- Boga mar
adentro - La
inmensidad del ancho mar - El
viento - Las
velas - La
brújula - La
carga - El
timón - El
ancla - El
Puerto - El
Capitán
Ningún destino existe lejos de
la imaginación y del deseo de sus
navegantes.
En la interioridad se encuentra el cofre
que guarda cuidadosamente el mapa del tesoro que todo ser humano
debe descubrir para ser feliz.
Jesús Arturo Figueroa
Quiroga.
La sabiduría de lo sencillo revela
el
conocimiento cuando su verdad atraviesa las murallas de la
razón desnudando la grandeza de su simplicidad.
Introducción
Este libro nace de
la necesidad de fortalecer procesos de
crecimiento personal
encaminados a la felicidad en la aventura de existir. Su
propuesta metodológica rescata la importancia de mirar la
realidad como espejo que refleja imágenes
capaces de motivar el pensamiento en
el viaje por senderos poco transitados de la interioridad humana
como camino auténtico hacia la realización. El
Velero no es un libro que promueve escapismos sociales, por
el contrario, pretende elevar la capacidad de pensar para
aprender la realidad y transformarla.
Los invito a realizar este hermoso viaje en
compañía de El Velero, reflexionando en las
circunstancias, rutas, cargas, vientos, tormentas, marineros,
navegantes, capitán, brújula,
velas, anclas, puertos y naturalmente, la inmensidad del cielo y
la grandeza del ancho mar.
El autor.
Boga mar
adentro
Subiendo a una de las barcas, que
era de Simón, le rogó que se alejara un poco de
tierra…
?? 4?Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Boga
mar adentro, y echad vuestras redes para
pescar".
(Lucas
5,3-4)[1]
Es necesario apartarse de la orilla para tomar el
sendero de la interioridad. Un viaje que lleva al punto de
partida donde empieza la aventura de existir.
Ahí se encuentra el cofre que guarda
cuidadosamente el mapa del tesoro que todo ser humano debe
descubrir para alcanzar felicidad.
En la interioridad se descifra la ruta que conduce a la
fortuna del Eterno. Es la posibilidad de conocer la misión
personal cuando es llamada a la existencia. Ahí duerme
silencioso el don que activa mil oportunidades en el camino del
éxito y
el bienestar soñados.
Es un viaje que empieza cada día en el silencio
de la respiración que apacigua las turbulencias
interiores y el alocado galope de la mente por los parajes del
recuerdo y la imaginación, contaminados de angustia y
ansiedad.
Es un asunto vital, una cuestión de prioridad, so
pena de naufragar en el fragor de la tormenta de una vida ruidosa
y acelerada.
Es cuestión de disciplina, de
tiempo y
dedicación.
No es necesario estar perdido para buscar el camino,
pero es ineludible examinar el recorrido y descifrar los mensajes
recibidos paso a paso para aprender la sabiduría de la
incertidumbre que conduce al sendero de la felicidad.
Remar Mar adentro es la invitación del Maestro,
desprenderse de la orilla que ofrece seguridad; urge
profundizar en el diario acontecer de la existencia para
identificar el sentido que se está forjando.
La vida de todo ser humano se asemeja a la de un Velero
en alta mar, aunque de asuntos de mar no tenga la más
mínima información.
Desde un elemental dato sobre el velero se inicia este
apasionante viaje que muestra la ruta
de la vida que simplemente acontece.
Ser navegante en el mar de posibilidades, recorriendo la
seleccionada ruta y llevar hasta buen puerto las cargas
adquiridas, es tarea inevitable del que se aventura a recorrer la
existencia.
No se trata simplemente de llegar, a costa de perder la
posibilidad de disfrutar el viaje, o entender cada detalle de la
navegación haciendo agradable el recorrido.
Cada día se renueva la oportunidad de retomar el
rumbo cierto navegando bajo la dirección de decisiones y circunstancias
cambiantes en los tiempos.
Y aunque las velas estén caídas porque
aún sopla recio el viento en contra, que nunca muera la
esperanza preparando el momento de levar anclas a la hora de
emprender de nuevo el viaje.
Porque las velas caídas impiden que el velero
avance, pero no detienen el viaje del corazón
que se anticipa a la señal de mando.
Página siguiente |