No existe una cura para la diabetes mellitus. Por lo
tanto, el método de cuidar su salud para personas
afectadas por este desorden, es controlarlo: mantener los
niveles de glucosa en la sangre lo más cercanos
posibles los normales. Un buen control puede ayudar
enormemente a la prevención de complicaciones de la
diabetes relacionadas al corazón y el sistema
circulatorio, los ojos, riñones y nervios.
Un buen control de los niveles de azúcar es
posible mediante las siguientes normas básicas: una
dieta planificada, actividad física, toma correcta de
medicamentos, y chequeos frecuentes del nivel de
azúcar en la sangre.
La importancia de la educación sobre
diabetes:
A pesar de todos los avances en el tratamiento de la
diabetes, la educación del paciente sobre su propia
enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para el
control de la diabetes. La gente que sufre de diabetes, a
diferencia aquellos con muchos otros problemas
médicos, no puede simplemente tomarse unas pastillas o
insulina por la mañana, y olvidarse de su
condición el resto del día. Cualquier
diferencia en la dieta, el ejercicio, el nivel de
estrés, u otros factores puede afectar el nivel de
azúcar en la sangre. Por lo tanto, cuanto mejor se
conozcan los pacientes los efectos de estos factores, mejor
será el control que puedan ganar sobre su
condición.También es necesario que la gente sepa
qué puede hacer para prevenir o reducir el riesgo de
complicaciones de la diabetes. ¡Por ejemplo, se estima
que con un cuidado correcto de los pies, se podría
prescindir de un 75% de todas las amputaciones en personas
con diabetes!
Modos de prevención:
Hoy en día la diabetes se ha hecho muy
común, es por ello que debemos prevenir esta enfermedad.
Si bien la diabetes no se cura, podemos controlarla y
también prevenirla, como, llevando un estilo de vida sano,
comer más frutas y verduras, haciendo ejercicio
diariamente, disminuir el consumo de azucares, harinas,
etc.
Recomendaciones Importantes:
La prescripción que realiza el médico
es la meta a la que debe llegar el paciente, pero esa
meta debe alcanzarse de manera gradual y progresiva, a un
ritmo racional.Es posible que el paciente llegue a cumplir con la
prescripción solo tras cuatro a seis meses de ir
incrementando su actividad.Aconsejar al paciente que lleve consigo fluidos
rehidratantes.Emplear ropa adecuada para el clima que esté
haciendo, no salir con ropa gruesa y oscura si está
haciendo calor, siempre llevar medias secas y que no
tallen.El plan de ejercicio debe actualizarse
periódicamente de acuerdo a su estado clínico,
bajo prescripción médica.
Los médicos a la hora de prescribir los
fármacos suelen ser muy cuidadosos al especificar al
paciente la dosis, frecuencia, posibles efectos secundarios y los
beneficios esperados.
Ejercicio y
Diabetes
El papel beneficioso del ejercicio sobre la diabetes ha
sido reconocido desde hace muchos años. Posiblemente el
primer antecedente histórico lo determinan los
médicos hindúes que lo recomendaban a sus pacientes
diabéticos hace más de 2000 años.
Actualmente todos los diabetólogos sin excepción
recomiendan la práctica de deportes a sus pacientes,
porque son conscientes de que, junto con la dieta y la
medicación constituye un pilar fundamental en el
tratamiento.
El grado de actividad física de una persona es
responsable de importante variaciones en el consumo
calórico. La actividad física representa para todo
el mundo una contribución importante al equilibrio
psicológico. Para las personas diabéticas (siempre
que estén adecuadamente compensadas) representa un
elemento terapéutico de la misma importancia que la dieta
o la medicación.
Los pacientes diabéticos que se inyectan insulina
deben tomar precauciones cuando realizan ejercicios
físicos importantes. Reducir las dosis de insulina previa
o tomar suplementos hidrocarbonados, o ambas cosas, será
la solución que hay que adoptar, cuya intensidad
dependerá de la duración y la importancia del
ejercicio, además de otros factores como el grado de
entrenamiento o el estrés. Todos los deportes (incluidos
los profesionales) pueden ser realizados por los
diabéticos, aunque algunos específicos no se
aconsejan porque los riesgos son relativamente
elevados.
La actividad física regular es importante, mejora
de modo muy notable la sensibilidad de la insulina, por lo que en
determinados casos la diabetes del adulto con un buen
entrenamiento puede sustituir los hipoglucemiantes
orales.
Diabetes de tipo
I
La función del ejercicio regular y del
entrenamiento físico en la mejora del control
glicémico (regulación de los niveles de
azúcar en sangre) en personas de diabetes del tipo I
aunque no está definida claramente y es controvertida. La
característica distintiva que más diferencia a
ambos tipos de diabetes, es que las personas con diabetes del
tipo I tienen bajos niveles de insulina en sangre debido a la
incapacidad o a la reducida capacidad del páncreas para
producir insulina. Quienes tienen diabetes del tipo I son
propensos a la hipoglucemia durante e inmediatamente
después del ejercicio ya que su hígado no logra
liberar glucosa a un ritmo que pueda compensar al de su
utilización. Para estas personas, el ejercicio puede
conducir a oscilaciones excesivas de los niveles de glucosa en
sangre que son inaceptables para el tratamiento de la
enfermedad.
El grado de control glicémico durante el
ejercicio varía tremendamente de un individuo a otro con
diabetes de tipo I. En consecuencia, el ejercicio y los
entrenamientos con ejercicios pueden mejorar el control
glicémico en algunos pacientes, especialmente en aquellos
que son menos propensos a la hipoglucemia, pero no en
otros.
Aunque el control glicémico generalmente no
mejora en personas con diabetes del tipo I, hay otros muchos
beneficios para estos casos. Puesto que estas personas tienen un
riesgo 2 a 3 veces superior de sufrir enfermedades en las
arterias coronarias, el ejercicio puede ser importante para
ayudar a reducir este riesgo. El mismo argumento puede aplicarse
para reducir el riesgo de enfermedades cerebro vasculares y de
las arterias periféricas.
Las personas con diabetes del tipo I sin complicaciones,
no tienen que restringir su actividad física, suponiendo
que los niveles de azúcar en sangre se controlen
adecuadamente. Un cierto número de deportistas con
diabetes del tipo I se han entrenado y competido con
éxito.
Debe prestarse también especial atención a
los pies de las personas que padecen diabetes ya que es frecuente
que experimenten neuropatías periféricas (nervios
enfermos) con algunas pérdidas de sensación en los
pies. Las enfermedades vasculares periféricas son
también más frecuentes en personas con diabetes,
por lo que la circulación hacia las extremidades,
especialmente hacia los pies, con frecuencia se deteriora
significativamente. Debido a que los ejercicios en los que hay
que sostener el peso del propio cuerpo imponen una tensión
adicional sobre los pies, la adecuada selección del
calzado y un apropiado cuidado preventivo de los mismos son
importantes.
Para las personas diabéticas Tipo I
es aconsejable:
1- Comprobar el nivel de glucemia
antes/durante y después del ejercicio.2- Si nota signos de
hipoglucemia, parar y consumir inmediatamente un jugo de
frutas.3- Con valores menores a 70 mg/dl sería
imprescindible no comenzar la actividad física y comer
algo antes de empezar. Con valores entre 250-300 mg/dl no hacer
actividad.4- Lleve siempre unas golosinas por las dudas.5-
Disminuir la dosis de insulina el día del entrenamiento
por el incremento de la captación de nutrientes a nivel
muscular que el ejercicio induce6- La administración de
insulina es el principal factor de desregulación. La
caída de la glucosa en sangre es mayor si se entrena en el
pico de la aplicación (2 a 4 hs después de la
dosis), produciendo una hipoglucemia. Cada individuo necesita
conocer su propia respuesta al ejercicio mediante el control de
la glucosa sanguínea ya que el riesgo de hipoglucemia
durante el mismo varía de unos a otros.
Diabetes de tipo
II
El ejercicio desempeña una importante
función en el control glicémico en aquellas
personas que padecen diabetes del tipo II. La producción
de insulina no suele ser un problema en este grupo especialmente
durante las fases iniciales de la enfermedad por lo que la
principal preocupación en esta forma de diabetes es la
falta de respuesta de las células objetivo a la insulina
(resistencia a la insulina). Puesto que las células de
vuelven resistentes a la insulina la hormona no puede llevar a
cabo su función de facilitar el transporte de la glucosa a
través de la membrana celular. Se ha demostrado que la
contracción muscular tiene un efecto similar a la
insulina. La permeabilidad de la membrana a la glucosa aumenta
con la contracción muscular posiblemente debido a un
incremento en el número de transportadores de la glucosa
asociados con la membrana del plasma. Por lo tanto sesiones
agudas de ejercicio reducen la resistencia a la insulina y
aumentan la sensibilidad de ella. Esto reduce las necesidades de
insulina de las células, lo cual significa que las
personas que toman insulina deben reducir su dosificación.
Esta reducción en la resistencia a la insulina y el
incremento de la sensibilidad a la misma puede ser sobre todo una
respuesta a la sesión de ejercicio de cada individuo
más que el resultado de un cambio a largo plazo asociado
con el entrenamiento.
Esto es particularmente importante cuando una persona
con diabetes está contemplando un cambio en la
dosificación de insulina en la dieta o en los modelos de
ejercicio. Con frecuencia las personas necesitan reducir su
dosificación de insulina una vez que inician un programa
regular de ejercicio.
Para las personas diabéticas Tipo II es
aconsejable:
En la diabetes no insulino dependiente, el
ejercicio contribuye a:
1-Regular los niveles de glucosa
circulante, mejorando su control metabólico y disminuyendo
la posibilidad de complicaciones vasculares y
neurológicas.2-Disminuir las concentraciones de insulina,
mejorando la sensibilidad de los tejidos.3-Mantener y/o ayudar al
descenso de peso. Un 80% de los pacientes presentan un exceso de
peso, lo que contribuye a incrementar aún más la
resistencia periférica a la acción
insulínica. 4-Mejorar el perfil lipídico,
disminuyendo los niveles de triglicéridos y de colesterol.
5-Reducir la tensión arterial.6-Disminuir la frecuencia
cardiaca tanto en reposo como durante el ejercicio.7-Mejorar el
transporte de O2 y reducir la viscosidad
sanguínea.8-Aumentar la fuerza y la flexibilidad
muscular-articular9- Mejorar la calidad de vida.
Factores condicionantes y
prescripción de ejercicio en personas
diabéticas:
Del sujeto:
La edad y el momento biológico.
Los niveles iniciales de glucemia.
Los hábitos alimentarios.
La condición física.
Las condiciones previas (sedentario, activo o
deportista).El peso corporal.
Las complicaciones de la diabetes.
Las afecciones asociadas y la
medicación.
Del ejercicio:
Tipo.
Participación de la masa muscular
activa.Intensidad.
Duración.
Periodicidad.
La prescripción individual de la actividad
física requiere de una correcta evaluación del
sujeto con diabetes (estado clínico, cardiovascular y
condición atlética) y de sus de realización.
En caso de que no existan contraindicaciones absolutas
para la realización de ejercicios o deportes, se
adecuará la prescripción a las condiciones
físicas y a las posibilidades de ejecución de cada
diabético.
La actividad física debe tener un inicio
prudente, aumentar progresivamente su intensidad (según lo
determine la condición física) y debe planificarse
para que sea por un largo período.
Entre los diferentes ejercicios que se pueden realizar
se encuentran: caminar lentamente, caminar a buen paso, trotar,
correr,
La duración de cada sesión de ejercicios
es de al menos de 30 minutos donde se incluyen: calentamientos
así como la recuperación.
La frecuencia de los mismos es de 3 a 5 veces por
semana.
Conclusiones
El sexo que más se afecta es el femenino y la
edad 60 o másLogramos hacer un grupo lo más
homogéneo posible que aceptan la Diabetes con su
carácter de incurabilidad.Los que practican ejercicios regularmente
presentaron disminución en los requerimientos de
Insulina, terapia farmacológica sin perder el control
glicémico.
Bibliografía
Diabetes Mellitus. Dr. Figuerola y Colls. Editorial
Salvat. Año 1985.Ansiedad y sistemas
orgánicos. Maximiliano Ruiz.
Comunicaciones médicas S.A. Año
2001.Diabetes Mellitus. Dr. De Marco. Año
1993.Fisiología del esfuerzo y el deporte.
David L. Costill y Jack H. Willmore. Editorial Paidotribo.
Año 2000.Diabetes tipo II. Actualización. Dr. Arias
Pablo. Año 2002.
Autor:
Yenisleidy Mora Machado
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