La autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender a la diversidad
En estos tiempos en los que tanto se habla
de calidad en
la
educación no debemos perder de vista que, en una
sociedad
democrática y plural una enseñanza de calidad debe ser
sinónima de atender a los diferentes ritmos de estudio y
de aprendizaje de
los alumnos.Una de las estrategias que
puede contribuir a afrontar la diversidad de los discentes en el
aula es enseñarles a que evalúen su propio
aprendizaje. La autoevaluación puede y debe ser un
instrumento que facilite atender, respetar y valorar los
distintos ritmos de aprendizaje según las diferentes
características del alumno. Características
relativas, por ejemplo, a: capacidades, estilos de aprendizaje,
estrategias cognitivas, experiencias y conocimientos previos,
motivación, atención, ajuste emocional y social, etc.La
autoevaluación es la estrategia por
excelencia para educar en la responsabilidad y para aprender a valorar,
criticar y a reflexionar sobre el proceso de
enseñanza y aprendizaje individual realizado por el
discente (Calatayud, 2002; 1999). Principalmente de entre los
beneficios que presenta la realización de una
auténtica autoevaluación, destacan los
siguientes:a) Es uno de los medios para
que el alumno conozca y tome conciencia de
cual es su progreso individual en el proceso de enseñanza
y aprendizaje;b) Ayuda a los discentes a responsabilizarse de sus
actividades, a la vez que desarrollan la capacidad de
autogobierno;c)Es un factor básico de motivación
y refuerzo del aprendizaje;d) Es una estrategia que permite al
docente conocer cuál es la valoración que
éstos hacen del aprendizaje, de los contenidos que en el
aula se trabajan, de la metodología utilizada, etc.e)Es una
actividad de aprendizaje que ayuda a reflexionar individualmente
sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado;f)
Es una estrategia que puede sustituir a otras formas de evaluación. Para atender a la diversidad es
necesario utilizar diferentes instrumentos evaluativos para
tratar de valorar la progresión de las capacidades de cada
alumno. La autoevaluación puede ser una estrategia
más en ese proceso de valoración.g) Es una
actividad que ayuda a profundizar en un mayor autoconocimiento y
comprensión del proceso realizado yh) Es una estrategia
que posibilita la autonomia y autodirección del alumno.De
todas las razones anteriormente expuestas no cabe ninguna duda de
que la autoevaluación del discente puede y debe ser
utilizada como estrategia para afrontar la diversidad de
intereses, necesidades y ritmos de aprendizaje del
alumnado.
Algunas pautas de intervención
para afrontar la diversidad a través de la
autoevaluación
La
autoevaluación como hemos argumentado anteriormente es una
estrategia que ayuda al alumno a tomar conciencia de su progreso
de aprendizaje y, además, facilita al docente comprender
cual es el proceso de enseñanza y aprendizaje realizado
por el discente, en relación con las dificultades
acontecidas, los objetivos
conseguidos, etc. (Calatayud, 2007; 2004;2004a).A
continuación presentamos un listado de técnicas
que podemos utilizar para hacer realidad los procesos de
autoevaluación como estrategia de aprendizaje para atender
a la diversidad.
1. Bloc de autoevaluación: Se
trata de una actividad en la que el estudiante evidencia los
esfuerzos realizados, la valoración del trabajo
conseguido (¿qué sabia?, ¿cómo lo he
aprendido?, ¿qué se yo ahora?), en relación
a contenidos tanto del ámbito conceptual, procedimental y
actitudinal, cuáles han sido las mejores ideas, los logros
conseguidos en los distintos ámbitos de conocimiento.
2. Hoja de Plan Semanal
El objetivo de
esta actividad es motivar al alumno para que sea responsable de
sus acciones.
Él sabe que tiene una semana para realizar determinadas
actividades y el mismo ha de responder de su
realización.
3. Herramientas
de autorreflexión elaboradas por el profeso: Se trata
de actividades que el docente diseña con el objeto de
evaluar y comprender cómo el alumno va consiguiendo los
aprendizajes. Para ello se elaboran cuestionarios, listas de
control, escalas
de estimación, protocolos, etc.
para recoger las informaciones relevantes sobre el proceso de
enseñanza y aprendizaje realizado.4. El diario del
estudiante:. La reflexión sobre el diario permite
detectar problemas,
hacer explícitas las concepciones y posibilitar mejoras en
el proceso. Desde nuestro punto de vista, el diario es uno de los
instrumentos más útiles para llegar al
conocimiento, análisis, comprensión y
valoración del proceso de enseñanza y aprendizaje
que realiza el estudiante, así como también para
conocer y respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno de
ellos.
5. El portafolio, instrumento para la
evaluación formativa del estudiante: El portafolio es
una colección de trabajos, actividades, etc. que el alumno
ha realizado durante un curso. Pero quizás, lo más
importante de esta selección
de actividades radique en que éste ha de estar compuesto
por aquellas actividades que han permitido al discente tanto la
posibilidad de valorarse más a si mismos, como de sentirse
más seguros de
sí mismos. Indudablemente, esta forma de practicar la
evaluación brinda la oportunidad de conocer cómo
piensa cada uno de los estudiantes y cómo es su proceso de
razonamiento. Así como también, recoge información no sólo de los productos
sino, sobre todo, de los procesos de enseñanza y
aprendizaje. Por lo tanto, facilita que todas las actividades de
enseñanza y aprendizaje que realiza el alumnado a lo largo
del curso se vayan organizando de manera coherente y constituyan
piezas ordenadas en su papel de construcción de los contenidos de la
asignatura. Y es, sin lugar a dudas, una de las estrategias
mejores de conocimiento de los diferentes ritmos de estudio
según las características de los
alumnos.
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