La realidad de nuestra sociedad: El machismo evidente y el que no a primera vista
La sociedad de
hoy en día es machista y desigual. Y eso es un hecho.
Desde entornos laborales hasta videos eróticos pasando por
la integración de la mujer en
el trabajo,
videojuegos,
la Iglesia y el
poder, la
religión,
el propio lenguaje en
sí, cine y series,
publicidad,
leyes de
igualdades de derechos y manifestaciones
feministas. ¿Todo para qué? Para dejar clarito que
la mujer es el
género
débil. Primero se le oprime, se le adjudican tareas
domésticas, se le niega la educación y el
acceso a la cultura, se la
restringe a la educación y crianza
de los niños y
después, al concienciarse el hombre, y
cuando digo "hombre", me
refiero no a un plural que engloba a toda la humidad, y dicho sea
de paso, que en sí es también machista, sino al
hombre en general, sí, el género dominante y macho
que conocemos, pues una vez reconocido su error dice sí,
es verdad, pobre mujer, hay que tratarla mejor, y en el vano
intento de ponerla al nivel del género masculino lo que
consigue es admitir abiertamente que es débil y hay que
protegerla y respetarla, pero el concepto es
equivocado. No hay que "subir la mujer al nivel del hombre", el
hombre también ha de bajar de nivel (y no hablo de
rebajarse), para que ambos se encuentren a la misma
altura.
Con esto quiero decir que no sólo mujeres puedan
desempeñar trabajos de hombres, sino que hombres
desempeñen también trabajos típicos de
mujeres. Pero estamos aún muy lejos de que esto se cumpla.
Sin ir más lejos, ahora es todo un logro que hombres sepan
cocinar por sí mismos, planchar y lavar su ropa sin la
presencia de una mujer en la casa claro. Aún es
difícil ver mujeres ejerciendo profesiones como bombera,
policía, jueza o política. La
mayoría son los hombres.
Porque la idea de lo que hoy en día se pretende
conseguir con la igualdad de
género incluye mucho supuesto apoyo a la mujer, que sin
embargo no hacen más que recalcar la evidente carencia de
seguridad y
autoestima de
la mujer, cosas como anuncios sobre la violencia de
género, el apoyo a la mujer maltratada mediante
números a los que pueda llamar cuando su marido le agreda,
asociaciones feministas para defender la igualdad de
género y los derechos humanos,
que en sí todo está muy bien, pero que como avance
hacia una sociedad con igualdad de género en realidad
tiene poco. No ha de salir de las mujeres, porque las mujeres ya
lo hacemos todo, han de ser los hombres los que aprendan a no ser
tan impulsivos, a respetar a las mujeres, pues hasta que los
hombres no se conciencien de la situación seguiremos
viviendo en una sociedad machista.
A esto hay que sumarle la muy violenta naturaleza del
hombre (y no, no hablo de la humanidad en general, sino de los
hombres en sí). Prácticamente todas las guerras han
sido originadas por hombres, la mayoría de asesinatos,
violaciones, torturas y demás atrocidades han sido
realizadas por hombres. En las corridas de toros son hombres los
que actúan, y hombres los que miran, lo mismo en los
encierros. En las peleas de perros y de
gallos son también hombres los que visualizan y fomentan
el espectáculo, mientras que las mujeres, hablando en
general, son las que luchan en contra de estas actividades. Y el
responsable en la gran mayoría de maltratos en matrimonio ya
sabemos quién es. Con esto quiero decir que la actitud
agresiva y violenta del género masculino es un factor que
ha influido durante siglos y milenios en la posición de la
mujer con respecto a este, y es un elemento aún presente
en la actualidad que ralentiza los procesos de
igualdad de género y es un obstáculo en la evolución de la sociedad en este
aspecto.
A lo largo de la historia podemos observar
con clara veracidad que de siempre en el poder han estado
hombres: reyes, papas, generales y un larguísimo etc.
Nunca se podrá leer en la historia sobre una mujer "papa"
o una "mama", porque total, a lo que hace referencia el nombre,
viene a ser lo mismo, sólo que el nombre de papa lo
tenemos más adjudicado a la máxima
representación de la Iglesia, que el término
"mama". Es como una forma machista de indicar que un "papa"
será siempre un hombre. Gracias a dios que el lenguaje
nos ha otorgado una versión femenina de "rey", que es
"reina", porque ya se ha dado la excepción de que reinara
en una monarquía no un hombre, sino una mujer,
además de que a la esposa del rey se le suele y
solía llamar reina aunque ésta únicamente se
dedicara a darle descendencia a la corona. Continuando con el
tema de la religión, ni falta hace decir que sea cual sea
la religión, es machista.
En todas las religiones el
dios es un hombre y queda muy claro. Si es una politeísta,
son hombres y pocas mujeres, las que sirven, como reflejo de la
sociedad, para procrear y "producir" más dioses.
Véase toda la teología griega sobre dioses y
diosas, en donde la mayoría de los dioses masculinos
representan el poder, la furia, la fuerza…
y las diosas la tentación y la obscenidad, para gozo del
dios masculino, por supuesto. Pero no hace falta rebuscar
profundamente para sacar a la luz evidencias
machistas, sólo con ver la versión de Adán y
Eva de la religión católica podemos ver que la
pecadora y la "mala" es la mujer, por comer la fruta prohibida.
En un capítulo de Los Simpson reflejan humor
sarcástico sobre este hecho, dándole la vuelta a la
tortilla, para mostrarnos no sólo lo equivocada que
está esa parte de la biblia, dejando de lado que es
evidente que no procedemos de dos individuos antecesores de toda
la humanidad, sino también una forma diferente de ver la
historia sin inculcar a la mujer como la pecadora y la causante
de todos los males, ejemplo de una excusa para servir de chiva
expiatoria, diérase el caso.
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