen sustancias muscilaginosas (higroscópicas) en la cubierta que favorecen la retención de agua durante el proceso de imbibición. Otras semillas presentan capas carnosas como en la granada (Punica granatum). Al mismo tiempo, pueden presentar pigmentos y además exhibir excrecencias secas o carnosas más o menos desarrolladas y comestibles, denominados arilos en sentido amplio y que resultan atractivos para los animales. Dichos arilos son restos del funículo que persisten en la superficie de la cubierta y cubren gran parte de la semilla como en la nuez moscada (Myristica fragans), la acacia negra (Acacia melanoxylon),o como en la semilla de ricino (Ricinus communis) que presenta un arilo micropilar denominado carúncula.
Es muy importante tener en cuenta que todas las características que se encuentran en las semillas y que favorecen su diseminación, lo son tanto para aquellas especies que nos interesa que se preserven, como para las que son consideradas malezas en los cultivos y que además pueden dispersar plagas y enfermedades. Por lo tanto se deben tener muy presentes para el control de las mismas. Además, su conocimiento permite al productor, la toma de decisiones respecto a la compra de una determinada calidad de semilla, como así también, una vez cosechada su propia semilla, evaluar el nivel de contaminación con otras de malezas, y al reconocerlas, planificar el sistema de limpieza más eficiente (elección del tipo de maquinaria que le permitirá eliminar aquellas semillas que contaminan a las de su cosecha). Inclusive puede evaluar y replantear el sistema de control de las malezas durante las distintas etapas de la producción para la campaña siguiente. Por ejemplo, una práctica común entre los productores de semillas de alfalfa (Medicago sativa), cuando detectan algún lote contaminado con semillas de cuscuta (Cuscuta spp.), es la limpieza del mismo. Esta práctica postcosecha, consiste en hacer pasar el lote contaminado por polvo de hierro, que se adhiere a la cubierta seminal rugosa de la cuscuta, y que posteriormente al pasar por un electroimán queda retenida por el mismo, dejando limpio el lote.Si analizamos cualquier semilla del grupo de las leguminosas (alfalfa, Medicago sativa; soja, Glycine max) veremos que responden a un patrón común.
En vista externa podremos distinguir, enmarcado por un halo o corona, una cicatriz más o menos elíptica, el hilo y la lengüeta hilar (arilo seco), que corresponden al funículo del óvulo que durante el desarrollo de la semilla lo mantenía unido a la placenta del ovario. El surco hilar divide al hilo en toda su longitud. Como las especies de este grupo generamentel derivan de óvulos campilótropos o anátropos, muy próximo al hilo o incluído en él se encuentra el micrópilo y comúnmente por sobre éste se distingue el lóbulo radicular. Opuesto a éste se encuentra la lente, que se distingue como una zona sobre elevada, a veces discolor. En recientes trabajos se ha establecido la importancia de la lente durante la imbibición de las semillas denominadas "duras", siendo éste el lugar por donde se produciría la entrada del agua a una velocidad "controlada" evitando daños en el embrión, que resultarían en un fracaso del establecimiento de las futuras plántulas. La función del hilo es la de mantener la humedad de la semilla más o menos constante una vez que ésta ha alcanzado su madurez. La apertura del surco hilar se produce cuando la humedad de la semilla es superior a la del aire que la rodea, permitiendo que se libere vapor de agua. Cuando la humedad relativa externa es superior a la de la semilla el surco se cierra.
SUSTANCIAS DE RESERVA
En las angiospermas, poco después de la fecundación, comienzan las divisiones mitóticas tanto del núcleo endospérmico (proceso de endospermogenésis), como del cigoto (embriogénesis). El crecimiento del embrión, en un principio, es más lento que el del endosperma, y ambos se desarrollan inicialmente a expensas del tejido nucelar, que cede sus reservas y cuyas células colapsadas, una vez madura la semilla, tapizan internamente la cubierta seminal.
El endosperma desempeña una función importante como intermediario, tanto en la nutrición del embrión durante su desarrollo y maduración, como también en el crecimiento de la plántula, en la germinación de aquellas semillas endospermadas. El endosperma ejerce un control hormonal en el crecimiento y diferenciación del embrión y en su ausencia el embrión generalmente aborta. Además, Durante mucho tiempo se creyó que el endosperma era un tejido muerto, sin embargo en la actualidad se sabe que en la mayoría de las familias está compuesto por células vivas, aunque en algunos casos se combinan células vivas y muertas como sería en el caso de las gramíneas y leguminosas. El endosperma no solo nutre al embrión durante los estados tempranos de su crecimiento y diferenciación (embriogénesis), sino que además puede restringir físicamente la emergencia de la radícula (germinación) como ocurre en caso del tomate (Lycopersicon esculentum) y la lechuga (Lactuca sativa).
Según su desarrollo se reconocen tres tipos de endosperma. El más primitivo y frecuente es el nuclear, en el que primero se suceden las divisiones del núcleo endospémico, y en una etapa final se produce la formación de las paredes celulares (citocinesis). El tipo celular deriva del anterior y a cada división le sigue la formación de la pared, presenta haustorios por diferenciación celular y es característico de familias más evolucionadas (gamopétalas) y con semillas pequeñas. El tipo helobial se da en algunas monocotiledóneas, se caracteriza porque en la primera división se forman dos células de distinto tamaño, una pequeña denominada basal, que se ubica hacia la cálaza y una célula micropilar, de mayor tamaño, que origina el endosperma central.
En la soja (Glycine max) el endosperma, que es de tipo nuclear, presenta 8 núcleos cuando el proembrión es bicelular. Posteriormente, el endosperma es consumido por el embrión en desarrollo y sólo permanecen una o dos capas de células en la semilla madura.
Según la localización y el origen de las sustancias de reservas, las semillas clasifican en:
ENDOSPERMADAS: El endosperma, como tejido reservante, ocupa un volumen importante en la semilla. Su dotación cromosómica (resultado de la fusión de los nucleos polares de la célula media y una gameta masculina) es triploide (3n). A su madurez, tiene una consistencia esponjosa y rodea al embrión. Son ejemplo entre las dicotiledóneas, el pimiento (Capsicum annuum), tomate (Lycopersicon esculentum), chamico (Datura ferox) y la mayoría de las monocotiledóneas como el trigo pan (Triticum aestivum), las avenas (Avena spp.) y la cebolla (Allium cepa).
EXENDOSPERMADAS*: Cuando las sustancias de reserva se acumulan en los cotiledones, el máximo desarrollo del embrión se produce a expensas del endosperma que es digerido y queda reducido a una fina capa de células parenquimáticas que rodean al embrión. Los cotiledones son muy voluminosos, y en ellos se encuentran acumuladas las reservas. Son ejemplo la mayoría de las leguminosas como el poroto (Phaseolus vulgaris), la arveja (Pisum sativum), incluso las asteráceas como el girasol (Helianthus annuus) o cucurbitáceas como el zapallo criollo (Cucurbita maxima).
PERISPERMADAS: Las resevas se acumulan en el perisperma, tejido que resulta de las numerosas mitosis que se producen en la nucela del óvulo, y por lo tanto su dotación cromosómica es diploide (2n). Son ejemplo de semillas perispermadas la acelga (Beta vulgaris var. cicla), pimienta (Piper nigrum), verdolaga (Portulaca oleracea) y morenita (Kochia scoparia).
PROTALADAS: Las sustancias de reserva se acumulan en el prótalo, que deriva de las numerosas divisiones mitóticas de la megáspora, por consiguiente es haploide (n) y que resulta en una estructura homóloga al saco embrionario de las angiospermas, siendo el caso típico de las gimnospermas (Pinus spp, Cedrus spp. etc.).
* En las semillas exendospermadas generalmente persisten restos de endosperma formado por un par de capas de células que contienen hemicelulosa como reserva de hidratos de carbono. La diferenciación entre los tipos de semilla endospermada y exendospermada no es absoluta. Debido a que hay una tendencia evolutiva de las espermatófitas hacia las semillas exendospermadas, la presencia de abundante endosperma que rodea a un pequeño embrión es considerado un carácter primitivo.
Como se mencionó anteriormente, las semillas de las leguminosas y los cariópsides de los cereales, constituyen una importante fuente de alimento cuyo valor radica en el almacenaje de hidratos de carbono, proteínas y lípidos que se depositan durante el desarrollo y maduración de la semilla. Las cantidades relativas en porcentaje promedio de diferentes especies se presentan en la siguiente tabla: PORCENTAJE DE HIDRATOS DE CARBONO, PROTEÍNAS Y LÍPIDOS ALMACENADOS EN SEMILLAS DE DISTINTAS ESPECIES
Clasificación de las semillas:
Semilla polinizada: La mayoría de las variedades de los catálogos son de tipo "convencional" o "estándar". No se ha realizado ninguna hibridación especial, por lo que generalmente es la más económica. Recuerde, que las nuevas variedades son más caras que las viejas.
Semilla híbrida F1: Variedad producida por un cruzamiento de dos progenitores de raza pura. Sus características principales son su mayor vigor y uniformidad en su altura, forma, etc. y por ello un híbrido F1 es, a menudo, una buena compra a pesar de su elevado precio. Presenta un inconveniente: todas las plantas tienden a madurar al mismo tiempo, lo cual es bueno para el profesional pero no para el aficionado.
Semilla capsulada: Semilla recubierta con arcilla u otro material para facilitar su manipulación. Es útil para semillas muy pequeñas ya que se pueden sembrar bastante espaciadas y disminuir así, o eliminar, la necesidad de aclareos. A menudo los resultados son decepcionantes ya que al suelo que rodea las semillas debe mantenérselo uniformemente húmedo (si se mantiene demasiado seco o demasiado húmedo, la germinación será escasa).
Semilla desinfectada: Semilla cubierta con un fungicida o con un fungicida – insecticida antes de que el horticultor lo empaquete.
Semilla empaquetada al vacio: Semilla envasada en bolsas al vacío. Estas semillas se conservan viables más tiempo que las empaquetadas según el método corriente.
Semilla germinada: Semilla germinada por el cultivador y enviada en bolsas impermeabilizadas. Esta semilla debe plantarse inmediatamente.
Semilla aprovechable: A menudo sobran algunas semillas después de la siembra. Casi todas las variedades pueden aprovecharse para el año siguiente.
Semilla de cosecha: Es una tentación aprovechar las semillas de las hortalizas que han formado vainas pero en la mayoría de los casos no es aconsejable. Los híbridos F1 producirán plantas menos vigorosas y pudiera ser que las coles sean el resultado de un cruzamiento y produzcan plantas sin ningún valor. Los guisantes, las judías y las cebollas son excepciones (muchos cultivadores de cebollas campeonas insisten en emplear sus propias semillas).
Evolución de la Semilla:
la primera semilla fósil data de finales del Devónico, hace unos 350 millones de años después de la aparición de las primeras plantas vasculares
tras la aparición de la semilla se hicieron dominantes los grupos portadores de ésta: coníferas, cícadas y ginkgos en la era Mesozoica
en la gimnospermas actuales la semilla se desarrolla a partir del primordio seminal tras la fecundación y desarrollo del embrión
los primordios seminales (macrósporas) están rodeados por un tegumento cerrado excepto por el micrópilo
el gametófito femenino se desarrolla dentro del tegumento
tras la fecundación el embrión se desarrolla dentro del tejido nutritivo del gametófito; el tegumento se endurece y se transforma en la cubierta seminal
Ventajas evolutivas de la aparición de la semilla: Incremento en la protección al gametófito femenino y al embrión, ya que se forman alejados del suelo (hábito arbóreo y arbustivo asociado a la aparición de la semilla). Se facilita la polinización y fecundación en el aire, no hay necesidad de agua superficial, dandole mayor dispersión favorecida de las semillas por las corrientes del aire o caída libre.
IMPORTANCIA DE LA SEMILLA:
La última revolución en la historia adaptativa de los vegetales culminó con la aparición de la semilla, hace aproximadamente unos 300 millones de años con el surgimiento de las primeras gimnospermas (plantas con semillas desnudas) y más recientemente entre unos 180 y 65 millones de años con las angiospermas (plantas con semillas contenidas en un fruto). Entre ambas conforman el grupo de plantas más importante y diversificado con alrededor de 215.520 especies, las espermatófitas o plantas con semillas. Se podría decir que muy poco ha cambiado desde entonces.
¿Cuál es la verdadera importancia de este hecho?
El haber logrado retener una planta en lo que podríamos denominar "hibernación" o más apropiadamente "vida latente". De este modo, las especies logran dispersarse de la planta madre, sortear períodos poco propicios para su establecimiento y reiniciar en un sitio seguro un nuevo ciclo de vida y perpetuarse. La semilla es de fundamental importancia para el hombre no sólo porque constituye el principal método de propagación de las plantas, sino porque también es importante fuente de alimento (Duffus & Slaughter,1980), de innumerables productos de aplicación medicinal y de materia prima para la industria textil, de pinturas y mas recientemente para la elaboración de combustibles ecológicos. Además, es esencial para la superviviencia de la humanidad, por cuanto almacena el más alto potencial genético que la ciencia pudiera llegar a desarrollar y es un elemento vital en la agricultura moderna (Douglas,1982).
¿Cómo podemos definir en forma adecuada el término semilla?
En términos generales, es el producto de una serie de procesos biológicos que comienzan con la floración y concluyen con la maduración del fruto. Desde el punto de vista botánico es el resultado de las diversas transformaciones que ocurren en el óvulo, luego de la fecundación y que a su madurez consiste en una estructura que contiene al embrión y las sustancias de reserva rodeadas por la cubierta seminal. Es, asimismo, la estructura típica de diseminación de las espermatófitas y en ella coexisten distintas generaciones. Por otro lado, los frutos indehiscentes, en los que las paredes del mismo (pericarpo) se encuentran adheridas o no a la cubierta seminal, como los cariópsides de las gramíneas como el trigo (Triticum aestivum) y el maíz (Zea mays), o los aquenios de las ciperáceas como el cebollín (Cyperus rotundus) y las cipselas de las asteráceas como el girasol (Helianthus annuus), por ser estructuras funcionalmente análogas a las verdaderas semillas, se los considera fruto-semilla. De igual modo, los propágulos como porciones de tallo, hojas o raíces, modificadas (estolones, rizomas, bulbos etc.) o no, que se utilizan en la reproducción asexual, en sentido amplio también se los denomina semilla. Además, con los últimos avances biotecnológicos se han obtenido para diferentes cultivos organismos genéticamente modificados, al incorporarles nuevas propiedades como resistencia a herbicidas, plagas y enfermedades, como así también semillas artificiales. Por lo tanto, desde un punto de vista agronómico y a la luz de estos nuevos desarrollos, es necesario replantear el concepto de semilla, figura 1.
La Semilla como Insumo y Producto de la Actividad Agropecuaria: La semilla una vez madura está sujeta a presiones selectivas de distinta naturaleza; por un lado debe ser exitosa en la dispersión, en el establecimiento en un ambiente apropiado y en sobrevivir en condiciones ambientales desfavorables: agua, luz, temperatura, presencia de patógenos, predadores y competidores. Además, tanto para las especies que constituyen pastizales naturales como para aquellas que son objeto de cultivo, la supervivencia de la semilla es fundamental para alcanzar una exitosa germinación, implantación y posterior crecimiento, que resulte en una mayor vida útil de la pastura, o en un buen rendimiento del cultivo. Por esta razón, es de capital importancia la función que cumplen los bancos de germoplasma en el almacenamiento de las semillas, para su preservación como fuente de material para su multiplicación, tanto para agricultores como mejoradores e industrias interesadas en el procesamiento y comercialización de las mismas.
Aproximadamente el 70% de los alimentos consumidos en el mundo son provistos directamente por semillas, principalmente de cereales, como el trigo pan (Triticum aestivum), maíz (Zea mays) y arroz (Oryza sativa), como esencial fuente de hidratos de carbono. En menor proporción, las semillas de leguminosas, como la soja (Glycine max), la arveja (Pisum sativum) y las distintas especies y variedades de porotos (Phaseolus spp.) son de particular importancia como fuente de proteínas. Ambos grupos cubren una amplia gama de requerimientos energéticos nutricionales básicos (carbohidratos, lípidos y proteínas) para el hombre.
Es así como surge la necesidad de una estrategia agrícola que resulte en un rápido aumento de las áreas de producción y de los rendimientos de los cultivos en la mayoría de los países. La práctica de una agricultura sustentable, basada en la obtención de beneficios mediante la utilización racional de los recursos naturales y la puesta en juego de nuevas tecnologías para una mejor aplicación de los insumos, puede ser la respuesta.
De este modo la disponibilidad de semillas de buena calidad, provenientes de variedades mejoradas, es el pilar del desarrollo tanto para las mejores tierras agrícolas como para aquellas áreas menos favorecidas, y es uno de los factores del éxito de dicha estrategia. Por lo tanto, queda en los científicos, técnicos y productores, entre otros, la responsabilidad de responder a este desafío que implica atender los requerimientos de un mundo que tendrá 2.700 millones más de habitantes, sin profundizar el deterioro del ambiente, preservándolo para las futuras generaciones.
La importancia de incorporar semillas a nuestra alimentación: Es hora que sepamos con seguridad el rol importante que puede cumplir en nuestro organismo el incorporar semillas a nuestra dieta diaria. Hoy día cada vez más los especialistas en nutrición se esmeran en destacar y recomendar la importancia de ellas en las dietas.Las semillas por sus propiedades energéticas son una opción nada despreciable si queremos lograr para nosotros una alimentación equilibrada. Una manera práctica de incorporarlas es consumiendo panes elaborados con ellas. Un ejemplo puede ser los panes de sésamo, de girasol, de lino etc. Nos dedicaremos a destacar algunas semillas mencionando sus cualidades. Podemos comenzar hablando sobre las semillas de sésamo.
¿Dónde se cultiva?
En lugares secos y cálidos y sus principales productores y exportadores son India, China y Sudán.
¿Cuáles son los elementos más importantes que contiene?
Aceites, proteínas y almidón, además cuenta con la presencia de distintos componentes entre ellos la sesamina y el sesamol que le proporciona propiedades antioxidantes al aceite que se logra de ellas. Esta semilla es pequeña y su sabor es muy suave. La podemos incorporar además del pan a cualquier comida sin alterar su sabor.
Semillas de lino: Tiene muchas propiedades y la podemos utilizar no solo como alimento sino también para tratar ciertas patologías. Es refrescante y diurética y también actúa en casos de inflamaciones internas. Con dos cucharaditas de semillas de lino y medio litro de agua hirviendo podemos preparar una infusión que nos ayudará en estos casos. Actúa como laxante, siendo de gran ayuda en los casos de estreñimiento. Para ello debemos poner una cucharada de semillas en un vaso de agua, junto con cuatro ciruelas secas, dejamos en remojo toda la noche y a la mañana siguiente consumimos en ayuna. Las semillas de lino tienen la propiedad de purificar, reparar y curar.
Conclusión
En el trabajo presentado anteriormente hemos llegado a la conclusión que los cinco reinos tiene una gran importancia porque podemos decir que el ser humano depende de estos reinos, un ejemplo claro es en el caso del reino plantae o reino de las plantas este reino se encarga de controlar el clima y podemos decir que es el principal reino que encontramos en nuestra vida.
Otro podría ser en el caso del reino de los hongos este reino tiene una gran importancia en las medicinas porque de los hongos se extraen varios medicamentos.
Pero estos reinos se están deteriorando debido a la mala administración que tiene el ser humano.
Podemos decir que varias especies del reino animal están en peligro de extinción al igual que el reino plantae este reino esta siendo seriamente deteriorada varias especies de plantas se están extinguiendo.
El problema del deterioro del los reinos seguirá creciendo si el hombre no toma conciencia de la destrucción que esta ocasionando a nuestro planeta.
EL HOMBRE ha ejercido una gran influencia sobre el equilibrio ecológico. Durante mucho tiempo vivió adaptado a la naturaleza de la cual dependía, al igual que el resto de los seres vivos, y de ella obtuvo los elementos necesarios para su supervivencia: frutos, raíces, tubérculos, caza y pesca. Las primeras alteraciones provocadas por el hombre al medio natural surgieron cuando descubre el fuego y pasa de ser un organismo errante a uno sedentario, practica la agricultura talando y quemando montes e inicia el pastoreo.
Todo ello provocó la destrucción de la vegetación y generó modificaciones en el clima. Durante la Edad Media se inició la utilización masiva de la madera, con lo cual continuó la tala de los bosques. Sin embargo, es a partir de la Revolución Industrial cuando se empieza a agravar el problema del uso indiscriminado de los recursos naturales, de la contaminación de la biosfera y de la destrucción de grandes extensiones de bosques.
Hoy día, en los albores del siglo XXI, y como consecuencia del aumento de la población mundial, de la distribución desigual de la misma, que se encuentra concentrada en las urbes y macrociudades, de la pobreza, de la industrialización y de la emisión a la biosfera de diversos residuos producto de las actividades cotidianas del hombre, los seres vivos estamos expuestos a numerosas sustancias físicas y químicas, que como hemos mencionado, pueden provocar severos cambios genéticos.
Algunos contaminantes no son biodegradados, y por tanto entran a la cadena alimenticia en un proceso de acumulación, el cual puede ilustrarse con ejemplos variados. Así, cuando los residuos que contienen restos radiactivos de vida media larga se descargan incidental o accidentalmente a medios acuáticos (lagos, ríos y mares), el fitoplancton fija parte de esa radiactividad. En este estado temprano de acumulación, la radiactividad ya representa un riesgo. La acumulación de material radiactivo en la cadena trófica continuará en moluscos, crustáceos y peces. Al final de este proceso de amplificación el riesgo genético será muy grande.
Este ejemplo puede aplicarse a numerosos contaminantes, como los pesticidas, los que además modifican algunos procesos comprendidos en la evolución, tales como la mutación, la recombinación, la selección y los mecanismos de aislamiento reproductivo de las poblaciones. La selección artificial puede tener consecuencias graves para las poblaciones naturales, ya que la destrucción de especies sensibles genera la proliferación de otras especies, en ocasiones no deseadas, lo que lleva a que el equilibrio natural se rompa.
La vigilancia y seguimiento de las poblaciones humanas suele hacerse para personas ocupacionalmente expuestas en diversas industrias. Sin embargo, aun en estos casos, los estudios epidemiológicos suelen ser muy complejos debido a varias razones, entre ellas las diferencias intrínsecas entre una industria y otra, la naturaleza misma de las genotoxinas, la exposición a mezclas complejas en las cuales algunos componentes reaccionan entre sí para producir una sustancia mutagénica, o bien a que las mezclas suelen contener sustancias muy tóxicas que enmascaran a otras menos tóxicas, pero altamente mutagénicas, y la dosis absorbida por cada trabajador que también es muy variable.
Podemos concluir, que con este trabajo descubrimos la importancia que tienen las plantas para la vida del ser humano y la variedad que hay de éstas en todo el planeta Tierra. Además conocimos los tipos de reproducción, sus ciclos vitales, sus características físicas y la descripción del medio donde necesitan vivir.
Las algas son una excelente fuente de fibra, minerales y fitonutrientes.預ueden consumirse sin peligro, aunque hay que tener cuidado con algunas variedades cuyos niveles de sal, yodo o metales pesados pueden ser perjudiciales. En general, las algas marinas pueden resultar un complemento muy útil para lograr una dieta variada. Pruébelas desmigajadas sobre arroz, patatas asadas y ensaladas, o añadidas a sopas, caldos, cocidos y guisos.
El ambiente adecuado influye en el cultivo de los hongos. Se puede concluir que al inyectar bacterias en el ambiente adecuado se crea hongos. Se puede deducir que hay gran variedad de hongos porque existe diferentes tipos de bacterias. Para preparar un excelente medio de cultivo de hongos se debe tener en cuenta que clase de hongos se desea para crear este medio de tal manera que sea el más adecuado
En cuanto a la determinación de bacterias coliformes fecales y totales, pueden estar presentes tanto en los alimentos como en los sistemas de agua potable, ya que estos microorganismos se pueden transmitir a través de las heces fecales. La mayoría de los enterococos, estreptococos y demás grupos o géneros microbianos son algunos patógenos y no patógenos, de estos se pueden preparar fermentaciones, que mediante un largo proceso, llegan a ser elaboradas en productos comestibles, garantizando al consumidor la mayor seguridad al consumir ese producto fermentado.
Bibliografía
García, Monses. Microbiología de los Alimentos. Pág. 144-148. y otros.
J.M. J.A.Y. Microbiología Moderna de los Alimentos Pág. 301-306 y otros.
Pacioni, Giovanni. Guía de hongos. Barcelona: Ediciones Grijalbo, 1982.
Guía completa de los hongos del mundo; incluye glosario.
Biblioteca de Consulta Microsoftncarta003. © 1993-2003. Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
Serafin Mazparrote, Biologia de 7, 8 grado y 2 año de diversificado. Editorial larense.
http://www.food.gov.uk/news/pressreleases/2004/jul/hijikipr.
http://www.eufic.org/article/es/artid/Las-algas-su-valor-nutritivo/
Autor:
Ana Candelaria Ortega Dugarte
fortunatoriccib[arroba]gmail.com
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION
LICEO NOCTURNO "TULIO FEBRES CORDERO".
MERIDA, ESTADO MERIDA.
NOMBRE: ADRIANNE M. BARBOU O.
MAYO, 2010.
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