INTRODUCCIÓN
Vivimos en un medio saturado de vibraciones: una
pequeña parte de las mismas pueden ser captadas por el
oído
interno, y trasladadas a niveles superiores del sistema nervioso
como estímulos que proporcionan al individuo
información útil o necesaria para la
propia supervivencia y/o para las relaciones sociales o de
grupo.
Hay fundados motivos para suponer que el paso decisivo
que convierte en homo sapiens al homo erectus se da cuando
consigue codificar los sonidos que puede emitir con la laringe
hasta darles la significación concreta que los
convirtió en lenguaje.
Más tarde, sonidos producidos casi siempre por
percusión o utilizando instrumentos elementales adquieren
carácter simbólico, bien como
señales
de alarma, como manifestaciones de júbilo o pesar, o le
proporcionan información con la que la supervivencia se
puede hacer menos penosa o más fácil.
Como funciona el oído
Por eso, la otorrinolaringología estudia el
órgano del oído, la audición y todos los
problemas que
de los mismos se derivan.
El oído es un órgano conformado de tres
partes:
• Oído externo
• Oído medio
• Oído interno
Las dos primeras partes -oído externo y medio- son las
encargadas de recoger las ondas sonoras
para conducirlas al oído interno y excitar una vez
aquí a los receptores de origen del nervio auditivo.
El oído externo comprende dos partes: el
pabellón y el conducto auditivo externo. Por su parte, el
oído medio está formado por un conjunto de
cavidades llenas de aire, en las que
se considera tres importantes porciones: la caja del
tímpano conformada por tres huesecillos -martillo, yunque,
estribo- , la trompa de Eustaquio íntimamente relacionada
con las vías aéreas superiores (rinofaringe).
El oído interno también tiene su complejidad y
está comprendido por el laberinto óseo y
membranoso. De este último nacen las vías nerviosas
acústicas y vestibulares. Las cavidades del laberinto
están llenas de líquido endótico (endolinfa
y perilinfa), que al movilizar las distintas membranas estimulan
las células
ciliadas internas y externas.
El laberinto, cuya función
principal es la de mantener la orientación espacial y el
equilibrio
estático y dinámico del individuo, consta de tres
partes: el vestíbulo, los conductos semicirculares y el
caracol.
¿Como funciona?
Explicaremos aquí la forma en que el sonido estimula
el oído humano y envía a los centros de la
audición la sensación sonora. Este proceso que
parece simple pero que no lo es tanto, cuenta de dos partes: la
transmisión mecánica del impulso sonoro y la
correspondiente a la percepción
propiamente dicha que tiene lugar en el oído interno.
Aparato de Conducción o Transmisión de la
onda sonora
El oído externo no reviste demasiada importancia en
el hombre, ya
que se ha comprobado mediante estudios que el pabellón
auricular aumenta solamente la audición en una
mínima parte. Los músculos que aquí intervienen
están atrofiados y la oreja se encuentra pegada a la
cabeza e inmóvil. Ocurre casi completamente lo contrario
en algunos animales como los
cérvidos (ciervo), equinos (caballo), felinos (gato) entre
otros, porque ellos sí tienen un buen desarrollo de
la concha auricular y los músculos auriculares tienen la
movilidad necesaria para desplazarse a voluntad. Esto es lo que
les permite, además de aumentar en parte la
audición, lograr movimientos de rotación para
encontrar el origen de la fuente sonora.
El conducto auditivo es de forma sinuosa, impidiendo de esta
manera que ingresen partículas extrañas y se
proyecten sobre el tímpano. Su forma cilíndrica
hace que éste funcione como un resonador
acústico.
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