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La Luna:




Enviado por marufina



    Indice
    1.
    Introducción

    2. Vista a través del
    telescopio

    3. Los Cráteres
    4. La Luna sin Aire
    5. En la Era Espacial
    6. Logros del "Proyecto
    Apollo"

    1.
    Introducción

    La Luna es el objeto astronómico más
    cercano a la Tierra.
    Junto con ella, forman lo que es casi un planeta doble, pues
    ningún otro planeta tiene un satélite que sea tan
    grande en comparación con el tamaño del
    planeta.
    La Luna tiene un diámetro de 3.476 Km. y orbita la
    Tierra a una
    distancia promedio de 384.000 Km. Esta órbita toma 27,322
    días, y la Luna siempre mantiene la misma cara apuntando
    hacia la Tierra.
    Brilla reflejando la luz del Sol y
    muestra sus
    características fases durante cada
    órbita alrededor de la Tierra. Cerca
    de Luna Nueva, cuando la porción de la Luna iluminada por
    el Sol es
    pequeña, el fenómeno de "La vieja Luna en brazos de
    la joven" se ve con frecuencia. Esto es causado por la luz del Sol
    reflejada hacia la Luna desde la Tierra, que es de nuevo
    reflejada de vuelta hacia la Tierra.
    El plano orbital de la Luna alrededor de la Tierra, está
    inclinado con respecto al de la Tierra alrededor del Sol. Por
    esto, los eclipses de Sol y de Luna sólo pueden verse
    cuando la Luna Nueva o Llena ocurren cuando la Luna está
    cerca de la línea de intersección de estos dos
    planos.
    La atracción gravitacional de la Luna y la del Sol son
    causantes de las mareas.
    La Luna no tiene atmósfera. Cualquier
    atmósfera
    primitiva que la Luna pudiera haber tenido, ha escapado de la
    débil atracción gravitacional de la Luna. Esta es
    sólo un sexto de la de la Tierra.
    Debido a la falta de atmósfera, la temperatura en
    la superficie de la Luna varía entre +110° C y
    -180° C (Dependiendo de si la zona se encuentra o no
    iluminada). La Luna ofrece poca protección contra el
    viento Solar, rayos cósmicos, o micrometeoritos, y por
    tanto no es sorprendente que no haya formas de vida en la
    Luna.
    La superficie de la Luna se caracteriza por regiones
    montañosas claras, separadas por los oscuros 'mares'. El
    'Hombre de la
    Luna' está formado por zonas de estos dos tipos de
    terreno. Los 'mares' son vastas cuencas de impacto que fueron
    rellenadas por rocas
    basálticas hace unos 3.000 millones de años.
    Mucho de la superficie de la Luna está cubierta de
    cráteres. Estos son el resultado de los impactos de
    meteoros. Los más grandes tienen cerca de 200 Km. de
    diámetro, los más pequeños sólo cerca
    de un metro de diámetro. La mayoría de estos
    cráteres fueron formados hace 3.000 a 4.000 millones de
    años.
    La mayor parte de nuestros conocimientos sobre la estructura de
    la superficie Lunar y geología
    de la Luna proviene de los aterrizajes de la serie Apolo y de las
    muestras de material Lunar que fueron traídas de vuelta a
    la Tierra. A pesar de esto, no estamos todavía seguros de
    cómo se formó la Luna. La teoría
    más probable es que la Tierra y la Luna se formaron al
    mismo tiempo, como un
    'planeta doble'.
    La Luna es probablemente el objeto más satisfactorio de
    observar a través de un telescopio. Los cráteres y
    montañas pueden verse incluso con un telescopio
    pequeño. El mejor lugar para mirar es cerca del
    terminador, en donde el Sol
    está poniéndose o saliendo en la Luna. Allí
    las sombras de las montañas y de las paredes de los
    cráteres son más largas y pueden producir vistas
    muy dramáticas. Luego de un tiempo tan corto
    como una hora, se pueden ver cambios en las sombras, a medida que
    la luz del Sol alcanza o abandona los picos cercanos al
    terminador.

    Muchos astrónomos aficionados buscan
    'fenómenos Lunares transitorios'. Estos son alteraciones
    de alguna forma, que dan lugar a cambios de corta duración
    en el color o brillo de
    pequeñas áreas. No está claro cuantos de
    ellos son reales o qué los causa.
    La luna ha fascinado a la humanidad a través de los
    tiempos. Mediante la simple observación con el ojo desnudo, uno puede
    distinguir dos grandes tipos de terrenos: las mesetas
    relativamente brillantes y las llanuras más oscuras. A
    mediados del siglo XVII, Galileo y otros astrónomos
    tempranos realizaron observaciones telescópicas, notando
    un solapamiento casi infinito de cráteres. Se ha sabido
    también durante más de un siglo que la Luna es
    menos densa que la Tierra. Aunque se han averiguado muchas cosas
    sobre la Luna antes de la edad espacial, esta nueva era ha
    revelado muchos secretos difícilmente imaginables antes de
    esta época. El
    conocimiento actual de la Luna es mayor que el del resto de
    los objetos del Sistema Solar
    exceptuando la Tierra. Esto conduce a una mayor
    comprensión de los procesos
    geológicos y una mejor apreciación de la
    complejidad de los planetas
    terrestres.
    El 20 de Julio de 1969, Neil Armstrong se convirtió en el
    primer hombre que
    pisón la Luna. Fue seguido por Edwin Aldrin, ambos
    pertenecientes a la misión
    Apollo 11. Ellos y otros caminantes lunares experimentaron los
    efectos de la falta de atmósfera. Se emplearon las
    comunicaciones
    por radio ya que las
    ondas de sonido
    sólo pueden ser oídas cuando viajan a través
    de un medio como el aire. El cielo
    lunar es siempre negro debido a que la difracción de la
    luz requiere la presencia de una atmósfera. Los
    astronautas también experimentaron la diferencia
    gravitacional. La gravedad lunar es un sexto de la gravedad
    terrestre; un hombre que pese unos 82 kilogramos (180 libras) en
    la Tierra, pesará sólo 14 kilogramos (30 libras) en
    la Luna.
    La Luna está a 384,403 kilómetros (238.857 millas)
    de la Tierra. Su diámetro es 3.476 kilómetros
    (2.160 millas). Tanto la rotación de la Luna como su
    revolución
    alrededor de la Tierra duran 27 días, 7 horas y 43
    minutos. Esta rotación síncrona está causada
    por la distribución asimétrica de la masa
    de la luna, lo que ha permitido a la gravedad terrestre mantener
    un hemisferio lunar permanentemente girado hacia la Tierra. Las
    liberaciones ópticas han sido observadas mediante
    telescopios desde mediados del siglo XVII. Liberaciones muy
    pequeñas pero reales (máximo aproximado de
    0°.04) son causadas por el efecto de la gravedad solar y la
    excentricidad de la órbita terrestre, perturbando la
    órbita de luna y permitiendo la preponderancia
    cíclica del momento torsor en las direcciones norte-sur y
    este-oeste.
    Cuatro estaciones sísmicas alimentadas por energía
    nuclear fueron instaladas durante el proyecto Apollo
    para recoger datos sobre el
    interior de la Luna. Sólo existe una actividad
    tectónica residual debida al enfriamiento y a la
    acción de las mareas, pero otros lunamotos han sido
    causados por impactos de meteoros y objetos artificiales, como la
    destrucción deliberada del Módulo Lunar contra la
    superficie lunar. Los resultados obtenidos han demostrados que la
    Luna tiene una corteza de unos 60 kilómetros (37 millas)
    de espesor en el centro de lado cercano. Si esta corteza es
    uniforme en toda la Luna, constituiría el 10% del volumen lunar
    comparados con menos del 1% de la Tierra. Las determinaciones
    sísmicas de la existencia de una corteza y un manto en la
    Luna indican que se trata de una planeta estratificado con
    diferenciación por procesos
    ígneos. No hay evidencia de la existencia de un
    núcleo rico en hierro si no
    es pequeño. La información sísmica ha influido en
    las teorías
    sobre la formación y evolución de la Luna.

    La Luna fue fuertemente bombardeada en su historia temprana, lo que
    originó que muchas de las rocas originales
    de la antigua corteza se mezclaran, fundieran, enterraran o
    desaparecieran. Los impactos meteóricos aportaron una gran
    variedad de rocas "exóticas" a la Luna, de tal forma que
    las muestras obtenidas en sólo 9 de las zonas produjeron
    muchos tipos diferentes de rocas para su estudio. Los impactos
    también sacaron a la luz rocas lunares situadas a gran
    profundidad y distribuyeron sus fragmentos sobre amplias zonas
    alejadas de su origen, haciéndolas más accesibles.
    La corteza subyacente fue también adelgazada y
    fragmentada, permitiendo que el basalto fundido del interior
    alcanzara la superficie. Como la Luna no tiene ni
    atmósfera ni agua, los
    componentes de los suelos no se
    deterioran químicamente como lo harían en la
    Tierra. Rocas con más de 4,000 millones de años
    todavía existen allí, permitiendo la
    obtención de información sobre la historia temprana del
    sistema solar que
    no está disponible en la Tierra. La actividad
    geológica en la Luna consiste en unos grandes impactos
    ocasionales y la formación continua de los regolitos. Sin
    embargo, se considera que está geológicamente
    muerta. Con una historia temprana tan activa de bombardeo y un
    final relativamente abrupto de los grandes impactos, la Luna se
    considera fosilizada en el tiempo.
    Los Apollo y el resto de misiones lunares han vuelto a la Tierra
    con 382 kilogramos (840 libras) de rocas y suelos. A partir
    de estos se han estudiado tres grandes tipo de materiales
    superficiales: los regolitos, los mares y las terrazas. El
    bombardeo de micrometeoritos ha pulverizado concienzudamente las
    rocas superficiales produciendo unos detritus de grano fino
    denominados regolitos. Los regolitos, o suelo lunar, son
    granos minerales no
    consolidados, fragmentos de roca y una combinación de
    estos que han sido soldados en forma de cristal por los impactos.
    Se puede encontrar sobre toda la superficie lunar, con la
    excepción de las paredes inclinadas de los valles y
    cráteres. Tienen de 2 a 8 metros (7 a 26 pies) de espesor
    en los mares y puede sobrepasar los 15 metros (49 pies) en las
    terrazas, dependiendo del tiempo que haya estado
    expuesta la roca subyacente al bombardeo de meteoritos.
    Los oscuros mares, con relativamente pocos cráteres,
    cubren aproximadamente el 16% de la superficie lunar y se
    concentran en el lado cercano de la Luna, principalmente dentro
    de las cuencas de impacto. Esta concertación podría
    ser debida al hecho de que el centro de masas de está
    desplazado de su centro geométrico unos 2
    kilómetros (1,2 millas) en dirección a la Tierra, probablemente debido
    a que la corteza es más gruesa en el lado oscuro. Es
    posible, por lo tanto, que los magmas de basalto procedentes del
    interior hayan alcanzado fácilmente la superficie en el
    lado cercano. Pero encofraron dificultades en el lado lejano. Las
    rocas de los mares son basaltos y la mayoría tiene una
    edad que va de 3.100 a 3.800 millones de años. Algunos
    fragmentos en las brechas de las mesetas tienen una edad de 4.300
    millones de años y las fotografías de alta
    resolución sugieren que algunos flujos en los mares rodean
    cráteres jóvenes y, por lo tanto, podrían
    tener una edad de 1.000 millones de años. Los mares tienen
    un espesor medio de pocos cientos de metros pero son tan masivos
    que frecuentemente deforman la corteza subyacente lo que produce
    depresiones parecidas a fallas y cordilleras levantadas.
    Las mesetas relativamente brillantes, cubiertas de
    cráteres son llamadas terrazas. Los cráteres y
    cuencas de las mesetas se forman por los impactos de meteoritos y
    son, por lo tanto, más viejos que los mares, habiendo
    acumulado más cráteres. El tipo de roca dominante
    en esta región contiene altos índices de feldespato
    plagio clásico (un mineral rico en calcio y aluminio) y
    son mezcla de fragmentos brechados por los impactos de
    meteoritos. La mayoría de las brechas de las terrazas
    están compuestas por fragmentos de brechas todavía
    más viejos. Otras muestras de las terrazas son las rocas
    cristalinas de grano fino formadas por fusión de
    impacto debido a las altas presiones que se generan en los
    impactos. Casi todas las brechas de las terrazas y la masa
    fundida por los impactos se formó hace 3.800 o 4.000
    millones de años. El intenso bombardeo empezó hace
    4.600 millones de años, que es la edad estimada del origen
    de la Luna.

    La Luna en Números
    Masa (kg)
    7,349e+22
    Masa (Tierra = 1)
    1 ,2298e-02
    Radio
    ecuatorial (km)
    1.737,4
    Radio ecuatorial (Tierra = 1)
    2,7241e-01
    Densidad media
    (gm/cm^3)
    3,34
    Distancia media desde la Tierra (km)
    384,400
    Período rotacional (días)
    27,32166
    Período orbital (días)
    27,32166
    Velocidad
    orbital media (km/seg)
    1,03
    Excentricidad orbital
    0,05
    Inclinación del eje (grados)
    6,68
    Inclinación orbital (grados)
    18,3-28,6
    Gravedad superficial en el ecuador
    (m/seg^2)
    1,62
    Velocidad de
    escape en el ecuador
    (km/seg)
    2,38
    Albedo geométrico visual
    0,12
    Magnitud (Vo)
    -12,74
    Temperatura
    media de la superficie (día)
    107°C
    Temperatura media de la superficie (noche)
    -153°C
    Temperatura máxima de la superficie
    123°C
    Temperatura mínima de la superficie
    -233°C

    2. Vista a través
    del telescopio

    Cuando Galileo se convirtió en el primer humano
    en ver la Luna a través del telescopio, nuestro conocimiento
    sobre la Luna cambió para siempre. Nunca más
    sería un objeto misterioso en el cielo, sino un mundo
    hermano lleno de montañas anulares y de otras
    formaciones.
    Giovanni Riccioli en 1651 bautizó los rasgos más
    prominentes con los nombres de astrónomos famosos; a las
    grandes áreas oscuras y lisas las llamó "mares"
    ó "maria" (singular "mare"). Algunos de los nombres que
    usó para los cráteres de la Luna fueron de personas
    abordadas en "Astrónomos". Posteriormente personas que
    vivieron después del siglo XVII hicieron lo mismo con los
    restantes.

    3. Los
    Cráteres

    ¿Qué ha creado esos extraños
    "cráteres" redondos? ("Krater" es el nombre griego de una
    copa de boca ancha). Eso recordó, a algunos observadores,
    la semejanza a los cráteres volcánicos sobre la
    Tierra, ó mejor, a las grandes "calderas"
    formadas por el colapso interno de los volcanes. Otros
    que sugirieron se formaron por el impacto de grandes meteoritos,
    pero esto fue refutado con el argumento de que la mayoría
    de meteoritos llegarían con un ángulo inclinado y
    no dejarían anillos redondos, sino alargados.
    Ahora sabemos que la teoría
    de los impactos era la correcta. Los cráteres son redondos
    debido a las enormes velocidades con las que llegaron los
    meteoritos, los impactos se asemejan a una explosión local
    y la huella del impacto está determinada por la
    energía liberada más que por el momento
    transmitido.
    Parte de la evidencia surgió de los vestigios de impactos
    redondos encontrados sobre la Tierra en Arizona y el lago
    Manicougan en Canadá que tiene unos100 km (60 miles) de
    ancho y 214 millones de años. Después del impacto,
    la tierra se elevó de nuevo hasta el nivel de su
    alrededor, empujada por la presión
    del fluido del material que estaba debajo, que obró como
    un fluido viscoso e intentó establecer el equilibrio
    entre las diferentes cargas que soportaba.
    Otros cuerpos sólidos del sistema solar
    también presentan cráteres redondos. Sobre las
    grandes lunas heladas de Júpiter, el retorno al equilibrio es
    mucho más pronunciado, porque el hielo se hunde y fluye
    mucho más fácil que la roca. Esas lunas muestran
    cráteres "palimpsesto" que son meramente marcas
    superficiales, porque cuando pasó el tiempo, los muros que
    existían originalmente se hundieron sobre la superficie
    plana.

    4. La Luna sin
    Aire

    En los siglos posteriores a los descubrimientos de
    Galileo, la Luna fue estudiada extensamente por los
    astrónomos usando telescopios. Una cosa quedó
    pronto clara: no tenía atmósfera. Cuando una
    estrella es eclipsada por la Luna, se desvanece de repente y su
    luz no muestra
    refracción ni absorción por ninguna
    atmósfera.

    ¿Por qué? Debido a las leyes del
    movimiento, la
    Luna no orbita sobre el centro de la Tierra, sino sobre el centro
    de gravedad de la Tierra y la Luna.
    La localización de ese punto permitió a los
    astrónomos calcular la masa de la Luna, y con eso, la
    tracción de la gravedad de la Luna. En la superficie de la
    Luna la gravedad es solo de 1/6 la de la Tierra.
    La gravedad es importante para retener la atmósfera.
    Mantiene la atmósfera abajo, mientras que el calor es el
    que la hace escaparse.
    El calor es un
    movimiento
    atómico y molecular. En un sólido ó
    líquido caliente, se puede ver como una agitación
    de átomos ó moléculas alrededor de su
    posición media. Cuanto mayor es la temperatura, mas fuerte
    es el movimiento, hasta que el material hierve ó se
    evapora; en este punto sus partículas se liberan
    completamente. En un gas, los
    átomos y las moléculas se mueven al azar,
    colisionando continuamente (si el gas es tan denso
    como lo es en la atmósfera), y sus colisiones conducen a
    una muy buena explicación de las propiedades observadas de
    un gas ("la teoría cinética de los gases").
    La velocidad media de una molécula gaseosa depende de la
    temperatura del gas y, a temperatura ambiente, es
    comparable a la de una bala disparada, bastante menor que la
    "velocidad de escape" necesaria para escapar de la gravedad de la
    Tierra. No obstante, es solo una media: las velocidades reales se
    prevé que estén distribuidas alrededor de esta
    media, obedeciendo la "distribución de Maxwell" obtenida por James
    Clerk Maxwell. De acuerdo con esa distribución, algunas
    moléculas se mueven lo suficientemente rápidas para
    escapar, y si eso ocurre cerca de la parte superior de la
    atmósfera, moviéndose hacia arriba y evitando
    más colisiones, estas moléculas se
    perderán.
    Para la Tierra, su número es muy pequeño para tener
    importancia, pero en la Luna, teniendo solo1/6 de gravedad
    superficial, muestra que cualquier atmósfera se
    perderá a lo largo del tiempo geológico. El planeta
    Mercurio, solo algo mayor, también pierde cualquier
    atmósfera, mientras que Marte, con 1/3 de la gravedad
    superficial de la Tierra, solo retiene una atmósfera muy
    tenue.

    El agua se
    evapora fácilmente y una vez en forma de gas, se pierde
    rápidamente por el mismo proceso. Esto
    sugiere que los "mares" no pueden ser posibles océanos,
    aunque permanezca su nombre. Realmente son flujos
    basálticos, lava endurecida que hace mucho tiempo
    manó de las grietas de la Luna; actualmente no existen
    señales de vulcanismo. La gran mayoría de
    cráteres datan de los primeros tiempos del sistema solar,
    porque la lava de los mares tiene muy pocos cráteres en
    ella, insinuando que inundó e hizo desaparecer los
    antiguos.
    El retrato de una Luna seca se reforzó con las rocas
    lunares traídas por los astronautas norteamericanos. Las
    rocas de la Tierra contienen agua unida químicamente
    ("hidratos"), pero las de la Luna no la tienen. El agua, por
    supuesto, será esencial para la avanzadilla humana en la
    Luna. Todavía pueden existir pequeñas cantidades de
    agua, traídas por cometas que colisionaron con la Luna.
    Toda esta agua seguro que se
    evaporó con el calor de la colisión, pero alguna
    pudo recondensarse y cráteres profundos cerca del polo de
    la Luna, que está permanentemente en sombra y por
    consiguiente muy frío. Las observaciones llevadas a cabo
    con la nave espacial "Clementine" sugieren que esos
    cráteres pueden contener una capa de hielo.

    5. En la Era
    Espacial

    Los primeros vehículos espaciales que alcanzaron
    la Luna fueron los Luna 1, 2 y 3 de la antigua Unión
    Soviética, en 1959. De estos, el Luna 3 rodeó la
    Luna, tomó fotografías del lado oscuro, que no se
    ve desde la Tierra, y posteriormente escaneó y
    transmitió esas imágenes
    desgraciadamente su calidad era
    pobre. En la década que siguió, otras 19 misiones
    tuvieron como meta la Luna.
    En 1970 un vehículo soviético aluniza y vuelve con
    una muestra de roca y más tarde ese mismo año
    alunizó un vehículo con control remoto el
    "Lunokhod", que exploró su alrededor durante casi un
    año. Retornó con muestras y siguieron otros
    Lunokhods; la serie finalizó en 1976. Sin embargo, las
    pruebas
    fallidas de grandes cohetes desarrollados para vuelos humanos
    tripulados, finalizaron cualquier plan de
    exploración lunar tripulada por parte de la Unión
    Soviética.

    Los primeros intentos por los EE.UU. para enviar un
    vehículo espacial no tripulado a la Luna (1958-64)
    fallaron ó enviaron escasos datos.
    No obstante, en Julio de 1964, el Ranger 7 envió imágenes
    de TV claras de su impacto sobre la Luna, como lo hicieron
    también los Rangers 8 y 9. De los 7 "alunizajes suaves" de
    la serie "Surveyor" (1966-8), 5 se ejecutaron bien y enviaron
    datos y fotos. En
    Noviembre de 1969, después el Apollo 12 alunizó a
    500 pies (160 metros) del "Surveyor 3", los astronautas
    recuperaron su cámara y la trajeron de vuelta a la Tierra.
    Además del proyecto
    Surveyor, 5 orbitantes lunares fotografiaron la Luna y ayudaron a
    hacer mapas precisos de
    su superficie.
    El 25 de Mayo de 1961, aproximadamente un mes después de
    que el ruso Yuri Gagarin se convirtiera en el primer humano en
    orbitar el globo terrestre, el presidente de los EE.UU., propuso
    al Congreso "que esta nación
    deberá trabajar para conseguir el objetivo,
    antes de finalizar esta década, de poner un hombre en la
    Luna y traerlo de vuelta a la Tierra".
    Siguieron las misiones Apollo, con el Apollo 8 rodeando la Luna
    en 1968 y, finalmente, alunizando allí el Apollo 11 el 20
    de Julio de 1969. Siguieron otros cinco alunizajes, el
    último en Diciembre de 1972. Solo falló en el
    alunizaje el Apollo 13, su tripulación estuvo cerca de
    la muerte
    debido una explosión a bordo de su nave en el camino hacia
    la Luna

    6. Logros del "Proyecto
    Apollo"

    Entre las actividades de los astronautas sobre la Luna
    se destacan:
    Traer de vuelta a la Tierra grandes cantidades de roca lunar y
    polvo. Las rocas traídas son viejas, lo que sugiere que no
    ha habido cambios significativos desde que se formó la
    superficie de la Luna, hace unos 4.500 millones de años.
    El "polvo" probablemente fue pulverizado por los impactos; las
    misiones "Surveyor" mostraron que era lo suficiente firme para
    suministrar apoyo.
    Las tripulaciones de los Apollo 15, 16 y 17 exploraron la Luna a
    bordo de un "vehículo lunar" movido eléctricamente.
    Se emitieron hacia la Tierra extensas imágenes de
    vídeo, hasta una (hecha por una cámara por control remoto)
    del despegue de la Luna del Apollo 17. También se
    fotografió, con una cámara especial que utilizaba
    luz ultravioleta a la Tierra y a su "geocorona" de hidrogeno
    resplandeciente.
    Se colocó un sismómetro sobre la Luna, que
    mostró que la Luna es sismológicamente mucho
    más calmada que la Tierra.
    Se tendieron hojas de metal (como banderas) para recibir el
    viento solar. Retornándose a la Tierra donde se
    analizó la composición de los iones atrapados.
    Se colocaron sobre la Luna reflectores, de tal forma que los
    rayos láser
    reflejados por ellos ayudaron a medir, de forma muy exacta, la
    distancia.
    La Luna no ha vuelto a ser visitada por los humanos desde 1972,
    pero algunas misiones orbitales han estudiado el campo
    magnético de la Luna, así como las emisiones de
    rayos X y
    gamma, de lo que se pueden deducir algunas variaciones de la
    composición de su superficie.
    Se ha encontrado que la Luna no tiene campo
    magnético global como la Tierra, pero su superficie
    está débilmente magnetizada en algunas zonas. La
    roca derretida queda magnetizada permanentemente si solidifica en
    presencia de un campo magnético externo, lo que sugiere
    que en tiempos remotos la Luna, al igual que la Tierra hoy en
    día, tuvo un centro metálico derretido en el cual
    las corrientes eléctricas generaron un campo
    magnético. Observaciones algo similares, con las que se
    llegó a la misma conclusión, se hicieron sobre
    Marte en 1998.
    Hay pequeñas dudas de que en el futuro veamos más
    exploraciones lunares, aunque está probablemente lejana
    una "base lunar". Las observaciones astronómicas u otras
    se pueden realizar fácilmente desde una órbita
    terrestre, y suministrar apoyo vital sobre la Luna no es
    fácil.

     

     

    Autor:

    María Ignacia Baglini

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