- Concepto general de la
Gracia - Postulados teológicos
sobre la Gracia - La Gracia y
su alcance - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
La gracia no se fundamenta en méritos humanos. La
pregunta de por qué algunos la reciben y otros no,
permanece en el misterio. De nuevo esto parece injusto hasta que
nos damos cuenta de que Dios no debe nada a nadie.
Irónicamente, los intentos de resolver el misterio de la
gracia terminan en herejía.
Se encuentran dos posiciones a considerar: una es la
Gracia Común de DIOS donde él da a las personas
muchas bendiciones que no son parte de la salvación. Y es
común porque no está restringida a los creyentes ni
a los elegidos.
La otra, la gracia salvadora es un favor no merecido de
Dios. Es soberana y depende exclusivamente de la voluntad Divina.
La gracia es lo opuesto al mérito. Aunque Dios ofrece
misericordia a toda la humanidad, bajo la condición de
arrepentimiento, Su gracia es concedida a un grupo elegido.
La gracia es la sola causa de la salvación; por tanto,
esta no se basa en ninguna contribución humana.
Concepto general
de la Gracia
Veamos algunos conceptos:
Esta expresión "GRACIA" siempre estará
ligada a DIOS; es traducida comúnmente por gracia como
"hen" (hebreo) en el sentido predominante de favor, osea,
que no se basa en méritos o "charis"
(griego)[1] significaría
"alegría" en lo que respecta a la apreciación de
las cosas. Es decir, la Gracia, es aquello que sale de
un ser superior, en este caso DIOS, a otro inferior, el hombre, y
es completamente inmerecida, no provocada por la
disposición de la criatura.
En las Sagradas Escrituras se manifiesta como un
atributo de DIOS mismo. Siempre se podrá relacionar la
Gracia con un favor inmerecido de DIOS a todas sus criaturas;
aún aquellas que creen o no en él.
Se puede definir como el acto misericordioso de Dios por
el cual ofrece salvación y vida eterna a todos los
pecadores que ponen su fe en Cristo para ser salvos.
Podemos definir Gracia como un privilegio y por ende una
responsabilidad. Con otras palabras, tiene
significación particular de "Ofrenda".
Finalmente, la Gracia puede definirse como el amor de
DIOS gratis y sin precio, la
cual viene de su voluntad para bendición a
todos.
Postulados
teológicos sobre la Gracia
A. AGUSTIN
San Agustín fue un teólogo latino. Hijo de
un pagano y una cristiana. Nacido en Argelia 354 y fallecido en
430 en Hipona.
1. Pensamiento. Tiene un pensamiento y
es que el alma, perdida por el pecado, es salvada por la
Gracia Divina. De ahí su carácter espiritual
frente a la tendencia cosmológica de la
filosofía griega. La manera como Agustín miraba
al hombre era pesimista, de ahí que reforzó el
papel que juega la Gracia Divina por encima de la libertad
del hombre. Este problema es lo que generó más
controversia pues se enfoca con la cuestión de la
predestinación. Sus grandes temas tuvieron mucho
dominio en la teología cristiana. Agustín
dirigía sus polémicas contra los
pelagianos[2]los cuales negaban o limitaban la
Gracia de DIOS. Contra los pelagianistas, Agustín
abrió su lucha en el año 412.
Para tranquilizar a aquellos monjes sobre el verdadero
significado de su doctrina, Agustín compuso, en el 426
ó 427, el escrito de la Corrección y de la Gracia.
Ahora, Agustín señala que el hombre tiene
libre albedrío y que esto fue revelado por DIOS mediante
las Escrituras, dice que esto no serviría de nada (los
preceptos divinos) si el hombre no tiene la libertad para
cumplirlos y además agrega que se le dieron al hombre para
que no se excusara por ignorancia.
Para Agustín sin la gracia de DIOS nada puede
hacer el hombre, pero la victoria del hombre es don de DIOS quien
es el que le ayuda. El argumenta con apoyo en las Escrituras, que
si DIOS diera la gracia a los hombres por sus obras, no
sería gracia y señala que en ocasiones DIOS les
concede gracia a hombres que obraron mal. Cuando el hombre
comienza a tener méritos buenos, no debe
atribuírselos a sí mismo sino que deben ser
remitidos a DIOS. Agustín dice que la gracia es
absolutamente necesaria a fin de iniciar, continuar y completar
la salvación de un pecador. Los textos de Agustín
son claros y coherentes en relación con el problema de la
gracia[3]
Hay un problema que se plantea y es el de considerar,
como señala Agustín, que si el hombre necesita de
la gracia para dar el primer paso y para avanzar, entonces
¿en qué medida está en manos del hombre
creyente o no creyente la salvación o la
condenación? La gracia para Agustín es esa
asistencia especialísima de Dios que tiene un aspecto
doble: restauración y asistencia
continua[4]sin ella el hombre no puede ser libre,
ni salvarse, necesita la gracia divina para
avanzar.
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