El período de las Guerras de
Independencia
que dio lugar a la creación de las naciones
latinoamericanas, está lleno de páginas memorables,
tales como Ayacucho, Carabobo, Junín o Boyacá.
Fueron grandes acciones que
cambiaron el rumbo de la historia y sirvieron para
traer la noción de libertad a las
emergentes Repúblicas del continente americano.
Existen otras fechas, no tan conocidas, pero no por ello
menos importantes. Ejemplo de ello es nuestro 12 de Febrero o
"Día de la Juventud".
Este día conmemoramos los venezolanos una de las acciones
militares más brillantes de la emancipación
americana. Una fecha para recordar la valentía y el coraje
de un grupo de
seminaristas y estudiantes de la Universidad de
Caracas, quienes no teniendo ningún conocimiento
militar, derrotaron en la población de La Victoria a un
batallón realista que les superaba tanto en experiencia
como en número. No imaginaban aquellos imberbes la
inmortal página que su gesta inolvidable habría de
escribir en los libros de la
historia venezolana. El inspirador de esta hazaña, vital
para detener la avanzada del ejército español,
fue José Félix Ribas.
Sin embargo, los méritos de este prócer de
juventudes no se limitan a aquella célebre batalla. Desde
muy joven, Ribas se apasiona por las ideas libertarias
provenientes de Europa, llegando
a ser uno de los organizadores del movimiento
independentista que condujo al 19 de abril de 1810. Más
aun, Ribas llegó a ser uno de los más cercanos
colaboradores del Libertador Simón Bolívar.
Sólo su temprana muerte,
producto de
una traición, pudo detener el impulso indoblegable de este
forjador de libertad.
Es importante mencionar que, José Félix
Ribas Herrera nació en Caracas el 19 de septiembre de
1775. Su familia era de
las más distinguidas en la Caracas Colonial, siendo
José Félix el menor de ellos. Recibió una
excelente educación, incluso
fue alumno del Seminario que
más tarde sería parte vital en la famosa batalla de
La Victoria. Sus padres fueron Marcos Ribas y Bethencourt y
Petronila Herrera Martínez. El 1 de febrero de 1796
contrajo matrimonio con
María Josefa Palacios, tía de Simón
Bolívar. Este hecho lo convirtió en tío
político del futuro libertador de cinco naciones.
Estudió en Caracas y en sus primeros años de vida
sintió inclinación por ser religioso de la orden de
los Franciscanos, pero pronto desistió de la idea y se
dedicó al negocio de la agricultura.
Poco tiempo
después, en 1808, se forma en Caracas un grupo de
valientes criollos convencidos de la idea de preparar un plan de
Independencia. Como militar de carrera, Ribas era un hombre
sospechoso para la corona española. Durante casi tres
años no recibe cargo correspondiente a sus méritos
y aptitudes. José Félix Ribas era, en efecto,
apasionado partidario de la revolución
y uno de los primeros en la prédica y en el ejemplo. El
movimiento, sin embargo, es descubierto y muchos de aquellos
jóvenes son apresados. En los interrogatorios, declaran
que iba a la cuadra de los Bolívar "a divertirse". Esa era
la excusa que debían dar a la férrea vigilancia de
las autoridades españolas los jóvenes pardos para
justificar aquellas reuniones nocturnas y sospechosas. Lo que
ocurría era que la sociedad
caraqueña se enteraba que las monarquías europeas
estaban en crisis y que
existían formas de
gobierno más justas e igualitarias. La
Revolución que derrocó a la monarquía francesa y proclamó la
Declaración de los Derechos del Hombre y del
Ciudadano (1789) y la Independencia de los Estados Unidos
(1777) fundamentan indudablemente los antecedentes de la Sociedad
Patriótica de Agricultura y Economía, fundada en Caracas en 1810. La
Junta decretó la libertad de comercio,
suprimió los derechos de exportación, eliminó el tributo
indígena y prohibió la introducción de esclavos, la cual estuvo
encabezada por Juan Germán Roscio, Miguel José
Sanz, Cristóbal de Mendoza, Fernando Peñalver y
José Ángel de Álamo. Al decir de uno de sus
miembros, la Sociedad era "alta montaña de la santa
demagogia"
El 19 de Abril de 1810, escogido ese día para la
movilización, "José Félix Ribas se
multiplicó por calles y cuarteles, animando en medio de la
muchedumbre incierta, venciendo resistencias
tímidas, pero embarazosas, esforzando a los
débiles, llenando los pechos de su osadía y
entusiasmo". Su actividad y reconocido patriotismo lo llevan al
Ayuntamiento. Al ser depuesto el General Emparan, fue miembro de
la Junta Suprema que se organizó para gobernar a Venezuela.
En octubre de ese año, como líder
de los pardos caraqueños, organizó una protesta
pública por el asesinato cometido en Quito
(Ecuador), el 2
de agosto de 1810, de 28 patriotas por parte de las autoridades
realistas. En esta segunda movilización importante del
año, Ribas conducía la masa de la casa del
Ayuntamiento a la plaza pública. La marcha la presiden
José Félix Ribas y sus hermanos. El Dr. Francisco
José Ribas tomó la palabra y a nombre del pueblo
exigió de los miembros del gobierno una
política
decisiva, la expulsión de los "españoles
equívocos" y medidas enérgicas de seguridad. La
Junta Suprema prometió en adelante más celo y
vigilancia para con los intereses públicos, y
ofreció acordar honores fúnebres a las
víctimas del trágico incidente. Ribas siguió
organizando a la gente, poseedor de un ascendiente sobre la
población, se convierte en uno de los primeros defensores
de la clase de
"pardos". En sus discursos
condenaba la indecisión del gobierno. Por esas razones, la
Junta Suprema decide expulsar de Venezuela con destino a Jamaica,
a los hermanos Ribas y a otros revolucionarios, por espacio de
cinco meses.
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