Introducción
La cultura en
Venezuela
comenzó con la mezcla de dos elementos enteramente
distintos que se encuentran en el momento del descubrimiento: el
indio y el español.
El choque de estas dos culturas es el punto de partida de la
formación de Venezuela como pueblo y de su conciencia como
ente social, gracias al mestizaje.
Razón por la cual, el folklore en
Venezuela es uno de los más ricos y variados. Esas
cualidades se deben, sobre todo, a que este es un país
pluricultural formado por una mezcla de distintos elementos
étnicos, y cada uno de esos elementos ha dado su aporte a
la formación del folklore venezolano. No obstante, se le
da poco valor al hecho
folklórico, tanto a nivel nacional, como regional, es muy
poca la divulgación que ha tenido este tema en
venezuela.
En consecuencia, es imperante el
conocimiento de las manifestaciones folklóricas por
parte de los venezolanos en sus distintos significados, a fin de
rescatar los valores
culturales, ya que esto representa la memoria de
un pueblo, lo cual debe ser transmitido y defendido de
generación en generación, para no desvirtuar ese
legado tan importante que dejaron los antepasados y que se ha
enriquecido con el paso del tiempo.
Desarrollo
Son muchas y diversas las corrientes del Folklore en
Venezuela, por ejemplo las artes, la pintura, la
escultura, la poesía,
la música
, el vestuario, los instrumentos
musicales, quienes lo tocan, quienes lo cantan o escriben las
canciones venezolanas, los bailes, los juegos, la
cocina típica, en fin que todo está relacionado con
el folklore en nuestro país. Donde cada una de sus
manifestaciones tiene un significado estético, religioso y
social.
El significado estético lo constituye la creatividad
por parte de los habitantes de la región con sus
complicadas vestimentas, en las construcciones de las figuras
representativas, en las producciones artesanales con fines
utilitarios que adquieren funciones
distintas según la región donde se ubiquen,
existiendo una diversidad de técnicas
en el país tales como: cerámicas, tejidos,
cestería, productos
textiles, trabajos con madera, en
cuero,
etc.
El religioso forma parte de las creencias del pueblo, en
la manifestación de la fé, donde los participantes
manifiestan agradecimientos, hacen peticiones y pagan promesas,
tiene sus raíces en la catequesis que trajeron los
misioneros, pero que se ha ido transformando con la
inclusión de elementos propios de otras culturar
originarias y dan como resultado una fiesta novedosa irreverente
que caracteriza la religiosidad popular venezolana.
En lo social, se aprecia el sincretismo
característico de la sociedad
venezolana cuando se conjugan en las celebraciones la fé,
la superstición, la magia y la religión; que pese a
la poca importancia que el sistema
educativo concede a nuestra herencia cultural
y a la notable perdida de las raíces singulares de cada
nación,
la tradición popular esta viva y a través de las
representaciones el pueblo cumple promesas y reafirma su identidad
nacional.
En este sentido, se puede afirmar que no existe sociedad
sin fiesta, ceremonia y celebración. Desde siempre los
grupos humanos
se han apegado a los rituales para intentar comunicarse con sus
dioses y divinidades, ofrenden su veneración por la
naturaleza,
conmemoran hechos y personajes históricos que han sido
decisivos para la existencia del grupo social.
Así las manifestaciones folklóricas son ceremonias
que nacen espontáneamente en una comunidad y
luego se van ritualizando y reglamentando, estableciendo roles
que cumplen estrictamente los participantes.
Por lo cual, estos ritos constituyen uno de los
elementos culturales que resisten el paso de los tiempos, por su
capacidad de actualización con la incorporación de
nuevas formas de expresión que los mantiene siempre
vigentes.
Hacer folklore no es volver al pasado sino, por el
contrario, traer el pasado histórico, costumbrista, que
significa rescatar los valores
culturales del pueblo. Saber que contamos con un legado cultural
y artístico precolombino de diversas etnias
indígenas, con su arte rupestre,
cestería, alfarería y una rica tradición
oral (en especial en las regiones andinas, en las áreas
montañosas del litoral, las sabanas de Los Llanos y las
selvas amazónicas), se suma el extraordinario aporte
lingüístico, arquitectónico, de artes
decorativas, pintura, orfebrería y mobiliario de los
conquistadores y colonizadores españoles. Ello se
matizó con contribuciones significativas en música,
artes pictóricas y sentido de lo mágico de viejas
culturas africanas. También se enriqueció por otras
corrientes culturales de origen antillano y europeo en el siglo
XIX, en especial de procedencia francesa.
Tenemos así, la música llanera, la gaita,
el galerón oriental, el calizo, el folklore andino, el
golpe tuyero, la gaita oriental, el folklore larense, entre otros
que surgieron netamente por espontaneidad del pueblo, y no porque
a alguien se le ocurrió y la inventó, y si
así fuera se desconoce.
Página siguiente |