Introducción
Se denomina tren a una serie de vagones o coches
conectados que generalmente circulan sobre carriles de riel
permanentes para el transporte de mercancías o pasajeros
de un lugar a otro. No obstante, también existen trenes de
carretera. El ferrocarril puede ir por rieles (trenes
convencionales), u otras vías destinadas y
diseñadas para la levitación magnética.
Pueden tener una o varias locomotoras, pudiendo estar acopladas
en cabeza o en configuración push pull (una en cabeza y
otra en cola) y vagones, o ser automotores en cuyo caso los
vagones (todos o algunos) son autopropulsados. Varía
entonces la manera de propulsión de los trenes,
principalmente según su utilización.
Puede quedar entonces la
clasificación de los trenes en dos categorías
generales: los impulsados por un motor y aquéllos de
impulso electromagnético, que aún se encuentra en
fase experimental. Aunque esta catalogación varía
según las circunstancias y la tecnología empleada
en la motorización del tren, ya que el tren ha pasado por
muchas facetas de avance en la historia mundial, como se
verá a continuación, e incluso ha tenido una gran
influencia en el desarrollo de muchas sociedades alrededor del
globo, su uso e importancia varía según la
época en que se sitúa el análisis. El tren
ha formado parte esencial de muchas naciones y presentado una
gran ventaja en cuestión de industrialización, en
comparación con países que se han visto sin este
factor de transporte incluido en su historia
A continuación les presentaremos
estos mecanismos de locomoción y que tipos de
energías influyen en el tropezó de este. Como
también la fuerza en acción.
Desarrollo
Posible
origen
Se trataba de aquel vehículo que
tenía su camino marcado por las rodadas sobre las que
circulaba. Los carros fueron excavando surcos paralelos en las
calles de Ur. Los
habitantes se dieron cuenta muy pronto de que estas rodadas,
cuando eran profundas, mantenían a los vehículos
guiados y no estropeaban, al circular, las casas junto a las que
pasaban, en las estrechas calles de las ciudades que regaban el
Tigris y el Éufrates. Más adelante se cubrieron las
calles polvorientas o enfangadas con losas, dejando,
deliberadamente, los surcos necesarios para que los carros
siguieran un camino fijo. No hay que olvidar que la carreta de
cuatro ruedas era entonces una invención reciente, y que
su eje trasero no era orientable. El ferrocarril fue producto de
la Revolución Industrial surgida en Inglaterra durante los
siglos XVIII y XIX.
Una locomotora a los que se le agregaron
vagones para el transporte humano y de carga, son
básicamente las partes en las que hasta la fecha
constituyen un ferrocarril. Las motos o trenes, han sido sujetos
de los avances tecnológicos y ejemplo de ello es el tren
bala del Japón.
El constructor de la primera locomotora 25
de julio de 1814, que derivaría más tarde en un
ferrocarril, fue George Stephenson.
El destino inicial de la locomotora, fue su
utilización en las minas carboníferas, en cuya
primera demostración se logró arrastrar una carga
de cuarenta toneladas, a una velocidad de seis kilómetros
por hora. En 1823, el Parlamento inglés aprobó el
acta que aseguraba a George Stephenson la titularidad de un
proyecto, cuya finalidad era unir los pueblos de Stockton y
Darlington, mediante una vía férrea.
Nota: las primeras locomotoras emplearon el
carbón (energía no renovable) como combustible para
el movimiento de estos. En el transcurso de este trabajo
notaremos los cambios de estos suministros de
energía.
Evidencia de
desarrollo
En varios tratados del siglo XVI hay
ilustraciones representando "aquellos ferrocarriles" y rieles de
madera. El más conocido es quizá De Re Metallica,
de Georgius Agrícola (Georg Bauer), publicado en 1556. El
dibujo de una de estas vías, en una mina de Alsacia, se
encuentra también en la Cosmographica Universalis (1550)
de Sebastían Münster. Es probable que antes de dichas
fechas, tales vías se usaran en las minas de Europa del
Este y del Tirol.
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