El proceso de cognición: Apuntes para una teoría del conocimiento
- El universo físico
compuesto por ondas de distintas
frecuencias - La mente como principio
activo del ser y a su vez, el cerebro como principio activo de
la mente. Ser-Mente-materia - La
red sicosomática como el continuo mente –
cuerpo - El
mundo externo y el interno interactúan para generar las
ideas - La
razón como instrumento para atacar o defender la
verdad - De
cómo se establece una igualdad entre mi mundo interno y
el mundo externo - Bibliografía
Postulado # 1:
El universo
físico compuesto por ondas de distintas
frecuencias
Estamos inmersos en un universo
físico con una estructura
material visible e invisible. Dicha estructura la pueden percibir
o no nuestros sentidos del cuerpo, esto es obvio, nos lo confirma
nuestra intuición. El universo
físico como tal, por su configuración
atómica y molecular tiene frecuencias vibratorias y de
acuerdo a la naturaleza de
sus componentes atómicos, éstos también,
tienen su longitud de onda respectiva. Todas las cosas materiales del
Universo están hechas de elementos simples enlazados
molecularmente unos a otros y como cada elemento de la tabla
periódica tiene su espectro de luz que lo
identifica como su huella dactilar, en el mundo cotidiano y para
efectos prácticos, las longitudes de onda que emiten
dichos elementos las denominaremos Cuántos de Información, Qí, que serían
las vibraciones que emite la materia a todo
el Universo para interactuar con el entorno (1). Los colores que
observamos en la Naturaleza, por ejemplo, son una propiedad
intrínseca de la luz blanca, pues ésta contiene en
su espectro a toda la gama de colores. Los objetos materiales en
sí mismos, no contienen ningún color en
especial, el que les vemos es el que refleja. En términos
de la Física, la
luz es el nombre que damos a la radiación
electromagnética que va del rojo, al violeta
detectable por el ojo humano. Nuestros sentidos
interactúan con la información
electromagnética que envía la materia, los humanos
poseemos unas terminaciones nerviosas especiales que son
sensibles a unas ciertas longitudes de onda. De ésta
manera, nos apropiamos del mundo externo.
Como hemos dicho; esas vibraciones tienen
su longitud de onda que corresponden a la naturaleza de cada
elemento simple, y por no tener ningún significado
conceptual, las llamaremos, también, Señales.
Postulado # 2:
La mente como
principio activo del ser y a su vez, el cerebro como principio
activo de la mente. Ser-Mente-materia
Dentro de éste entorno universal,
está el ser humano portador de una mente que es el
principio activo de su Ser, y que a su vez, ésta, se
manifiesta por medio de una estructura material que es su
sistema
neuronal, y particularmente, por su cerebro, el cual
en términos de la física, y como lo propone Danah
Zohar profesora de Oxford University, hace las veces de un
condensado Bose-Einstein coherente asociado a la conciencia o la
mente y también un sistema semejante a una computadora de
neuronas individuales, ambas interactuando para procesar todos
los fenómenos cuánticos del mundo interior, o de la
conciencia y así, alumbrar el mundo exterior. El aspecto
distintivo y crucial de los condensados B-E, es que las muchas
partes que van a constituir un sistema ordenado no sólo se
comportan como un total, sino que se convierten en un total, sus
identidades se funden o traslapan de manera tal que pierden por
completo su individualidad. Tal sincronía cuántica
a gran escala explica
las propiedades especiales de los Rayos Láser, los
superfluidos y superconductores encontrados en el tejido
biológico de las neuronas, donde los dípolos
cargados vibrantes dentro de las paredes celulares emiten
señales de frecuencia de microonda cuando vibran. Para
entender un poco, éstas desconocidas leyes del
pensamiento,
debemos recurrir a la Mecánica
Cuántica que nos describe, también, las
extrañas leyes que rigen la luz y la materia a escala
atómica. En ese mundo extraño una partícula
material puede estar en dos lugares al a vez; o dos
subpartículas atómicas correlacionarse
instaneamente separadas por millones de kilómetros, de
acuerdo a una elección previa y arbitraria del observador;
también, comportarse como partícula o como onda y
allí nada es cierto, todo se rige por probabilidades
matemáticas y también, por el
principio de incertidumbre de Wernner Heisenberg.
Esta analogía es brillante y
requiere de mucho espacio para su explicación, en tal
caso, véase el texto
señalado en la bibliografía; (2) tenemos,
entonces, por un lado el sistema neuronal humano que hace las
veces de una máquina biológica cuántica, y
por la otra parte, una mente dispuesta a recibir, procesar y
emitir las señales que envía la materia, que
haría las veces de un Software Cuántico,
pero con una propiedad única en la naturaleza: que es
capaz de auto corregirse y autodirigirse. Estas señales,
por lo visto, son de naturaleza cuántica y carecen de
significado.
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