Monografias.com > Filosofía
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Holística




Enviado por sypal



Partes: 1, 2

    Indice
    1.
    Qué es la holística

    2. Holopraxis
    filosófica

    3. Importancia de la
    holística

    4. Holismo y
    superholismo

    5. Etapas del pensamiento
    holístico

    6. Principios de la
    holística

    7. Hologogía:
    praxis de una nueva educación

    8.
    Sintagmas

    9. Holística y
    sistemas

    10.
    Referencias

    1. Qué es la
    holística

    La holística alude a la tendencia que permite entender los
    eventos desde
    el punto de vista de las múltiples interacciones que los
    caracterizan; corresponde a una actitud
    integradora como también a una teoría
    explicativa que orienta hacia una comprensión contextual
    de los procesos, de
    los protagonistas y de sus contextos. La holística se
    refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en
    su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma se pueden
    apreciar interacciones, particularidades y procesos que
    por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que
    conforman el todo, por separado.

    La voz griega holos se expresa en castellano como
    prefijo, hol u holo, y significa entero, completo, "todo"; indica
    también íntegro y organizado. Con holos se
    significa totalidad, relaciones, contexto o cualquier evento,
    aspecto, circunstancia, cualidad o cosa que en su momento
    esté siendo estudiado o tomado en cuenta, como "uno", como
    complejidad o como totalidad. Por ejemplo, cuando en una investigación cualquiera se han precisado
    los aspectos conceptuales y en consecuencia se ha delienado la
    investigación -se ha focalizado la misma y
    se ha delimitado-, para los efectos de la investigación
    ese contexto corresponde al holos de la investigación.
    Holos alude, entonces, a contextos, a complejidades, a realidades
    objeto de estudio, en relación con otros holos, es decir,
    con otros eventos, pues el
    holos es complejo, expresa múltiples relaciones, es
    dinámico y está en permanente relación. En
    otras palabras, el holos -el uno-, es múltiple en sus
    manifestaciones y expresa relaciones diversas, contínuas,
    a veces insólitas y paradójicas. Constituye el
    holos la unidad de referencia para el estudio y
    comprensión de los eventos y de la realidad, en un
    contexto de relaciones e interacciones multidimensionales
    constantes.

    La holística ha estado
    presente en el desarrollo del
    pensamiento
    universal. La comprensión filosófica, desde sus
    inicios, es holista, es decir, parte de una comprensión
    universal, global, entera o íntegra de los procesos y de
    las apreciaciones, para derivar progresivamente hacia aspectos de
    las realidades comprendidas en dichos procesos.

    Se reconoce como uno de los textos más
    significativos de la holística el escrito por el
    filósofo sudafricano Jan Christian Smuts (1870-1950),
    nacido en Malinesbury, quien tuvo vida activa política y militar en
    su país. En 1926 publicó Holismo y evolución. En este texto,
    desarrolla su concepción holística o de totalidad
    de las cosas según la cual, si se configura el todo con
    sus partes pero se observa la totalidad, se producen realidades y
    efectos diferentes a los producidos por las partes. El proceso
    "holista", Smuts lo inscribió dentro de procesos
    evolutivos, caracterizados por la síntesis
    creadora, en una actividad dinámica, en evolución, hacia los ideales
    holísticos.

    Cualquier mirada permitirá apreciar que el mundo
    está hecho de conjuntos,
    recalcó Smuts, aclarando que éstos están
    contenidos dentro de otros contextos u holos, y éste a su
    vez está contenido en otros más, configurando el
    cosmos e integrando realidades y procesos de manera constante,
    dinámica e interactiva. Vista la realidad
    de esta manera, se podrá percibir como dinámica,
    interactiva y creativa, ya que «este proceso
    cósmico global, al desplegarse en el cosmos, no es sino la
    evolución" (Wilber, 1989). En consecuencia, los procesos
    naturales, el crecimiento, las relaciones, las actividades
    intelectuales, todo, estaría influenciado o realizado
    dentro de consideraciones holísticas; esto significa, como
    parte de un proceso en el cual la determinación o la
    precisión de las cosas se logra por múltiples
    relaciones, eventos dinámicos, sinergias y expresiones de
    contexto.

    La holística tuvo repercusión en biología y medicina, gracias
    a Kurt Goldstein, biólogo e investigador, quien en 1934
    publicó "El organismo. Una aproximación
    holística de la biología".
    Allí estudió las interacciones entre organismo,
    estímulos y órganos, en base a un proceso global,
    armónico, integrado.

    Según la comprensión holística,
    «el todo y cada una de las sinergias están
    estrechamente ligados con interacciones constantes y
    paradójicas» (Weil, 1996). Esto quiere decir que
    cada acontecer está relacionado con otros acontecimientos,
    los cuales producen entre sí nuevas relaciones y eventos
    en un proceso que compromete el todo.

    Cada hecho constituye un acontecimiento,
    sabiéndose que cada circunstancia produce una serie de
    nuevas situaciones, las cuales de alguna u otra manera influyen
    sobre sí y sobre los otros, en el más amplio
    contexto. Este proceso relacional, esta holopraxis social, afecta
    el todo en sus posibilidades y crea a su vez una
    aprehensión novedosa en el campo de la
    investigación y de la vida misma ya que si el humano trata
    de determinar sus propios límites,
    la orientación holística conduce a aceptar que el
    lindero de toda comprensión, vivencia y razón de
    ser, está en las interacciones de cada evento, así
    como también en el sentido de trascendencia. En otras
    palabras, la comprensión de los procesos, situaciones o
    contextos ha de ocurrir desde el holos, ya que en su dinamismo,
    en las relaciones, en los eventos, surge nueva sinergia,
    ocurren nuevas relaciones y se generan nuevos acontecimientos. Es
    el todo lo determinante, aun cuando este reconocimiento no impide
    que se analice cada caso en particular, análisis que es más provechoso
    cuando ocurre dentro de una comprensión
    holística.

    Cuál es, entonces, el paradigma: el
    reconocer, al igual que las teorías
    físicas y astronómicas, que el universo, la
    totalidad, ocurre continuamente; que «el todo es mayor que
    la suma de las partes», según el enunciado
    aristotélico; que la totalidad es producto del
    conjunto de relaciones, las cuales corresponden a eventos
    sucedidos, a otros que se suceden y a infinito número que
    está por sucederse.

    ¿El riesgo? Confundir
    el todo con lo absoluto. En una interpretación holista, lo
    absoluto expresa relaciones. El todo, como absoluto, resulta
    imposible de ser aprehendido pues de ocurrir así «ya
    no sería un todo». El todo se asocia, entonces, a
    las experiencias concretas de totalidad que mediante procesos
    holísticos permiten comprensiones referenciales a otros
    holos, ante un holos (totalidad) imposible de abarcar pero con
    posibilidades de ser entendido progresivamente, a partir de los
    aspectos que lo expresan, en holos de relación. Por eso,
    el «todo» en holística es: interacción
    constante; realización cósmica y universal;
    potencialidad ilimitada; trascendencia; realización
    histórica; y caos, entendido éste como plenitud de
    posibilidades; dinamismo, optimismo… De ahí
    también que en holística los límites,
    más que puntos de llegada o cercas de contenido, son
    realidades a transcender, puntos a rebasar, comprensiones a
    desarrollar…

    El proceso hacia la
    globalización, la comprensión integradora y el
    desarrollo
    transdisciplinario, se conocen como expresiones del holismo. Las
    cosas en sí mismas integran una realidad por las
    interacciones propias, por campos de acción que se
    entrecruzan. La apreciación de un hecho cualquiera
    está dada por la aprehensión holista de las
    distintas interacciones del objeto de análisis, por lo cual se obtiene un mayor y
    mejor entendimiento del suceso. Es la ilación y la
    tendencia a rebasar estructuras y
    límites lo que determina los eventos; es la
    relación profunda entre lo inmanente y lo trascendente lo
    determinante en el estudio y comprensión de los seres; es
    la posibilidad de establecer relaciones entre objetos,
    particularidades, ideas, eventos y posibilidades lo que propicia
    la comprensión del holos. Movimiento,
    interacción, trascendencia, actividad, son constantes en
    el contexto de cada ser o de cada cosa. Inteligencia
    es relación, de estímulos, de ideas, de
    experiencias, de percepciones, de intuiciones, en contextos
    relacionales y situacionales marcados por la integralidad:
    inteligencia
    con sentido de contexto, como expresión holística.
    Inteligencia como capacidad de relacionar, de establecer
    contextos; inteligencia, incluso, como indicios sinápticos
    que aluden a complejidades mayores.

    2. Holopraxis
    filosófica

    En holística, el universo, el
    cosmos, la realidad, es «todo»: lo que es, lo que
    fue, lo que está siendo lo que será, lo que
    está en posibilidad de ser. Un todo, además,
    dinámico, en evolución, que ocurre permanentemente;
    continuum pero a su vez inmediato; permanente pero a su vez
    fugaz… El todo, en la holística aristotélica, se
    entiende como unidad (1992:141…). El cosmos es la totalidad; y
    es la totalidad en todos sus elementos la que está
    ocurriendo, pues las parcialidades expresan el todo. No son el
    todo pero manifiestan su pertenencia a un holos.
    ¿Cuál es el sentido o finalidad, o
    teleología del cosmos?: la realización, la
    perfección, la totalidad, la ampliación permanente
    de posibilidades, la expansión de iniciativas, la integración en holos de comprensiones cada
    vez mayores. Para potenciar la comprensión holista, es
    importante tomar en cuenta distintas manifestaciones que expresan
    la totalidad, las cuales evolucionan por su constante
    interacción, por las sinergias que orientan hacia nuevos
    holos.

    Holística y filosofía se relacionan
    estrechamente. Una y otra pretenden encontrar el sentido profundo
    de las cosas, sin pretensión de agotar el
    conocimiento, ni mucho menos hacerlo propio. Por ésto,
    es bueno tener en cuenta que la holística tiene su
    fundamentación en la filosofía y su holopraxis
    está expresada en la experiencia, una experiencia que
    vive, observa, aprehende, abstrae, simboliza, construye… Una
    experiencia eminentemente holística. Del "holos", del
    todo, la filosofía abstrae a través de
    particularidades el conocimiento
    para progresivamente ir comprendiendo la totalidad. Sin embargo,
    esa aprehensión primigenia debe ser nuevamente confrontada
    con el holos para poder percibir
    en ese proceso los cambios que se producen, fruto de los
    distintos factores y situaciones del conocimiento.

    El proceso del pensamiento es
    holístico, ocurre de lo general a lo particular y de lo
    particular a lo general. La vivencia humana está referida
    al contexto, a las relaciones espaciales. Un punto cualquiera es
    percibido por las interacciones, por sus sinergias, por las
    relaciones espaciales, situacionales y de contexto.

    3. Importancia de la
    holística

    Toda época histórica entraña
    contradicción: mientras fuerzas de diversa naturaleza se
    enfrentan entre sí, fragmentando lo humano, ideas
    poderosas aupan la integración, así como también
    una visión totalizante e integral de los procesos. La
    humanidad se debate entre
    los enfrentamientos por intereses individualistas y las
    necesidades de colectivos regionales; y entre las corrientes
    caracterizadas por una autodiferenciación radicalizada y
    la orientación global de la sociedad y del
    devenir humano. La tendencia unificante se presenta como
    experiencia integradora debido a su propia sinergia, y
    está orientada hacia la comprensión de los
    fenómenos sociales, culturales y políticos desde la
    óptica
    de la unidad, de la unificación, de la integridad, de lo
    integral, y de la totalización.

    Esta actitud
    implica «superar» los paradigmas,
    las maneras de ver las cosas, para propicir la figura del
    sintagma, que puede ser entendida, de manera simple, como la
    integración de paradigmas.
    Una actitud sintagmática propicia la convergencia,
    el
    conocimiento, la apertura hacia otras maneras de ver las
    cosas, y ésto se logra con criterios holísticos.
    Cuando se dice «superar los paradigmas» se quiere
    decir conocerlos, estudiarlos e integrarlos en nociones amplias.
    En eso consiste la holística: tendencia, movimiento,
    actitud psicológica y social, enraizada en las distintas
    disciplinas humanas, orientada hacia la búsqueda de una
    cosmovisión que esté basada en preceptos comunes
    para el género
    humano.

    4. Holismo y
    superholismo

    La holística estimula la
    iniciativa intelectual hacia la aceptación de los
    fenómenos y del quehacer científico a partir de una
    comprensión que considera los diferentes aspectos,
    fenómenos y caracterizaciones propios de cualquier
    contexto. Sin embargo, hay que diferenciar el "todo
    holístico" del superholismo. En el "todo" holístico
    se busca aprehender diversos aspectos que componen un holos
    cualquiera -el cual a su vez está relacionado en mayor o
    menor grado con otros holos en un conjunto multirrelacional,
    donde de variadas maneras se incide en los eventos que lo
    componen-. Este holos, llámese contexto, complejidad, o
    situación, se puede estudiar, conocer en las partes
    integrativas, teniendo en cuenta, si se quiere, que está a
    su vez vinculado con otros contextos, con otras complejidades, y
    esas relaciones se expresan a través de múltiples
    sinergias.

    En la línea del superholismo, se pretende creer
    que todo, absolutamente todo, forma parte de un mismo holos -lo
    cual es probable hasta cierto punto, como unidad, pero este
    planteamiento presenta graves riesgos-. En el
    superholismo, el "holos" corresponde a todo lo posible, en toda
    consideración, cosa por lo demás absurda; en esta
    perspectiva, la clave del asunto está en percibir la
    totalidad absoluta para poder entender
    la «totalidad del todo total». Esta posición
    confunde porque el todo, visto de esa manera, es incomprensible,
    vastamente inabarcable por su inconmensurabilidad. Además,
    al intentar abarcar el «todo total», éste
    desaparecería pues ya dejaría de ser el todo por
    estar considerado dentro de otro todo continental, superior al
    superholismo (llegado este momento, cualquier recuerdo con las
    discusiones cartesianas pudiera inducir a leer sus Meditaciones o
    el Discurso del
    Método).
    En consecuencia, la búsqueda del todo -es decir, la
    definición de los eventos, de las circunstancias, de las
    características y de las manifestaciones de
    un contexto- como manera de acercarse a la comprensión de
    una realidad cualquiera, en sus distintos aspectos que lo
    componen, se hace necesaria, especialmente cuando se tiene
    claridad en que «las cosas son o pueden ser en la medida de
    quien las percibe» o, aun más, de acuerdo al
    marco
    teórico o epistémico que subyace en la
    comprensión asumida, o del contexto al cual se adhiere
    dicha comprensión. Existen múltiples maneras de
    abordar un suceso o de comprender un fenómeno, y no
    necesariamente una de esas formas -perspectivismo puro- es o debe
    ser la correcta o la que se tome como referencia obligatoria para
    todos. En holística, es preciso tener la capacidad
    integradora, la experticia suficiente para percibir las variadas
    relaciones de un suceso, y a su vez la posibilidad de
    escrudiñar las derivaciones, especialmente si se es capaz
    de apreciar el conjunto, la complejidad, la cual en cierta manera
    se constituye en orientación de las distintas
    «partes» o sinergias que componen el corpus
    holístico.

    5. Etapas del pensamiento
    holístico

    La holística ha de remontarse
    a la historia del
    devenir humano en todas su fases, como también al proceso
    de evolución del conocimiento. Desde el punto de vista
    antropológico, la naturaleza
    abstractiva de carácter
    cerebral es holística, pues los procesos cognitivos
    devienen de las relaciones y de las interacciones, en un contexto
    en el que las cosas, vistas en este caso como "eventos", ocurren
    en el espaciotiempo.
    En los orígenes del conocimiento humano, la existencia de
    mitos
    demuestra la tendencia, capacidad y orientación humanos
    hacia la holística. Cualquier cosmogonía y
    teogonía egipcia, griega, babilónica,
    brahamánica, chibcha, incaica o azteca, pretenden dar
    respuesta a inquietudes nacidas de la experiencia, algunos fruto
    de las inferencias y otras más aprendidas culturalmente
    como legado histórico. La evolución del pensamiento
    está signada por la percepción
    holística de la realidad.

    A partir de un holos, de una "totalidad", de un
    contexto, se genera el conocimiento y por sus múltiples
    relaciones se expanden el pensamiento, las ideas, la ciencia.
    Inteligencia, como ya se ha insistido, es relación,
    capacidad de establecer nexos dinámicos, interactivos, en
    contextos también relacionales. Conocimiento es
    abstracción, es "reducción del holos". Para
    comprender cualquier noción, se requiere del contexto -del
    holos-, al cual se debe tal consideración.

    El conocimiento tiene sus fases. La evolución
    intelectual de la humanidad -más allá del discurso
    positivo (Comte, 1884) que reduce la progresión
    intelectual a tres estados-, desarrolla diversos momentos del
    desarrollo del pensamiento que configuran un proceso de
    intelección, cuyo acceso obtiene cada quien según
    su historia personal, y lo
    expresa la humanidad como un holos, a partir de sinergias y
    eventos que expresan los estados de conciencia de la
    sociedad o el
    nivel de conocimiento de un pueblo, de una cultura o de
    una institución. Estos estadios o etapas, son:

    Etapa natural
    Un primer estadio o instancia del conocimiento es de carácter
    fenoménico. Está profundamente relacionada con las
    situaciones, con los hechos y circunstancias propias del devenir.
    Es una etapa ingenua. Se expresa y se asume el conocimiento con
    la naturalidad del acontecer, y se producen interpretaciones
    simples. Es el pensamiento del niño: natural y
    cándido. Es el aprender de quien va descubriendo cosas
    nuevas, situaciones novedosas. Dentro de estas circunstancias, el
    conocimiento se da de manera espontánea, fruto de los
    acontecimientos, de la cotidianidad, de los contextos, y como tal
    ocurre. Tiene como características el pasmo, la sorpresa, el
    asombro.

    Etapa esotérica
    Etapa complementaria del pensamiento es la esotérica: es
    misteriosa. Está determinada por la actitud de
    indagación que presenta interpretaciones lejanas a una
    comprensión inicial, ante lo cual corresponde una actitud
    de misterio: es cosa extraña, ajena, puede ser
    tabú, puede ser difícil de comprender. La respuesta
    está en buscar interpretaciones complementarias,
    sustitutas o colaterales para comprender el contexto y las
    situaciones. La etapa esotérica está asociada con
    la superstición y tiene componentes psicológicos
    vinculados con temores arcanos, con sentimientos, sensaciones,
    percepciones ocultas, donde el temor se convierte en esperanza,
    como también en miedo patológico. Esta etapa del
    pensamiento es mágica. Corresponde a la
    justificación de hechos o fenónemos a fuerzas o
    naturalezas completamente diferentes o trascendentes, sobre las
    cuales se operan poderes especiales para modificar las
    circunstancias. Existe conocimiento, experiencia, inferencia,
    intuición, y asociaciones interpretativas misteriosas, al
    estilo de "los dioses que habitan todas las cosas" y al modo de
    "fuerzas miseriosas que dominan todo". Para el entendimiento
    mágico detras de cada acontecimiento está un poder
    que supera las circunstancias, responsable del acontecer. Si el
    interesado domina las técnicas,
    los secretos, el idioma, entonces, adquiere el "supremo"
    conocimiento.

    Etapa mítica
    Otra etapa del pensamiento lo constituye lo mítico. La
    actitud esotérica, el entendimiento mágico, las
    inquietudes y las indagaciones con respecto a los eventos,
    permiten respuestas que justifican los fenómenos y las
    situaciones en proceso, con criterios cosmovisionales,
    totalizadores, expresado ésto en auténticas
    ficciones.
    Los mitos son
    ficciones, son invenciones que se toman como existentes, como
    reales. Justifican y explican los eventos y expresan el
    conocimiento. Ofrecen interpretaciones a los acontecimientos, con
    criterios de generalidad, y orientan el entendimiento de los
    mismos, incluso con criterios de moralidad. Pero siempre sobre
    ficciones.

    Etapa religiosa
    Otra etapa está asociada a la estructuración del
    pensamiento religioso. Corresponde a la consolidación de
    los mitos, de las ficciones, los cuales adquieren fuerza de
    verdad.
    En la etapa religiosa se integran el asombro y la ingenuidad, con
    el misterio y el mito, en una
    fase doctrinaria: lo expuesto religiosamente es lo válido,
    es absoluto, pues es la verdad.
    Es una etapa reduccionista, en lo teórico, en lo
    mitológico, en lo esotérico y en lo mágico,
    que propicia la visión de la realidad con criterios
    generalizantes y exclusivos pues se insiste en que "esa es la
    única manera verdadera de ver las cosas". La etapa
    religiosa es dogmática.

    Etapa teorética
    Otro momento particular de la evolución del pensamiento lo
    constituye la teorética. En esta etapa, se especula sobre
    el sentido y la verdad de las cosas, y se formulan
    interpretaciones capaces de presentar de manera organizada un
    cuerpo de ideas. La propuesta de ideas es especulativa,
    interpretativa y probablemente autónoma con respecto a
    aplicaciones o comprobaciones. Las teorías
    que en esta fase se plantean ofrecen diversas formas de entender
    aquello de lo cual trata, sean eventos, realidades, situaciones o
    ideas sobre ideas, con carácter especulativo. La
    consistencia de la teoría
    está dada por la forma como la misma es expuesta, la
    manera como se sustenta y las relaciones de ideas que presente
    con propósitos de convencimiento.

    Etapa ideológica
    La etapa ideológica del pensamiento se caracteriza por el
    propósito de organizar las ideas, el conocimiento, de
    forma coherente, estructurada y "científica". Es una etapa
    fundacionista, coherentista y sistémica, asociada el
    pensamiento "científico".
    Es una etapa paradigmática, esto es, construido el
    sistema,
    definidos el método,
    los recursos, las
    técnicas, las estrategias y los
    demás aspectos que tienen que ver con la obtención
    de conocimiento, se plantea como estructura de
    pensamiento suficiente, con capacidad de convertirse en oficial
    en contextos estructurales y organizacionales.
    Es producto de la
    confrontación de realidades y de pareceres, como
    también, de la búsqueda del conocimiento por
    vía de la experiencia, de la comprobación o de
    métodos
    que garanticen resultados cónsonos con el proceso
    indagativo. Esta etapa es estructural (las estructuras
    conforman los sistemas) propone
    el conocimiento elaborado, comprobado, organizado con criterios
    metodológicos. Tiene fuerte raíz con la experiencia
    y puede ser eminentemente racional, especulativa, empírica
    y también puede derivar hacia el eclecticismo.

    Etapa escéptica
    Pensamiento escéptico. Alude a la etapa del conocimiento
    caracterizada por la necesidad de dudar para obtener principios, como
    también de comprobar el conocimiento para justificar la
    veracidad del mismo.
    El escepticismo tiene diversas manifestaciones, tales como el
    relativismo, el pragmatismo y
    el empirismo. El
    relativismo, supedita la razón de ser de las cosas a las
    relaciones y a los contextos en los cuales se originan las
    interpretaciones. El pragmatismo
    tiene como propósito el comprobar por via de los hechos,
    de la utilidad y del
    beneficio o efectividad, la veracidad del conocimiento. Y el
    empirismo, se
    propone comprobar por la experiencia o por la
    experimentación la veracidad del conocimiento.
    La etapa escéptica esconde el dilema de la incertidumbre,
    lo pretende resolver por vía de la constatación,
    pero mantiene la incertidumbre activa pues la misma justifica la
    actitud escéptica: si desaparece la incertidumbre, se
    supera el escepticismo.

    Etapa filosófica
    El desarrollo filosófico corresponde a una fase avanzada
    del pensamiento. Se caracteriza esta etapa por la
    reflexión permanente, por la búsqueda reflexiva,
    histórica y situacional, de los aspectos fundamentales de
    todas las cosas, con el propósito de proseguir en la
    indagación, siempre teniendo como propósito la
    adquisición de conocimiento, la búsqueda del saber
    y la razón de ser de las cosas.
    La etapa filosófica es instrospectiva, profunda en el
    análisis, metódica, y trasciende hechos, cosas y
    contextos, pues aspira a encontrar las razones primera y
    última de las cosas… para continuar la
    indagación.
    La etapa filosófica es dinámica.

    Etapa holística
    El pensamiento holístico implica la actitud abierta a la
    historia, a los acontecimientos, a percibir contextos, ideas y
    situaciones dentro de múltiples relaciones. El pensamiento
    holístico es relacional: está en posibilidad de
    integrar experiencias, relacionar conocimientos, vincular
    acciones,
    dimensiones, interpretaciones, inferencias, con trasfondos de
    posibilidades abiertas.
    El pensamiento holístico pareciera caótico:
    está en permanente indagación, está abierto
    a la comprensión, está orientado hacia variadas
    interpretaciones y dispuesto a apreciar posibilidades, a percibir
    diferentes maneras de entender, de percibir el ser y las cosas.
    El caos se entiende como posibilidades abiertas, el contexto y la
    circunstancia metahistórica en el cual se pueden entender
    las cosas y en donde abstracción, realidades y procesos se
    relacionan.
    Por eso el pensamiento holístico conduce a percibir los
    eventos con amplitud, con apertura, pues interpreta que la
    realidad es una y es compleja, es una pero múltiple, es el
    aquí y el ahora pero tiene una filiación
    histórica sorprendente: alude a lo pretérito pero
    avisora, a su vez, los tiempos por venir, y es
    trascendente.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter