Indice
1.
Introducción
2. Las Articulaciones
3. Enfermedades de los
Huesos
4. Enfermedades de los
Músculos
5. Conclusión
6. Bibliografía
El cuerpo del adulto humano esta formado por 206
huesos
aproximadamente, los cuales son rígidos y nos sirven para
proteger a los órganos blandos de nuestro organismo. Los
huesos
están formados en su mayor parte por calcio, y a su vez
ayudan al equilibrio de
éste (homeostasis).
Los huesos forman el esqueleto, el cual se divide en
dos:
– Esqueleto Axia = formado por el cráneo, huesos faciales,
costillas, esternón, y columna vertebral.
– Esqueleto Apendicular = formado por la cintura escapular, los
huesos de las extremidades superiores e inferiores, y por la
cintura pélvica.
Los huesos también son afectados por diversas
enfermedades, las
cuales daremos a conocer a lo largo del trabajo, al igual que la
de los músculos.
Los músculos son caracterizados por su capacidad para
contraerse, por lo general en respuesta a un estímulo
nervioso. La unidad básica de todo músculo es la
miofibrilla, estructura
filiforme muy pequeña formada por proteínas
complejas.
Son zonas de unión entre los huesos o
cartílagos del esqueleto. Estas se dividen en tres grandes
grupos: las
móviles o sinoviales, las fijas o fibrosas, y las
cartilaginosas.
Sinoviales
Las articulaciones
sinoviales permiten realizar una amplia gama de movimientos, y a
su vez las sinoviales están envueltas por una cubierta
deslizante llamada "sinovia".
Las sinoviales a su vez se dividen en subarticulaciones:
Articulaciones de
bisagra: Permiten efectuar movimientos que nos permiten
inclinarnos y erguirnos, en conclusión hacer movimientos
de bisagra. Ej.: el codo, la rodilla, los nudillos.
Deslizantes: Nos permiten realizar movimientos en todas
direcciones, debido a que las superficies óseas opuestas
son planas o ligeramente curvas. Ej.: huesos de la columna,
muñeca, y los tarsos.
Pivotantes: Todas las pivotantes son tipos especiales de
articulaciones de bisagra, y se caracterizan por girar en
torno a un
eje. Ej.: articulación del cuello, el codo, base craneal,
entre el húmero y el cúbito. La pivotante del
cuello permite voltear la cabeza, y la del codo permite torcer el
antebrazo.
Esféricas: Tienen forma de bola y receptáculo, y se
caracterizan por el libre movimiento, y
en cualquier dirección. Ej.: cadera, hombro.
Fibrosas
Estas articulaciones no tienen sinovia, y los huesos están
unidos por un tejido resistente y fibroso que les permite muy
poco, o ningún, movimiento.
Ej.: las de la espalda, el sacro, cráneo, algunas del
tobillo, y pelvis.
Pero las articulaciones de la columna no son del todo inmovibles,
ya que son lo suficientemente flexibles como para permitir
algún movimiento y mantener su papel de
soporte de la columna vertebral.
Cartilaginosas
Este tipo de articulaciones se forman entre el hueso y el
cartílago, y debido a que el cartílago es flexible,
realizan movimientos sin necesidad de la sinovia.
Ej.: entre las costillas y el hueso del pecho.
Contracción Muscular
Los músculos estriados están constituidos por un
gran número de células o
fibras musculares, que si bien tienen un calibre muy
pequeño (10-100 micras), pueden llegar a tener una gran
longitud (hasta 3 cm.). Cada fibra muscular contiene varios
cientos o millares de miofibrillas. Cada miofibrilla tiene a su
vez filamentos de actina y miosina (moléculas de
proteína) que se interdigitan a lo largo de toda la fibra
muscular, motivo por lo que se aprecian bandas o discos claros y
oscuros que se alternan. Los filamentos de actina pueden
deslizarse entrando y saliendo de los espacios existentes entre
los filamentos de miosina, produciéndose así la
contracción y la relajación.
Osteoporosis
Es una enfermedad que afecta directamente al hueso, y se
caracteriza por una disminución de la masa ósea;
los huesos afectados son más porosos y se fracturan con
más facilidad que el hueso normal. Son frecuentes las
fracturas de muñeca (radio),
vértebras y cadera, aunque puede aparecer en cualquier
hueso. Las mujeres de raza blanca son las más susceptibles
de padecer la enfermedad.
Otros factores de riesgo pueden ser
la inadecuada ingestión de calcio, actividad física insuficiente,
ciertos medicamentos (como los corticoides), o antecedentes
familiares de osteoporosis. La
forma más frecuente de la enfermedad es la osteoporosis
primaria; se refiere a la osteoporosis postmenopaúsica, o
por déficit de estrógenos (Tipo I) que se observa
en mujeres cuyos ovarios han dejado de producir hormonas
(estrógenos).
Otros tipos pueden ser osteoporosis relacionada con la edad (Tipo
II), que afecta a las personas mayores de 70 años, y la
osteoporosis idiopática, enfermedad poco frecuente, de
causa desconocida, que afecta a las mujeres
premenopaúsicas y a los hombres jóvenes o de
mediana edad.
La osteoporosis secundaria puede estar causada por inactividad
debida a parálisis u otras causas como la ingravidez
espacial; enfermedades endocrinas y
nutricionales, tales como la anorexia
nerviosa; enfermedades específicas y ciertos medicamentos.
La prevención y el tratamiento de la osteoporosis incluyen
la
administración de estrógenos, progesterona o
ambos, en mujeres postmenopaúsicas, suplementos de calcio
y otros nutrientes, ejercicio y nuevos fármacos como la
calcitonina.
Raquitismo
Enfermedad producida por un déficit nutricional,
caracterizada por deformidades esqueléticas. El raquitismo
está causado por un descenso de la mineralización
de los huesos y cartílagos debido a niveles bajos de
calcio y fósforo en la sangre. La
vitamina D es esencial para el mantenimiento
de unos niveles normales de calcio y fósforo. El
raquitismo clásico, enfermedad carencial de la infancia
caracterizada por desarrollo
inadecuado o fragilización de los huesos, está
producido por una cantidad insuficiente de vitamina D en la
dieta, o por ciertas enfermedades que impiden la
asimilación de las sales de calcio por la
eliminación excesiva en el riñón de calcio y
fósforo o por radiación
ultravioleta solar insuficiente, lo que bloquea la
conversión en la piel de
7-dehidroesteroles, tales como ergosterol y 7-dehidrocolesterol,
que originan las vitaminas D2
(ergocalciferol) y D3 (colecalciferol) respectivamente.
En adultos, la deficiencia de vitamina D se manifiesta como
osteomalacia (reblandecimiento de los huesos), trastorno debido a
la mineralización inadecuada del hueso. En los niños
existe un fracaso adicional de la mineralización del
cartílago de crecimiento en los extremos de los huesos. El
hueso nuevo inadecuado es propenso a deformarse. El tipo de
deformidad esquelética depende en gran medida de la edad
del niño cuando se produce la deficiencia de vitamina D.
En general, se deforman los tobillos y las muñecas y
aparecen abultamientos en las costillas formando el llamado
rosario raquítico; la cabeza se agranda y el tórax
se estrecha. Un niño que todavía no ha aprendido a
andar desarrolla deformidades vertebrales, mientras que un
niño que ya anda las desarrolla en las piernas. El
sistema
nervioso también sufre alteraciones, los niños
afectados son irritables, tienen dificultades para dormir y
presentan sudoración excesiva. Las alteraciones producidas
en los músculos provocan el abultamiento del vientre,
característico de esta
enfermedad.
4. Enfermedades de los
Músculos
Distrofia muscular
Enfermedad incapacitante caracterizada por una
degeneración creciente del músculo
esquelético. Su curso clínico es progresivo; con el
paso del tiempo aumenta la
debilidad, y disminuyen la funcionalidad y la masa muscular hasta
que el paciente necesita una silla de ruedas para desplazarse. No
se producen remisiones. Hay varias formas clínicas, que se
diferencian unas de otras por el patrón de
transmisión hereditaria, por la edad de inicio de la
enfermedad y por la distribución de los grupos musculares
afectados. En todas las formas de la enfermedad se detectan
anormalidades microscópicas en el examen
histológico del músculo estriado.
Formas clínicas
En la distrofia muscular de Duchenne los síntomas se
inician antes de los cinco años. Al principio, se ven
afectados los músculos de la pelvis y el tronco, que
producen una escoliosis y una marcha tambaleante. Al final de la
adolescencia
existe atrofia de casi todos los grupos musculares. La muerte
sobreviene por debilidad de los músculos respiratorios o
por afección del miocardio. La enfermedad se hereda de
modo recesivo ligado al cromosoma X, por lo que
prácticamente sólo aparece en varones. La distrofia
muscular de Becker es una forma leve de la distrofia muscular de
Duchenne.
La distrofia muscular facio-escápulo-humeral afecta a
ambos sexos por igual. Produce atrofia y debilidad en la
musculatura de la cintura escapular y de los miembros superiores.
Los síntomas se inician al principio de la pubertad, pero
en los primeros años de vida ya puede apreciarse la
característica debilidad de los
músculos faciales. La mayoría de los pacientes son
capaces de caminar hasta edades avanzadas.
La distrofia de cintura afecta a ambos sexos y puede
desarrollarse a cualquier edad. Pueden verse afectados los
músculos de la cintura escapular o pelviana; su
progresión es lenta; al final de la vida, la
mayoría de los músculos del esqueleto están
afectados.
En la distrofia muscular miotónica existe, además
de atrofia y debilidad, lentitud en la relajación muscular
postcontracción. Pueden asociarse cataratas bilaterales y
alteración de las funciones
reproductivas. La edad de inicio y la gravedad de los
síntomas es variable, pero tiende a ser más precoz
y más grave en las generaciones más jóvenes
de una familia afectada,
en especial los hijos de madres enfermas. Afecta por igual a
ambos sexos.
Tratamiento
Las distrofias musculares se originan por una mutación
genética,
pero no se conocen los mecanismos bioquímicos responsables
de la degeneración muscular. No hay tratamiento
específico. Se deben emplear medidas generales
sintomáticas que incluyen la fisioterapia y la terapia
ocupacional. Las modernas pruebas
genéticas, que determinan la existencia de genes de las
diferentes formas clínicas, permiten un diagnóstico rápido y exacto. Estas
pruebas
también sirven para el diagnóstico de mujeres portadoras de genes
de las distrofias de Duchenne y Becker.
Luego de haber realizado ésta investigación acerca de los músculos
y los huesos, nos podemos dar cuenta que aunque nosotros los
veamos como partes comunes de nuestro cuerpo, en realidad nos son
de bastante utilidad desde el
día en que nacemos. Ambos (músculos y huesos) van
tremendamente unidos, ya que si llegase a fallar alguno de los
dos, el otro quedaría inutilizable. Esto se debe a que el
esqueleto, formado por huesos, nos permite tener movilidad y
éstos son accionados por los distintos músculos que
hay en nuestro cuerpo.
Enciclopedia Media Moderna, Tomo 3
Anatomía
Humana.
Atlas Temático: Anatomía Humana.
El mundo del Saber: El cuerpo
Humano.
Cuerpo Humano
1.0
Didacta, Enciclopedia Temática: El Cuerpo Humano y la
Salud.
Autor:
Pamela Roxana