- Introducción al mundo
de la sexualidad humana - Historia del
sexo - Base psicológica del
sexo - El
orgasmo - La
masturbación - Variedad de
prácticas sexuales - Desviaciones sexuales
(Parafilias) - Orientaciones
sexuales - Los
riesgos de la sexualidad - Seguridad en las
relaciones sexuales - Aportaciones de Sigmund
Freud - Conclusiones
- Bibliografía
Introducción al mundo de la sexualidad
humana
La sexualidad
humana representa el conjunto de comportamientos que conciernen
la satisfacción de la necesidad y el deseo sexual. Al
igual que los otros primates, los seres humanos utilizan la
excitación sexual con fines reproductivos y para el
mantenimiento
de vínculos sociales, pero le agregan el goce y el placer
propio y el del otro. El sexo
también desarrolla facetas profundas de la afectividad y
la conciencia de
la
personalidad. En relación a esto, muchas culturas dan
un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como
ven en ello un método
para mejorar (o perder) la salud.
La complejidad de los comportamientos sexuales de los
humanos es producto de su
cultura, su
inteligencia y
de sus complejas sociedades, y
no están gobernados enteramente por los instintos, como
ocurre en casi todos los animales. Sin
embargo, el motor base del
comportamiento
sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y
expresión dependen de la cultura y de elecciones
personales; esto da lugar a una gama muy compleja de
comportamientos sexuales. En la especie humana, la mujer lleva
culturalmente el peso de la preservación de la
especie.
En la sexualidad humana pueden distinguirse aspectos
relacionados con la salud, el placer, legales, religiosos,
etcétera. El concepto de
sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce
inmediato y a la reproducción, como los diferentes aspectos
de la relación psicológica con el propio cuerpo
(sentirse hombre,
mujer o ambos a
la vez) y de las expectativas de rol social. En la vida
cotidiana, la sexualidad cumple un papel muy destacado ya que,
desde el punto de vista emotivo y de la relación entre las
personas, va mucho más allá de la finalidad
reproductiva y de las normas o
sanciones que estipula la sociedad.
Historia del
sexo
La sexualidad en la antigüedad se consideraba como
algo sucio, vergonzoso y digno de grupos de baja
calaña. La sociedad estaba muy cristianizada, y la lujuria
se considera pecado
capital, por
tanto el sexo sin intención de procrear estaba mal visto
socialmente. Las mujeres no podían disfrutar del sexo,
sólo los hombres disfrutaban de él, ya que si lo
hacían las mujeres se las discriminaba y se las acusaba de
viciosas.
En la actualidad, gracias al avance de la sociedad, que
ya no es tan católica, la sexualidad se ve como algo
placentero y divertido.
Las mujeres pueden disfrutar de él al igual que
los hombres gracias a la gran disminución del
machismo.
Base
psicológica del sexo
La relación entre el amor y el
sexo en nuestra sociedad es algo complicada. Tradicionalmente a
las mujeres se les enseña que el amor es un
requisito para el sexo, mientras que a los varones se les urge a
que adquieran experiencias sexuales con o sin amor
presente.
Actualmente y aún cuando el sexo prematrimonial
es cada vez más aceptado, las parejas requieren de
algún tipo de declaración de amor para poderse
sentir moralmente cómodos y mantener relaciones
sexuales.
Recordemos que existe el sexo casual y el sexo
relacional. Hay personas que no se quieren pero mantienen una
relación fuerte; hay parejas que se aman y tienen sexo
casual y no se preocupan en lo absoluto por la
comunicación interpersonal. El sexo en ambos casos
puede ser mecánico, impersonal y apresurado se quieran o
no ambas partes.
Algunas personas critican y se oponen al sexo impersonal
aun cuando haya sido consentido por ambas partes. Otras personas
disfrutan mucho más de una relación sexual personal e
íntima esperanzadas de que se convierta en
amor.
No hay ninguna garantía de que esto ocurra, y
muchas personas salen heridas, lastimadas y decepcionadas de
haberse ido a la cama buscando que el amor mágicamente
brotara. Es mejor que quien se lanza al sexo casual lo vea como
tal una experiencia placentera, si no se espera nada a cambio la
decepción será menor.
Pero definitivamente que si hay amor, aunque las cosas
no anden bien hay más protección contra el ser
usados sexualmente. Recordemos lo que he mencionado en
artículos recientes, el amor se preocupa por el otro y
respeta al otro de allí que involucrarse sexualmente
ocurre de manera natural. El sexo casual se presta a malos
entendidos e involucra un mayor riesgo de ser
usado por la otra persona, quien no
tomará en cuenta ni los sentimientos ni las necesidades de
quien cree se entregó por amor.
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