Indice
1.
Introducción
2. Conceptos y elementos de la
investigación.
3. La investigación y el
estudio.
4. Tipos de
investigación.
5. Trabajos o productos de la
investigación.
6. Las fuentes de información o
conocimiento.
Existen dos niveles de investigación entre los cuales se
encuentran:
Investigación común o cotidiana
Investigación racional o crítica
La primera es la actividad humana de búsqueda de
conocimientos; de indagación de soluciones y
de interrogantes. La segunda de la actividad de búsqueda
que se caracteriza por ser reflexiva, sistemática y
metódica; tiene por finalidad obtener conocimientos y
solucionar problemas
científicos, filosóficos o
empírico-técnicos, y se desarrolla mediante un
proceso.
La investigación científica es la
búsqueda intencionada de conocimientos o de soluciones a
problemas de
carácter científico; el método
científico indica el camino que se ha de transitar en esa
indagación y las técnicas
precisan la manera de recorrerlo.
Podemos señalar varias etapas de la
investigación entre las que se encuentran:
- Selección del tema y la consulta
bibliográfica preliminar - Formulación y definición de
problemas. - Formulación de hipótesis
- Recopilación y registro de
datos - Comprobación de hipótesis
- Comunicación de resultados.
También se encuentran los elementos de la
investigación los cuales son:
Sujeto: Es quien desarrolla la actividad, el investigador.
Objeto: Lo que se indaga, la materia o el
tema.
Medio: Lo que se requiere para llevar a cabo la actividad.
Conjunto de métodos y
técnicas.
Fin: Lo que se persigue, los propósitos de la
búsqueda.
La investigación nos ayuda a mejorar el estudio porque nos
permite establecer contacto con la realidad a fin de que la
conozcamos mejor. Constituye un estímulo para la actividad
intelectual creadora. Ayuda a desarrollar una curiosidad
creciente acerca de la solución de problemas. Contribuye
al progreso de la lectura
crítica.
Los factores de la selección
se dividen en Objetivos y
Subjetivos. Los primeros son los elementos externos o materiales que
posibilitan y determinan, en mayor o menor medida, la
realización de una investigación (el tiempo, la
sociedad, el
ambiente
familiar, la cultura, la
política,
recursos materiales,
entre otros). El segundo se refiere a las cualidades del
investigador que inciden en el desarrollo de
una investigación, además de la de un cierto
dominio de la
materia en que
se investiga.
Para ser un buen investigador se requieren de ciertas cualidades
en las que pueden destacar las siguientes:
- Actitud cognoscitiva
- Actitud moral
- Actitud reflexiva
- Actitud objetiva
- Habilidad en el manejo de métodos
y técnicas - Ordenado
- Perseverante
La investigación puede ser seleccionada por su
tipo.
- Por el propósito o finalidades perseguidas:
básica o aplicada. - Por la clase de medios
utilizados para obtener los datos:
documental, de campo o experimental. - Por el nivel de conocimientos que se adquieren:
exploratoria, descriptiva o explicativa.
Los principales trabajos o productos de
la investigación son:
- Monografía
- Ensayo
- Manual
- Tratado
- Reseña
- Resumen
- Tesis
Las fuentes de
conocimiento
se pueden clasificar por:
- Por la originalidad del dato o información: directas e
indirectas. - Por la correspondencia del dato con lo que se
investiga: principales y secundarias. - Por las características externas de las fuentes:
documentales y de campo.
Para la consulta y el aprovechamiento de las fuentes de
conocimiento
impresas, en especial de los libros y
material afín, el investigador tendrá que buscar en
bibliotecas,
hemerotecas, archivos y cetros
de documentación.
Los tipos de bibliografías que podemos encontrar
son:
- Descriptivas: Proporciona los elementos externos de
las obras, sus características formales. - Analíticas: Ofrecen los elementos de contenido
de las obras. - Críticas: Facilitan, además de los
datos aportados por las otras bibliografías, una
apreciación reflexiva del alcance de las
obras.
2. Conceptos y elementos de la
investigación.
Para dar con el concepto de
investigación atenderemos en primer lugar su
etimología y después su significado actual, tanto
en sentido amplio como en el restringido. La palabra
investigación (acción y efecto de investigar)
deriva de dos raíces latinas: in y vestigium; la primera
que significa "en, dentro", y la segunda que se refiere al
rastro, huella, indicio o señal, al vestigio de algo; por
su parte, la palabra investigar proviene del verbo latino
investigare, con lo que alude a la acción de buscar,
inquirir, indagar, seguir vestigios o la pista o la huella a
alguien o de algo, averiguar o descubrir alguna cosa. Así,
el significado etimológico nos indica la actividad que nos
conduce al conocimiento de algo.
La investigación común o cotidiana es la que
realizamos todos, como la que lleva a cabo un niño que
quiere entender su entorno, como la de adulto que pretende
solucionar los problemas que le presenta de manera contidiana la
vida misma, y la investigación racional o crítica
es la que se desarrolla en los ámbitos empírico
– técnico, científico y
filosófico.
Entendemos por investigación racional o crítica la
actividad de búsqueda que se caracteriza por ser
reflexiva, sistemática y metódica, que tiene por
finalidad obtener conocimientos y solucionar problemas
científicos, filosóficos o
empírico-técnicos, y que se desarrolla mediante un
proceso.
La investigación es una actividad reflexiva porque se
requiere el examen profundo, atento y minucioso de diferentes
elementos: de las fuentes de conocimiento, es decir, los datos
que se encuentran en la realidad; de los problemas asumidos; de
los modelos de
comprobación de las hipótesis; de los planes para desarrollar
todas y cada una de las actividades de la
investigación.
La investigación es sistemática porque lo
importante en ella no es tanto dar con datos aislados, sino por
cuanto posibilita vincular o relacionar nuestros pensamientos con
los datos derivados del análisis crítico de las fuentes de
conocimiento; porque integra, mediante relaciones de coordinación y subordinación, los
conocimientos adquiridos en el conjunto de los conocimientos
organizados o de las teorías
válidas existentes.
La investigación es metódica porque requiere de
procesos
lógicos para adquirir, sistematizar y transmitir los
conocimientos; porque son necesarias ciertas vías para el
estudio de determinados objetos; es decir, de métodos que
permitan realizar de la mejor manera la indagación de la
realidad.
Si lo que buscamos es dar con conocimientos que produzcan en
nosotros una certeza, los métodos nos auxilian en ese
propósito, ya que los conocimientos no se adquieren
casualmente, sino que derivan de un esfuerzo intelectual de
búsqueda.
La investigación científica se encuentra
estrechamente vinculada con el método
científico y con el uso de ciertas técnicas, pero
sin confundirse con ellos.
Es evidente que la investigación surgió cuando
el hombre, al
enfrentarse a situaciones problemáticas, buscó
descubrir lo que desconocía, cuando sintió la
necesidad de responder a las interrogantes que la realidad le
planteaba.
La investigación se desarrolla mediante un proceso que
ordena una serie de actividades que se realizan en varias fases o
etapas:
- La selección del tema y la consulta
bibliográfica preliminar. - La formulación y definición de
problemas. - La formulación de hipótesis.
- La recopilación y el registro de
datos. - La comprobación de
hipótesis. - La comunicación de resultados.
Elementos de la investigación: Desde un punto de
vista estructural reconocemos cuatro elementos presentes en toda
investigación: sujeto, objeto, medio y fin.
Se entiende por sujeto el que desarrolla la actividad, el
investigador; por objeto, lo que se indaga, esto es, la materia o
el tema; por medio, lo que se requiere para llevar a cabo la
actividad, es decir, el conjunto de métodos y
técnicas adecuados, y por fin, lo que se persigue, los
propósitos de la actividad de búsqueda, que radica
en la solución de una problemática
detectada.
3. La investigación y
el estudio.
Estas dos actividades se encuentran vinculadas de manera
estrecha y se influyen recíprocamente: los resultados de
la primera proporcionan material para ser estudiado, mientras que
la segunda, por implicar procesos de
razonamiento analítico y sintético, facilita el
planteamiento del o los problemas que se pueden investigar.
Es importante aprender a investigar, desarrollando nuestro
pensamiento
reflexivo y tomando conciencia de que
se trata de una actividad que reclama perseverancia, ya que
mediante la investigación podemos buscar y dar con
respuestas propias y originales a las interrogantes que nosotros
mismos formulemos y así generar nuevos conocimientos;
siguiendo una metodología apropiada podremos plantear
enfoques diferentes para estudiar la realidad.
Entre las ventajas que representa el investigar para mejorar el
estudio encontramos: permite al alumno establecer contacto con la
realidad a fin de que la conozca mejor; contribuye un
estímulo para la actividad intelectual creadora; ayuda a
desarrollar una curiosidad creciente a cerca de problemas, propia
de una mentalidad científica; a considerar que las
investigaciones no terminan, porque sus resultados
requieren una constante revisión.
Factores de selección.
La investigación se da siempre, por tratarse de una
actividad encaminada a adquirir conocimientos, a partir de una
determinada situación contextual. Podemos señalar
que se encuentra sujeta a una serie de factores y
obstáculos. Los factores que inciden en el desarrollo de
una investigación pueden ser de dos tipos: los objetivos y
los subjetivos.
Entendemos por factores objetivos aquellos elementos externos o
materiales que posibilitan y determinan, en mayor o menor medida,
la realización de una investigación. Entre ellos
podemos citar el tiempo, la
sociedad, el
ambiente
familiar, la cultura, la
política,
el apoyo de otros investigadores y de instituciones
gubernamentales, educativas o ambos, y los recursos
materiales, como pueden ser, entre otros, el equipamiento, el
espacio físico conveniente para estudiar e investigar, el
financiamiento
y el acceso a las fuentes de conocimiento.
Cualidades del investigador.
Entre las cualidades con que debe contar un investigador,
además de cierto dominio de la
materia en que se investiga, encontramos las
siguientes:
- Actitud cognoscitiva
- Actitud moral
- Actitud reflexiva
- Actitud objetiva
- Habilidad en el manejo de métodos y
técnicas - Ha de ser ordenado
- Perseverante
Cabe aclarar que algunas de las cualidades con que
cuenta el investigador son innatas y otras adquiridas mediante
la
educación y la instrucción; esto revela que el
propio investigador tiene que estar consciente de sus
posibilidades y de sus carencias, para que estas últimas
puedan, por medio de la práctica y el empeño, ser
resueltas.
La cualidad de la actitud
cognoscitiva. La asume quien frente a lo desconocido manifiesta
una apertura al conocimiento; quien muestra
disposición a aprender e indagar la realidad de las
cosas.
Es preciso que el investigador no asuma posturas
dogmáticas y no se cierre al conocimiento; que no se
considere poseedor de verdades absolutas que no diga que la
búsqueda ha terminado; que no asuma la actitud de la
ignorancia.
Se requiere que el investigador tenga el amor por la
investigación, con la conciencia de que
es el medio para la obtención de los conocimientos
científicos y filosóficos, es decir, de los
conocimientos racionales.
El amor a la
verdad se manifiesta en la búsqueda insaciable origina un
interés, una predisposición a
"detenerse" frente a las cosas para tratar de obtener de ellas su
esencia, características, etcétera.
La cualidad de la actitud moral. Esta
actitud se refiere a la honestidad y a la
responsabilidad que debe asumir el investigador en
el ejercicio de sus actividades.
Por honestidad
intelectual el investigador no debe alterar o modificar los
datos, no cambiar el sentido de lo expresado por otros
investigadores que se consultan. Requiere ponderar el justo
valor de las
aportaciones de todo autor, sin efectuar críticas
desmedidas; implica reconocer méritos ajenos y evitar el
plagio.
La cualidad de la actitud reflexiva. Esta actitud se refiere al
sentido crítico con que el investigador debe desarrollar
su trabajo de análisis de fuentes, a la atención detallada que debe prestar en la
detección y selección de los problemas implicados
en su investigación, a la postura juiciosa para llevar a
cabo la comprobación de sus hipótesis, así
como al examen cuidadoso de la proyección de las
diferentes actividades involucradas en el proceso de la
investigación.
Al contar con esta cualidad el investigador es capaz de realizar
aportaciones personales y proponer enfoques a futuras investigaciones.
La cualidad de la actitud objetiva. Esta actitud se refiere a la
disposición con que debe contar el investigador a fin de
estudiar y
enfocar las fuentes de conocimiento tal como son. Hace referencia
a la imparcialidad intelectual y a la independencia
de criterio para juzgar los datos y los pensamientos ajenos; a la
capacidad de recorrer las etapas de la investigación,
libre de perjuicios, opiniones e ideas preconcebidas.
Esta cualidad, por estar basada en un criterio realista, nos
remite a la capacidad de autocrítica que debe tener el
investigador a fin de reconocer y corregir errores.
La cualidad de habilidad en el manejo de métodos y
técnicas. Como su nombre lo indica, esta cualidad se
refiere a la aptitud del investigador para seleccionar y aplicar
los métodos y las técnicas adecuadas a las
actividades del proceso de investigación.
La cualidad de ser ordenado. Esta cualidad radica en aquellas
personas que están habituadas a ordenar sus cosas y
sistematizar sus pensamientos. A un buen investigador lo
caracteriza, entre otras cosas, su habilidad para organizar las
actividades de su trabajo mediante planes a los que les da
seguimiento.
La cualidad de ser perseverante. Se refiere a la constancia que
debe presentar el investigador en el logro de los objetivos de su
trabajo; tiene que ver con el ejercicio de su voluntad a fin de
conseguir los resultados previstos.
El trabajo que
tiene que realizar el investigador es arduo, por lo cual quien lo
lleva a cabo debe saber persistir, tener paciencia, aun a pesar
de los obstáculos o dificultades que puedan presentarse.
Todo lo anterior revela que el investigador es una persona
disciplinada, que ha desarrollado hábitos de
trabajo.
La investigación puede ser clasificada con base a
los siguientes criterios: por el propósito o las
finalidades perseguidas la investigación es básica
o aplicada; según la clase de medios
utilizados para obtener los datos, es documental, de campo o
experimental; atendiendo al nivel de conocimientos que se
adquieren podrá ser exploratoria, descriptiva o
explicativa; dependiendo del campo de conocimientos en que se
realiza, es científica o filosófica; conforme al
tipo de razonamiento empleado, es espontánea, racional o
empírico-racional; acorde con el método utilizado,
es analítica, sintética, deductiva, inductiva,
histórica, comparativa, etc.; y conforme al número
de investigadores que la realizan, es individual o colectiva.
Investigación básica. También recibe el
nombre de investigación pura, teórica o
dogmática. Se caracteriza porque parte de un marco
teórico y permanece en él; la finalidad radica
en formular nuevas teorías
o modificar las existentes, en incrementar los conocimientos
científicos o filosóficos, pero sin contrastarlos
con ningún aspecto práctico.
Investigación aplicada. Este tipo de investigación
también recibe el nombre de práctica o
empírica. Se caracteriza porque busca la aplicación
o utilización de los conocimientos que se adquieren. La
investigación aplicada se encuentra estrechamente
vinculada con la investigación básica, pues depende
de los resultados y avances de esta última; esto queda
aclarado si nos percatamos de que toda investigación
aplicada requiere de un marco
teórico. Sin embargo, en una investigación
empírica, lo que le interesa al investigador,
primordialmente, son las consecuencias prácticas.
Si una investigación involucra problemas tanto
teóricos como prácticos, recibe el nombre de mixta.
En realidad, un gran número de investigaciones participa
de la naturaleza de las
investigaciones básicas y de las aplicadas.
Investigación
documental. Este tipo de investigación es la que se
realiza, como su nombre lo indica, apoyándose en fuentes
de carácter
documental, esto es, en documentos de
cualquier especie. Como subtipos de esta investigación
encontramos la investigación bibliográfica, la
hemerográfica y la archivística; la primera se basa
en la consulta de libros, la
segunda en artículos o ensayos de
revistas y periódicos, y la tercera en documentos que se
encuentran en los archivos, como
cartas,
oficios, circulares, expedientes, etcétera.
Investigación de campo. Este tipo de
investigación se apoya en informaciones que provienen
entre otras, de entrevistas,
cuestionarios, encuestas y
observaciones. Como es compatible desarrollar este tipo de
investigación junto a la investigación de
carácter documental, se recomienda que primero se
consulten las fuentes de la de carácter documental, a fin
de evitar una duplicidad de trabajos.
Investigación experimental. Recibe este nombre la
investigación que obtiene su información de la actividad intencional
realizada por el investigador y que se encuentra dirigida a
modificar la realidad con el propósito de crear el
fenómeno mismo que se indaga, y así poder
observarlo.
Investigación exploratoria. Recibe este nombre la
investigación que se realiza con el propósito de
destacar los aspectos fundamentales de una problemática
determinada y encontrar los procedimientos
adecuados para elaborar una investigación posterior. Es
útil desarrollar este tipo de investigación porque,
al contar con sus resultados, se simplifica abrir líneas
de investigación y proceder a su consecuente
comprobación.
Investigación descriptiva. Mediante este tipo de
investigación, que utiliza el método de
análisis, se logra caracterizar un objeto de estudio o una
situación concreta, señalar sus
características y propiedades. Combinada con ciertos
criterios de clasificación sirve para ordenar, agrupar o
sistematizar los objetos involucrados en el trabajo
indagatorio. Al igual que la investigación que hemos
descrito anteriormente, puede servir de base para investigaciones
que requieran un mayor nivel de profundidad.
Investigación explicativa. Mediante este tipo de
investigación, que requiere la combinación de los
métodos analítico y sintético, en
conjugación con el deductivo y el inductivo, se trata de
responder o dar cuenta de los porqués del objeto que se
investiga.
5. Trabajos o productos de
la investigación.
Todo trabajo de investigación, en principio, por
los conocimientos alcanzados o logrados, requiere ser comunicado
a terceras personas. La tarea indagadora desarrollada surge de un
contexto determinado, y es precisamente ése el que debe
tomar en cuenta el investigador en el momento de comunicar sus
resultados. Los conocimientos científicos, como ya se
habría señalado, para ser tales, han de ser
comunicables , divulgados a fin de posibilitar su
confirmación y de contribuir al mejoramiento de la
educación
en general.
La forma en que debe hacerlo es variada y abarca desde la
comunicación oral, la gráfica, hasta
la escrita. En realidad, lo que prevalece es la
comunicación escrita, y dentro de ésta
encontramos también una gran diversidad de diseños
o formatos: monografías, ensayo,
manual,
tratado, reseña, resumen, tesis, informe,
compendio, artículos, ponencia, etc. a su vez, cada uno de
ellos puede revestir ciertas modalidades, por lo que
tendríamos un gran número de posibilidades para
comunicar los resultados, que en todo caso dependerán de
las características propias del trabajo, como pueden ser,
entre otras, su extensión, tipo de aportación, el
público al que está dirigido, si es un requisito
académico, si se pretende incluirlo en una
publicación periódica, si ha de estar sujeto a
debate en
mesas redondas, etc.; pero lo mas importante es que se dé
a conocer y ayude a la formación intelectual de otros
investigadores.
La monografía. Este trabajo de
investigación gira alrededor de un tema específico
e involucra uno o varios problemas que se encuentran
estrechamente vinculados. Se trata de un análisis
particular y profundo, más o menos exhaustivo, de un tema,
que puede presentarse en forma descriptiva o explicativa.
Requiere de parte del investigador, por derivarse de las
características de este trabajo, un dominio del tema
tratado y el empleo cabal
de una metodología científica adecuada a la
materia. Si es un trabajo breve, puede tratarse de un
artículo susceptible de publicarse en una revista
especializada.
El ensayo.
Este tipo de trabajo de investigación se caracteriza por
ser breve; se reduce a efectuar comentarios respecto a un tema,
original o no, pero con una perspectiva novedosa. Requiere de
parte del investigador una cierta madurez intelectual y una dosis
de creatividad a
fin de proponer nuevas vías para estudiar el objeto que se
comenta.
El manual. Este
producto de la
investigación se presenta en forma de libro en el
que se resume lo esencial o fundamental de una materia; se
caracteriza por utilizar un lenguaje
sencillo y claro (aun siendo de carácter técnico) y
por servir a las referencias rápidas en las indagaciones
de otros investigadores. Semejante al manual es el
vademécum, que es un libro que se
encuentra la síntesis
de las nociones principales de alguna materia.
El tratado. Es un producto de la
investigación que se entrega en forma de libro y que
contiene de manera concentrada, explicada y más o menos
completa, los conocimientos de una materia determinada. Es de
mayor extensión que el manual e incluye una visión
más reflexiva y crítica del tema que se desarrolla,
así como elementos relacionados con la temática
abordada.
La reseña. Se realiza mediante una breve exposición
descriptiva o crítica de la totalidad o una parte de la
obra de otro u otros investigadores, de ahí que tengamos
dos modalidades: la reseña descriptiva y la reseña
critica. La primera se limita a efectuar, mediante un resumen, un
inventario del
contenido o las características de la obra. La segunda,
que puede ser objetiva o crítica, implica, también
mediante un resumen, una evaluación
o valoración más o menos exhaustiva, del documento
de que se trate.
En el nivel pedagógico, la reseña cumple un
importante papel:
evidenciar la calidad y
cantidad de conocimientos adquiridos por los alumnos en
relación con la obra reseñada.
El resumen. Se trata de una presentación sintética
del tema o temas centrales contenidos en una obra propia o ajena,
utilizando un lenguaje claro
y una redacción sencilla y precisa; requiere de
parte del investigador objetividad y respeto al
pensamiento
del autor en su integridad. En el ámbito pedagógico
es imprescindible, ya que estimula la lectura
crítica de un libro, manifiesta la capacidad de
abstracción y ayuda a afinar el pensamiento
analítico y sintético del alumno.
La tesis. Es un trabajo de investigación original que se
desarrolla en el ámbito académico con el
propósito de obtener un grado, que puede ser de
licenciatura, de maestría o de doctorado.
Este producto de la investigación reúne todas las
características que hemos señalado respecto a una
investigación racional: es reflexivo, sistemático y
metódico; tiene por finalidad obtener conocimientos y
solucionar problemas en el ámbito científico,
filosófico o empírico-técnico, y se
desarrolla mediante un proceso. Se trata de un trabajo de
investigación complejo que requiere de parte del
investigador las cualidades que hemos precisado, esto es, actitud
cognoscitiva, actitud moral, actitud
objetiva, habilidad en el manejo de métodos y
técnicas, y que sea ordenado y perseverante.
6. Las fuentes de
información o conocimiento.
La palabra fuente significa "el lugar de donde proviene
algo", su origen o procedencia; se refiere al principio,
fundamento o causa de una cosa. En el campo de la
investigación relacional alude al documento, obra o
elemento que sirve de información o dato para el
desarrollo de la misma.
Las fuentes de conocimiento son esenciales para que el
investigador efectúe la transformación consciente
de los conocimientos previos de los cuales parte. Dichas fuentes
le permiten establecer contacto con las experiencias
científicas o filosóficas de integrantes de
sociedades
contemporáneas y con el legado intelectual de generaciones
pasadas; ello aunado a la observación de las cosas, todo con el fin
de adquirir conocimientos.
Las fuentes de conocimiento también se clasifican en
atención a la correspondencia del dato con
lo que se investiga, y así tendríamos fuentes
principales y secundarias. Las primeras son aquellas cuyo
contenido concuerda con lo que investigamos, las que nos
proporcionan la información central de lo que indagamos;
las segundas, en cambio, nos
brindan únicamente información parcial, nos dan
datos conexos, pero que no se centran en lo que investigamos.
Por sus características externas las fuentes se dividen en
documentales, y de campo. Las primeras, que derivan de un
documento de cualquier tipo, se subdividen en
bibliográficas y hemerográficas; y las segundas en
materiales y humanas. Las de carácter bibliográfico
se caracterizan por tener el formato de un libro, y las herramientas
el de una revista o
periódico. Reciben el nombre de fuentes
materiales las obras de la naturaleza y las
obras producidas por el hombre y que
encuentran una significación o sentido; las fuentes
humanas, en cambio, hacen
referencia a la información de carácter
testimonial.
En la biblioteca, que
es la unidad que conserva, transmite y difunde el
conocimiento, los libros se encuentran catalogados y
clasificados metódicamente. El que la biblioteca cuente
con una catalogación y clasificación responde a un
criterio racional de facilitar la agrupación de los libros
y, por tanto, permitir la utilización de los mismos; y es
precisamente ése uno de los méritos que actualmente
tiene la biblioteca: es el e servir de apoyo a las funciones de
investigación.
Las bibliografías constituyen un instrumento valioso para
el investigador, ya que le orientan para ubicarse dentro del
tema, así como para valorar la originalidad de su trabajo.
Todo ello redundará en una mejor aportación a su
disciplina.
Las bibliografías dividen las fuentes de conocimiento de
acuerdo con un sistema general
de las ciencias. Uno
de los sistemas
más útiles es la clasificación decimal, que
presenta innumerables ventajas sobre los demás.
Las bibliografías pueden ser de tres tipos: descriptivas,
analíticas o críticas. Las primeras proporcionan
los elementos externos de la obra, sus características
formales; las segundas brindan los elementos del contenido de la
obra; y las terceras son las que, además de los datos
proporcionados por las anteriores bibliografías, facilitan
una apreciación reflexiva del alcance de las obras.
Otro criterio de clasificación de las bibliografías
es el que toma en cuenta el sector del conocimiento al cual se
refiere, y así tenemos bibliografías generales y
especializadas. Las primeras se refieren, sin distinción,
a todo tipo de obra; las segundas, en cambio, señalan las
obras referentes a una ciencia o
campo del conocimiento. Tanto las bibliografías generales
como las especializadas pueden ser de carácter nacional o
internacional.
Autor:
Leopoldo de la Fuente
Silva
Estudiante de la Universidad
Autónoma de Tamaulipas