Alfred Binet: Cien años de la primera prueba de inteligencia

Introducción

En 1995 se cumplió un siglo de la
publicación, en la revista francesa de psicología
L"Année Psychologique, del artículo en el
que Binet y Henri, un psicólogo y un fisiólogo,
explicaban un plan de investigación para desarrollar una
prueba de inteligencia. En 2005 se cumplieron cien años de
haberse publicado en la misma revista otro artículo en el
que se describía en detalle una escala de inteligencia
para seleccionar niños escolarizados que tuvieran
algún déficit cognitivo, esto para brindarles una
educación acorde a sus capacidades. Binet y Simon, los
autores de la prueba, habían trabajado 5 años para
desarrollarla, a partir de lo ya investigado hasta ese momento
por Binet. La escala evaluaba niños entre 3 y 12
años, constaba de 10 subpruebas, con un número de
ítemes variable entre 3 y 8 por cada edad, además
se entregaba con una escala de edad, indicando para cada edad y
subprueba los ítemes que eran sobrepasados por la
mayoría de los niños.

Respecto al desarrollo de la escala Huey (1912)
escribe:

"En 1905, Binet y Simon publicaron en L`Année
psychologique una escala tentativa de algunos treinta tests
[(ítemes)] para la medición de la inteligencia,
estos tests fueron dispuestos en orden de dificultad comenzando
por los más simples tipos de adaptación mental. En
el L`Année, para 1908, Binet publicó una
escala nueva y mejorada que se ha convertido en motivo de
discusión a escala mundial. Los tests de esta escala,
cerca de cincuenta en número, habían sido
cuidadosamente aplicados a aproximadamente doscientos
niños normales de Paris [… de los estratos]
más pobres, también como a niños anormales.
Hay de tres a ocho tests por cada año desde los tres hasta
los trece inclusive, y a estos grupos de tests se les han
proveído normas para los niños de estas edades y
del correspondiente rango industrial y social. La escala
apareció casi simultáneamente con una ley que
asegura el establecimiento de clases especiales para niños
anormales en las escuelas de Francia. En un pequeño
volumen, Les Enfants Anormaux, Binet y Simon dan
directrices ilustrativas sobre el uso de la escala en la
selección de niños que tengan que ser ubicados en
clases especiales.

"En abril de 1911, estos autores publicaron una
revisión de la escala que incorporaba resultados de
aplicaciones adicionales hechos por ellos mismos y por otros.
Cinco tests fueron asignados a cada año, excepto para el
cuarto año. Un test era clasificado como normal para una
determinada edad cuando el 75 por ciento de los niños de
esa edad lo pasaban. [Después] del nivel de los 10
años, los tests … [se ubican en] los niveles de 12
años, 15 años y "adulto" ([el cual es] usado como
"mayor de 15 años").

"En el L"Année para 1911, Binet y Simon
presentaron esta escala revisada con una discusión extensa
de sus experimentos y de las críticas que habían
sido hechas a la escala, particularmente por experimentadores en
Bélgica, Inglaterra y América. Es digno observar
que este artículo fueron las últimas palabras del
profesor Binet sobre la escala, antes de su muerte […] en
octubre de 1911."

A pesar de que este instrumento es considerado la
primera escala de inteligencia, no es la primera prueba de
inteligencia en sentido estricto, antes, Francis Galton, un
inglés, había establecido la medición del
tiempo de reacción como un estimativo fisiológico
de la inteligencia (Weinberg, 1989, Skanes, 1984). Sarason y
Sarason (1993) afirman que hay evidencias que sugieren que ya en
el siglo 13 se realizaban en Europa pruebas para valorar el
estado mental de una persona, esto en el marco de audiencias para
determinar además su competencia legal; se evaluaba de la
persona la inteligencia, la memoria y la orientación,
haciéndose preguntas tales como en qué ciudad
estaba, cuantos días tenía una semana, cuantos
hijos tenía, el nombre de sus familiares y personas
cercanas, entre otras preguntas. Por otra parte, Cuvier, un
francés, a principios del siglo 19, intentó
establecer una escala de inteligencia relacionando la estructura
del cuerpo con la complejidad de funcionamiento de los
organismos, de esta comparación estableció una
escala por grados determinando que los simios tenían 30,
los negros 70, los europeos 80, las esculturas griegas de los
hombres 90 y las esculturas de los dioses 100 grados de
inteligencia correspondientemente (Stepan, 1982, citado por
Skanes, 1984). Pruebas con el mismo propósito se crearon
en el transcurso del mismo siglo (Boake, 2002).