(1) ABBAGNANO, Nicola,
Introducción al existencialismo, FCE, Primera
edición en español, México, 1955,
pág. 13.(2) XIRAU, Ramón,
Introducción a la historia de la
filosofía, "Los existencialismos". UNAM,
Undécima Edición, México. 1990,
págs. 382 – 410.
Pensadores
existencialistas
Desde luego en filosofía, tomada como conjunto de principios que se
establecen o suponen para explicar cierta clase de
hechos y que es un conjunto de reflexiones sobre los principios
del conocimiento,
pensamiento y
acción
humanos; podemos decir que el
conocimiento se incuba lentamente, un pensador aporta algo y
luego otro u otros lo completan. De esta manera aunque aún
la palabra existencialismo no hubiera sido
acuñada en su época: el ruso Fedor Dostoievski y
los alemanes Schopenhauer,
Max Stirner y Nietzsche eran
pensadores existencialistas, incluso Blaise Pascal
también lo era. Todos ellos precursores de este
pensamiento que inaugura con sus dudas como ya se escribió
en estas páginas de Sören Kierkegaard.
Hay como ya se dijo pensadores de esta
tendencia que son cristianos, agnósticos y ateos,
empezaré a escribir algo de la vida de estos pensadores.
El problema de la filosofía es que en ocasiones se escribe
con tanto rigor que se hace muy denso y pesado el acto de leer y
entender lo escrito. Hablaremos de tres pensadores, pero desde el
punto de vista humano de cada uno de ellos, el porqué
pensaron que la filosofía de la existencia era lo mejor
para entender el complicado pero apasionante transcurrir de la
vida o sea de la existencia humana.
Sören
Kierkegaard y Regine Olsen
O EL DON DE LA FE."Dime Amigo: ¿La
vida es triste o soy triste yo?Amado Nervo
Kierkegaard es un filósofo muy
importante en la filosofía actual, pues se considera como
el iniciador de la corriente filosófica conocida como
Existencialismo. Además influyó mucho en
el psicoanálisis de Segismundo Freud.
Se ha escrito y analizado por muchos
pensadores su trabajo, donde
destaca su oposición a Georg Wilhelm Frierich Hegel y a la
iglesia
luterana de Dinamarca de donde era originario y vivió toda
su vida.
Se puede comentar de Sören: Este
filósofo marco una profunda huella, puesto que al poner en
duda el pensamiento de Hegel, que se basaba fundamentalmente en
que la inteligencia
era un Don de Dios y de ahí partir en su filosofía.
Sören consideró que el hombre era
responsable directo de su vida, sin basarse en la Verdad
Absoluta. Dando inicio al movimiento
existencialista que vino después con José Ortega,
Karl Jasper, Jean Paul Sartre etc.
Pero el rescoldo cristiano que tenía producto de
la
educación luterana, nunca lo abandonó, por eso
se considera existencialista cristiano. Su vida fue corta,
muriendo a los 42 años, en ella los acontecimientos
externos son pocos y mucha su vida interior. Para quien la vida
fue, ante todo, interioridad, para quien la obra fue precisamente
la expresión de esta su propia vida intima. Kierkegaard
nació en Copenhague en el año de 1813, hijo menor
de padres maduros, su padre era rico, comerciante en telas y
vivían en un ambiente
sumamente religioso, en su casa se reunían semanalmente
teólogos y escritores de Dinamarca. Nació
enfermizo, era jorobado, y dado que tenía una buena
posición económica se dedico a estudios
universitarios, de teología y filosofía, se hizo
experto en Hegel y deseaba convertirse en Pastor Luterano,
escribía artículos en los periódicos de
Copenhague, y a la edad de treinta y cuatro años se
enamoró de Regine Olsen de diecisiete años, que era
una prima lejana, fue correspondido por ella e incluso llegaron a
comprometerse en matrimonio.
Él al referirse a ella dijo: "ligera como un
pájaro, atrevida como un pensamiento" Sin embargo algo
pasó en su interior. Y aquí yo quisiera referirme a
su aspecto humano, ¿Por qué un joven rico,
excelente intelectual, enamorado de una bella joven tiene un
quiebre en su vida? Hegel que había sido su ídolo,
deja de serlo y procede a criticarlo, lo mismo que a la iglesia
luterana. Algo misterioso fue la ruptura con Regine,
rompió él su compromiso matrimonial, sin embargo,
nunca se casó y Regine pasó a ser el amor
platónico de toda su vida, incluso al morir él, le
dejo todos sus bienes
incluyendo todos sus escritos. Regine fue la promotora de una
casa museo de Kierkegaard que hasta la fecha existe. El Don de la
Fe, es algo que Dios da, pienso que el que la tiene su vida es
plena y sin problemas,
vemos que personalidades como Santo Tomás, Santa Teresa de
Jesús, San Juan de la Cruz escribieron páginas
maravillosas, donde relatan con sencillez y profundidad, la
alegría y felicidad de encontrarse dentro del sendero que
los condujo a Dios. Pero hay otros que no la tienen y quieren
tenerla, hacen un esfuerzo sobrehumano para lograrlo. Me da la
impresión que Sören Kierkegaard no tenia fe y su
razón lo llevo al peor de los suplicios que es la duda.
Toda su obra habla de desesperación y de angustia (1). La
terrible angustia, de que después de la vida, lo que sigue
es la nada y trata de escribir con intensidad religiosa.
Por eso su obra no es nada fácil porque expresa, a veces
con una contradicción deseada y voluntaria, los diversos
meandros de una vida que, por ser vida, esta hecha de
contradicciones y de luchas internas. Él quería
creer, pero de una manera actual, no dogmática como
decía que lo hacia Hegel y la iglesia luterana,
decía que la filosofía de Hegel se alejaba de la
vida, Sören escribió: "Hegel era un profesor de
filosofía, pero no un pensador". Dentro de esa duda,
comprendió que en su relación con Regine: le
llevaba muchos años, estaba enfermo e iba a morir en poco
tiempo (como
así fue), sería una respetable viuda pero siempre
sola. No fue egoísta, que es lo que le admiro,
rompió con ella, para permitirle llevar una vida normal,
casada con Johan Frederik Shlegel, cuatro años mayor que
ella y que envejecieron juntos, con hijos y una vida familiar
estable. Cosa que no hubiera tenido con Sören. Regine
murió a la edad de ochenta y cuatro años y siempre
tuvo un recuerdo amable de Sören. La Fe es un Don Divino, y
muchos pensadores que no la tuvieron como Don Miguel de Unamuno,
existencialista seguidor de Kierkegaard, con una lucha interna
que lo desgarró, quiso creer y murió en la duda. No
solamente a él, sino muchos pensadores como fueron:
Heidegger,
Sartre y su compañera Simone de Beauvoir, que se
declaró oficialmente atea, tuvieron esa duda en Dios y en
una vida después de la muerte.
Todos ellos son pensadores importantes dentro de la
filosofía. Sin embargo esta duda siempre ha existido pues
ya Marco Aurelio emperador romano y filósofo estoico
decía: "Si hay Dios, todo está bien. Y si el mundo
es regido por el azar, procura no regirte por el azar a ti mismo"
Para algunos la FE, es un misterio, para otros es una
ilusión; aún hay otros que piensan que es locura y
otros tantos la consideran… fanatismo. Para el que
cree… Es poder de
Dios.
1. SÃ-REN, Kierkegaard,
El concepto de la angustia, Espasa Calpe Mexicana,
Decimoséptima reimpresión, México,
1998.
Sören Kierkegaard es indispensable
revisarlo pues se considera el iniciador de la filosofía
de la existencia, pero es conveniente revisar a dos escritores
existencialistas que nos pueden dar luz sobre el modo
de estructurar nuestra vida los que creemos que la
filosofía de la existencia nos da la verdad sobre nuestra
vida y lo que nos espera.
El respeto sobre la
manera de pensar de cada uno es muy importante, para los que son
creyentes les comentaré sobre Gabriel Marcel y para los
que son ateos, la figura de Jean Paul Sartre es
relevante:
Gabriel Marcel,
opción para existencialistas cristianos
Un pensador con una intensa vida interior,
llena de contradicciones, tal fue Gabriel Marcel (1889 – 1973),
hijo único de un culto diplomático francés,
agnóstico. Su madre de origen judío, pero su
familia era de
religión
protestante liberal, muere cuando el niño Gabriel
tenía cuatro años, es educado cariñosamente
mas de una manera sofocante por su abuela materna y su tía
materna que toma el lugar de la madre, incluso después se
casa con el padre de Gabriel.
Un niño que crece sin amigos pero
rodeado de cultura, ya
que su padre era aficionado al arte y le inculca
esta afición a su hijo, a los siete años escribe su
primera obra literaria y aprende a tocar el piano. Se recibe de
filósofo en la Sorbona. Por influencia de su padre es
ateo, pero vive en dos crisis
terribles para Francia, su
país, las dos guerras
mundiales. En la primera guerra
mundial percibe que el mundo está roto, la
vida parece no tener sentido y quiere tener una
explicación, un anhelo de trascender, un más
allá después de la muerte y por
influencia de amigos filósofos católicos (Du Bos y
Mauriac) se convierte al catolicismo.
Para Gabriel Marcel, la presencia en la
guerra, fue
una experiencia decisiva en su pensamiento filosófico,
porque le hizo sentir dolorosamente el drama de la existencia
humana. Esto es el argumento de sus dramas teatrales, donde tiene
mucho éxito
en Francia después de la segunda guerra mundial. Es un
filósofo de la existencia, aunque negaba ser
existencialista, él decía que seguía la
corriente personalista, aunque ésta no pretende ser un
sistema
filosófico, sino sólo una orientación
general que defiende al hombre.
Más allá de ser clasificado dentro del género
existencialista, Marcel es considerado como un filósofo
personalista en cuanto a que insistió en la
revalorización de la realidad personal de cada
hombre.
¿Qué fue lo que aportó
Gabriel Marcel a la filosofía?
Se puede de una manera breve decir que
él percibía como ya se dijo: un mundo roto, un
mundo en trance de crisis, que esta situación de ruptura
dentro del hombre moderno y de este mundo moderno sólo
puede afrontarse si vemos al mundo como misterio y no
como problema. Los problemas se resuelven con la razón, la
existencia del hombre en el mundo se da y eso es un
misterio.
Si se observa el cuerpo humano
como cuerpo se objetiviza, lo mismo sucede con el alma y pierden
su realidad íntima. Para Marcel la relación
cuerpo-alma era más que un simple objeto, que sería
un problema. Para él la relación cuerpo-alma es: si
se habla con propiedad el
misterio mismo de la encarnación en cuya esencia
sólo podemos entrar por un acto de fe.
Sin embargo él creía en que
la existencia era primera que la esencia, que es la gran
contradicción de los existencialistas que se ostentan como
cristianos. Sólo Sartre es congruente pues al no haber
Dios, el hombre existe primero y después se determina. Si
se cree en Dios, Él es el creador de la existencia del
hombre, o sea, la esencia es primero.
Gabriel Marcel quiere apoyarse en un Ser
trascendente, para que el hombre tome conciencia, ya
que le puede llevar a salvar al mundo en crisis y que le otorgue
la esperanza de su dignidad de
ser hombre, creado a imagen y
semejanza de Dios, y Marcel dice "¿Qué es el Ser?
Para responder, a esta pregunta comenzaremos definiendo: El
ser entendido desde la filosofía, es existencia, esencia,
lo que no se identifica con la nada y es apto para existir, es
decir, el Ser supremo, Dios".
En su libro El
misterio del ser, Gabriel Marcel piensa que la existencia de
Dios es un misterio y lo transcribo íntegro:
"Existir es participar y solamente
existo en cuanto participo en el misterio del ser. En el misterio
ontológico. Y el hombre, abierto al misterio, rodeado de
misterio, tiene abierto un sólo camino: el de la esperanza
que conduce a la fe. La participación en el misterio
ontológico es más claramente participación
en el misterio que es Dios. En el fondo de nuestra alma vive una
suerte de prueba de la existencia de Dios por la
aspiración que en ella encontramos hacia la divinidad. La
estructura
misteriosa y esperanzada de nuestra naturaleza
implica, por sí misma, la existencia de
Dios."
Gabriel Marcel enfocó su atención a la existencia del hombre, con su
angustia. Para salir del mundo roto como él decía,
era necesaria la
comunicación con los demás, buscaba a Dios
probablemente con la conciencia de no encontrarlo, por eso
decía que era un misterio, su pensamiento
filosófico era pues a lo concreto: a la
dinamicidad de la existencia, porque la existencia es lo que
cambia (a lo largo de la vida humana), lo que se altera del
nacimiento a la muerte, con lo que lo identifica con el existencialismo.
Fue mejor dramaturgo que filósofo,
gracias a sus obras teatrales su pensamiento se hizo popular. Sin
embargo los filósofos establecidos no lo tomaron muy en
serio, los existencialistas ateos dijeron que estaba equivocado y
también dijeron eso los filósofos católicos
como fue el caso del filósofo tomista español
Antonio Millán-Puelles (1921 -2005) que dijo en referencia
a la
moral:
"En el siglo XX podemos tomar como
ejemplo de relativismo moral a dos
autores: Jean Paul Sartre que era ateo, por lo que no tomaba en
cuenta el fin último (Dios) que perfecciona al hombre, por
lo que creía en un relativismo total (todo es relativo a
las circunstancias). Gabriel Marcel era católico,
ponía como misterio el fin último del hombre
(Dios), lo que lo hacía ser un relativista parcial, ya que
el fin último del hombre (Dios) no es un misterio sino una
realidad".
En resumen podemos decir de Gabriel Marcel
que fue un hombre bueno, que dijo su verdad y que se
refugió en la creencia de Dios para darle un sentido a su
existencia.
Bibliografía
MARCEL, Gabriel, Obras selectas 1,
"El misterio del ser", Biblioteca de
Autores Cristianos, Madrid,
2002.
MILLÁN-PUELLES, Antonio,
Ética y realismo, Capítulo II
"¿Qué significa «deber»", Ed.
Rialp,
Madrid, 1996.
Por último un pensador muy
controvertido es Jean Paul Sartre, fácil de leer en sus
novelas, pero
muy difícil en sus escritos filosóficos. Lo que
sigue a continuación es una breve semblanza sobre su
persona y su
manera de pensar.
Pensador
existencialista ateo
El encabezado lo pongo en singular, ya que
sólo escribiré sobre Sartre, un pensador original,
que considero al igual que Descartes como
uno de los filósofos franceses más importantes y
que más han influido en el pensamiento filosófico
actual.
Jean Paul Sartre, mejor escritor que
filósofo.
La primera mitad del siglo XX se
caracterizó por la crisis, dos guerras mundiales con su
cauda de destrucción y mortalidad, el desencanto que vino
después de la segunda guerra
mundial que tuvo su período más álgido
en la revuelta estudiantil del Mayo Francés del 68 y en el
resto del mundo, especialmente en México. En
el contexto inmediatamente posterior a la Segunda Guerra
Mundial en Europa, el
existencialismo debe afirmarse como una corriente
filosófico-política, y lo hace
oficialmente con la conferencia de
Jean-Paul Sartre: El existencialismo es un humanismo
(1).Jean-Paul que nació en Paris en 1905, murió en
la misma ciudad en 1980 y que en su funeral en el cementerio de
Montparnasse, acudieron a despedirlo más de 50,000
personas, representó al filósofo por excelencia en
la Francia de su época e influyó en el resto del
mundo occidental, la doctrina de la existencia gracias a
él se hizo y sigue siendo muy popular (con la
aclaración que cada vez es menos).¿En
filosofía qué fue lo que Sartre
aportó?Sartre escribe que en el ser humano:
"La existencia precede a la esencia",
contrariamente a lo que se había creído en la
filosofía precedente. ¿Qué quiere decir
esto? Sartre da un famoso ejemplo: "si un artesano quiere
realizar una obra, primero «la» piensa, la construye
en su cabeza: esa prefiguración será la esencia de
lo que se construirá, que luego tendrá existencia.
Pero nosotros, los seres humanos, no fuimos diseñados por
alguien, y no tenemos dentro de nosotros algo que nos haga
«malos por naturaleza», o «tendientes al
bien» —como diversas corrientes filosóficas y
políticas han creído, y siguen
sosteniendo—. «Nuestra esencia, aquello que nos
definirá, es lo que construiremos nosotros mismos mediante
nuestros actos», que son ineludibles: no actuar es un acto
en sí mismo, puesto que nuestra libertad no es
algo que pueda ser dejado de lado: ser es ser libres en
situación, ser es ser-para, ser como proyecto".En
otras palabras en la filosofía tradicional con la creencia
de un Ser Absoluto (Dios), Dios pensó y creo al hombre,
que es la esencia que precede a la existencia del hombre. Sartre
en su ateísmo, al eliminar a Dios, dice: que el hombre al
existir primero determinara su esencia después. La
conciencia del hombre o el para-si y el ser del hombre o
el en-si, están separados, el hombre al no tener
una autoridad superior que lo mande o lo determine, es
libre para actuar, está condenado a la libertad,
él será responsable de sus actos, esto es
subjetivo, cada acto individual se suma al de los otros y la
responsabilidad es de la especie humana que puede
convertirse en un infierno. El conflicto
entre la opresiva y destructiva conformidad espiritual que existe
en la sociedad (mala
fe) y un auténtico estado de existencia, se
convirtió en el tema central del trabajo de Sartre, un
tema desarrollado en su principal trabajo filosófico
El ser y la nada (2) (1944). En cuanto a la nada (que es
lo que le espera al hombre en su muerte), viene al mundo por el
pensamiento del hombre: "como el gusano a la manzana"
según sus propias palabras. Se diferenció de
Heidegger en que: para éste, el fin del futuro, la muerte,
es la última posibilidad de este ser posible que es el
hombre (un pensamiento nihilista, pesimista), Heidegger se
proyecta al futuro y, Sartre no tomó en cuanta la muerte
como posibilidad de vida, cuando la muerte llega (de fuera) no es
vida. Y para Sartre no es el futuro importante, sino, que es el
presente (un pensamiento optimista), vivir el presente con
responsabilidad ya que es lo único que se tiene. Desde
luego la exposición
anterior es muy resumida, pero nos da una idea del pensamiento de
Sartre. Hay que tomar en cuenta, que los hombres en general
pueden dividirse entre los que tienen fe, (que es un don) y los
que no la tienen. Los que tienen fe encuentran un gran consuelo
en sus vidas y un sentido de las mismas en sus creencias
religiosas, de cualquier religión. Pero, entre los que no
tienen fe y no creen en una Verdad Absoluta, que se pueden contar
por millones y que muchos de ellos por miedo al que
dirán o estar en contra con la establecido, esconden
que no creen en Dios y dicen que sí. Para esta multitud
tiene mucho sentido el pensamiento de Sartre y explica su
popularidad. A mi juicio Sartre fue mejor escritor que
filósofo, hay que leer su cuento el
muro y su novela la
náusea donde de una manera
fácil explica sus ideas, desde luego su producción literaria es muy extensa y
gracias a esta producción le adjudicaron el Premio Nobel
de Literatura,
pero lo rechazó y explicó en una carta a la
Academia Sueca que él tenía por regla declinar todo
reconocimiento o distinción, que los lazos entre el hombre
y la cultura debían desarrollarse directamente, sin pasar
por las instituciones.
Paradoja de Sartre: él quería ser reconocido como
filósofo por eso rechazo el premio, pero, fue admirado y
lo es todavía como literato.Un intelectual que se
decía revolucionario pero que siempre vivió como
burgués: paradojas de la vida.
Bibliografía:
1. SARTRE, Jean Paul, El
existencialismo es un humanismo, Ediciones Peña
Hermanos, México 1998.2. SARTRE, Jean Paul, El ser y
la nada, libro digital.
A manera de
resumen
Los actos de fe y espiritualidad arrancan
enormes emociones, se
comprueba lo anterior en las guerras de origen religioso que
siempre han existido, incluso en nuestra época actual
entre judíos
y musulmanes por
ejemplo.
La emoción religiosa no sólo
se da entre cristianos, sino también entre musulmanes: la
peregrinación a la Meca. Los judíos: en sus
festejos del Día del Perdón o Yom Kippur. Budistas
en sus celebraciones religiosas, etc. Todas estas manifestaciones
humanas surgen del mismo sustrato y nos recuerdan que todas las
culturas del mundo, a pesar de sus profundas diferencias, creen
en un Ser divino que da sentido al mundo y al universo y por
ende a la vida de cada individuo en
particular.
Yo no sé si existe Dios, pues no
tengo el don de la fe, como decía Blaise Pascal,
él, al igual que Santa Teresa de Jesús y el
místico San Juan de la Cruz, la tenían y estaban
inmersos en la creencia de Dios y esta creencia no la obtuvieron
por la razón, sino por la gracia de
Dios.
Me consta que hay indicios de la existencia
de Dios, el universo
mismo, pero desgraciadamente los indicios no proporcionan
certeza.
Reconozco que las diferentes religiones han
sido muy útiles para el progreso del hombre, gracias a
ellas se educa a los niños
en valores que
hacen posible la convivencia humana. En lo que soy
escéptico es en los esfuerzos que han hecho las religiones cristianas en
construir un Dios a imagen y semejanza del ser humano.
La tolerancia debe
ser un imperativo categórico en todos los hombres,
respetar la creencia de los demás y aceptarlos; así
tenemos dos posibilidades: el creyente que es feliz en sus ideas
y encuentra un sentido en su vida, sigue además las
normas y
dogmas de su iglesia; el que no es creyente o duda de la
existencia de un ser divino, sé que existen muchos que
navegan en la vida con una máscara de hipocresía,
dicen que son creyentes y esconden su verdadero pensar, por el
que dirán de la sociedad en que se desenvuelven y no ser
excluidos de la misma.
Sin entrar en controversias religiosas, de
quien tiene razón, procederé a decir que para los
que se consideran ateos o agnósticos, quien dio un sentido
a sus vidas y la manera de estructurarlas fue Jean Paul Sartre al
decir que si no hay un Dios, si existe un ser que es el hombre
que no es definido por nadie, por eso su existencia es primero,
el hombre surge en el mundo y después se define y
podrá hacerlo como el quiere. El hombre no es otra cosa
que lo que él se hace. Esto es subjetividad y puede ser un
motivo de crítica. Sin embargo el hombre es el
verdadero responsable de sí mismo y puede elegir a
voluntad el camino que dará a su existencia. Al igual que
los valores
que proclaman las religiones, hay valores
humanos que permiten y facilitan la convivencia humana y es
lo que debe hacer el hombre, saber que el hombre es un proyecto
que podrá vivir una vida plena aun sin creencias
religiosas. Alegría de iniciar una jornada más, en
una filosofía personalísima inmersa en la
filosofía de la existencia que cotidianamente lo lleve a
despreocuparse del día que ya se fue y de aquél
otro que aún no ha llegado.
El hombre debe vivir con tranquilidad,
recordar del pasado lo agradable, no mortificarse con
sentimientos de culpa, vivir el presente y prepararse con
responsabilidad para el futuro que pronto se convertirá en
su existencia presente.
Autor:
Héctor Gantenbein
Quintanar
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