¿Qué es la "Cruz de
Mayo"?
La fiesta de la "Cruz de Mayo", es una celebración
religiosa tradicional de la iglesia
católica que comienza el día 3 de mayo y se
extiende durante todo el mes. Antes de este día se prepara
una cruz romana que puede ir desde un tamaño moderadamente
pequeño hasta una cruz que puede sobrepasar los dos metros
y medio de envergadura. Se prepara forrándola con papeles
de colores vivos y
llamativos como el amarillo, rojo, verde, fucsia o rosado, azul;
también se le colocan flores y algunas guirnaldas para
hacer alusión al mes de las flores. La cruz es venerada es
rodeada de velas, cirios, velones, imágenes
de María la madre de Jesús, en las diferentes
formas como se le conoce en las regiones del país, como la
virgen del Carmen, de la Coromoto, del Valle, de la
Chiquinquirá, etc., imágenes del niño
Jesús, San Antonio de
Papua entre otros, rosarios y amuletos, formando un verdadero
altar de variedad, en ciertos lugares se le ofrendan frutos de
diversos géneros. Los devotos les rezan rosarios y
plegarias por las cosechas, la salud y hasta por los
familiares que se encuentran lejos de casa. De esta manera
también se le da la bienvenida a la primavera y al
período de lluvia en esta parte del mundo, cantando y
bailando las canciones típicas propias de cada
región.
Según la tradición católica su origen se
debe al descubrimiento de la cruz en que fue crucificado Nuestro
Señor Jesucristo por la madre del emperador Constantino en
el año 324.
Esta costumbre fue traída a nuestro territorio por los
españoles y sacerdotes misioneros que sometieron al pueblo
indígena a las costumbres europeas de entonces. Con el
correr de los siglos se convirtió en una de las fiestas
populares con aceptación generalizada, a la cual se le
agregaron músicas folclóricas y de origen africano
con instrumentos como tambor, cuatro, maracas, arpa,
etcétera.
Investigando un poco más atrás, en el tiempo,
descubrimos que estas celebraciones se remontan a la misma
Roma, pero mucho
más antigua, es más, mucho antes de Cristo venir a
este mundo. En el mes de mayo se efectuaban en honor a la diosa
pagana de la primavera "Maia" de quien se origina el nombre de
este mes, también asociada con la madre naturaleza, de
ahí la denominación de mayo como "mes de las
madres".
Estas festividades se relacionaban con la fertilidad de
la tierra
(Maia) en la primavera, por lo que el palo de mayo era visto como
una alegoría al dios falo (pene) que desde el cielo
penetra la tierra para
fecundarla. El falo era adorado en diferentes culturas antiguas,
aún hoy en día se le rinde cultos en pueblos, como
el asiático por ejemplo. El palo de mayo se clavaba en la
tierra y se realizaban ceremonias orgiásticas en las que
se esparcían flores por doquier, se le ofrecían
frutos y se ingería el fruto de la vide (vino) para honrar
a la diosa. La sensualidad y el deseo sexual se apoderaba de los
concurrentes que elegían a la mujer
más bella de la región para personificar a Maia y
se escogía al hombre que
superara atléticamente a los demás para hacer el
papel del dios del cielo que fecundaría la tierra
madre.
En estas festividades se honraba de la misma forma a la diosa
pagana Flora que también se le veía como la madre
naturaleza floreciente; de ahí el llamado "mes de las
flores" Sus homólogas en otros pueblos son Venus, Freya,
Frigg, Astar y otras. También se le conoce como la reina
del cielo, que se mencionan en el tema relacionado al día
de la madre y a la que el Profeta Jeremías se
oponía por mandato de Dios a que se le rindiera culto.
La Biblia nos dice claramente en el Capítulo 4, a
partir del versículo 15 del libro de
Deuteronomio: Guardad pues mucho vuestras almas; pues ninguna
figura visteis el día que Jehová habló con
vosotros de en medio del fuego. Para que no os corrompáis
y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura
alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno
que está en la tierra, figura de ave alguna alada que
vuele por el aire, figura de
ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de
pez alguno que haya en el agua debajo
de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo
el sol y la
luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas
impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque
Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo
de todos los cielos. Pero a vosotros Jehová os
tomó, y os ha sacado del horno de hierro de
Egipto, para
que seas el pueblo de su heredad como en este día.
En el libro de Éxodo, Capítulo 20
versículos 3 al 6, cita: No tendrás dioses ajenos
delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna
semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en
la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de
los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a
millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
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