Un análisis alternativo de la actual crisis económica global y sus vías de superación
- Crisis, mercado y "otra
economía" - Profundizando
en las causas de la crisis financiera
global - El
valor del dinero y la crisis financiera
global - ¿Puede
una política keynesiana servir para superar la gran crisis
actual? - ¿Qué
otras opciones y escenarios son actualmente
posibles? - ¿Por
cuál de estas opciones, y con qué otros componentes,
pudiera vislumbrarse una salida de esta gran
crisis? - Bibliografía
Crisis, mercado y "otra economía"
A menudo quienes aspiran o activamente se esfuerzan en
construir "otra economía" – más justa, solidaria,
no capitalista -, tienden a observar la economía dominante
como experimentando una crisis profunda, y esperan que
de algún modo sobrevenga un colapso, una demolición,
una paralización del mercado, por efecto de su propio peso,
de sus contradicciones internas, de sus crisis. Se piensa que
cuando ocurra el colapso del mercado será el momento de la
"otra economía", que mientras tanto se estaría
construyendo sólo en pequeña escala, como prefiguración o
antecedente de lo que será, en gran escala, después de
la catástrofe. En presencia de lo que parece ser hoy el
comienzo de una "gran crisis" económica, muchos anuncian que
está a punto de verificarse el fin del capitalismo y, por tanto, que
se abre la oportunidad para que la "otra economía" se
despliegue como la gran solución anhelada. Sobre las causas
y profundidad de esta crisis económica actual, y sobre sus
posibles soluciones y vías de
salida, ofrecemos a continuación una serie de análisis y reflexiones –
basadas en nuestra "teoría económica
comprensiva" – que esperamos sirva a una mejor intelección
de la cuestión enunciada.
Muchos se imaginan el colapso del "sistema" como un edificio que se
derrumba entero; y en consecuencia, la construcción de la "otra
economía", como una edificación completamente nueva,
que tal vez pueda aprovechar algunos trozos del edificio
derrumbado, que pudieran ser reciclados e integrados al nuevo
orden económico.Más allá de que palabras como
"derrumbe" o "colapso", aplicadas a la economía son
solamente metáforas, considero necesario precisar algunos
conceptos, para adquirir una perspectiva más realista
respecto del futuro y en relación a las condiciones que
pueden esperarse para acelerar la construcción de "otra
economía". Esto es necesario particularmente hoy que el
mundo está inmerso en una gran crisis financiera que hace
pensar a muchos que el momento del colapso se aproxima o
estaría ya por acaecer.Primera precisión. El mercado no
se detiene, no deja de funcionar, no se derrumba (a menos que
sobrevenga una catástrofe que destruya la vida social, por
causas exógenas al mercado como tal), por más que
experimente crisis financieras y económicas de considerable
envergadura. Porque el mercado es la interacción y la coordinación de las
decisiones de producción, distribución y consumo que efectúan
permanentemente los seres humanos y sus organizaciones. Desde que
existen, y mientras existan seres humanos y organizaciones, ha
habido y habrá intercambios entre ellos, y el mercado
seguirá funcionando.
Segunda precisión. El mercado en su
evolución histórica
ha experimentado y experimentará transformaciones que pueden
ser muy profundas, estructurales (como se acostumbra decir). Las
transformaciones más importantes y profundas, las
experimenta el mercado cuando ocurren en la sociedad fenómenos que
impactan profundamente la vida colectiva, tales como guerras, devastaciones
naturales, descubrimientos o conquistas de nuevos territorios,
innovaciones tecnológicas de alto impacto,
incorporación o agotamiento de importantes fuentes de energía,
revoluciones sociales, instauración de un nuevo sistema político, etc. En
tal sentido, es esencial comprender que el mercado se encuentra
determinado, que no existe en sí mismo, que no funciona
exclusivamente en base a sus propias dinámicas internas. El
mercado es siempre un "mercado determinado". En tal sentido, no
puede descartarse que el mercado llegue a colapsar, hundiendo a
las sociedades en un abismo de
decadencia catastrófica; pero ello no puede ocurrir por
causas inherentes al funcionamiento del mercado mismo, sino por
impactos exógenos. Hoy, por ejemplo, pudiera ocurrir un
colapso económico si las economías fueran afectadas por
un drástico cambio climático, o por
un acelerado agotamiento de las disponibilidades de petróleo y otras fuentes
de energía.
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