El árbol del conocimiento. Algunos aspectos sobre la obra de Francisco Varela y Humberto Maturana
- Breve reseña de los
autores de la obra - Autopoiesis
celular - Organizaciones
de los meta celulares y sus dominios
conductuales - Clausura
operacional del sistema nervioso - Dominios
lingüísticos y el lenguaje - Conclusiones
- Referencias
Introducción
La obra El árbol del conocimiento fue publicada por primera vez en
el año 1984 como una exposición
didáctica de sus autores Humberto Maturana
y Francisco Varela. La misma trata sobre la teoría
de la autopoiesis, que se refiere al auto construcción o auto regeneración de
los seres vivos. Esta importante teoría, apoyada en la
teoría cibernética de autores como Wiener, Ashby,
Von Fosters y otros. Conceptos como el de autopoiesis, clausura
operacional y acoplamiento estructural son aportaciones
originales de estos dos autores a la cibernética
moderna.
En su obra, los autores plantean un viaje a
través de la
organización del conocimiento desde la unidad de vida
mínima, al cual la denominaron unidad
autopoiética hasta llegar a la conciencia humana
y su influencia está enmarcada en una base
biológica que ha sido notable en campos como la teoría del
conocimiento, la biología
teórica y más recientemente la vida o inteligencia
artificial.
El presente trabajo de
investigación
documental se presenta como una monografía
que recoge los puntos más esenciales de la obra de estos
dos grandes autores. La misma está divida en cuatro
capítulos y cada uno de ellos abarca aspectos que
encierran los diez capítulos originales de la obra, las
conclusiones y referencias utilizadas para el desarrollo de
la misma.
Breve
reseña de los autores de la obra
Humberto Maturana es un biólogo y filósofo
chileno nacido el 14 de septiembre de 1928. Junto con Francisco
Varela desarrolló la noción de
autopoiesis, uno de los conceptos fundamentales de la
Teoría de
Sistemas, que alcanzaría una extensa aplicación
a través de las obras de Niklas
Luhmann.
Son considerados los fundadores de la doctrina del
constructivismo
radical, surge como una teoría epistemológica que
considera la actividad neuronal como un sistema
autorregulado y rechaza la tradicional teoría de la verdad
objetiva como forma de conocimiento, proponiendo la objetividad
entre paréntesis como una manera más
específica de explicar el aprendizaje de
los seres vivos.
Maturana es fundador y colaborador del Instituto
Matríztico de Santiago de Chile y Profesor del
Departamento de Biología de la Universidad de
Chile. Fue creador del campo de la comprensión
ontológica del fenómeno del conocer como
fenómeno biológico, que denominó
Biología del conocer, biología del amor.
Estudió medicina en
Chile y Biología en Inglaterra y
Estados
Unidos, doctorándose en Biología en la
universidad de Harvard. Premio nacional de las ciencias de
Santiago de Chile de 1994. Actualmente trabaja con el desarrollo
de la dinámica de la Matriz
biológica de la existencia humana.
CAPÍTULO 1
Autopoiesis
celular
Conocer el Conocer
El mundo en todo su esplendor es un completo bagaje de
elementos que conforman su esencia, así como el cuerpo de
acciones y
pensamientos de cada individuo que
de alguna u otra manera hacen percibir diversos factores
contemplados en la naturaleza
misma para darles vida a lo que puede o no conocer. El acto de
conocer es, según el Diccionario
Virtual de la Real Academia de la Lengua (DRAE,
2009), indagar por el ejercicio de las facultades intelectuales
la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas, para lograr
el entendimiento del saber y el sentir. Según Maturana y
Varela (1996), el conocer es una acción
efectiva y operacional dentro de lo que es el dominio de la
existencia del ser vivo. De allí, puede inferirse que el
conocer es la acción del que conoce, de quien realiza el
acto del conocimiento (sujeto cognoscente o ser pensante que
Maturana relaciona con la idea de la autopoiesis) para construir
nuevas escenas, dominios y saberes en el logro de las relaciones
de los elementos del entorno.
Es importante señalar que el
conocimiento lleva implícito la incertidumbre y el
azar, pues es necesario suspender toda posibilidad de que la
certidumbre aún está vigente cuando han surgido
nuevos modelos de
pensamientos y escuelas que van más allá de lo que
se creía, durante años. Los autores de la presente
obra afirman que "…toda experiencia cognoscitiva involucra
la que conoce de una manera personal,
enraizada en su estructura
biológica, donde toda experiencia de certidumbre es un
fenómeno individual ciego al acto cognoscitivo del
otro…" (p.12). De ello se deduce, que el ser humano
aún cree que las cosas se presentan de la manera como son
percibidas a simple vista y no hay otras maneras de ser sentidas,
tal cual un mundo creado por si mismo.
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