- Presupuestos
epistemológicos - Historia de la
Filosofía Latinoamericana - Grandes temas
de la filosofía latinoamericana
Introducción
En el panorama universal se habla de Filosofía y se piensa en Grecia y
más tarde en Alemania, por
ninguna parte aparece la Filosofía
Latinoamericana.
La Filosofía Latinoamericana quiere hacer
comprender que ella también tiene un papel en este
teatro de la
existencia humana. Como todas las filosofías del mundo, la
Filosofía Latinoamericana nace de una reunión de
elementos en los que sobresalen el indígena, el
español, el africano. La
Filosofía Latinoamericana no es fruto de un encuentro como
quien dice un sentarse a discutir y ver cuál tiene mejor
Filosofía sino un acto violento en el que una nación
se impone a otra y le impone sus mentalidad.
Qué repercusiones tuvo para el mundo el tropiezo
accidental de Colón con América
lo podemos comprender en la frase: သAntes de
revelarse la existencia de un nuevo continente la ciencia no
pudo llegar a ninguna conclusión positiva sobre la
estructura del
cosmos…con América se inicia el mundo moderno…
comienza el progreso de la ciencia…Europa alcanza su
nueva dimensión, sale de las tinieblas[1], aunque por otra parte
se hunde en las tinieblas de las barbaridades y del genocidio
más grande hasta ahora conocido por la mente humana.
Vespucci mismo comprendió la magnitud que significó
el descubrimiento llegando a proponer que se le llamara
“Nuevo M“[2]. “Con las
informaciones de Vespucci desaparecen las afirmaciones de
San
Agustín, las teorías
de Aristóteles su propio mito de
Ptolomeo, es decir: cuanto hasta la víspera se tuvo por
verdad incontestable.
La verdad nueva destruye la autoridad de
siglos. América pasa a ser así madre de la
duda”[3]. Aun cuando San
Agustín considera que “los ciudadanos del cielo
solamente podían hallarse en Europa, Asia y África,
con la exclusión de otros posibles orbes alojados en el
Océano”[4].
Stefan Zweig[5]
explica el impacto producido por las noticias del
nuevo mundo: Mundus Novus, dos palabras que revolucionaron la
concepción del cosmos como nada antes lo había
hecho.
Colón hasta la fecha de su muerte,
quedó ciegamente envuelto en el error de que, habiendo
descendido en Guanahaní y en Cuba,
había puesto la planta en la India.
“Cuando entró a Barcelona para informar a los reyes
de su descubrimiento, venía de Cipango, traía seis
indios de oriente, papagayos de Japón…”[6]. En la enciclopedia de Diderot, bajo la
palabra América aparece: “La historia del mundo no ofrece
quizá conocimiento
más singular a los ojos de los filósofos que el descubrimiento del nuevo
continente que, con los mares que lo rodean, forma todo un
hemisferio de nuestro planeta del cual los antiguos no conocieron
sino 180 grados…”[7].
El descubrimiento vuelve a actualizar cientos de
mitos europeos
empezando por considerar a América como la
Atlándida. Se hablaba de las amazonas, un agente de Carlos
V escribía al emperador “a los puertos de Santander
y Laredo han llegado sesenta naves con diez mil amazonas,
atraídas por la fama de ser muy hombres los naturales de
esas provincias. Venían a hacer generación y
pagaban por su trabajo a cada
garañón que
las preñase quince
ducados…“[8]. “Los hombres
llevan piedras preciosas en la cara y en el pecho. Ninguno posee
nada propio porque todos los bienes son del
común. Los hombres tienen tantas mujeres cuanto quieran,
ya sean madres, hermanas… luchando entre ellos se comen unos a
otros… pueden vivir hasta ciento cincuenta
años de
edad”[9]. No es difícil
ver acá una confabulación con el fin de justificar
el robo, el asesinato, la violación de las
indígenas. Sin embargo la carta de
Vespucci presenta la idea comunista “no tienen bienes
propios, pero las cosas son comunes. Viven juntos sin rey, sin
autoridad y cada uno es señor de
sí mismo… sus habitaciones son
comunes”[10].
Como justificación de las masacres agrega
Vespucci: “a esas gentes no se les puede llamar moros ni
judíos;
son peores que gentiles,
porque no vimos que hiciesen sacrificio alguno y tampoco tienen
casa de oración: juzgo que su vida es
epicúrea”[11].
No vamos a entrar en la discusión del origen del
hombre. Dónde vivió el primer hombre es
acá irrelevante. Florentino Ameghino, de la Argentina, en
su obra “La antigüedad del hombre en el Plata”
sostuvo que el hombre es
originario de América y apareció en el
período terciario de la tierra[12]. Hay
corrientes europeas racistas que no pueden congeniar con la idea
de que los españoles y
portugueses hayan sido los primeros que hayan llegado a
América, se han inventado la teoría
de que los vikingos fueron los primeros que llegaron a
América. Es difícil creer que si lo hubieran hecho
no se hubieran quedado en América teniendo en cuenta las
adversidades que ofrecen el tiempo y el
clima en las
naciones nórdicas donde fuera de renos no hay sino
hielo.
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