- Introducción
- ¿Qué son las
micorrizas?
Simbiosis para formar las micorrizas
Beneficios de las micorrizas para las plantas
Benéfico de las micorrizas para el suelo
Aplicación de las micorrizas vesículo-asculates
(MVA) en la agricultura
Conclusiones
Bibliografía
Introducción
Uno de los microorganismos más estudiados y
empleados en la actualidad, es la Micorriza. Son
tantas las especies, cepas existentes, y tan diversas sus formas
de actuar en la planta y en el suelo, que
podemos asegurar que están presentes en casi todas las
especies vegetales y los suelos
agrícolas existentes en el Mundo (Guerrero.
1997).
El descubrimiento de las Micorrizas, abre
nuevos horizontes en el campo de la producción agrícola, la
reforestación, el cultivo de plantas
ornamentales, etc. Es por eso, que desde hace varias
décadas se han realizado muchas investigaciones
sobre este tema, en las que participan decenas de
personas.
En este sentido, el
conocimiento de la Micorriza a nivel teórico
y práctico de aplicación, ha avanzado
extraordinariamente en los últimos años y continua
haciéndolo, existiendo instituciones
de investigaciones y empresas
especializadas, que ya comercializan semillas, plantas y productos
sometidos a micorrización controlada.
En una sociedad en la
que cada día se tiene en cuenta más la
conservación del medio
ambiente, la introducción de manera controlada de esta
simbiosis contribuye a la conservación y establecimiento
de los sistemas
sostenibles, el control de
enfermedades de
las plantas, basada en el antagonismo entre organismos, y con el
menor uso de sustancias químicas. Siempre que nos
encontramos con esta relación vamos a obtener en la
mayoría de los casos, un mayor crecimiento de la planta,
así como una mejor predisposición de ésta
ante las distintas condiciones de estrés
producidas por el ecosistema
donde se siembra.
Aunque la simbiosis hongo – planta se encuentra
muy extendida en todo el ecosistema terrestre, ya que el 90-95%
de las plantas superiores se encuentran micorrizadas, la
degradación del planeta, el uso indiscriminado de
sustancias químicas por el hombre,
etc., han obligado a éste, crear nuevas alternativas de
actuación, dando paso a actividades de tipo sostenible.
Entre éstas, se encuentra la utilización de
inóculos microbianos micorrizícos (Malloch et
al., 1980).
¿Qué
son las micorrizas?
La palabra Micorriza, se formó a partir
del término griego MYKOS (hongo) y del vocablo
latín RHIZA (raíz).
La historia de las Micorrizas,
se remonta a unos 400 millones de años, especialmente al
período DEVÓNICO, a partir del cual lo hongos y plantas
evolucionaron hasta lo que son hoy en día.
El botánico alemán Albert Bernard Frank,
en el año 1885, creó el término
Micorriza, para designar la asociación que se
producía entre las hifas de algunos hongos del suelo, con
los órganos subterráneos de la gran mayoría de
las plantas superiores.
Muchos autores identifican a las Micorrizas como:
"la asociación simbiótica entre determinadas
especies de hongos del suelo y las raicillas (pequeñas
raíces), de diferentes especies de plantas". Es decir
que, se trata de la unión armónica e íntima,
de ayuda mutua y fraternal, entre un hongo y las raicillas de una
planta.
Esto implica, el establecimiento de una gran dependencia
entre hongo y raíz, de manera tal que el primero se
integra al sistema radical
formando parte del mismo, dependiendo su desarrollo de
la planta hospedera, la cual puede tener también un amplio
nivel de dependencia del hongo, formando un sistema compacto y
homogéneo. A esto se le llama, organismo dual
(Paul y Clark, 1989).
El hongo, coloniza la raicilla y llega a ser parte
integrante de ella, desarrollando un filamento micélico
(micelio o conducto extenso, compuesto por muchas hifas), que a
modo de sistema radical y altamente efectivo, ayuda a la planta a
adquirir diversidad de nutrientes y agua del
suelo. También el hongo, al extender el área
radical, facilita que la planta incremente su capacidad de
sostenerse físicamente en dicho suelo, mejorando su
resistencia y
adaptabilidad (Bolan y Fitter, 2005).
A cambio, el
hongo recibe hidratos de carbono
(azúcares, almidones, etc.), que necesita para su alimentación,
proveniente de la fotosíntesis de la planta. Así,
gracias a la actuación de la micorriza (hongo –
raíz), se ve favorecido el crecimiento y desarrollo tanto
de la planta como del hongo.
La mayoría de las plantas realizan esta simbiosis
con los hongos, para lo cual es necesario que las condiciones
medioambientales sean favorables a ambos. Como es lógico
las Micorrizas se formarán de preferencia en los suelos de
los bosques húmedos ricos en mantillo o materia
orgánica, donde existe fácil desarrollo para los
hongos.
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