7-
Sistema de
Instrucción Personalizada: algunas
esencialidades
El Sistema de
Instrucción Personalizada, como tendencia
pedagógica contemporánea, tuvo a sus gestores en
los profesores Keller y Sherman, de la Universidad
Georgetown, de "Washington, Estados Unidos de
Norteamérica, hacia finales de 1968.
Esta tendencia emerge como un intento de dar una
solución concreta a los problemas
propios de la dirección y la retención, en los
Centros de Enseñanza de los educandos, o lo que es lo
mismo, su implementación y desarrollo
práctico tiene como objetivo
incrementar la eficiencia del
proceso
enseñanza-aprendizaje en
base de la flexibilización de los contenidos curriculares
siempre que ello fuere necesario, incluso contemplando la
posibilidad de arreglos, en el momento preciso, para tornar la
instrucción personalizada.
Así mismo, esta tendencia pedagógica se la
puede considerar como una verdadera respuesta reactiva a la
enseñanza tradicional, que no se ocupó de
preocuparse por la forma en que la misma debía realizarse,
para lo cual, sin lugar a dudas, hay que recurrir a las
denominadas ciencias de la
conducta haciendo
al mismo tiempo uso
correcto de aquellas tecnologías imprescindibles para
ello.
En esta tendencia se considera a lo psicológico como
un factor de particularísima importancia en la planificación y organización del proceso
docente-educativo que toma en consideración los aspectos
conductuales de la enseñanza, los procedimientos
que resultan útiles para todo lo relacionado con la
investigación referente a la misma,
encontrándose sus más profundas raíces en la
llamada teoría
del reforzamiento, respecto a la cual se pone en evidencia la
búsqueda de los métodos y
procedimientos
idóneos para individualizar, tanto como se pueda, el
proceso de la transmisión de información, de que la huella dejada por
esta última sea la mayor posible.
Como ya fue planteado, esta tendencia pedagógica
recurre sustancialmente a lo psicológico para sustentar y
explicar, en lo fundamental, todo lo relacionado con la
enseñanza, el aprendizaje,
la educación
y la capacitación, de aquí sus
similitudes o semejanzas con el ya descrito condicionamiento
operante y la tecnología
educativa.
La instrucción personalizada concibe al comportamiento
determinado mediante un proceso de reforzamiento, en el cual lo
que debe ser aprendido se distribuye en el tiempo en
pequeñas unidades para su estudio, debidamente
relacionadas y concatenadas entre sí para asegurar el
éxito
final de educando, siempre de lo más simple a lo
más complejo, a través de pasos lógicos,
atendiendo a las particularidades y peculiaridades de cada
individuo en correspondencia con su potencial biológico
cognitivo, con controles periódicos y un sistema de
retroalimentación facilitadora frecuente,
todo lo cual se estructura con
un único fin: que se cumplan los objetivos
trazados.
En resumen, con el Sistema de Instrucción
Personalizada se introducen importantes cambios en lo
concerniente a los papeles desempeñados por el profesor y
el educando en el complejo proceso docente-educativo
asignándole al segundo un papel activo
mucho más allá de que resulte, en la
práctica, un simple oyente o anotador pasivo de la
información que hasta él se hace
llegar mediante los métodos y
procedimientos más idóneos, con el propósito
de convertirlo en un sujeto individualizado, capaz de
posibilitarse con su praxis el propio desarrollo
futuro, con una atención particular a las responsabilidades
que contrae por el hecho de estudiar algo concreto,
propiciando, al mismo tiempo, el desarrollo evolutivo de su
autocontrol. La tendencia al alto grado de
individualización que se persigue alcanzar, no debe
olvidarse que representa una insuficiencia de esta tendencia
pedagógica, por su carácter
absolutista en tal sentido, que conlleva, en su esencia, el
desconocimiento de los principios
rectores de la dialéctica, imprescindible y necesaria,
entre el individuo y el grupo del cual
forma parte y con el cual se mueve, en el tiempo y en el espacio
de manera existencial.
8- Pedagogía
Autogestionaria: algunas esencialidades
Para enseñar hay que hacerlo con el arte que se
sustenta sobre bases científicas, atendiendo a las
leyes propias
de una pedagogía que, como ciencia que
es, establece y aclara las concordancias que habrán de
existir entre lo que se pretende enseñar y lo que se
necesita y desea realmente aprender, de aquí que en la
heterogénea corriente del pensamiento
pedagógico autogestionario se busque, con afán, la
creación de una escuela
completamente diferente a la tradicional, novedosa y audaz,
apoyada en la autogestión, promotora del desarrollo de la
responsabilidad de los educandos en
relación con el aprendizaje de
los mismos, que procura al mismo tiempo la formación de
aquellos valores
sociales que se precisan para la integración de un alto grado de
colectivismo y una participación social de todos y para
todos, de manera consciente y consecuente.
La Pedagogía Autogestionaria constituye, de
manera sustancial, todo un proyecto de
cambio social,
donde tienen cabida las iniciativas individuales y colectivas, en
un movimiento
económico, político, ideológico y social
hacia el desarrollo más pleno de las múltiples
facetas del individuo como ente en el seno de una sociedad en
desarrollo sostenido.
La Pedagogía Autogestionaria le confiere al profesor un
papel menos
directivo, como de renuncia a la posesión exclusiva del
poder para ser
éste compartido con el grupo. El
mismo se sitúa a disposición de los alumnos, a los
cuales ofrece no sólo sus conocimientos sino
también su ayuda para que logren sus objetivos. Se
comporta, en definitiva, como un animador que plantea preguntas,
crea situaciones problémicas, al tiempo que estimula y
muestra
situaciones probables y alternativas posibles, todo lo cual
enriquece sus relaciones con el grupo permitiéndole lograr
de él resultados cuantitativa y cualitativamente
superiores, siempre en base de un principio de demanda de
honda significación psicológica por tanto
representa un cambio radical
en cuanto a la relación de poder
maestro-alumno se refiere.
En resumen, la Pedagogía Autogestionaria como tendencia
pedagógica tiene como objetivo
supremo la transformación del proceso educativo capacitivo
a punto de partida de una integración participativa directa de todos
los interesados, profesores, alumnos e incluso los padres, en la
planificación, organización y desarrollo de todas las
esferas de la vida práctica y
espiritual-psicológica del educando, con
estimulación de la autonomía y la creatividad,
el análisis crítico y contrapuesto de
los posibles distintos puntos de vista acerca de una misma
situación, con lo que se rompe, de manera definitiva y
productiva respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje las
aptitudes pasivas y rutinarias de estudiantes y profesores.
9- Enfoque
personalista en la Psicología y su
Influencia en la Pedagogía no Directiva
El motor impulsor de
la acción del individuo, su fuerza motriz
fundamental, es la
motivación de éste que desencadena su interés
por adentrarse en los caminos del saber teórico y
práctico que tiene como propósito el enfrentar de
manera resolutiva y exitosa, las nuevas situaciones
problémicas que puedan surgir en su entorno natural y
social, para lo cual, precisamente, el hombre se
educa y capacita en un proceso de intensa e incesante
transmisión, acopio o almacenamiento,
retención, consolidación y enriquecimiento
progresivo de información. Así mismo, el incesante
flujo informacional alcanza su objetivo educativo- capacitivo
sólo cuando el mismo se ajusta a las potencialidades
biológicas genotípicas de desarrollo y a las
perspectivas que respecto al mensaje transmitido tiene el propio
educando, constituyendo el logro de un equilibrio
apropiado entre ambos aspectos, el propósito principal de
cualquier sistema educativo.
La tendencia Pedagógica-Psicológica-Personalista
surge con el norteamericano Rogers en la década de los
años cuarenta. Este profesor y psicoterapeuta plantea que
lo principal para el aprendizaje, la educación y la
capacitación del individuo es la existencia
en el de un determinado grado de disposición, de una
necesidad de desarrollo
personal que lo faculta para ello. Considera que "todo
organismo está animado por una tendencia inherente a
desarrollar todas sus potencialidades de modo que favorezcan su
conservación y enriquecimiento". Es como si la persona
elaborará una imagen de si
misma con una determinada forma de organización y
reorganización dinámicas, en armonía,
mientras ello que sea posible, con la experiencia posee y la
realidad que enfrenta, es decir, se estructura una
imagen del
"yo" en la que concuerdan los elementos de vivencias precedentes,
a disposición de la conciencia,
mientras que aquellos que no se corresponden con ellos son
interceptados. La idea del "yo" surge así como un
mecanismo regulador del comportamiento, siempre y cuando la noción
de éste (del "yo") sea realista, fundamentada en la
experiencia práctica y libre del sujeto.
En resumen, el enfoque personalista como tendencia
pedagógica contemporánea, promueve y posibilita,
siempre y cuando sea utilizado con la mesura y
dosificación adecuadas, un incremento del grado de
rendimiento del proceso enseñanza-aprendizaje, con
mejoramiento subsiguiente de la educación y
capacitación del individuo al implicarlo más en
todo lo personal
relacionado con los mismos, en base del supuesto de que todo ser
humano, en condiciones de normalidad biológica es capaz de
llegar a comprenderse, de solucionar su problemática
existencial del modo que le permita lograr el grado de
satisfacción y la eficacia
necesarios para sostener su funcionamiento autoregenerativo en
relación con los cambios de todo tipo que puedan
producirse en su entorno y que él necesariamente
está obligado a enfrentar.
El Enfoque Personalista-Psicológico ha influido
poderosamente en la llamada Orientación no Directiva en la
Pedagogía. Esta orientación considera que el
profesor no debe desempeñarse como reformador, como ente
que cambia, diagnóstica y valora unilateralmente la
conducta, el
comportamiento, las necesidades y los objetivos del educando,
sino que debe conducirse, en todo momento, como promotor y
facilitador de todas aquellas condiciones que puedan a su vez
influir en la expresión de las potencialidades y
capacidades de autodeterminación de los educandos, tanto
en lo individual como en el contexto social.
La Orientación no Directiva promueve el rompimiento
definitivo con una actitud de
desconfianza en las posibilidades con que cuenta el ser humano
para su desarrollo, liberándolo de las restricciones que
respecto a ello puedan imponerle determinados programas de
enseñanza-aprendizaje que, de manera inflexible, puedan
asignarle desde afuera y que lo único que sirven, a decir
de Rogers, es para ser dependiente al sujeto alumno y pedirle el
movimiento
evolutivo de su autocontrol, creándole barreras e
inhibiciones de múltiples tipos, que atentan todas ellas,
contra el aprendizaje eficiente y la adquisición de
conocimientos adecuados, en lo cuantitativo y lo cualitativo.
Pudiera resumirse diciendo que si bien el enfoque o estilo no
directivo puede resultar un modelo
indóneo, hasta cierto punto, en lo referente a la
facilitación del aprendizaje y la educación
capacitiva, no debe olvidarse, igualmente, que nunca van a
existir grupos de sujetos
educandos apoderándose de un conocimiento
determinado por si solos y que tampoco habrán sujetos
profesores o docentes enseñando a objetos-sujetos que no
sean los primeros, aunque ello no significa que éstos
últimos hayan de oponerse a sus intereses, deseos o
necesidades.
Un rasgo distintivo de la práctica pedagógica
científica contemporánea es el número
elevado de corrientes y de teorías
que, apoyándose en diferentes puntos de vistas
económicos, filosóficos, sociales y
psicológicos, intentan explicar el largo y complejo
proceso de la educación del hombre, sobre
todo en lo referente al desarrollo y consolidación de su
personalidad,
la que luego a su vez interviene, de manera controladora y
reguladora cognitiva, a la expresión de una praxis que se
integra, en correspondencia con sus intereses, más o menos
mejor en el contexto social del cual no le es dado sustraerse y
al cual contribuye, necesariamente, en su movimiento.
10- La
Pedagogía Liberadora: algunas esencialidades
La Pedagogía Liberadora como tendencia
pedagógica contemporánea se desarrolla a partir de
los años 60 y puede decirse que es la pedagogía del
brasileño P. Freyre en la cual son abordados de manera
integradora, en un contexto político-ideológico,
los elementos o factores que intervienen en el establecimiento de
un contacto directo entre el educando y el medio
ambiente, al tiempo que llama la atención acerca de la
carga política imperante y el carácter,
generalmente conflictivo de la relación pedagógica
tradicional que como ya fue analizado, siempre reproduce a nivel
de la escuela como
institución las relaciones de dominación existentes
en el seno de la sociedad.
En esta tendencia pedagógica se hace una convocatoria a
la búsqueda, mediante la reflexión, del cambio en
las relaciones que deben establecerse, de forma lógica,
entre el individuo, la naturaleza y la
sociedad; ella propugna, como objetivo esencial de la
educación, lograr la más plena liberación de
la persona, sin
uniformarla y, mucho menos someterla, a través de los
sistemas de
instrucción oficiales. Concibe la concientización,
no en el sentido de lo cotidiano o político, sino en el de
la transformación de las estructuras o
engramas mentales para que la conciencia se
torne dinámica, ágil en un
redimensionamiento dialéctico que haga posible su
influencia en acciones
transformadoras de las condiciones sociales existentes y del
propio individuo, hacia su mejoramiento y perfeccionamiento
sostenidos.
En resumen, en la esencia de la Pedagogía Liberadora
está presente la expresión del desarrollo
individual creador donde el educador interviene, de alguna
manera, en su guía y conducción facilitadora de su
máxima expresión aunque muestra una
sensible e importante insuficiencia: si bien concibe las
transformaciones evolutivas del individuo y del grupo no plantea,
con una concepción sistémica, las vías para
lograr, cuando esto sea necesario, la transformación
social requerida para ello.
11- La
Perspectiva Cognoscitiva: algunas esencialidades
La Perspectiva o Enfoque Cognoscitivo como tendencia
pedagógica moderna se fundamenta en el análisis de los aspectos
psicológicos existentes, de manera obligada, en los
procesos que
conducen al conocimiento
de la realidad objetiva, natural y propia, del hombre.
Sustentada en la teoría del
conocimiento desde el punto de vista filosófico,
considera al mismo como el resultado y la consecuencia de la
búsqueda, consciente y consecuente, que unida a la
acción real del sujeto sobre su entorno le permiten su
reflejo en lo interno.
Esta tendencia pedagógica contemporánea se
plantea la concepción y desarrollo de modelos de
aprendizaje como formas de expresión de una
relación concreta entre el sujeto cognitivo, activo y el
objeto cuyas esencialidades habrán de ser aprendidas y
niega que todo conocimiento humano consista o sea una mera
construcción personal por
parte del sujeto, a punto de partida de la imprescindible
información sensorial.
En el desarrollo de la perspectiva cognoscitiva hay que
distinguir dos importantes momentos en lo que a su desarrollo
cronológico se refiere: aquel relacionado con el
surgimiento de los modelos
cognoscitivos precomputacionales y el otro en correspondencia con
la llamada psicología cognoscitiva
contemporánea, identificándose como criterio de
separación entre ambos a la aparición de las
ciencias de la
computación, sobre todo de la cibernética y la inteligencia
artificial, que permitieron, desde los primeros momentos,
introducir cambios, con un impacto significativo, en la
reformulación de los modelos de aprendizaje ya existentes,
todo lo cual mantiene una plena vigencia en la actualidad.
En la tendencia pedagógica cognoscitiva se presenta al
ser humano como un sistema dotado de medios que le
permiten captar información acerca de los cambios
producidos en su entorno, dispositivos funcionales capaces de
actuar sobre la información de entrada, procesarla y
transformarla con estados intermedios y sucesivos donde se
representan y expresan los resultados de tales procesamientos,
conjuntamente con mecanismos de salida a través del
individuo interactúa con su ambiente,
actuando sobre él y retroalimentándose para los
ajustes adaptativos necesarios.
En el contexto de la perspectiva cognoscitiva el aprendizaje
es la resultante de un conjunto de modificaciones sucesivas de
estructuras
cognitivas que, en interacción con otras del Subsistema
Nervioso Central, determina la conducta del hombre. Se hace
referencia, así mismo, a la importancia que tiene el
desplazamiento del estudio de los llamados estados cognitivos
como reflejos de momentos estables del conocimiento al estudio de
los procesos que
le dan lugar y que son la causa, en definitiva, de su futura
modificación.
En resumen, la Perspectiva Cognoscitiva considera el proceso
del conocimiento como una consecuencia de la participación
activa del hombre, el cual es capaz de procesar y modificar la
información captada en sus órganos sensoriales,
posibilitándole su anticipación a la realidad
objetiva con el propósito de transformarla y no
sólo de adaptarse a ella. Aunque precisa de un abordaje
más amplio en cuanto a la naturaleza y
esencia del aprendizaje, más allá de las
estructuras de conocimiento descrita que, en un sentido de
generalización metodológica, necesitan ser
complementadas con el aprendizaje de secuencias de eventos, que
precisan de imágenes
episódicas con relaciones temporales ordenadas. No
obstante ello, esta tendencia representa un sólido paso de
avance hacia el
conocimiento de los procesos sobre los cuales se sustentan el
aprendizaje, la educación y la capacitación.
12- La
Pedagogía Operatoria: algunas esencialidades
La esencia de esta tendencia pedagógica
contemporánea está en el hecho de subrayar el
carácter activo que tiene el sujeto en la obtención
apropiatoria del conocimiento de la realidad; en enfatizar que
los procedimientos utilizados en la enseñanza deben estar
dirigidos a propiciar las condiciones para que el individuo
construya por si mismo su reflejo del mundo, evitando
ofrecérselo como algo terminado.
Esta tendencia pedagógica concibe el
conocimiento como una construcción que realiza el individuo
mediante su actividad de enfrentamiento con el medio, resultando
el mismo más o menos comprensible para el sujeto en
función
de los instrumentos intelectuales que ya este posea con
anterioridad, o lo que es lo mismo de las estructuras operatorias
preestablecidas de su pensamiento,
de aquí que sea el propio hombre el que infiera el reflejo
lógico de la realidad de los objetos y fenómenos,
siempre en constante movimiento evolutivo, nunca acabado o
terminado.
La concepción pedagógica operatoria le asigna un
papel esencial al error que el individuo puede cometer en su
interpretación de la realidad, no como una falta sino como
pasos necesarios y obligatorios en el proceso constructivo del
conocimiento de la misma, de aquí que tales errores formen
parte de la interpretación del mundo por el individuo, lo
que le permite organizarla de acuerdo con los instrumentos
intelectuales que posee en consonancia con sus conocimientos
anteriores.
En resumen, según esta tendencia pedagógica el
individuo descubre los conocimientos, lo cual es favorecido por
la enseñanza lo cual es favorecido por la enseñanza
organizada de manera tal que favorezca el desarrollo intelectual,
afectivo-emocional y social del educando. Su limitación
fundamental es que no le presta la suficiente atención, y
por lo tanto le resta importancia, al carácter
desarrollador y no sólo facilitador del proceso de
enseñanza en el movimiento evolutivo de los procesos
intelectuales.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |