La teoría ideal de la evocación
Resumen
Se analiza el proceso ideal
de la evocación, entendiendo este proceso como aquel por
medio del cual la mente trae al foco de conciencia una
idea sin que medie proceso previo al estilo de un algoritmo. Se
contrapone la evocación a los procesos
algorítmicos o de inteligencia
artificial. Se caracteriza, además, las estructuras y
funciones de
la mente, dándose por entendido que la evocación es
una función de
la conciencia.
Desarrollo
A los microprocesadores
(computadoras)
se les atribuye inteligencia
artificial, al mismo tiempo se
supone que no poseen evocación. Se denomina Inteligencia
Artificial a la rama de la ciencia
informática
dedicada al desarrollo de
agentes racionales no vivos. Para explicar la definición
anterior, entiéndase a un agente como cualquier cosa capaz
de percibir su entorno (recibir entradas), procesar tales
percepciones y actuar en su entorno (proporcionar salidas). Y
entiéndase a la racionalidad como
la característica que posee una elección de ser
correcta, más específicamente, de tender a
maximizar un resultado esperado. (Este concepto de
racionalidad es
más general y por ello más adecuado que inteligencia para
definir la naturaleza del
objetivo de
esta disciplina).
Por lo tanto, y de manera más específica, la
Inteligencia Artificial es la disciplina que se encarga de
construir procesos que al ser ejecutados sobre una arquitectura
física
producen acciones o
resultados que maximizan una medida de rendimiento determinada,
basándose en la secuencia de entradas percibidas y en
el
conocimiento almacenado en tal arquitectura.(1)
La evocación, por el contrario, es una cualidad
exclusiva de la mente humana (al menos, por ahora). La
evocación presupone la inteligencia, pero no se reduce a
ella. La evocación es el proceso mental mediante el cual
la conciencia individual se proyecta a su contenido y pone en el
foco de ella una idea sin que medie un algoritmo. Un
algoritmo es el conjunto de operaciones
y procedimientos
que deben seguirse para resolver un problema. La palabra
"algoritmo"
deriva del nombre latinizado del gran matemático
árabe Mohamed Ibn Moussa Al Kow Rizmi, el cual
escribió entre los años 800 y 825 su obra Quitab Al
Jabr Al Mugabala, donde se recogía el sistema
de numeración hindú y el concepto
del cero. Fue Fibonacci, el que tradujo su obra al latín y
la inició con las palabras: Algoritmi dicit. El
lenguaje algorítmico es aquel por medio del cual se
realiza un
análisis previo del problema a resolver y encontrar un
método
que permita resolverlo. Al conjunto de todas las operaciones
a realizar, y el orden en el que deben efectuarse, se le denomina
Algoritmo (2). ¿Cómo es que la conciencia o la
mente trae a colación esta o aquella idea sin que medie un
proceso algorítmico o de otro tipo similar? Estas y otras
interrogantes al respecto han preocupado a los científicos
y a los filósofos durante mucho tiempo. Al mismo
tiempo, en la respuesta de las mismas, se ha avanzado muy
poco.
En el animal superior ya encontramos intelecto, es
decir, la capacidad para resolver un problema vital, en otras
palabras, operaciones y
conductas complejas. El mono ve un palo, ve un mango, toma el
palo, tumba el mango y se lo come. Quiere esto decir que la
actividad física del mono es la consecuencia directa de su
actividad psíquica. Sin duda, si el mono pudo realizar la
actividad de tomar el palo, tumbar el mango y comérselo,
es porque anteriormente realizó esta actividad
psíquicamente. Claro que el mono realizó esta
actividad porque en el radio de acción
sensoperceptual se encontraban los elementos necesarios para
ello. El mono ante un mango presente no es capaz de ir a buscar
un palo del pasado (es decir, que no se encuentra en su campo
perceptual) para poder
completar su actividad. Él no puede asociar el pasado y el
presente en su actividad. Para él su actividad, tanto
psíquica como física, es sólo presente. Pero
puede hacer la asociación de los elementos de la realidad
para satisfacer la necesidad vital. Se supone que el mono en
cuestión tuviese la necesidad de la alimentación, es
decir, sintiera apetito. De modo que el mono posee intelecto, es
decir, inteligencia y entendimiento (3)
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