Indice
1.
Introducción
2.
Conclusión
Nelson Rolihlahla Mandela nació en un pueblo
cercano a Umtata en el Transkei el 18 de julio de 1918. Su padre
fue consejero principal del Jefe Supremo de Thembuland, quien a
la muerte de
Mandela padre pasó a ser tutor del joven y lo
entrenó para asumir el liderazgo. Sin
embargo, influido por los pleitos que se presentaban ante la
corte del Jefe, el joven Mandela decidió hacerse abogado.
Habiendo escuchado los relatos de los ancianos acerca del coraje
de los ancestros durante las guerras de
resistencia en
defensa de la patria, soñaba también con contribuir
a la lucha de liberación de su pueblo. Al concluir
la
educación primaria en una escuela local de
misioneros, Nelson Mandela fue a Healdtown, escuela
secundaria wesleyana de cierta reputación.
Matriculó entonces en el Colegio Universitario de Fort
Hare para obtener su título de Bachiller en Artes.
Allí fue electo miembro del Consejo de Representantes
Estudiantiles, pero fue expulsado en 1940 junto con Oliver Tambo
por participar en una huelga
estudiantil. Se trasladó a Johannesburgo, donde en 1941
completó sus estudios de bachillerato por correspondencia
en la Unisa, y luego estudió derecho en la Universidad de
Wiswatersrand. Se inició en la política durante su
etapa estudiantil en Johannesburgo, incorporándose al
Congreso Nacional Africano en 1942.
En medio de la Segunda Guerra
Mundial, un grupo de
jóvenes africanos, miembros del ANC, se agruparon bajo el
liderazgo de
Anton Lembede. Entre ellos se encontraban William Nkomo, Walter
Sisulu, Oliver R. Tambo, Ashby P. Mda y Nelson Mandela. Con unos
60 miembros, todos ellos residentes en los alrededores de
Witwatersrand, estos jóvenes se dieron a la formidable
tarea de transformar el ANC en un movimiento de
masas, que tomara sus fuerzas y su motivación
de los millones de anónimos asalariados de los pueblos y
campos, los campesinos en zonas rurales y los
profesionales.
Su principal inquietud era que las tácticas
políticas de la dirección de vieja guardia del ANC, formada
en las tradiciones del constitucionalismo y las corteses
peticiones presentadas al gobierno de
turno, resultaban insuficientes para lograr la
emancipación nacional. Lembede y sus compañeros
abrazaban un nacionalismo
africano sustentado en el principio de la
auto-determinación. En septiembre de 1944, fundaron la
Liga Juvenil del Congreso Nacional Africano (ANCYL).
Con su trabajo disciplinado y sostenido esfuerzo Mandela se
ganó la admiración y el respeto de sus
compañeros, y fue electo Secretario de la Liga Juvenil en
1947. Con esmero, haciendo campaña en la base y empleando
su vocero "Inyaniso" (Verdad), la ANCYL buscaba apoyo a sus
políticas en las filas del ANC. Entre 1945
y 1947 fueron electos al Consejo Ejecutivo Nacional (NEC) tres
miembros de la Liga (Anton Lembede, Ashby Mda y Oliver
Tambo).
Después que el Partido Nacional ganó las
elecciones blancas de 1948 sobre la base de la plataforma de
apartheid, durante la conferencia anual
de 1948, el ANC aprobó como su política oficial el
Programa de
Acción –concebido por la Liga Juvenil–, donde se abogaba
por el uso de las huelgas, la desobediencia civil y la
no-cooperación.
Para asegurar la instrumentación del Programa de
Acción, los miembros eligieron a cargos de dirección a hombres más
jóvenes. Walter Sisulu, fundador de la Liga ocupó
la Secretaría General. El conservador Dr. A.B. Xuma
perdió la presidencia frente al Dr. J.S. Moroka, de
reputación más militante. Al año siguiente,
1950, el propio Mandela fue electo al NEC.
El Programa de Acción de la Liga Juvenil perseguía
la obtención de plena ciudadanía y
representación parlamentaria directa para todos los
sudafricanos. En los documentos
políticos, de los cuales Mandela fue importante coautor,
la Liga daba especial atención a la redistribución de
la tierra, los
derechos
sindicales, la educación y la
cultura. El
ANC aspiraba a la educación
obligatoria y gratuita para todos los niños,
y educación
de masas para todos los adultos.
Cuando en 1952 el ANC lanzó su "Campaña de
desafío a leyes injustas",
Mandela fue electo "Voluntario en Jefe". La Campaña de
Desafío fue concebida como una campaña de
desobediencia civil masiva inicialmente centrada en un grupo de
voluntarios que debían atraer cada vez más personas
comunes hasta convertirla en un desafío masivo. En su
calidad de
Voluntario en Jefe, Mandela recorrió el país para
organizar la resistencia a las
leyes
discriminatorias. Acusado y juzgado por su participación
en la campaña, el tribunal no pudo más que
reconocer que Mandela y sus compañeros sostenidamente
aconsejaban a sus seguidores optar por acciones
pacíficas y evitar todo acto de violencia.
Por su participación en la Campaña de
Desafío, Mandela fue acusado entonces de contravenir la
Ley de
Supresión del Comunismo y
sentenciado a prisión. Poco después de concluida la
Campaña, también se le prohibió asistir a
reuniones ni salir de Johannesburgo durante seis meses.
Durante este período de restricción, Mandela
presentó sus exámenes para ser admitido a la
asociación de abogados y poder ejercer
la profesión. Junto con Oliver Tambo, abrió el
primer bufete negro del país en Johannesburgo. Por su
destacada contribución a la Campaña de
Desafío, a finales de 1952 había sido electo
presidente de la Liga Juvenil del ANC y el órgano regional
en Transvaal. Luego pasó a ocupar el cargo de
Vicepresidente del ANC en su conjunto.
Sobre su práctica como abogado, Oliver Tambo,
Presidente del ANC al momento de su muerte en
abril de 1993, escribió:
Para llegar a nuestros escritorios cada mañana Nelson y yo
teníamos que pasar por entre las largas filas de pacientes
personas que desbordaban el salón de espera hacia los
corredores… En Sudáfrica, carecer de tierra puede
ser un delito, y
semanalmente entrevistábamos las delegaciones de
campesinos que venían a contarnos cuántas
generaciones de su familia
habían trabajado un pequeño terreno del cual ahora
los estaban desalojando. Vivir en la zona errónea puede
ser un delito… Los
archivos de
nuestra oficina
contenían miles de historias como estas, y si cuando
abrimos nuestro bufete no hubiésemos sido ya enemigos del
apartheid, nuestras experiencias allí hubiesen remediado
eso. Habíamos ascendido a profesionales en nuestra
comunidad,
pero cada juicio, cada visita a las prisiones nos recordaban la
humillación y el sufrimiento de nuestro pueblo.
El hecho de ser profesionales tampoco proporcionaban a
Mandela y a Tambo inmunidad contra las brutales leyes del
apartheid. No se ajustaban a la legislación sobre
segregación de la tierra, y
las autoridades exigieron que mudaran su bufete de la ciudad al
fin del mundo como expresara más tarde Mandela, a muchas
millas de donde los clientes
podían llegar a nosotros durante horario laboral. Era como
pedirnos que abandonáramos el bufete, que
desistiéramos de ofrecer servicio legal
a nuestro pueblo… Ningún abogado que se respete accede a
eso, dijo Mandela. Y los socios decidieron desafiar la ley.
El gobierno no era
el único que se empeñaba en frustrar la labor de
Mandela. Esgrimiendo que había sido condenado en virtud de
la Ley de Supresión del Comunismo, la
Asociación de Abogados del Transvaal solicitó a la
Corte Suprema excluirlo de la asociación de abogados. El
Honorable Ramsbottom denegó la petición por
considerar que la
motivación de Mandela era ayudar a su pueblo y nada de
lo que había hecho lo invalidaba para permanecer en las
filas de tan honorable profesión.
En 1952 Nelson Mandela asumió la responsabilidad de preparar un plan de organización que permitiera a la
dirección del movimiento
mantener contacto dinámico con los miembros, sin tener que
recurrir a las reuniones públicas. El objetivo era
prepararse para la proscripción, creando fuertes secciones
locales y regionales en las cuales pudiera recaer el poder. Se le
denominó el Plan-M, por
Mandela.
Durante los primeros años de la década del 50
Mandela desempeñó un importante papel en la
resistencia contra los desalojos de las Zonas Oeste y contra la
introducción de la Educación
Bantú. También tuvo una importante
participación en la divulgación de la Carta de la
Libertad
aprobada por el Congreso del Pueblo en 1955.
A finales de los 50, Mandela centró su atención en la lucha contra la
explotación de los trabajadores, las leyes de pases, la
incipiente política de los bantustanes y la
segregación de las universidades abiertas. Muy temprano
Mandela había llegado a la conclusión de que la
política de los bantustanes era una farsa política
y un absurdo económico. Predijo, con triste acierto, que
sobrevendría un programa de desalojos masivos,
persecuciones políticas y terror policial. Sobre la
segregación de las universidades, señaló que
la amistad y
armonía inter-racial que se forjaba mediante la
interrelación y asociación de los diversos grupos raciales
en las universidades mezcladas constituían una amenaza
directa para la política del apartheid y baasskap
(sumisión a los amos), y que el cierre de las
universidades a los negros pretendía eliminar esa
amenaza.
A lo largo de toda la década del 50, Mandela fue
víctima de varias formas de represión. Se le
proscribió, detuvo y encarceló. Durante casi toda
la segunda mitad de la década fue uno de los acusados en
el gigantesco Juicio por Traición, lo cual afectó
seriamente no sólo su trabajo como abogado sino
también su trabajo político. Después de la
Masacre de Sharpsville en 1960, el ANC fue declarado ilegal y
Mandela fue encarcelado.
En 1961 El Juicio por Traición se desplomó
en momentos en que Sudáfrica avanzaba hacia la adopción
de una constitución republicana. Habiéndose
ilegalizado el ANC, la dirección comenzaba a organizarse
en la clandestinidad. Nelson Mandela surgió como la figura
principal en esta nueva etapa de la lucha. En marzo de 1961, por
iniciativa del ANC, 1400 delegados se reunieron en
Pietermaritburg para una Conferencia de
Todos los Africanos. El orador principal fue Nelson Mandela. En
un impresionante discurso
retó al régimen del apartheid a que convocara una
convención nacional representativa de todos los
sudafricanos para entre todos redactar una nueva constitución sustentada en principios
democráticos. De lo contrario, advertía,
obligaría a la mayoría (los negros), a celebrar la
próxima inauguración de la República con una
huelga general
de masas. De inmediato pasó a la clandestinidad para
dirigir la campaña. Aunque la respuesta al llamado fue
menor de lo que Mandela esperaba, recibió considerable
respaldo a lo largo y ancho del país. La reacción
del gobierno fue realizar la mayor movilización militar
desde la guerra, y la
República nació en medio del temor y la
aprehensión.
Mandela fue juzgado y condenado a cinco años de
cárcel. Mientras cumplía esta sentencia, en el
juicio de Rivonia se le acusó de sabotaje. Las
declaraciones de Mandela ante el tribunal durante este proceso son
clásicos en la historia de la resistencia
contra el apartheid, y han inspirado a todos. Su histórico
alegato concluye con las siguientes palabras:
He luchado contra la dominación blanca, he luchado contra
la dominación negra. He venerado el ideal de una sociedad libre y
democrática, en la cual todas las personas vivan juntas en
armonía e igualdad de
oportunidades. Es un ideal al cual espero consagrar mi vida y
lograr. Pero si fuere preciso, es un ideal por el cual estoy
dispuesto a morir.
Mandela fue condenado a cadena perpetua y comenzó su
encarcelamiento en la célebre Prisión de Robben
Island, prisión de máxima seguridad ubicada
en una pequeña isla a 7 Km de las costas de Ciudad del
Cabo. En abril de 1984 fue trasladado a la Prisión
Pollsmoor en Ciudad del Cabo, y en diciembre de 1988 fue
trasladado a la Prisión Víctor Vester cerca de
Paarl, de donde posteriormente fue puesto en libertad.
Durante su encarcelamiento, Mandela reiteradas veces
rechazó ofrecimientos de sus carceleros de reducir su
sentencia a cambio de que
aceptara la política de los bantustanes reconociendo la
independencia
de Transkei y accediendo a asentarse allí. En la
década del 80 Mandela rechazó nuevamente un
ofrecimiento de libertad a cambio de
renunciar a la violencia. Su
respuesta: "Los prisioneros no pueden asumir contratos.
Sólo pueden negociar los hombres libres."
El 11 de febrero de 1990 Mandela fue puesto en libertad, y se
entregó por entero a luchar por alcanzar los objetivos que
se habían propuesto él y sus compañeros casi
cuatro décadas antes. En 1991, durante la primera
conferencia nacional del ANC celebrada en Sudáfrica
después de décadas de proscripción, Nelson
Mandela fue electo Presidente del ANC, mientras que su
compañero y amigo de toda la vida, Oliver Tambo, fue
electo Presidente Nacional de la
organización.
Nelson Mandela nunca ha flaqueado en su
consagración a la democracia, la
igualdad y la
instrucción. Pese a terribles provocaciones, nunca ha
respondido con racismo a los
actos de racismo. Su vida
ha sido ejemplo, para Sudáfrica y para el mundo; Para
todos los oprimidos y desposeídos, para todos los que se
oponen a la opresión y la desposesión.
Por una vida que simboliza el triunfo del espíritu humano
por sobre la inhumanidad de unos hombres hacia otros, Nelson
Mandela recibió el Premio Nobel de la Paz en nombre de
todos los sudafricanos que tanto sufrieron y sacrificaron por
lograr la paz en nuestra tierra.
Autor:
Frodo *Zawinul* Lombardini