En los países desarrollados, la acción
de los grupos
protectores de los derechos del animal ha
incidido en la opinión
pública que se ha encaminado a limitar severamente la
experimentación sobre animales. Esto ha
llevado a la elaboración de numerosas legislaciones que
regulan el uso de animales vertebrados en experimentación.
De la misma manera, se ha fomentado la creación de
organismos internacionales como ICLAS (International Council of
Laboratory Animal Science), ILAR (Institute of Laboratory Animal
Resources), UFAW (Universities Federation of Animal Welfare) y
muchísimas asociaciones dedicadas a la Ciencia de
los Animales de Laboratorio
como son AALAS (American Association for Laboratory Animal
Science), FEELASA (Federation of European Laboratory Animal
Science Associations) En los países de la región
latinoamericana y caribeña, en conjunto con el desarrollo de
las ciencias
farmacéutica y biomédica, se ha incrementado el uso
de especies animales para el desarrollo de investigaciones y
controles de productos
farmacéuticos y para la enseñanza de especialidades
biológicas, a raíz de este auge, se han creado
dentro de las comunidades científicas organizaciones
nacionales dedicadas al control de las
actividades con animales de experimentación, con fines
fundamentalmente educativos, de formación profesional y de
supervisión. En Cuba se
creó recientemente la Asociación Cubana de Animales
de Experimentación.
3 VALORACIÓN
ÉTICA
Según la visión creacionista del universo que
considera al ser humano la única criatura querida por
sí misma ( ), el orden existente en el mundo procede de la
ordenación al hombre y no de
una composición cuidadosa de elementos pre-existentes;
visión que ha llevado a valorar a los animales tan
sólo por su capacidad de sernos útiles. Sin
embargo, la moral
establecida por agunas religiones
reconoce a los animales valores
intrinsecos, un ejemplo de esto está en las religiones judeo –
cristianas, "… para que descansen también tu
buey y tu asno, y recobren sus fuerzas tu esclavo y el
extranjero." (Exodo, 23:12), es decir, se le reconocen
derechos a los animales, como el descanso, además de su
obligación de servir.
Entonces: qué es la ética?
Puede ser definida como una actitud ante
la vida, un compromiso moral (De la
Torre et al, 2001). Constituye una responsabilidad individual consciente, donde no
sólo bastan los sentimientos y la consideración en
el trato con los animales; lo que en realidad hace efectivo el
comportamiento
ético es el
conocimiento, la ética es una actividad cognoscitiva.
Existen varios factores que intervienen en el éxito
de un experimento como:
– Las condiciones de vida del animal de
experimentación.
– El diseño
del experimento.
– El recurso humano.
Se conocen que adecuadas condiciones de vida de los animales
de laboratorio contribuyen a lograr su bienestar y salud. 2,3,4 Algunos
parámetros a tener en cuenta para garantizar este ambiente
son:
– La selección
del habitáculo: sus dimensiones, estructura,
así como sus complejidades y objetos de
manipulación que les permiten la expresión de las
posturas típica de la especie y realizar las
actividades
que permitan su bienestar.
– El alimento y agua de bebida
acorde con los requerimientos de la especie.
– El encamado.
– Higiene del macro
y microambiente.
– Temperatura y
humedad relativa.
– Ventilación.
– Iluminación.
– Ruido.
– Ambiente social de acuerdo con las necesidades de la
especie.
En el diseño del experimento es importante:
– La selección del modelo animal:
su calidad y
cantidad. – La selección del inóculo: dosis,
vía y frecuencia de inoculación.
– La determinación del punto final del
experimento.2
El recurso humano tiene una extraordinaria importancia en el
éxito de un experimento, ya que va a ejercer influencia
sobre los otros factores antes mencionados. Se puede contar con
un equipamiento e nstalaciones modernas, con los requerimientos
que necesita la especie con la cual se va a realizar el estudio,
pero si a esta instalación y al equipamiento no se les
realiza un mantenimiento
adecuado y una manipulación correcta, esto va a incidir de
forma negativa sobre el bienestar animal y por tanto, los
resultados obtenidos no serán válidos.
4 DERECHOS DE LOS ANIMALES:
¿REALIDAD O UTOPÍA?
La UNESCO en su declaración del 15 de octubre de 1978,
establece claramente los Derechos de los Animales. En este
aspecto hay posiciones diversas, a favor y en contra de la
utilización de la palabra derecho. Jurídicamente
hablando, la palabra derecho tiene un significado concreto, se
refiere solamente a personas y cosas, pero no incluye animales;
es decir, los animales no son sujetos de derecho. Algunos autores
(Lacadena, 2002; Siles, Angélica, 2003), reconocen a los
animales, desde el punto de vista bioético, como
objetos morales. El ser humano es un sujeto ético,
es decir, hace juicios de valor y es
capaz de distinguir entre el bien y el mal, eligiendo libremente
entre uno o el otro; por lo tanto el amor y la
defensa de los animales es una manifestación ética
del hombre, y lo contrario, hacer el daño
por hacer daño, es ilícito éticamente porque
supone un desorden moral. Por este motivo resulta obvio por
qué forma parte de la conducta
intuitiva e inconsciente del investigador como sujeto moral,
procurar el mínimo de crueldad y la mayor racionalidad en
los experimentos con
animales, procurando minimizar su sufrimiento, siendo esta
actitud mas acentuada a medida que la especie elegida sea mas
cercana a él evolutivamente. Por lo que resulta
inaceptable justificar excesos, sobrestimando el valor de la
búsqueda de la verdad, por encima del propósito
moral de esta búsqueda.
Desde la perspectiva global de la Bioética,
esta trata de relacionar los juicios de valor con los hechos
biológicos, y en ese contexto amplio no hay duda que los
"derechos de los animales" tienen un claro significado
bioético. Es sobre esta base que se impone llamar a la
reflexión, de investigadores y personal de
apoyo, sobre si es ético repetir investigaciones con
resultados dudosos debido a la mala calidad o a la inapropiada
selección de los animales con los que se trabaja, al
deficiente diseño experimental o a las inadecuadas
condiciones de alojamiento o malas prácticas de
manejo.
5 BIOETICA: HUMANIDAD Y
NECESIDAD
Origen de la Bioética
A fines de la década de los 60, a pesar de la
existencia y reconocimiento público de varios
Códigos de Ética, se siguieron cometiendo faltas
éticas en la experimentación con seres humanos. Los
casos más emblemáticos son:
– En 1963, en el Jewish Chronic Disease Hospital de Brooklyn,
se realizó experimentos en ancianos a los que se les
inyectó células
tumorales, sin su consentimiento.
– En 1965, en el Willowbrook State Hospital de Nueva York, se
inyectó el virus de la
hepatitis
viral a niños
discapacitados.
– En 1933 comenzó un estudio que sólo se
finalizó en 1973, sobre la historia natural de la
sífilis, en Tuskeegee (USA) en que un
grupo de
sujetos negros con sífilis no fueron tratados, a pesar
de que se conocía el tratamiento para la afección y
habiéndose malinformado a los sujetos de que estaban
recibiendo el tratamiento apropiado.
– En 1969, se realizó el Estudio de Nutrición Vanderbilt,
de Hagstrom, en que un grupo de mujeres embarazadas
recibió sin dar consentimiento un cocktail con hierro
radioactivo carente de valor nutritivo.
A comienzos de la década de los 70, motivado por esta
serie de experimentos ilícitos en seres humanos a pesar de
los códigos de ética vigentes, la eventual
manipulación de microorganismos (con la consecuente
potencial "guerra
biológica" y el advenimiento de la manipulación
genética
de los seres vivos) llevaron al biólogo molecular
especializado en oncología, Van Rensellaer Potter a
realizar una reflexión moral –ethos– sobre las
ciencias biológicas –bios-. Así, Potter
acuñó el término "bioética",
mencionado por primera vez en el artículo "Bioethics: the
science of survival" (Potter 1970) y luego desarrollado con mayor
profundidad en su clásico libro:
"Bioethics: bridge to the future" (Potter 1971). En él,
Potter visualiza un peligro de supervivencia de todo el ecosistema por
la ruptura entre el saber científico y el saber
humanístico, planteando que la solución para ello
es el establecimiento de un puente entre la cultura
científica y la humanista. Este puente es la
bioética, cuyo objetivo
primario es enseñar a usar el conocimiento
en el campo científico-tecnológico "knowledge how
to use knowledge"-. Potter plantea que la bioética debe
unir los valores
éticos, no sólo referidos al hombre sino a la
biósfera, con los hechos biológicos para permitir
la supervivencia del ecosistema.
Definición de Bioética
La Real Academia de la Lengua
Española (2005)), define bioética como la
aplicación de la ética a las ciencias de la vida.
Para la Enciclopedia de Bioética [Reich 1978], se trata
del estudio sistemático de la conducta humana
en el ámbito de las ciencias de la vida y del cuidado de
la salud, examinada a la luz de los
valores y de los principios
morales.
Existen diversos tipos de bioética [Sgreccia 1994,
Gracia 1998], como la bioética general que se ocupa de los
fundamentos y los valores originarios que sustentan la
ética de la vida y sus fuentes
documentales, así como de la utilización de
microorganismos y los animales y plantas; la
bioética especial que se ocupa de los grandes temas en el
terreno médico y biológico; la bioética
clínica, que examina las conductas de la práctica
médica concreta y en los casos clínicos los
medios
correctos para desarrollar una conducta acorde
Animales de Experimentación
Si bien la
investigación con seres humanos posee un marco
referencial bioético bastante amplio, los aspectos
bioéticos involucrados en la utilización de
animales de experimentación en la investigación científica son
más recientes y más circunscritos. Estos aspectos
bioéticos cobran inusual connotación pública
por parte de distintos movimientos sociales, entre los que
destacan las agrupaciones ecologistas anti-viviseccionistas.
Ellas sostienen la prohibición absoluta de usar animales
de experimentación, lo que ha traído serios
conflictos con
la investigación biomédica que requiere
de la realización previa de ensayos
experimentales en animales, antes de ser realizados en seres
humanos. Desde una perspectiva histórica, los primeros
científicos que abordaron los problemas
bioéticos del uso de los animales de
experimentación fueron el zoólogo W. Rusell y el
microbiólogo R. Burch [1959], al establecer la doctrina de
las "Tres R" de la investigación animal: 1) Reemplazar, es
decir, sustituir parcial o totalmente el uso de animales por
modelos de
computación; 2) Reducir, es decir,
minimizar el número de animales por experimento, y 3)
Refinar, es decir, disminuir la incidencia y severidad de los
procedimientos
utilizados en los animales. En Chile, en la mayoría de las
instituciones
universitarias en que se realiza investigación con
animales, existen Comités de Bioética que velan
porque se respeten algunas normas de cuidado
de los animales.
En los últimos tiempos la experimentación animal
se acompaña de una muy completa legislación, en
especial en los países con amplio desarrollo en esta
esfera, esta incluye leyes,
reglamentos, políticas,
lineamientos, comités de ética y códigos
deontológicos, entre otros. Actualmente, la
preocupación de las comunidades de investigadores es
encontrar las formas de minimizar el sufrimiento y el sacrificio
de los animales en aras de la ciencia, sin
escatimar consideraciones ni costos, para con
aquellos animales que inevitablemente deben ser utilizados en la
experimentación, en especial si se trata de animales con
un alto grado de sensibilidad (De Jesús, 2002).
Tenemos entonces que, para que una experimentación con
animales sea considerada legal y éticamente admisible su
propósito debe estar vinculado a la obtención de un
bien mayor, como es la salud humana o animal. En caso de que los
experimentos no estén relacionados con la salud,
sólo se justifican si contribuyen en forma considerable al
avance científico en relación a la constitución y fisiología de los seres vivos, y
sería admisible únicamente en caso de que no
existan vías alternativas. En todo caso, los experimentos
deben cumplir con el rigor científico.
Para el caso de los experimentos que requieren de técnicas
invasivas o intervenciones quirúrgicas, el animal debe ser
mantenido inconsciente durante toda su duración y debe de
proveerse de cuidados de asepsia y prevención de
infecciones cuando no se requiera del sacrificio del animal. Si
no es necesaria o factible la supervivencia del animal,
deberá dársele muerte por
procedimientos que aseguren el mínimo sufrimiento y un
efecto inmediato (eutanasia) y debe declararse la muerte
animal por animal ( SECALa, 1996; SECAL b, 1997) Si la naturaleza del
experimento requiere que el animal sobreviva, hay que controlar
su estado y
evolución posterior, el cuidado post
operatorio debe dirigirse a la reducción al máximo
de las molestias y sufrimiento del animal.
En todos los casos, los experimentos deben ser realizados o
supervisados por personas que tengan la experiencia apropiada y
el entrenamiento
para realizar procedimientos en animales vivos.
La pregunta más frecuente en relación a la
utilización de animales de experimentación es si
realmente es necesaria. Resulta innegable que en muchos casos
no puede sustituirse al animal, pero también existen
muchísimos otros casos en que el sufrimiento y la muerte del
animal son totalmente innecesarios, y se les utiliza porque
están al alcance del investigador, es más barato o
por falta de creatividad
Pero, ¿qué conocemos acerca del dolor en los
animales? En la actualidad se acepta de manera generalizada que
cualquier procedimiento que
cause dolor o distrés al humano, puede causarlo a los
animales. Pero evaluar realmente la presencia de dolor en los
animales se torna dificultuoso, por lo que se han establecido
criterios que, de algún modo, permiten reconocer cuando
existen condiciones de dolor. Observaciones clínicas como
son el incremento o disminución de la defecación y
de la orina, la pérdida de peso, los cambios en el
comportamiento y la inmovilidad son signos
clínicos de dolor y distrés que evidencian la
presencia del dolor en los animales de laboratorio empleados en
investigaciones de manera general. Algunas especies, como los
roedores, adoptan aptitudes poco habituales, como que se
encuentren recostados y los cambios en la apariencia del vello
corporal Se han establecido además, los criterios para
aplicar eutanasia en
animales moribundos, entre éstos tenemos: una
rápida pérdida de peso en pocos días (15 al
20 %); expansión del área de caídas de
pelos; diarreas
prolongadas (3 días); signos clásicos de neoplasia;
signos del sistema nerviosos
central como tremores y parálisis, sangramientos; orina
muy descolorida; lesiones que interfieran en comer o beber (De la
Torre et al, 2001).
Las declaraciones de «principios»
constituyen, de hecho, una de las actividades más
características de la disciplina
bioética (Bueno, ,
1999). Al respecto, cabe recordar los principios rectores
básicos de carácter internacional aplicables a las
investigaciones con animales, elaborados por el Consejo de
Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas,
Organización Mundial de la Salud, en el
año 1985:
- El progreso de los conocimientos biológicos y
el perfeccionamiento de los medios de protección de la
salud y el bienestar del hombre y de los animales obliga a
hacer experimentos con animales vivos intactos de especies muy
diversas. - Siempre que sea apropiado deberán utilizarse
métodos
como los basados en modelos matemáticos, simulación por computador y
sistemas
biológicos in vitro. - Sólo deberán emprenderse experimentos
con animales tras ponderar debidamente si redundan en beneficio
de la salud humana o animal y del progreso de los conocimientos
biológicos. - Los animales seleccionados para un experimento deben
ser de la especie y calidad adecuadas y no exceder del
número mínimo necesario para obtener resultados
científicamente válidos. - Los investigadores y demás personal
deberán tratar siempre a los animales como seres
sensibles y como imperativo ético prestarles la debida
atención y cuidado, evitándoles o
minimizando en lo posible toda molestia, intranquilidad o
dolor. - Aunque aún habrá que mejorar los
conocimientos sobre la percepción del dolor por los animales,
los investigadores deberán suponer que cualquier
procedimiento susceptible de causar dolor al ser humano
también lo causará a otras especies de
vertebrados. - Toda manipulación de un animal que pueda
causarle más que un dolor o una molestia
momentáneos o mínimos deberá hacerse
previa sedación, analgesia o anestesia adecuada
según las prácticas veterinarias aceptadas. No
deberán realizarse intervenciones dolorosas, sean
quirúrgicas o de otra naturaleza, en animales
paralizados con agentes químicos. - En caso de que haya que dejar en suspenso las
disposiciones del artículo VII, la decisión al
respecto no deberá depender únicamente de los
investigadores interesados sino que habrá de tomarla un
organismo de revisión adecuadamente constituido,
teniendo en cuenta lo dispuesto en los artículos IV, V y
VI. La suspensión del artículo VII no
deberá basarse jamás en razones de
enseñanza o demostración. - Al final del experimento (o si procediera, en el
curso del mismo) se matará sin dolor a cualquier animal
que, de quedar en vida, padecería dolores graves o
crónicos, trastornos, molestias o discapacidades
irreversibles. - Habrá que mantener en las mejores condiciones
de vida posibles a los animales que se vaya a destinar a fines
biomédicos. Normalmente, el cuidado de los animales debe
encomendarse a veterinarios expertos en la ciencia de los
animales de laboratorio. En cualquier caso, deberá
disponerse de atención veterinaria
siempre que se necesite. - El director de todo instituto o departamento que
utilice animales deberá cerciorarse de que los
investigadores y el personal restante tengan las calificaciones
o la experiencia necesarias para realizar experimentos con
animales. Deberán darse oportunidades de
formación en el servicio,
enseñando a los interesados a atender adecuada y
humanitariamente a los animales a su cargo.
6 REQUERIMIENTOS
BIOETICOS DE LA EXPERIMENTACIÓN ANIMAL
La disciplina científica requiere que,
periódicamente, se revisen los datos obtenidos
con el trabajo
realizado durante una etapa para validar o rectificar los
procedimientos elegidos. Según el criterio del National
Research Council. Institute of Laboratory Animal Resources (1996)
algunos de los aspectos más importantes a tener en cuenta
para cualquier proyecto que
involucre la utilización de animales
serían:
- Instrucción y capacitación del personal profesional y
técnico: el personal debe saber que los cuidados que
rodean al animal influyen en forma directa sobre el resultado
de los experimentos y, que el estado
sanitario de los animales está íntimamente ligado
a su capacidad de respuesta. De esta última inquietud
nació el uso de animales en condiciones libres de
patógenos específicos (Specific Pathogen Free o
SPF) y libres de gérmenes (Germ Free o GF), lo que
brinda resultados experimentales confiables y
reproducibles. - Condiciones de alojamiento: son importantes la carga
animal por caja; existe actualmente una tendencia a aumentar el
espacio por animal e, inclusive, a estimular sus actividades
por medio de ruedas u otros accesorios y, que las constantes
ambientales controladas; las temperaturas extremas, la falta de
renovación del aire, las altas
concentraciones de amoníaco, etc., someten a los
animales a sufrimientos innecesarios e invalidan los resultados
desde el punto de vista experimental. - Buenas prácticas de sujeción,
analgesia, anestesia y eutanasia: tengamos en cuenta que el
animal de laboratorio es un ser vivo y por lo tanto sensible a
cualquier procedimiento capaz de causar dolor en el
hombre.
7. CONCLUSIONES
La bioética es un asunto estrictamente
humano, pero su dominio no
excluye a los animales, que no disponen del sentido de la
justicia.
Nuestro comportamiento con ellos no es por tanto moralmente
irrelevante en la medida en que se vean afectados por nuestras
acciones.
No existe medida o requisito exagerado en la
experimentación animal, las aparentes sofisticaciones
exigidas para la cría y uso de animales de laboratorio
están en relación directa a los servicios que
prestan. Se hace necesaria una reflexión
ética en favor del bienestar animal, en
compañía de aquellos que, desde Pitágoras
hasta nuestros días, han abogado porque, tanto desde la
teoría
como en la cotidianeidad de nuestras vidas, hagamos justicia con
los animales.
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sobre uso de animales en Experimentación, docencia e
investigación universitaria – Dirección General Jurídica
Argentina.
Autor:
MSC. ALEIDA PÉREZ ROJAS
Especialista de Calidad y experimentación
animal.
Centro Nacional de Sanidad Agropecuaria.
Censa
San José de las Lajas. Habana. Cuba
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