- Roedores
domésticos - Morfología
- Desarrollo de los
sentidos - Observación
de roedores - Características
de Roedores Domésticos - Control
- Conclusión
y recomendación - Bibliografía
Clasificación
Los llamados roedores conforman el Orden
Rodentia grupo de
mamíferos euterios o placentarios
(provistos de placenta), caracterizados por tener cuatro
incisivos, uno a cado lado de cada mandíbula, en forma de
cincel, sin raíces, con crecimiento continuo y con el
esmalte mucho más delgado por detrás; la
mandíbula inferior posee una modificación en su
articulación que le permite realizar el movimiento
antero posterior con lo que se le facilita la acción
de roer. Faltan los caninos, que dejan un diastema o espacio sin
dientes entre los incisivos y los premolares o molares;
éstos son muy parecidos y están dotados de crestas
y repliegues de esmalte. Poseen unas bolsas en las mejillas,
donde acumulan el alimento que recogen rápidamente, yendo
de un lado a otro.
Los roedores son
pequeños en sentido general, aunque los hay, como el
capibara de América
del Sur, de hasta 1,25 metros de longitud; su forma es muy
variable, poseen sentidos muy agudos y son plantígrados
casi siempre con 4 ó 5 dedos provistos de uñas. La
gran mayoría son oriundos de América del Sur, donde
se desarrollaron en el Oligoceno, hace entre 33.7 y 23.8 millones
de años
Foto de capibara (comiendo)(
Hydrochoerus hydrochaeris
Su distribución actual abarca todos los
continentes y muchas islas, desde el nivel del mar hasta casi los
6.000 metros de altura, y desde los desiertos más
áridos hasta la selva tropical y algunos como los castores
frecuentan los ríos y arroyos.
Rápidos o lentos, los hay corredores, saltadores, hipogeos
(subterráneos) y arborícolas; muchos
forman grupos migrantes,
como los lemingos, o moran en extensas y complicadas ciudades
subterráneas, como los perrillos de las praderas
(Cynomys).
Constituyen el 40% de las especies de mamíferos,
pero aún es más sorprendente el número de
individuos que las forman, debido a su excepcional prolificidad,
que junto con su rapidez y sus modos de ocultación,
constituyen la defensa de estos animales frente a
sus predadores naturales. Este número, que en
circunstancias favorables se torna inmenso, constituye una grave
amenaza para los seres humanos, pues los roedores destruyen sus
obras, devoran sus alimentos e
incluso transmiten gérmenes patógenos.
Se distribuyen en tres
subórdenes; los esciuromorfos, a los que pertenecen las
ardillas; los miomorfos, como a los ratones y ratas; y los
histricomorfos, grupo que abarca al puerco espín. En
sentido general, los roedores abarcan 36 familias, 389
géneros con 1,711 especies.
De entre todos los roedores son las ratas y ratones
pertenecientes a la familia de
los Muridos, los que más afectan al hombre, con
quien intractuan en su diario vivir.
Puerco espin africano Hystrix
cristata
Puerco espin americano
Erithizon
dorsatum
Roedores
domésticos
`De la gran cantidad de roedores que la
Naturaleza
soporta, son las ratas y los ratones los que han adaptado su
existencia a la vida del hombre. En este sentido, los encontramos
tras toda la cadena
alimenticia del ser humano desde los campos de producción, hasta los vertederos de
basura,
atacando almacenes,
mercados,
industrias,
restaurantes, viviendas, cocinas, etc.
Las ratas y ratones representan un peligro
para el hombre, no
solo por los daños materiales que
ocasionan, sino por las peligrosas enfermedades que transmiten:
peste bubónica o septicémica (transmitidas por
pulgas), Leptospirosis, Salmonelosis, Tifus Murino, Triquinosis,
Rabia, Brucelosis, Listeriosis, Encefalitis, etc. Transmiten
más de 30 enfermedades que llegan a través de sus
mordeduras, orina, pelos, heces, así como por las pulgas
que los parasitan.
Estos roedores poseen un metabolismo
elevadísimo, por lo tanto requieren consumir por cada
kilogramo de peso vivo, diez veces más comida que el
hombre, además de ser sumamente prolíficos. Se
estima que las ratas y ratones consumen el 20% de la
producción mundial de alimentos.
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