El Capital de la Vida. Un valor por descubrir

EL
PRÓLOGO

La propuesta utópica descrita en
esta publicación descubre a los ojos de la sociedad un
valor económico que ha estado latente, sin la posibilidad
de manifestarse, en el transcurso de la historia. Es ahora cuando
se dan los requisitos necesarios para que se exprese.

Gracias a los avances tecnológicos,
florecen nuevas formas de comunicación y de desarrollo,
que transforman la concepción de los límites
preconcebidos del la organización de la sociedad
global.

Como elemento de discusión, en este
libro, se razona desde diferentes prismas, con rigor, con
preocupación y con humor, la posibilidad de incorporar al
paradigma actual un nuevo parámetro sistémico que
posibilite la transición hacia un mundo futuro plausible,
ajustado a razón, matemático, más
lógico y coherente, en sus justos términos:
humanos, filosóficos, económicos, políticos,
científicos, tecnológicos, culturales.

Un principio de "paraíso",
aquí en la tierra, facultado por la evolución del
pensamiento humano aplicado al desarrollo de la sociedad digital
global. En los tiempos actuales existen las condiciones de
posibilidad para plantear una auténtica alternativa
pacífica, basada en el conocimiento de la condición
humana y su precariedad ante el limite de la vida.

En estas páginas encontrarás
la descripción de un nuevo sistema que te planteará
serias dudas, por idealista, quizás desautorices su
contenido y sus formas. Seguramente loarás las buenas
intenciones, formularás buenos deseos, y aparecerá
una sonrisa en tus labios. Es lo que espero. Es el segundo paso
antes de aceptar la evidencia. Otros mundos son posibles si
existen las condiciones de posibilidad.

EL
SUEÑO

En este mundo avanzado y pobre del siglo
XXI, acabado de nacer, imagino despierto un valor soñado
con amor, transparente, metafórico, razonado. La vida en
mis sueños tiene valor capital de uso
electrónico.

En la globalidad que vivimos, la
solución política a la crisis
ético-financiera está consistiendo en intentar
refundar el capitalismo, endeudándonos irremisiblemente
para poder cubrir los costes de la crisis, en la confianza de
remontar el vuelo.

Si, el remedio suele estar en el dinero,
con él podemos construir una sociedad civilizada que mire
al futuro, pero también es la base del problema, por su
carácter limitado y limitador.

Facilita el intercambio y la vida, pero
puede ser imposible de ganar y se presta a la codicia humana, a
la avaricia y a la usura.

La manera en que el dinero corromper el
sistema hasta el punto de llegar a la fuerza de las armas, es la
menos deseable. La bomba atómica no es la solución
inteligente para los problemas comunes. ¡Qué
barbaridad!. Hay que transitar hacia un capitalismo más
humano. Soñemos conceptos que lo reinventen.

Ante la crisis mundial, la guerra no es
practicable entre potencias nucleares, sólo existe la
posibilidad de entendimiento, y felizmente se dan las condiciones
tecnológicas y de comunicación necesarias para dar
un paso adelante, inevitable, necesario, deseable, y decisivo, en
la historia de la evolución de las civilizaciones,
resultado de la aplicación de la teoría de la
razón.

Demos la posibilidad a la historia de
mostrarse mas humana, introduciendo en el sistema el valor de la
vida, tangible, material, como aval de riqueza que ayude al
propio sistema a cubrir sus deficiencias.

Formulemos una equivalencia de valor.
Descubramos el valor de la vida como una nueva riqueza material,
racional y justa; un saldo electrónico en tu tarjeta, para
inyectar en el sistema, de forma igualitaria, un flujo continuo
de capital, en su uso de compra de alimentos básicos,
limitado, por persona y día, al coste de la supervivencia
en cada país.

La igualdad en la equivalencia de valor de
ésta nueva riqueza hace posible la globalización de
éste concepto. Ya que, siendo todos iguales, humanos,
tenemos el mismo valor. El valor justo de la vida.

LA
DECONSTRUCCIÓN

"La deconstrucción (Jacques Derrida)
consiste fundamentalmente en mostrar cómo se ha construido
un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y
acumulaciones metafóricas, mostrando que lo claro y
evidente dista de serlo, puesto que los útiles de la
conciencia en que lo verdadero en-sí ha de darse, son
históricos, relativos y sometidos a las paradojas de las
figuras retóricas de la metáfora y la metonimia. El
discurso deconstructivo identifica la incapacidad de la
filosofía de establecer un piso estable".

Si los conceptos en el transcurso de la
historia se han construido por acumulaciones metafóricas,
pienso que puede ser una buena idea aprovechar este proceso de
construcción para crear un nuevo concepto a través
de la metáfora "el oro de la vida".