1.1
INTRODUCCION
La industria automotriz se encarga del diseño,
desarrollo,
fabricación, ensamblaje, comercialización y venta de
automóviles. Es una gran generadora de empleo ya que
además de la mano de obra directa que requiere, influye en
toda una industria
paralela de autopartes, por lo que la mano de obra indirecta es
sumamente grande también.
En 2006 se produjeron en todo el mundo más de 69
millones de vehículos de motor. En este
mismo año se vendieron 16 millones de automóviles
nuevos en los Estados Unidos,
15 millones en Europa
Occidental, 7 millones en China y 2
millones en la India. En el
año 2007, los mercados en
Canadá, Estados Unidos, Europa occidental y Japón
no mostraron crecimiento en ventas, a
diferencia de los pujantes mercados de Sudamérica
(especialmente en Brasil), Europa
oriental (especialmente en Rusia y
Asia (Corea
del Sur y la India).
1.2 la
industria
El intento de obtener una fuerza motriz
que sustituyera a los caballos se remonta al siglo XVII. El vapor
parecía el sistema
más prometedor, pero sólo se logró un cierto
éxito a
finales del siglo XVIII. El vehículo autopropulsado
más antiguo que se conserva, un tractor de
artillería de tres ruedas construido por el ingeniero
francés Joseph Cugnot en 1771, era muy interesante, pero
de utilidad
limitada. Después, una serie de ingenieros franceses,
estadounidenses y británicos —entre ellos William
Murdoch, James Watt y William Symington— inventaron
vehículos todavía menos prácticos.
En 1789 el inventor estadounidense Oliver Evans obtuvo su
primera patente por un carruaje de vapor, y en 1803
construyó el primer vehículo autopropulsado que
circuló por las carreteras estadounidenses. En Europa, el
ingeniero de minas británico Richard Trevithick
construyó el primer carruaje de vapor en 1801, y en 1803
construyó el llamado London Carriage. Aunque este
vehículo no se perfeccionó, siguieron
produciéndose mejoras en la máquina de vapor y en
los vehículos. Estos avances tuvieron lugar sobre todo en
Gran Bretaña, donde el periodo de 1820 a 1840 fue la edad
de oro de los
vehículos de vapor para el transporte por
carretera. Eran máquinas
de diseño avanzado, construidas por ingenieros
especializados como Gurney, Hancock o Macerone. Sin embargo, esa
naciente industria de fabricación tuvo una vida muy breve.
Los trabajadores que dependían del transporte con caballos
para su subsistencia fomentaron unos peajes o cuotas más
elevados para los vehículos de vapor. Esta circunstancia
tenía una cierta justificación, ya que dichos
vehículos eran pesados y desgastaban más las
carreteras que los coches de caballos. Por otra parte, la llegada
del ferrocarril significó un importante golpe para los
fabricantes de vehículos de vapor. La restrictiva
legislación de la Locomotive Act de 1865 supuso la
restricción final a los vehículos de vapor de
transporte por carretera en Gran Bretaña, y durante 30
años impidió prácticamente cualquier intento
de desarrollar vehículos autopropulsados para el
transporte por carretera. Esto hizo que el desarrollo del motor
de combustión interna tuviera lugar en otros
países como Francia,
Alemania y
Estados Unidos. Thomas Edison, el inventor estadounidense,
escribió en 1901: "El vehículo de motor
debería haber sido británico. Ustedes (los
británicos) lo inventaron en la década de 1830. Sus
carreteras son las mejores después de las francesas.
Tienen ustedes cientos de ingenieros especializados, pero han
perdido su industria por el mismo tipo de legislación y
prejuicios estúpidos que les han atrasado en muchos
aspectos de la electricidad".
1.3 UN MERCADO
MONOPOLIZADO
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