Indice
1.
Introducción
2. Desarrollo
3. Conclusión
4. Bibliografía
La sociedad de la
información (Bell, 1976) también
llamada sociedad del conocimiento o
sociedad tecnotrónica (Brzezinski, 1973), se caracteriza
por ser un espacio en el cual la adquisición,
procesamiento, organización, almacenamiento,
recuperación, utilización, monitoreo, distribución y venta de
información, conforman actividades prioritarias para la
economía
de los países que las fomentan, debido a su alto
índice de generación de valor
agregado. Es de esperarse que ante un nuevo tipo de sociedad con
retos cada vez distintos y mayores, el ciudadano deba educarse
con la finalidad de estar preparado para esos cambios constantes
que acarrea la permanente actualización. Por consiguiente,
los docentes, que son los profesionales encargados de contribuir
en esa formación, deben prepararse para tal labor, de
acuerdo a las exigencias del entorno y al ritmo de los cambios
sociales, cuestión que incluye la
globalización de los saberes.
El advenimiento de la sociedad de la información
fue consecuencia del desarrollo
científico – tecnológico, especialmente en las
áreas de la Informática, Microelectrónica,
Optoelectrónica y las telecomunicaciones, cuestión que hizo
posible la aparición de tecnologías avanzadas
denominadas Nuevas
Tecnologías de la Información
(NTIC).
El advenimiento de la sociedad de la información
descansó en el grupo de
transformaciones científicas y tecnológicas que
ocurrieron en los países más industrializados. Fue
en los Estados Unidos de
Norteamérica donde se inició dicho cambio, luego
de la Segunda Guerra
Mundial, traduciéndose en un crecimiento de la
importancia del sector "servicios " en
la economía,
cuestión que dio origen a la llamada sociedad de servicio, en
el año 1947. Sin embargo, fue al término de la
década de los años sesenta cuando Japón
acuñó la frase Sociedad de la
Información.
La educación en general
y la educación
superior en particular, han presentado cambios en cuanto al
uso de nuevas herramientas
para inducir el aprendizaje
significativo. Esto ha sido gracias a las nuevas innovaciones
tecnológicas, la telemática e informática, entre otras.
Sobre la discusión referida al tipo de
educación que la sociedad tecnotrónica requiere,
Microsoft
plantea que: "Se asiste en la actualidad a una revolución
tecnológica en la que se producen cambios rápidos y
bruscos en la forma como la gente vive, trabaja y se divierte.
Como el ritmo del avance tecnológico no parece que vaya a
frenarse, el reto está en aprender a adaptarse a los
cambios con el mínimo esfuerzo físico o mental.
Para conseguirlo, los sistemas de
aprendizaje y
aquellos que los manejan deben preparar a las personas para
trabajar con las nuevas
tecnologías con seguridad y de
forma adecuada, y superar con solvencia los cambios constantes en
las nuevas formas de trabajar, haciendo del aprendizaje un
proceso
natural permanente". (Microsoft,
1999; p.1)
Se encuentra entonces que en esta sociedad ahora
más que nunca "…la educación reviste
primordial importancia en la formación de un ser humano
para convivir en un contexto donde inevitablemente deben ocurrir
grandes transformaciones, reflejadas en mayor independencia
del alumno en el proceso de
adquisición del aprendizaje e impartir una
instrucción dependiendo de las necesidades y expectativas
del estudiante como actor principal del proceso educativo."
(Silva y Ávila, 1998; pp.17-18)
La informática y la telemática, han sido concebidas y
desarrolladas como extensiones de nuestras facultades
intelectuales para el tratamiento de la información, que
tiene su expresión mas sublime en el
conocimiento y su comunicación. El individuo puede ahora
compartir e intercambiar los DIC (Datos,
Información, Conocimientos) con ayuda de las telecomunicaciones. El término
telemática aparece de la unión de (tele)comunicaciones
e infor(mática) que fue difundido por Nora y Minc en1977,
mencionados por Silvio (1992). Durante años y siglos, el
libro texto y la
clase magistral han utilizado los recursos orales,
la pizarra-tiza, que fueron los recursos
tradicionales de la enseñanza; todavía continúan
en apogeo en muchas universidades y escuelas. Ya maduro este
siglo, comenzaron su aparición nuevos recursos para
el
aprendizaje: radio, casetes,
películas, diapositivas, entre otros, más como
ayuda o ampliación para mejorar las exposiciones del
profesor. Hoy, los diversos medios
existentes se centran alrededor de las necesidades del ser que
aprende.
En la última semana del mes de Abril del 2.000 se
realizó el Foro Mundial de la Educación Dakar
– Senegal, con la presencia de 183 gobiernos en el que
nuevamente apareció el problema educativo de los
países más pobres. Los planes internacionales
educativos que quedaron como conclusión de esa
reunión, se extiende al 2015 y preparan inminentes
financiamientos hacia África y Asia, continentes
en los que la pobreza se
mimetiza con inexistencia educativa. "Persiste el analfabetismo
en el mundo, hay 875 millones de personas analfabetas; hay 125
millones de niños
que no saben qué es una escuela, de ellos
la mayor parte son mujeres a quienes sin llegar a comenzar los
primeros años se les obliga a dejar la escolaridad por las
atenciones familiares y/o labores domésticas"
(Multimedi@Aula Magna, 2.000; p.1).
Parece algo ilógico que en pleno siglo XXI cuando
se habla de una sociedad de la información, de la globalización, de la democracia
informática, hayan países que no tienen idea de lo
que es una escuela. Si bien
es cierto que el grupo G
– 7, formado por los países más
industrializados del mundo, ha planteado que el acceso a la
red tiene que
considerarse un servicio
universal como lo es el teléfono, esto no significa que no se
mantenga esa distinción entre aquellos países o
regiones que pueden acceder fácil a la información
y aquellos otros "nacidos sin información o
náufragos de las autopistas de la información". Es
decir, que las tecnologías pueden convertirse en abismos
que acrecientan aún más las diferencias entre los
que pueden tener acceso a la información y aquellos que no
podrán acceder al menos a mediado o largo
plazo.
La educación ante la nueva realidad
Algunos autores señalan que: "La telemática trajo
al mundo el reino mágico de la realidad
virtual al reemplazar los núcleos atómicos, por
bits pero algunos han manifestado (Orantes,1997; p.1) que ha sido
el cambio
más profundo desde que Guttemberg inventó la
imprenta". En el caso de las nuevas tecnologías es
conveniente distinguir las llamadas ventajas reales. En el nivel
de universidades, es perentorio la necesidad de utilizar la computadora
como elemento básico en el quehacer cotidiano de todo
profesor e investigador.
Con la aparición de estas nuevas
tecnologías, hasta el concepto de
educación tiende a cambiar "Educación es un proceso
individual y colectivo al servicio de la continuidad, la
actualización y la renovación de una determinada
cultura".
(Ladriere, 1978; p.5).
Básicamente la educación significa la
preparación del individuo para su futura acción en
la sociedad, aunque a decir verdad, en la práctica se
observa que hay muchos sistemas
educativos atornillados a una realidad que ya se agotó,
que es obsoleta. Y es que el hipercrecimiento de la
información disponible en el ciberespacio, está
afectando duramente a vastos sectores de la sociedad.
Si bien es sabido que existen muchas sociedades
atrasadas, porque los gobernantes no han mostrado
preocupación por educar a su pueblo, por brindarle lo
mejor de la educación para lograr un desarrollo,
también es cierto que existen países muy pobres
como los de África, que no cuentan con los recursos
necesarios para enfrentar un mundo informatizado que
supuestamente trae muchos beneficios a las sociedades.
Por otra parte, es importante señalar, que ninguna de las
nuevas tecnologías reemplaza al profesor. Antes por el
contrario, se requiere un docente conocedor de la asignatura que
administra, pero con una formación tecnológica
simultánea, que le permita desarrollar competencias a
fin de usar las mejores combinaciones de estrategias
educativas, para el logro del aprendizaje innovador. La nueva
realidad mundial exige un mediador con cualidades y condiciones
distintas de las del facilitador tradicional, que descansaba
exclusivamente en la clase expositiva y en los recursos de la
memorización. El docente formado así,
planteará relaciones distintas con sus participantes y
estará preparado para tomar decisiones instruccionales
más complejas que las que tomaba en el pasado.
Desde los primeros niveles educativos, los alumnos
aprenden que tecnología y sociedad
se hallan estrechamente unidas: la "invención" de la
agricultura
permitió el desarrollo de la ciudad y el avance de esa
forma de industria que
es la artesanía; la industrialización
propició cambios en el sector agrícola que
contribuyeron a erradicar las hambrunas; probablemente la
sociedad de la información no hará desaparecer la
industria y la
agricultura,
sino que las englobará en un tejido productivo más
extenso y diversificado.
¿Qué interés
tiene, el que se nos quiera hacer creer que las hipermodernas
Nuevas Tecnologías de la Información y de la
Comunicación (NTIC) rompen con el pasado y suponen un
momento de innovación inédito?. La historia de la tecnología y la
secuencia del párrafo
anterior vienen a demostrarnos lo contrario: han existido
numerosos momentos tecnológicos de importancia
trascendental para las sociedades humanas.
La globalización es entendida como la
participación del mundo total en la solución de los
problemas de
los pueblos más atrasados, a fin de que puedan
incorporarse con posibilidades de éxito
al mercado mundial.
Los problemas que
hace doce años se derivaban de la ola llamada
informatización de la sociedad y de la socialización del hombre, y que
formaban parte de los esfuerzos de expertos por entender la
trayectoria y desafíos de las tecnologías de la
información, lucen ya fuera de lugar (Avila,1997 ). En los
días actuales, se usan los términos
"globalización" y "sistemas de
información" para incursionar en la misma
dimensión. Algunos investigadores como Peter Druker
(1989), Peter Senge (1990) y Alvin Heidi Toffler (1995), han
venido poniendo a su lado opiniones importantes en cuanto al uso
estratégico del conocimiento y
de la información, para garantizar el éxito
en el desarrollo y consolidación de instituciones
de diversos tipos. Simultáneamente se han ampliado las
posibilidades de democratización de los mecanismos
difusores del conocimiento, mediante el aumento vertiginoso de la
participación.
La necesidad de relacionar lo que se aprende,
cómo se aprende y las características individuales y expectativas
del que aprende, han hechos surgir los enfoques denominados de
hipertexto y de hipermedia de la misma manera que en planificación, la interdisciplinariedad
tiene una mayor potencialidad que la multidisciplinariedad,
porque logra mayor integración. La computadora da
la posibilidad de operacionalizar este conjunto de relaciones,
que le suministra al aprendizaje innovador, oportunidades,
capitalización e individualización que no eran
permitidas en el pasado. Conviene indicar, que ninguna de dichas
tecnologías que son aplicables al campo educativo
reemplazan al profesor, a menos como ha dicho Skinner, "que
merezca ser reemplazado por ella". El nuevo concepto de
mediador, envuelve características y cualidades distintas a
las del profesor convencional del pasado que se contentaba con
meros recursos de exposición, el enciclopedismo y la
memorización. El profesor tradicional es ahora como los
dinosaurios,
una pieza de museo " ( Avila, 1997; 5 – 7 ).
"Las teleconferencias (de audio, computadoras o
televisión) permiten que grupos de
similares necesidades en una asignatura o área de investigación pero lejanos
geográficamente, puedan interactuar acerca de un problema
o proyecto a
ejecutarse. Incluso, las tutorías requeridas en algunos
cursos, pueden
utilizar a los mejores investigadores o científicos,
conectándolos con participantes o estudiantes esparcidos
en el mundo. Las redes internacionales
educativas eliminan la necesidad del tradicional traslado de
estudiantes y egresados al exterior para reciclarse o mejorar
profesionalmente. En el caso venezolano, este medio sería
de excelentes resultados, pues, eliminaría los costos
crecientes, que actualmente el país no está en
condiciones financieras de erogar y de este modo, se
contribuiría a evitar la fuga de cerebros y la
descapitalización del conocimiento. (Avila, 1997; 4 – 5
).
La lNTERNET, es un medio de comunicación que nos facilita ese
intercambio de información multimedia
(texto, audio,
imágenes y vídeo). Este adelanto
tecnológico, impacta positivamente a nuestro sistema
educativo, y podría marcar un hito en el proceso de
modernización de los sistemas de
información de los procesos de
enseñanza aprendizaje que se realizan en
nuestras universidades, colocándolas a la par con las
más destacadas universidades del mundo, en materia de
adelanto científico y tecnológico.
Así pues, en el campo educativo los programas
tutoriales de
enseñanza asistida por computadora se
adaptan a las particularidades del estudiante y a su velocidad del
aprendizaje, pues ya se están utilizando en esta
área reconocedores y generadores de voz para la
comunicación estudiante-computadora. Mediante el
reconocimiento y análisis de la voz, la computadora
podrá evaluar el estado
físico y anímico del estudiante, ajustando su
programa a las
necesidades de éste en cada momento. Existen opiniones
contrarias sobre el efecto que producirían estos avances
en la sociedad.
Algunos estudiosos de la materia
piensan que proporcionarán mayor libertad
individual y una sociedad más humana. Por ejemplo, la
fabricación controlada mediante computadora, aumenta la
productividad,
reduce la jornada de trabajo y en definitiva es un paso
fundamental hacia la sociedad del ocio. Pero también
produce el desplazamiento de trabajadores, la reducción de
la privacidad, y la producción de una epidemia
tecnofóbica, por considerar a las computadoras
esclavizadoras de las personas. En definitiva, se puede deducir
que no todas las aplicaciones de la computadora son beneficiosas
y ni siquiera efectivas, pero debemos considerarla como una
herramienta usada para ayudar a resolver nuestros problemas,
alcanzar mejores niveles educativos, y lo que es más
importante, su efecto sobre individuos y la sociedad sólo
depende de la programación que se le proporcione y del
uso a que se destine por parte de quienes la hagan
funcionar.
En este mismo sentido, podemos afirmar que la
educación es uno de los elementos revolucionarios, ya que
ha sido concebida como proyecto
estrechamente vinculado a la idea de emancipación
individual y colectiva, por tanto, prioritario en la sociedad de
la información. Esta última, además,
deberá formar al ciudadano para la adaptabilidad al cambio
continuo, ya que la vida contemporánea está plagada
de una constante innovación tecnológica que va
moviendo el piso de las rutinas, costumbres y hábitos.
El hombre
educado en la sociedad de la información, tiene que saber
vivir afrontando los mencionados cambios y saber enfrentar los
problemas emergentes. Se reconoce a la educación como
parámetro de diferenciación social, gracias a la
ilimitada capacidad del hombre para
conocer y transformar racionalmente el mundo, lo que convierte a
la educación en factor de revolución
sustancial de la estructura de
la sociedad del futuro.
Las universidades como máximas casas de estudio,
tienen el deber de estar a la vanguardia de
los avances científicos, tecnológicos y culturales
pues los profesionales que está formando no
deberían egresar ajenos a la que será su realidad
laboral. Tal y
como afirma Portaencasa (1996; p-2)) "Las universidades son y
deben ser competitivas, compiten entre ellas en la región,
en la nación,
en las comunidades de naciones, en el mundo y competirán
cada vez más en sus acciones para
educar a sus alumnos". Pero actualmente, ¿Cómo
puede una universidad
llamarse competitiva si ni siquiera cuenta con los recursos
tecnológicos primarios para manejar, crear y divulgar la
información?.
En la sociedad de la información, uno de los
mayores retos "(…) que tienen planteado los profesores
universitarios es el de orientar a sus estudiantes acerca de
cuáles informaciones seleccionar, procesar y adaptarla a
sus investigaciones o
trabajos." (Ávila, 1997; p. 1). Para lograr ese cometido,
dichos profesores deben conocer no sólo la
información sino también los medios por los
cuales se accede a la misma.
En cualquier caso, la estructura
actual de las organizaciones
del nuevo milenio es más flexible y funcional, y el
tamaño ya no es sinónimo de poderío
y modernidad. Para
desempeñarse en dichas organizaciones,
el trabajador debe tener calificaciones distintas al pasado, pero
principalmente nuevas actitudes, a
fin de que tenga la capacidad potencial de adaptarse a los
rápidos cambios que impone la sociedad de la
información.
Le corresponde a la educación, fomentar y
promover dichas actitudes en
los docentes así como la adaptación de éstos
a los nuevos roles que les corresponden ejercer,
independientemente del nivel en el cual se desempeñen. No
está demás insistir, en que la mayoría de
los expertos y estudiosos de la realidad educativa mundial,
coinciden en que la nueva orientación de los procesos
educativos debe estar dirigida a obtener aprendizaje innovador,
antes que a la mera trasmisión de información y
conocimientos; así como fomentar la capacidad de
abstracción y desarrollar la capacidad de adaptarse
rápidamente a la
globalización del conocimiento. No obstante, no debe
desdeñarse la especialización en áreas
específicas de la educación, pero siempre
atendiendo a una concepción holística de los
saberes.
Una de las fallas de la educación que actualmente
se imparte es su excesiva formalidad e inflexibilidad (Russell;
1992). Como salida, Russell propone un tipo de escuela informal,
que promueva más la auto capacidad de aprender, que
permita al estudiante seleccionar la forma y contenido de la
educación que desea. El docente debe limitarse a
suministrar distintas opciones, esto es, ser un consultor de
individuos y grupos; en otras
palabras, ayudarlos a que resuelvan problemas en situaciones
reales o simuladas. En efecto: "(…) la educación en la
edad de los sistemas debe individualizar a los estudiantes y
conservar su naturaleza
única ajustándose para servirles, no pedirles que
ellos se ajusten a ella" (Russell; 1992, p. 100). Debe
además, concebir el proceso educativo como un proceso
permanente y continuo.
De lo expresado anteriormente, podemos deducir que en
esta etapa de nuestra sociedad, cuando la emisión,
manipulación y comercialización de la información
es vital, el profesor universitario debe preocuparse cada
día más por desarrollar importantes proyectos de
investigación y a la vez por hacer que sus estudiantes
tengan conciencia de lo
importante que es esta actividad para el profesional de hoy. De
igual manera, es preciso comprender que el tiempo que antes
tardaba una determinada información para perder su
validez, se ha acortado. Si determinados conocimientos se
consideraban obsoletos al pasar unos cuantos años, este
proceso puede darse ahora en solo unos meses por el mismo ritmo
tan acelerado que lleva el hombre en
su constante querer saber. Es que ahora "La competencia no es
ahora nacional, en esta carrera por el
conocimiento y la novedad, compiten todos los países
del mundo y aquellos que resulten ganadores tendrán el
poder
económico y comercial" (Perdomo, 2000; p.14).
La educación ha cumplido desde el principio del
tiempo una
admirable misión:
ayudar en el desarrollo intelectual y personal de los
individuos, preparándoles para la sociedad en que les ha
tocado vivir. Y los docentes, han sido los encargados de
cristalizar ese objetivo a
través de la llamada educación formal.
Los docentes universitarios, si pretenden ser
investigadores actualizados, deben estar conscientes de que el
país necesita adaptarse a un nuevo tipo de sociedad, que
se manifiesta en el mundo a raíz de los avances
científicos y tecnológicos. De otro modo,
seguiremos siendo simples observadores de los procesos transformadores
de la realidad mundial. De igual manera, no pueden evadir la
necesidad de reformas de fondo en el sistema
educativo, para preparar a las nuevas generaciones a objeto de
que formen parte de las élites que liderizarán los
mercados
internacionales y que pertenecerán al grupo de los
socialmente privilegiados, por su dominio de las
Nuevas Tecnologías de la Información y de la
Comunicación (NTIC).
Es un deber del profesor universitario, actualizarse en
cuanto a la adquisición de los equipos tecnológicos
necesarios para estar informados de lo que pasa en el acontecer
mundial y estar al día en cuanto a la revolución de
los saberes, en el mismo momento en que se producen.
Además, los profesores universitarios deben
replantear las estrategias
instruccionales que se han venido utilizando, y proponer una
nuevas que se correspondan con las necesidades reales de los
estudiantes dentro de la sociedad del conopcimiento.
En virtud de lo expresado en párrafos anteriores,
podemos afirmar que los avances
tecnológicos han contribuido al mejoramiento de la
calidad de la
educación
superior en Venezuela. Sin
embargo, cabe destacar también la importancia del aumento
en la cantidad de libros de
textos, revistas y periódicos que día a día
salen al mercado, para
facilitar la información a aquellas personas que no tienen
las maneras de acceder a la red de la Internet, habida cuenta de
la inexistencia en Venezuela de
la denominada tarifa plana. La existencia de esta última,
permitiría democratizar el acceso y la búsqueda de
información, a los segmentos sociales de menores recursos.
Dicha democratización no sólo beneficiaría a
la comunidad en
general sino también a los docentes en general y en
particular, a las Universidades, que en su mayoría se
encuentran rezagadas ante estos avances
tecnológicos por falta de recursos económicos,
entre otras razones. Según el Banco
Interamericano de Desarrollo -que entre sus planes está el
financiamiento
de programas
educativos de nivel regional a través de la Internet- "En Venezuela hay
alrededor de un millón de computadoras personales (PCS) y
480.000 personas están suscritos a la Internet.
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08)
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Autor:
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