- La
arqueología del conocimiento y el nuevo espíritu
científico - El
error, un obstáculo epistemológico enriquecedor
del conocimiento científico - Bibliografía
Introducción
Después de asimilar el documento de Gastón
Bachelard: "El Nuevo Espíritu Científico"; este
reencuentro con uno de los filósofos abanderados de la escuela francesa
epistemológica que plantea precisamente un nuevo racionalismo
contemporáneo a partir de relacionar la filosofía con la ciencia,
originando una filosofía de las ciencias;
formulando su punto de partida: si la ciencia
experimenta hay que razonar: y si razona, hay que
experimentar.
En fin existen prácticas científicas concretas
que generan filosofías y permiten a partir de objetos de
conocimiento
formular métodos
particulares; la crítica
epistemológica permite superar los obstáculos al
conocimiento al desempeñarse su vigilancia función
del nuevo espíritu científico: El presente
pequeño bosquejo ensayo se
articula así: 1) Se hace una arqueología del conocimiento y el nuevo
espíritu científico y 2) Se estudia el error (en el
conocimiento
científico) como un obstáculo
epistemológico, enriquecedor del conocimiento
científico.
La
arqueología del conocimiento y el nuevo espíritu
científico
El proceso de
conocimiento humano, hasta nuestra época
contemporánea, precisamente ha sido diferente en cada
momento histórico, en cada uno de ellos los hombres han
querido manifestar los dos aspectos necesarios para su producción: Lo subjetivo y lo objetivo
expresando polarizaciones en el
conocimiento científico; ya sea en la forma de
aprender las leyes del mundo
exterior o cómo se adaptan estas a las leyes pensamiento, e
incluso muchas veces los objetos de conocimientos han planteado
grandes problemas
(objetos reales, ideales, vacíos, etc.).
Estos procesos de
conocimiento desde luego estaban limitados muchas veces por la
mirada del sujeto, por su instrumentación, por la poca, escasa o
inexistente sistematización teórica; desde luego
que la concepción de acumulación de los
conocimientos han llevado a éstas a un desarrollo
mucho más cuantitativo que cualitativo, generando
problemas en las fronteras científicas, la pretendida
estructuración de conocimientos científicos muchas
veces se encontró con que los obstáculos no
permitían un conocimiento consolidado de la simple
descripción y explicación de
datos de la
realidad se pretendía crear conocimientos
científicos e incluso muchas veces con los principios
pretendidamente innatos, dogmáticos, determinantes de
carácter general se pretendía
explicar lo particular, lo específico, aparecían
claramente; la falacia ecológica y atomista que muchas
veces convalida: tales conocimientos.
De otra parte al investigar las condiciones
psicológicas del programa
científico, se llega pronto a la convicción de que
hay que plantearlos en términos de obstáculos, que
precisamente no se miran ya en una óptica
de convalidación, sino, en un proceso de extensión
que comprende a lo anterior a lo viejo para darle; un nuevo
sentido, un nuevo espíritu, pues con ello se permite que
el diálogo
que existe desde hace siglos entre el mundo y el espíritu
continuo en otros términos.
El realismo como
expresión de: lo material, empírico o experimental
y el racionalismo como expresión de: la comprensión
del sujeto, del espíritu de la razón, de la
imaginación, de la institución; se articula en el
nuevo espíritu con una dinámica: de la deducción a la inducción y del análisis a la síntesis:
En sí el proyecto de
conocimiento debe relacionar estos elementos y permite el
conocimiento científico. Ya no solo se experimenta sino
que hay que razonar; y no solo se razona, sino que hay que
experimentar.
El nuevo espíritu científico de Bachelard, debe
ser dinámico, tener siempre la forma de un proyecto en el
cual los dogmas, los esquemas teóricos y
metodológicos que vienen del pasado deben adecuarse o
rechazarse. El nuevo espíritu científico es de
ruptura y vigilancia epistemológica.
El error, un
obstáculo epistemológico enriquecedor del
conocimiento científico
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