- Primeros
pobladores - Lagunillas,
parroquia - Lagunillas de
agua - El muro o
dique de contención - La ciudad
hacia el futuro - Cuando el
lago ardió en llamas - La
ocupación de la ciudad - Crecimiento
de ciudad Ojeda - La presencia
de ACIL - La joven
metrópoli - Luchando por
mayor independencia - Reubicación
de los habitantes de la zona de subsidencia - Los campos
petroleros - Fenómeno
de subsidencia - Las
Morochas - Tasajeras
Origen de su
nombre
La denominación proviene de una pequeña laguna
que se origino en la Costa Oriental del Lago, en la desembocadura
del rio Pueblo Viejo, anteriormente Paraute. En épocas de
lluvia, su caudal aumentaba, se desbordaba y cubría de
agua grandes
áreas aledañas al Lago, formando pequeñas
Lagunas donde los pobladores comenzaron a construir viviendas
llamadas palafitos.
Primeros
pobladores
Lagunillas era un poblado formado por palafitos sobre las
aguas del Lago de Maracaibo, el cual era denominado de Laguna por
los nativos ribereños.
Entre el Lago y el monte, había una faja de tierra y una
ciénaga, proveída por el caño Sibaragua,
brazo del Río Paraute. Según versión que
hacia el cura Valentín González, quien se
había desempeñado como doctrinero, narraba que el
pueblo de Paraute existía para 1559.
Durante el proceso de la
conquista
indiana, prevalece la cultura
Arawaca. Después con la presencia de la evolución y el mestizaje en base al cruce
del conquistador blanco con el soporte indio y negro, se formo el
lagunillero, de color moreno.
Los lagunilleros pescaban en el lago y completaban su dieta
alimenticia con carne de conejo, icotea, cachicamo, venado,
yaguasa y otros animales
existentes en los montes vecinos.
Los pobladores ribereños transcurrían
palanqueando cayucos por la periferia de la laguna interiorana, o
sea de la ciénaga de donde obtenían la paja de enea
y la turma, tubérculo de alto poder
nutritivo amargo, haciéndose aceptable al comerse con
pescado frito.
El obispo católico, Mariano Marti Stadella en una
relación hoy histórica, que el escribió en
su visita en 1774 al poblado palafitico, destaca la existencia de
una población conformada por 291 personas que
integraban las 64 familias ocupantes de 38 casas levantadas sobre
fuertes horconaduras y estacas profundamente hundidas en las
arenas del fondo del Lago. En los días de fiesta
sólo dos indias van a misa, y algún día que
otro, van tres indias y unos diez indios, además de los de
Doctrina. De ahí se ve la necesidad de mudar estos pueblos
y transportarlos a la tierra
firme, donde puedan oír Misa y ser administrados en sus
enfermedades . En
dicho pueblo o río Paraute (no se sabe ciertamente) se
apareció o encontró la Imagen de Nuestra
Señora del Rosario de Paraute. La Imagen de Nuestra
Señora de Paraute está colocada sola y sin ninguna
otra Imagen de Santo en el altar mayor de la Iglesia,
dentro de un fosa elevada, que cierra y abre con sus puertecitas,
con bastante aseo. Esta Imagen es de pintura, de un
palmo de alto, y todo el cuadro de dicha pintura tendrá
como una tercia de alto, con el ancho correspondiente. Dentro de
este espacio hay un círculo de oro con rayos,
y en el centro está la Imagen con el Niño
Jesús en el brazo izquierdo y con un rosario en la mano
derecha.
Esta pintura tiene su montura toda de plata, con algunas
esmeraldas, y sobre hay un ametisto que es casi como un huevo de
paloma, y fue encontrado este ametisto dentro el tronco de un
árbol, y todo este cuadro con la guarnición
tendrá ahora unos dos palmos y medio. Esta Imagen es muy
milagrosa. Sin embargo, no es esta Señora la titular de
esta Iglesia, sino la Virgen de la Candelaria, cuyo altar es
adyacente a la banda de la Epístola, y enfrente de este
altar hay otro de la Virgen de la Concepción, a la banda
del Evangelio. Me dice el padre Paulino que estos indios
están muy bien instruidos en la Doctrina Cristiana.Esta
Iglesia es bajo la invocación de la Virgen de la
Candelaria. Es la más aseada de todos los pueblos. En este
pueblo de Lagunillas hacen estos indios la fiesta de la
Candelaria a razón de 18 pesos, la fiesta de la Virgen de
Paraute, a razón de 25 pesos, y la fiesta de la
Concepción, a razón de 12 pesos, cuatro reales.
Dice este Cura que así ha hallado establecidas estas
fiestas, y que ya sus antecesores percibieron las cantidades
sobre referidas y él las percibe en continuación de
esta costumbre, y los indios voluntariamente pagan o dejan de
pagar estas cantidades, sin que por este Cura se les haya hecho
fuerza ni
obligándoles a pagar."
Lagunillas,
parroquia
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