- Propósitos
formativos en el Nivel Primario - Contenidos
- Por
qué la elección de este
contenido - ¿Existe
igualdad entre géneros en la
publicidad? - Desarrollo
de los géneros en los medios de
comunicación - Explotación
del cuerpo femenino - Los
estereotipos - Actividades
- Bibliografía
El 23 de octubre del año 2006 es promulgada la
Ley 26150
"Programa
Nacional de Educación
Sexual Integral" en la que se declara que:
"Todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual
integral en los establecimientos educativos públicos, de
gestión
estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y
municipal. A los efectos de esta ley, entiéndase como
educación sexual integral la que articula aspectos
biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y
éticos."
Lo que genera un motivo de peso para esta enseñanza, pero más allá de
que es ley, su enseñanza también es importante por
otros motivos:
La educación sexual "constituye un proceso
formativo, dinámico y permanente, que promueve el desarrollo
integral del ser humano, contribuyendo así al desarrollo social
de su comunidad"[1]. Desde esta
perspectiva, la educación sexual
mejora las condiciones de vida de niños,
niñas y adolescentes,
previene problemas de
salud
psico-física, y
promueve el cumplimiento de los derechos humanos,
fomentando la igualdad entre
varones y mujeres así como la convivencia familiar y
social. La educación sexual promueve la
internalización de valores
relacionados al papel de varones y mujeres, sin estereotipos, en
un marco de equidad.
Además promueve el cuidado propio y el de las demás
personas, fomenta la equidad de derechos y facilita el
desarrollo de actitudes
positivas en torno a la
sexualidad. La
educación sexual constituye un "proceso intencional,
constante y transversal, tendiente a que las / os alumnas / os
integren saludablemente su dimensión sexual a su accionar
cotidiano"[2]
La educación sexual se inicia desde que nacemos a
partir de los valores y
pautas culturales y de conducta que nos
transmiten en nuestra familia y en
todos los ámbitos de socialización primaria. Luego esta
educación sexual se amplía a la que recibimos en la
escuela
(educación sexual formal) y a la que incorporamos a
través de los medios de
comunicación, la web, la publicidad y
otros medios de
comunicación.
Es necesario señalar que si no existe
educación sexual formal en la escuela, los chicos y chicas
igual están expuestos a las otras formas informales de
educación sexual. En estos casos la información es muy variable, en general
transmite nociones contradictorias que confunden a chicas y
chicos. Cuando se objeta la educación sexual formal porque
se cree que introducirá nociones que pueden promover las
relaciones
sexuales precoces, no se percibe que esto se recibe a
través de la educación informal y que la
educación sexual formal permitiría que los
adolescentes tengan un ámbito en el que puedan reflexionar
además de informarse correctamente. La reflexión y
análisis de la adecuada información
les permite a chicos y chicas tener elementos para no incorporar
lo que desde los medios y otros
ámbitos "les venden" y que no los ayuda al ejercicio
libre, saludable y placentero de su sexualidad.
Otro argumento muy escuchado en contra de la
educación sexual formal es que pretende reemplazar a los
padres. Esto es falaz, ya que la escuela en este como en los
otros temas, no reemplaza a los padres pero si los complementa.
De lo contrario, los padres educarían a sus hijos en su
casa enseñándoles a escribir, a leer, a sumar y
demás. Sin embargo la escuela no solo imparte esos
aprendizajes sino que además constituye un ámbito
de socialización importante porque los chicos aprenden a
relacionarse con otros chicos y chicas, a respetar horarios, a
disciplinarse, cuando hablar, a escuchar a los otros, a disentir,
a concordar. Esto en la educación sexual en la escuela se
expresa como chicas y chicos aprenden a escuchar las opiniones de
unos y otros, a diferenciar lo que les gusta a cada uno de lo que
les gusta a los otros, a respetarse y respetar a los otros, a
fortalecerse en sus principios y a
tener que expresar sus ideas y fundamentos. Esto no reemplaza a
los padres, sino que los complementa. Por otra parte la familia y
los padres son los únicos y casi exclusivos responsables
de la educación sexual de los chicos en los primeros
años. Luego con la escolarización se suma la
escuela, no para reemplazar sino para ampliar, complementar y
ensayar lo aprendido en el seno familiar.
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