Índice
Introducción y Fundamentación del
Tema
Socialización y Consumo
Identidad y Mercado
El Papel de la Educación en la
Formación de la Identidad
El Poder del Consumo
Crisis de Identidad en la
Argentina
Conclusión
Bibliografía
consultada
1. Introducción y Fundamentación del
Tema
Asumir una identidad
determinada exige aceptar además la aprobación y la
desaprobación de los otros en un juego
especular que nunca termina. Esta evaluación
depende del sentido común dominante en la sociedad que
define los valores
orientadores de las relaciones sociales, como también las
instituciones
destinadas a producir el ordenamiento social. La
aceptación de dicha evaluación
por parte del socializado proviene del reconocimiento de los
otros como significativos en principio por imposición,
aunque esa significación admite luego una selección
condicionada por la búsqueda de confirmaciones y de
compatibilidades sociales, económicas e
ideológicas.
Las diferencias de las sociedades
provienen de sus particularidades y características, las cuales se denominan
cultura y
constituyen la identidad de la sociedad.
El ser humano desde su nacimiento consume como forma de
satisfacción de sus necesidades básicas. Pero a
medida que el individuo se desarrolla, a estas necesidades
básicas se le suman nuevas necesidades de origen social
por razones externas a su naturaleza, sino
para crear una identidad.
Este será el proceso
explicado a continuación.
2. Socialización y Consumo
El individuo nace con una predisposición hacia la
socialidad, y luego llega a ser miembro de una sociedad. Asume el
mundo donde ya viven otros comprendiendo los procesos
subjetivos momentáneos y comprendiendo el mundo en el que
vive.
Socialización puede definirse como la inducción amplia y coherente de un
individuo en el mundo objetivo de la
sociedad o en un sector de él.
En toda sociedad hay una vida cotidiana y todo hombre, sea
cual sea su lugar ocupado en la división social del
trabajo, tiene una vida cotidiana.
El particular nace en condiciones sociales concretas, en
sistemas
concretos de expectativas, dentro de instituciones
concretas. Debe aprender a usar las cosas, apropiarse de los
sistemas de usa y
de los sistemas de expectativas. No todos aprenden a usar las
cosas e instituciones, a orientarse en el marco de los sistemas
de uso de igual medida. Cuanto más dinámica es la sociedad, mas esta obligado
el hombre a
poner continuamente a prueba su capacidad vital.
La socialización primaria es la primera por la
que el individuo atraviesa en la niñez; por medio de ella
se convierte en miembro de la sociedad.
La socialización secundaria es la
adquisición del conocimiento
específico de roles, lo que significa la
internalización de campos semánticos que
estructuran interpretaciones y comportamientos de rutina dentro
de un área institucional.
El carácter
de una socialización secundaria depende del status del
cuerpo de conocimiento
de que se trate dentro del universo
simbólico en conjunto.
Una circunstancia importante que puede plantear una
necesidad de intensificación es la competencia entre
los encargados de definir la realidad en diversas instituciones.
Existe la competencia de lo
que subjetivamente aparecerá como el mundo "materialista"
y de "cultura de
masas" de la "lucha competitiva" con la necesidad de "técnicas
artificiales" dominadas por un monopolio.
La inestabilidad de la sociedad moderna se
compensa en el hogar de los sueños, donde con retazos de
todos lados conseguimos manejar "el lenguaje de
nuestra identidad social"
Las identidades han estallado, pero en su lugar no esta
el vació, sino el mercado, y quien
no puede realizar allí sus transacciones queda fuera del
mundo.
El deseo de lo nuevo es algo inextinguible, se impone en
forma perpetua: Quien tiene el dinero para
invertir en él como consumidor, es
una especie de coleccionista al revés. En lugar de
coleccionar objetos, colecciona actos de adquisición de
objetos, mientras que el coleccionista del viejo tipo sustrae los
objetos de la circulación y del uso para atesorarlos. Para
el coleccionista al revés, su deseo no tiene objeto que
pueda conformarlo, porque siempre habrá otro objeto que lo
llame. Colecciona actos de compra-venta.
También existen los excluidos del mercado, que
pueden soñar con consumos imaginarios La identidad
transitoria afecta tanto a los coleccionistas al revés
como a los menos favorecidos coleccionistas imaginarios: ambos
piensan que el objeto les algo de lo que carecen en el nivel de
la identidad.
Aquello que los hace deseables, también los
vuelve volátiles. La inestabilidad de los objetos se
origina en los saberes de la moda quien los
codifica cada temporada. El tiempo fue
abolido en los objetos comunes del mercado porque son
completamente transitorios.
Los objetos crean sentido mas allá de su utilidad o su
belleza, o mejor dicho, su utilidad y su
belleza son subproductos de ese sentido que viene de la
jerarquía mercantil.
Siempre el puntaje de una marca, una
etiqueta o una firma tiene otros fundamentos, además de
sus cualidades materiales, de
su funcionamiento o de la perfección de su diseño.
La libertad de
quienes los consumimos surge de la necesidad que tiene el mercado
de convertirnos en consumidores permanentes.
La infancia casi
ha desaparecido y la primera juventud se
prolonga hasta después de los treinta
años.
La cultura juvenil se construye en el marco de una
institución, tradicionalmente consagrada a los
jóvenes, que esta en crisis: la
escuela, cuyo
prestigio se ha debilitado tanto por la quiebra de las
autoridades tradicionales tanto como por la conversión de
los medios masivos
en espacio de una abundancia simbólica que la escuela no
ofrece. El mercado toma el relevo y corteja a la juventud
después de haberla instituido como protagonista de la
mayoría de sus mitos.
Consumidores efectivos o consumidores imaginarios, los
jóvenes encuentran en el mercado de mercancías y en
el de bienes
simbólicos un deposito de objetos y discursos fast
preparados especialmente. La velocidad de
circulación y, por lo tanto la obsolescencia acelerada se
combinan en una alegoría de juventud: en el mercado, las
mercancías deben ser nuevas, deben tener el estilo de la
moda, deben
captar los cambios más insignificantes del aire de los
tiempos
El racismo en las
puertas de algunas discotecas muestra
diferencias sociales, el mercado elige a quienes van a estar en
condiciones de elegir en él, aunque enuncia su discurso como
si todos fueran iguales y esto es reforzado por los medios de
comunicación.
Se pasan por alto las desigualdades reales para armar
una cultura estratificada. El impulso igualitario que a veces se
cree encontrar en la cultura de los jóvenes tiene sus
limites en los prejuicios sociales y raciales, sexuales y
morales.
A modo de ejemplo, Beatriz Sarlo propone al
shopping:
El shopping se opone a un paisaje del "centro" su
propuesta de cápsula espacial acondicionada por la
estética del mercado, todos los
shoppings-centers son iguales, se come, se bebe, se descansa, se
consumen símbolos y mercancías según
instrucciones no escritas pero absolutamente claras. Se pierde el
sentido de la orientación. Esto carece de importancia
porque estas trampas del azar son una estrategia de
venta. Quienes
usan el shopping para entrar, llegar a un punto comprar y salir
inmediatamente contradicen las funciones de su
espacio.
El shopping es todo futuro: construye nuevos
hábitos, se convierte en punto de referencia, acomoda la
ciudad a su presencia, acostumbra a la gente a funcionar en el
shopping. Produce una cultura extraterritorial de la que nadie
puede sentirse excluido: incluso los que menos consúmense
manejan perfectamente en el shopping e inventan algunos usos no
previstos. Estos visitantes, que la maquina del shopping no
contempla pero a quienes tampoco expulsa, los admite en una
"libertad
plebeya"
Este espacio sin referencias urbanas esta repleto de
diferencias neoculturales. Los adolescentes,
por ejemplo, por la exhibición y la libertad de
tránsito y una suma de estilos que definen una estética adolescente.
Por su parte, Humberto eco propone la "cultura de masas"
como la circulación libre e intensiva de productos.
Dado que la cultura de masas en su mayor parte es producida por
grupos de
poder
económico con el fin de obtener beneficios, permanece
sometida a todas las leyes
económicas que regulan la fabricación, la distribución, y el consumo de los
demás productos
industriales. Los caracteres culturales de los propios productos
y la inevitable relación de persuasor a
persuadido.
La cultura de masas es un hecho industrial, y
experimenta muchos condicionamientos típicos de cualquier
actividad industrial.
El problema de la cultura de masas es que en la
actualidad es maniobrada por grupos
económicos que persiguen finalidades de lucro y realizada
por ejecutores especializados en suministrar lo que se estima de
mejor salida, sin que tenga lugar una intervención masiva
de los hombres de cultura en la producción.
4. El Papel de
la
Educación en la Formación de la
Identidad
La palabra educación ha sido
empleada a veces para designar el conjunto de las influencias que
la naturaleza o
los demás hombres puedan ejercer, sea sobre nuestra
inteligencia o
nuestra voluntad. Ella comprendía todo lo que hacemos por
nosotros mismos y todo lo que los demás hacen por nosotros
con el fin de aproximarnos a la perfección de nuestra
naturaleza.
Existen dos modos típicos de aprendizaje, el
primero, es un aprendizaje por
familiarización, el segundo, es el resultado de un trabajo
pedagógico racional, calculado, que pone en obra una
realización medio-fin y utiliza saberes, agentes y
recursos
especializados.
Hay costumbres que estamos obligados a aceptar, de no
ser así, los niños,
cuando llegan a ser adultos, no se encuentran en condiciones de
vivir entre sus contemporáneos, con quienes no esta en
armonía. No hay ningún pueblo en el que no exista
cierto numero de ideas, de sentimientos y de practicas que
la
educación debe inculcar a todos los niños
indistintamente a cualquier categoría social que
pertenezcan. Incluso allí donde la sociedad esta dividida
en castas cerradas las unas de las otras. Cada sociedad se hace
un cierto ideal de hombre. La
educación
tiene por función
suscitar en el niño:
1° Cierto numero de estados físicos y
mentales que la sociedad a la que pertenece considera que no
deben estar ausentes en ninguno de sus miembros.
2° Algunos estados físicos y mentales que el
grupo social
particular considera igualmente que deben estar presentes en
todos aquellos que lo integran.
Si la educación tiene ante todo una función
colectiva, si tiene por objeto adaptar al niño al medio
social en que esta destinado a vivir, es imposible que la
sociedad se desinterese de tal operación.
La escuela desarrolla atributos cognoscitivos en los
estudiantes, también puede ser vista como la trasmisora de
normas
sociales que los individuos aceptan posteriormente como pautas
legitimas para gobernar su conducta.
Con respecto a la relación entre escuela y
sociedad hay varios tipos de teorías
e investigaciones
que enfatizan el conflicto.
Primeramente se encuentran las teorías
del mercado del trabajo dual y segmentado. La actividad principal
de las escuelas es enseñar el status de una cultura
particular, y como un grupo en
especial que controla siempre la educación. Puede servir
para seleccionar miembros para la elite o como un medio para
identificar y controlar empleados medios y
bajos.
Entendemos por poder a la probabilidad que
tiene un hombre o una agrupación de hombres, de imponer su
propia voluntad en una acción comunitaria.
Los fenómenos de la distribución del poder dentro de una
comunidad
están representados por las "clases", los "estamentos" y
los "partidos". Las clases representan solamente bases posibles
de una acción comunitaria. Es común a cierto
número de hombres un componente causal específico
de sus posibilidades de existencia, en tanto que tal componente
este representado exclusivamente por intereses lucrativos y de
posesión de bienes, en las
condiciones determinadas por el mercado. Constituye el hecho
económico más elemental que la forma en que se
halla distribuido el poder de posesión sobre bienes en el
seno de una multiplicidad de hombres que se encuentran y compiten
en el mercado con finalidades de cambio crea
por sí misma probabilidades específicas de
existencia. Según la ley de utilidad
marginal que rige la competencia mutua, excluye a los no
poseedores de todos los bienes mas apreciados a favor de los
poseedores, y monopoliza de hecho su adquisición por estos
últimos.
La "posesión" y la "no posesión" son las
categorías fundamentales de todas las situaciones de
clase, lo mismo que el "sentido" que dan y pueden dar al
aprovechamiento de sus bienes, ante todo sus bienes monetarios.
Son intereses económicos, intereses creados a la
existencia del "mercado" los que producen la clase".
Se postula que estamos lejos de tender a sociedades
integradas, sino que el fraccionamiento y la exclusión son
crecientes. La situación es mucho más compleja.
Inequidades tradicionales se suman a nuevas, produciendo una
dinámica social en la cual los individuos y
las familias luchan por integrarse o no ser excluidos, en un
marco de creciente desprotección y debilitamiento de los
canales de inclusión. La inclusión social,
así como la exclusión, se divide en distintas
esferas de la vida política,
económica, social y cultural. La inclusión
/exclusión política esta
directamente ligada con lo que puede denominarse
ciudadanía formal y con la participación o no como
ciudadanos en la marcha de la sociedad. La inclusión
económica y social están relacionadas con la
participación en la vida colectiva y pueden distinguirse
dos ejes: por un lado, el que se refiere al empleo y la
protección social. Por el otro lado el que toma en cuenta
las interrelaciones individuales y colectivas en el contexto de
lo que se ha denominado el capital social
y que demarca la inclusión social. Los fenómenos de
pobreza, los
cuales implican incapacidad para participar en el mercado de
consumo, como
los del desempleo y
diversas formas de empleo
informal y precario, constituyen una fragilidad, debilitamiento o
ruptura de las relaciones económicas.
6. Crisis de
Identidad en Argentina
La crisis en la relación sociedad –
Estado emerge
en la Argentina a
partir de 1976 y se extiende progresivamente en el tiempo
modificando severamente las condiciones de vida de los argentinos
e impactando en las vivencias e identidades, creencias e
intereses de los distintos sectores.
En los 90 se consolida la exclusión social.
Sectores cada ves más amplios de la población quedan en los márgenes o
decididamente caen de ellos a partir del abandono del estado de sus
funciones
reguladoras y redistributivas.
También existen la anomia social relacionada a la
solidaridad
mecánica, que implica falta de
aceptación de las normas, y la
anomia vinculada a la solidaridad
orgánica implica incapacidad de cooperar. Ambas anomias
expresan entonces un intenso problema de integración de la sociedad argentina.
Ejemplos citados, tanto en lo que refiere a
trasgresión de normas jurídicas como a las
costumbres incivilizadas o no éticas, expresan que la
sociedad argentina posee problemas de
integración social.
Martha Mancebo propone la resocialización ya que
los cambios aluden a una transformación drástica de
la sociedad. Vivir en la nueva sociedad exige armonizar la
realidad subjetiva con la nueva realidad.
También se revela la falacia de la libertad del
mercado: cuando este esta dominado por monopolios y oligopolios,
no hay libre flujo de la oferta y la
demanda, sino
usuarios imposibilitados de ejercer sus derechos de elección
frente a la cínica indiferencia de los
poderosos.
La disolución de la noción misma de
nacionalidad se verifica en sus reapariciones espasmódicas
durante los mundiales de fútbol. La desaparición de
"espejos" que constituyan una referencia fuerte inhibe la
generación de identidades. La perdida de
identificación tanto racional como afectiva con las
instituciones supuestamente representativas de los derechos de la
ciudadanía a partir de la incapacidad de su ejercicio
puede englobarse en un proceso de
desciudadanización. Dada la amplitud del fenómeno
excluyente que implica perdida de identidades coherentes con la
participación ciudadana, podemos concluir que la
mayoría de la sociedad argentina esta en esta
condición.
El hombre es impulsado al consumo de productos, y
más sutilmente, de imágenes,
de ideas, de modos de vida por encima de su voluntad, guiado por
fenómenos paralelos como las modas.
En la sociedad de consumo los productores impulsan
nuevas técnicas
de venta para fomentar la compra por impulso y manejar las
decisiones de los consumidores. Aquellos que no tienen la
posibilidad de adquirir los bienes que se ofertan, viven su
carencia como una auténtica exclusión social, ya
que la sociedad de consumo propone la identificación de la
posición social sobre la base de la tenencia de
determinados bienes.
Solo una minoría es consciente de la
pérdida de soberanía para poder decidir lo que quiere
consumir. Es realmente un sujeto, tiene creada una identidad,
aquel que sabe lo que quiere, que es capaz de formular objetivos, y
de elaborar y ejecutar estrategias
individuales y colectivas para el logro de los mismos, que sabe
como reflexionar y evaluar sus practicas y las de los
demás, que conoce en gran medida la lógica
de funcionamiento de la sociedad y es capaz de adaptarse y
proponer su transformación al mismo tiempo.
8. Bibliografía
Consultada
Abundancia y Pobreza (Beatriz
Sarlo)
La sociedad como realidad subjetiva (Berger y Luckman)
Sobre el concepto
abstracto de <vida cotidiana> (Heller Agnes)
La sociedad argentina de los 90: crisis de socialización
(Martha Mancebo)
La educación su naturaleza y su papel
(Durkheim
Emile)
Educación y sociedad ¿consenso o conflicto?
(Carlos Ornellas)
Una problemática mal planteada (Eco Humberto)
Escuela y Equidad (Tenti – Fanfani)
División del poder en la comunidad,
estamentos y partidos (Weber Max)
Anomia Social y Anemia Estatal (Ernesto Aldo Isuani)
¿La gran exclusión? Vulnerabilidad y
exclusión en América
Latina (Alberto Minujin)
Parámetros económico-políticos: Los modelos de
acumulación (Torrado)
Autor:
fliagra
fliagra[arroba]arnet.com.ar