"Sin Drácula no
existiría El Misterio de Salem´s
Lot".
Stephen King.
En el siglo XIX un grupo de sabios planteó un
idioma universal creado sobre la base de las lenguas europeas
más extendidas. Este proyecto utópico llamado
"Esperanto" no resultó o no logró
concretarse. Hubiese sido un ideal y quizá, hoy, los
países estarían buscando la paz ante el lenguaje,
pues para nada es una mentira que las palabras engendran poder,
construyen mundos y en instantes destruyen esos mismos mundos.
Allí está el ejemplo de Latinoamérica que
maneja un idioma casi común y no ha logrado unirse en su
totalidad, es más, en los últimos días vemos
todo lo contrario, así Juanes intente con su voz unir
fronteras, las visiones un tanto egoísta de la voz
política no deja concretar ese ideal de unidad.
En este contexto mundial, este servidor observa al mundo
desde las sombras, así como nuestro amado Lestaf. Yo,
también al igual que Lestaf estuve dormido, en una tumba
de libros, aletargado y las miles de voces me han hecho de nuevo
despertar y mi sed de escribir me ha tomado desprevenido, y he
necesitado con urgencia exorcizar mis palabras.
I
Las últimas lecturas hechas me han causado
animadversión, el mito del vampiro cada vez es más
decadente en la narrativa Neogótica de estos
últimos años, días atrás hasta un
sobrino visnieto ha querido incursionar en el tema sin mucho
éxito, publicitario quizá, más no literario.
Y no hablemos de la saga Crepusculo, da más risa que
miedo. Despues de Salem´s Lot de King, sólo Anne
Rice ha creado un vampiro respetable en la narrativa. Y como dice
Stepheng King: "…en el mundo hay muchos libros. No puedo
perder el tiempo con los que están mal escritos". Pero a
veces uno cae en las trampas o tretas publicitarias, entre esos
textos he tomado con mucho recelo la novela de Jonh Marks, a la
que Autrey Niffenegger ha señalado como "extraña
pero auténtica". Más que extraña,
consideró, que este texto es distinto al contarnos el mito
del vampiro. De resto no veo en ella nada extraño.
Quizá extraño para un lector que no haya ahondado
el mito vampirico. Pero mi escrito no viene a destruir ni a Marks
ni a Niffenegger, respeto su visión y su lectura
particular del mito. Quiza escriba algo destructible contra
Crepusculo, pero saldrían infinidad de vampiros lectores
adolecentes para devorarme, como lo hicieron con el maestro King.
Mejor es contarles sobre John Marks y su libro.
A la par de esta lectura, en los últimos
días observe el filme "30 días de noche"
protagonizada por Josh Hartnett y Melissa Goerge. La
película esta contextualizada en un pueblo del
ártico, donde todos los años se da un
fenómeno único, el de que por 30 días no
aparece el sol en aquel lugar, cuestión que aprovechan un
vampiros lighs (véanle el vestuario, siempre impecables),
para llegar a este sitio y devorar a sus habitantes. Un filme de
acción pero el horror al que estamos acostumbrados no se
ve en esta pelicula, si es bien cierto hay escenas crudas y
violentas, ese aura vampirica no esta en la
película.
He señalado en escritos anteriores, que aparte de
Stephen King y "El misterio de Salem´s Lot", Horacio
Quiroga y "El almohadón de plumas" y Anne Rice y sus
"Crónicas vampiricas", no hay aporte nuevo al mito del
vampiro en el siglo XX, y Crepusculo se convierte en una
sátira o caricatura del mito, es tanto, que el
último libro lo deje por mitad, cuando Meyer plantea el
embarazo de Bella, un no-muerto engendrando vida desde la
sexualidad, discúlpenme lectores, pero a mí no
vende esa idea. La muerte no puede engendrar vida, algunos
señalaran el mito del Ave Fénix, pero allí
el cuento es otro.
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