5. Visión año 2004
El Perú es un país líder
en exportaciones
pesqueras, lo que se sustenta en el incremento del valor agregado
de las mismas y en el continúo desarrollo de
productos
destinados al consumo humano
directo. La acuicultura comienza a ser una actividad
significativa entre la producción pesquera.
Las actividades pesqueras se realizan respetando los ecosistemas.
Los recursos
hidrobiológicos son más y mejor utilizados sin
riesgo de
disminuir su cantidad y calidad.
El Ministerio de Pesquería ha implementado un marco
regulatorio efectivo y eficiente que promueve la investigación y el desarrollo de
la actividad en armonía con la sostenibilidad de los
recursos.
Los agentes vinculados al sector se han comprometido con el
desarrollo del factor humano, por lo que la capacidad y
preparación de todos sus trabajadores se ha incrementado
considerablemente; esto se refleja en mayor productividad y
mejor calidad de
vida.
El nivel de consumo de
pescado en la población peruana se incrementa en
respuesta a la oferta de
productos, la
promoción de los mismos y la mejora en las
redes de distribución, generando así un mayor
nivel de nutrición en la población.
Análisis DAFO
- Biomasa
- Extracción
- Procesamiento
- Acuicultura
- Comercialización
- Administración
Biomasa
(Recursos Hidrobiológicos)
Fortalezas Debilidades
|
|
Oportunidades Amenazas
|
Extracción
Fortalezas debilidades
|
|
Oportunidades
Amenazas
|
|
Procesamiento
Fortalezas debilidades
|
|
Oportunidades Amenazas
|
Acuicultura
Fortalezas debilidades
|
|
Oportunidades Amenazas
|
|
Comercialización
Fortalezas debilidades
Comercialización Externa
| Comercialización Externa
|
Comercialización Interna
| Comercialización Interna
|
Oportunidades Amenazas
Comercialización Externa
| Comercialización Externa
|
Comercialización Interna
| Comercialización Interna
|
Administración
Fortalezas debilidades
|
|
Oportunidades
Amenazas
|
|
¿Qué es necesario mejorar?
Las investigaciones
que tienen por fin preservar la biomasa y realizar acciones para
sostenerla.
Los sistemas de acceso a las pesquerías.
La calidad de la extracción buscando preservar las
especies.
El procesamiento de los productos marinos.
El desarrollo de la acuicultura.
El desarrollo de la pesca artesanal.
Los sistemas de proyección y pronósticos de las fluctuaciones del
ambiente
marino.
La comercialización de productos.
La capacitación de los trabajadores.
Los organismos descentralizados.
El marco regulatorio interinstitucional.
¿Qué se debe prevenir / evitar?
La sobreexplotación de las especies, el deterioro
del ecosistema y
la contaminación del medio
ambiente.
Los bajos índices de conversión y
calidad.
El uso de artes y aparejos de pesca no adecuados.
El uso de técnicas y
condiciones inadecuadas para la transformación de
productos de consumo humano.
La continua migración
de profesionales calificados a otros sectores en busca de mejores
condiciones.
La
contaminación de bahías, caletas, lagos y
lagunas aptas para la acuicultura.
El ingreso ilegal de embarcaciones en aguas jurisdiccionales y
los acuerdos internacionales que limiten la extracción de
determinados recursos.
¿ Qué se requiere mantener?
El liderazgo como
país pesquero en volumen de
captura y producción.
La riqueza ictiológica del mar peruano.
El volumen de
anchoveta, sardina y merluza.
Mantener a la harina de pescado especial como uno de los
principales productos.
¿Qué se busca lograr?
Liderazgo como país pesquero.
Lograr la sostenibilidad de los recursos hidrobiológicos a
partir de su aprovechamiento óptimo.
Que todas las personas naturales y jurídicas cumplan con
el manual de
buenas
prácticas, con normas de sanidad
y calidad.
Contar con una flota pesquera moderna, eficiente,
multipropósito, con sistemas de preservación
principalmente para los productos de consumo directo para
así garantizar la calidad de las materias primas.
Incrementar las exportaciones de productos de consumo humano
directo y de harinas especiales, mejorando la estructura
actual de las exportaciones pesqueras.
Contar con productores permanentes en acuicultura: langostinos,
concha de abanico, camarón de malasia, truchas, algas,
etc.
Usar el alto potencial en zonas de ceja de selva y selva
baja.
Tener una red eficiente
de distribución y puntos de venta a nivel
nacional.
Tener trabajadores conscientes del manejo de recursos.
Formar cuadros técnicos y profesionales para todos los
niveles.
Ampliar la oferta
exportable. Incorporar anchoveta para consumo humano.
Comprender y aplicar el Código
de Conducta de Pesca
Responsable.
¿Cuáles son los ideales?
Lograr que la mayor parte de la materia prima
tenga calidad suficiente para consumo humano.
Que el valor de las exportaciones de conservas y congelados sea
equivalente o mayor al de las exportaciones de harina y aceite de
pescado.
Sortear eventos de fuerte
variabilidad climática, sin que la industria sea
afectada.
Lograr aprovechar totalmente los recursos pesqueros.
Incrementar el consumo per cápita de pescados y
mariscos.
Incrementar la cooperación entre el sector
público y el privado.
Contar con alto grado de capacitación en todos los niveles del
sector (públicos y privados).
Crisis en la Industria de Harina de Pescado:
La mayoría de las empresas de
harina de pescado tenían elevados endeudamientos que las
hacían vulnerables durante los períodos cortos de
caída del mercado; dado que, dependían de su
rápido crecimiento para pagar sus deudas y obtener una
ganancia. En 1963, entre un 60% y 80% de los activos fijos
totales y capital de
trabajo de la industria estaba financiado por
préstamos, fue justamente en ese año que el sector
atravesó una severa crisis;
más por factores de índole local que por factores
externos:
En diciembre de 1962, se estableció un impuesto de 25
soles por cada tonelada de pesca destinada a la industria, ante
lo cual los dueños de la empresas
pesqueras reaccionaron con un paro patronal en enero de 1963.
Esto a su vez condujo a una huelga de las
tripulaciones pesqueras que duró un mes; y, cuando se
iniciaron nuevamente las actividades los mejores meses de pesca
habían pasado y muchas de las compañías
enfrentaban grandes dificultades en sus flujos de caja. En mayo
de 1963, los bancos
comerciales alarmados ante las perspectivas de un mal año
para la industria, anunciaron restricciones en la disponibilidad
futura de crédito
para las compañías pesqueras. Luego, a mediados de
año, este recorte crediticio coincidía con montos
de pesca desacostumbradamente bajos; y en consecuencia, quebraron
un gran número de firmas.
En 1964, la actividad pesquera reanudó su
crecimiento; pero, el número total de plantas de harina
de pescado se había estabilizado en unos 150; y, de 1967
en adelante, comenzó a bajar hasta llegar a alrededor de
100 en 1972.
Es necesario recalcar que si bien se logró continuar
la expansión de la producción por medio de la
introducción de un nuevo grupo de
bolicheras grandes y de mejores técnicas en el proceso de
elaboración de la harina de pescado; la producción
de harina de pescado comenzó a hacer peligrar la
población de peces de la
corriente del Humboldt ya que ésta no era ilimitada y la
captura máxima de peces que podía sostenerse a
largo plazo estaba condicionada por la capacidad reproductiva de
la anchoveta.
Muchos centros pesqueros mundiales ya habían sido
destruídos por la sobre-explotación, pudiendo
ocurrir en el Perú. Esta preocupación había
sido canalizada anteriormente por:
La Compañía del Guano, que había
tomado medidas que demandaban la restricción de la pesca
de la anchoveta para salvaguardar el abastecimiento alimenticio
de las aves
guaneras.
El gobierno de
Prado, entre 1956 y 1962; mientras permitía el desarrollo
de la pesca de la anchoveta, había intentado condicionar
el crecimiento de la industria mediante un sistema de licencias;
pero tuvo como resultado un aumento de la corrupción
y de la especulación con este sistema que fue abandonado
en 1962.
A mediados de los años sesenta aparecieron
señales de sobre-pesca en el Norte y en el Centro del
país y el crecimiento de la industria después de
1963 se concentró en las zonas pesqueras de la costa sur,
que habían sido menos explotadas.
En 1965, debido a disturbios de las corrientes
oceánicas, conocidos en el Perú como el
fenómeno del Niño; se origina una severa mortalidad
entre las aves marinas y
una caída de la producción de harina de
pescado.
Los biólogos del gobierno
recomendaron limitar la captura anual de pescado a siete millones
de toneladas mediante una temporada de veda y la
imposición de cuotas limitadas en la captura total; sin
embargo, en 1966 el gobierno; dada la intensa oposición de
la industria, decretó sólo una veda de tres meses e
indicó que la captura anual estaría restringida a
menos de ocho millones de toneladas.
Por otro lado la industria, que tenía una capacidad
suficiente para procesar no menos de 16 millones de toneladas
anualmente, había invertido fuertemente en la compra de
nuevos barcos pesqueros. Esta secuela de inversión
deliberada, que producía un exceso de la capacidad
pesquera; originó que hacia 1970 – 1971 la industria tenga
una capacidad para capturar 30 millones de toneladas anuales
(asumiendo un año de 300 días
útiles).
El resultado fue la imposibilidad de mantener el
límite de captura de los ocho millones de toneladas y el
que los tres meses de veda fueran ineficaces como recurso para
limitar la producción. En 1968, la captura anual
alcanzó más de 10 millones de toneladas y la
población de aves marinas, que ascendió a
más de 15 millones a principios de los
sesenta, había caído por debajo de los cinco
millones.
Es así que, en 1970, una misión de
la FAO advirtió que el promedio de la captura a largo
plazo no podía sostenerse durante mucho tiempo en niveles
superiores a las 9.5 millones de toneladas. Se decretó un
límite oficial de 10 millones de toneladas. Sin embargo,
la industria no respetó este tope y la captura durante
este año ascendió a más de 12 millones de
toneladas.
Es importante destacar aquí que, durante la
década del 60, las mejoras técnicas en el
procesamiento de la harina de pescado, lograron aumentar
efectivamente el rendimiento. La cantidad de pescado crudo
requerida para producir una tonelada de harina de pescado
descendió de 5.41 toneladas en 1961 a 5.33 toneladas en
1968. Alrededor de 1972, aunque el rendimiento promedio para la
industria no bajó más, las plantas más
eficientes estaban logrando tasas de 4.5 toneladas de pescado
crudo por tonelada de harina de Pescado.
Hacia fines de 1972; surge una nueva pertubación en
las corrientes oceánicas, que originó la
desaparición de la harina de pescado en la lista de los
principales productos de exportación peruanos.
En conclusión, esta experiencia ha demostrado que la
máxima extracción de recursos pesqueros no puede
sobrepasar los ocho o nueve millones de toneladas anuales sin
amenazar la extinción de la especie; de modo que la
producción sólo puede continuar su expansión
si el rendimiento de harina extraída del pescado puede
elevarse.
Objetivos
Preservar la biomasa y los ecosistemas
Promover el uso diversificado de los recursos
hidrobiológicos y la generación de mayor valor
Desarrollar la acuicultura, nuevas pesquerías y pesca
artesanal
Mejorar la gestión del Ministerio y de los Organismos
Descentralizados
Objetivo 1:
Preservación de la biomasa y los ecosistemas
Fomentar la pesca responsable en aguas marinas y
continentales, mediante sistemas y planes de ordenamiento que
garanticen la sostenibilidad de los recursos.
Promover e incentivar la investigación científica,
tecnológica y capacitación pesquera a través
de organismos especializados, universidades e iniciativa privada,
priorizando los recursos declarados plenamente explotados.
Fomentar la preservación de la diversidad biológica
y de la calidad de su ambiente,
cautelando el cumplimiento de las medidas que reduzcan o eviten
su deterioro
Objetivo 2 :
Propiciar el uso diversificado de los recursos
hidrobiológicos y la generación de mayor valor
En acciones
concertadas entre el Estado y el
Sector Privado, propender a la utilización integral y
racional de los recursos hidrobiológicos,
orientándolos al desarrollo de productos con mayor valor
agregado.
Orientar la operatividad de una moderna flota pesquera que cuente
con artes y aparejos de pesca adecuados y sistemas de
preservación a bordo, regulando y controlando el
cumplimiento de normas de
higiene y
sistemas de preservación a bordo.
Racionalizar la flota dedicada a la extracción de recursos
pelágicos plenamente explotados a niveles compatibles con
la captura permisible.
Propiciar el mejoramiento de las condiciones
higiénico-sanitarias y la adopción
de sistemas de aseguramiento de la calidad en las plantas de
procesamiento y canales de
distribución.
Propiciar la cooperación técnica y económica
nacional e internacional para facilitar el desarrollo del sector
pesquero, intensificando los esfuerzos para la captación o
incremento de recursos económicos hacia aquellas
actividades de menor desarrollo y mayor potencial.
Objetivo 3 :
Desarrollar la acuicultura, nuevas pesquerías y pesca
artesanal
Investigar para promover el desarrollo de nuevas
pesquerías y actividades de acuicultura como base del
aprove-chamiento diversificado de las especies.
Elevar la productividad de
la pesca artesanal mediante la tecnificación y la
capacitación de los recursos
humanos.
Desarrollar la infraestructura de la acuicultura a través
de cooperación técnica internacional e
inversión privada.
Propiciar mecanismos promocionales para el desarrollo de la
acuicultura y nuevas pesquerías.
Objetivo 4 : Mejorar la gestión del Ministerio y de los
Organismos Descentralizados
Brindar un mejor servicio a los
usuarios simplificando y agilizando los procedimientos
administrativos del Ministerio de Pesquería, Organismos
Descentralizados y oficinas regionales.
Fomentar el trabajo
conjunto del sector público y el sector privado,
incluyendo los temas internacionales.
Establecer un régimen legal especial para la
gestión institucional de los Organismos
Descentralizados.
Articular eficientemente los roles de los Organismos
Descentralizados, optimizando su gestión y
coordinación, promoviendo la participación del
sector privado.
Lograr mayor coordinación interinstitucional buscando un
marco regulatorio integral.
En cuanto a la producción del sector pesquero, cabe
precisar que en 1991 y 1992 ha disminuído en 11.4% y 4.8%,
respectivamente. Sin embargo, en igual período, la
extracción de Anchoveta para la elaboración de
harina de pescado ha crecido 29.3%, pasando de 2,880 miles de Tm
a 3,723 miles de Tm. Por lo tanto la reducción de la
extracción pesquera en 1992 se ha dado básicamente
en la extracción de otras especies para la
elaboración de harina de pescado (que no son la Anchoveta)
y en la pesca para consumo humano directo, en las variedades de
pescado congelado, pescado seco-salado y conservas.
Por otro lado, en los últimos dos años el sector
privado ha invertido en el sector pesquero un monto
apróximado a US$ 400 millones, tanto en embarcaciones como
en plantas procesadoras. Se han adquirido embarcaciones con mayor
capacidad de bodega y refigeración y se ha invertido en la
conversión de las plantas harineras para obtener harinas
con una mayor contenido proteíco.
Asimismo, en agosto de 1992 la Sociedad Nacional
de armadores Pesqueros, suscribió un contrato de
financiamiento
con entidades bancarias de los Estados Unidos y
Suiza por US$ 160 millones para la construcción de 34 embarcaciones de pesca
de altura en astilleros peruanos.
La retracción de la producción pesquera en los
últimos años en consecuencia de una
combinación de causas de orden climatológico y
biológico, por un lado y de orden económico, por el
otro.
El Fenómeno de el Niño de 1992, produjo un
sobre-calentamiento del agua del mar,
que causó graves perjuicios a la especies marinas, las que
emigraron parcialmente o disminuyeron en su volúmen. Por
otra parte, las vedas decretadas por el gobierno como medida para
la conservación de las especies, también influyeron
en la retracción de la pesca en dicho período.
Los factores de orden económico que han incidido en la
rentabilidad
de las empresas pesqueras son principalmente el atraso cambiario,
las altas tasas de interés y
los sobrecostos en el precio de los combustibles, tarifas de los
servicios
públicos y tributación (Impuesto
Mínimo a la Renta).
Sin embargo, la actividad pesquera en el primer bimestre de
1994, registró un crecimiento de 16.3%, en
comparación a lo producido en similar período de
1993, originado principalmente por la mayor captura de especies
destinadas al consumo humano directo (23.6%).
Este resultado favorable se sustenta en el comportamiento
favorable observado en los rubros de congelado (26%), consumo de
pescado en estado fresco
(16.3%) y el destinado al curado (seco-salado) que se
incrementó en 161.9%.
Por otra parte, la extracción de la materia prima
destinada a la elaboración de harina y aceite de pescado,
registró un menor dinamismo, creciendo en sólo
8.7%, explicado por contracción de 22.2% del desembarque
de anchoveta, ello como consecuencia de la veda en la
extracción y procesamiento de dicha especie.
Por otro lado, durante los meses de enero y febrero de 1994,
en los puertos de Santa, Coishco, Chimbote, Samanco, Casma y
Huarmey se ha desembarcado 576,198 Tm de recursos
pelágicos, produciéndose 107,745 Tm de harina y
22,446 Tm de aceite de pescado. De este total el sector
industrial pesquero privado representa el 90.2% de la
producción de harina y el 98.% de la producción de
aceite.
En esta misma zona, también se han producido 331,664
cajas de conserva de pescado, es decir casi el 12% del total del
año pasado a nivel nacional, lo que haría suponer
un incremento de este rubro para el presente año.
Según la Oficina General
de Economía
Pesquera del Ministerio del sector, las exportaciones de
productos pesqueros a Enero de 1994, ascendieron a 165 mil
toneladas métricas brutas (Tmb) lo que representó
un crecimiento de 48.1%, en relación a enero de 1993. Este
comportamiento
positivo se explica por la recuperación registrada en la
exportación de congelados, principalmente
en base a la Merluza, cuyo principal mercado es el Europeo. Como
resultado de ello, la exportación de estos productos
congelados experimentó un crecimiento de 314.3% en el
período bajo análisis.
En términos generales, la actividad pesquera peruana
ofrece grandes oportunidades. Luego de 20 años de
sobreregulación del sector, la política
gubernamental ha eliminado las trabas que dificultaban el
desarrollo del sector, como resultado de ello, entre 1990 y 1993
se han invertido cerca de US$ 350 millones en renovación
de flota e instalaciones en tierra.
En las actividades pesqueras tradicionales, las posibilidades
de inversión se presentan desde la modernización de
la flota (la flota para pesca de altura es actualmente muy
reducida), hasta la reconversión de plantas de harina de
pescado, pasando por la adquisición de activos de
la empresa
estatal Pescaperú, próxima a privatizarse. Ver al
respecto el cuadro Nro. 19.
Sin embargo, el potencial de desarrollo de esta sector es
aún mayor si se considera los nuevos productos y mercados.
Así por ejemplo, con los recursos pesqueros peruanos se
puede producir porciones de pescado para brochettes, Fish Sticks
y filetes de bajo contenido graso, apanados con masa ligera,
comidas aptas para microondas y
mariscos de fácil consumo como el surimi.
Asimismo, especies finas tales como la Corvina (Sciaena
gilberti), Lenguado, Lisa (Mugil cephalus), Mero y Cabrilla;
actualmente son pescadas sólo artesanalmente para ser
vendidas en estado fresco
o congelado.
Se han realizado estudios por la Sociedad Nacional
de Pesquería del Perú, que enfatizan el gran
potencial de estas especies como recursos pesqueros. Es
así, que existen posibilidades de inversión de
flota con bodegas refrigeradas que mantengan la calidad del
producto y en
la infraestructura terrestre en almacenes y
transportes refrigerados.
De igual manera, los cangrejos peruanos (principalmente la
especie Pennaeus) y los moluscos (conchas de abanico, abalones y
percebes) pueden ser cultivados en granjas de acuicultura dando
muy buenos resultados. Similarmente, el caso de los langostinos
cuya producción actual es de más de 5000 tm, frente
a niveles de 20 tm que se tenía a finales de los 70.
Por otro lado, los productos congelados tanto de especies de
pescado finas como de mariscos y cangrejos, tienen un gran
potencial de desarrollo gracias a su creciente aceptación
en los mercados internacionales. Otra de las posibilidades de
desarrollo en el sector que se está incursionando es la
explotación de la pota o calamar gigante y del
tiburón.
A nivel mundial, Japón
(39%) y Corea (13%) son los principales productores de calamar;
y, a la vez, los principales mercados para este producto.
Así, por ejemplo, las importaciones
japonesas de calamar representan aproximadamente US$ 140 millones
al año. En vista de ello, empresas japonesas y coreanas
han comenzado a extraer calamar de México y
Perú para satisfacer la demanda de sus
países por este producto. El potencial de captura
permisible de pota o calamar gigante en el Perú
varía de 100 mil a 200 mil Tm al año.
Con respecto al tiburón, especialmente el
tiburón diamante o mako y el tiburón azul o
tintorera son los de mayor importancia en la costa peruana.
Además que se comercia no sólo la carne sino
también las aletas, la piel y los
dientes e inclusive producir aceite. La carne se comercializa
congelada, en filetes y rodajas y también en seco-salada,
en filetes sin piel ni
espinas.
Los principales mercados para la carne de tiburón son
España,
Italia, Alemania y
Estados
Unidos, donde se usa para preparar Fish & Chips.
El producto seco tiene cierta demanda en el Caribe. Las
aletas, secas o congeladas, se venden en EEUU, Hong Kong,
Japón, Taiwan y Corea. Estas se usan principalmente para
la sopa de aletas a base de los fideos de cartílago.
La piel, especialmente de las especies que exceden los 1.5
metros, se comercializa después de haber pasado por un
proceso de
salado y se emplea para procesos de
curtido.Sus mercados más importantes para la piel de
tiburón son EEUU, Japón y Noruega.
Con respecto al aceite, éste se emplea en la industria
de productos cosméticos y tiene valor en la medida que se
obtiene como subproducto de los anteriores; dado que, es
reemplazado fácilmente por la vitamina A sintética.
En este producto, como en los otros, se necesita una flota
tecnificada para mantener la calidad del producto.
Si bien, aún no se iniciado decididamente el desarrollo
tecnificado de una flota pesquera en el Perú, se viene
procesando a bordo de algunas embarcaciones asiáticas en
el litoral peruano productos como el Surimi. El Surimi se obtiene
a partir del procesamiento de la carne de algunas especies de
pescado y se emplea para imitaciones de pescados y mariscos; y,
puede ser producido en el Perú con la Merluza (que se
está haciendo pero a menor escala), o con el
Jurel que viene siendo producido en Chile por
diversas empresas.
Si bien el mercado mundial de este producto se está
expandiendo gracias a la tendencia mundial hacia el consumo de
productos saludables, con alto contenido proteico y bajo
contenido de grasas y calorías; Japón, sigue siendo el
principal mercado, con una producción de 235,000 Tm . A
nivel mundial la producción a base de Surimi es superior a
900,000 Tm.
El 22 de diciembre de 1992 se publicó la Ley General de
Pesca mediante el Decreto Ley No 25977,
cuyo objetivo es
repotenciar y promover el desarrollo del sector pesquero mediante
una mayor participación de la empresa privada.
El dispositivo señala que el Estado
fomenta la participación de personas naturales o
jurídicas peruanas en la actividad pesquera y propicia la
inversión
extranjera.
La Ley estipula que corresponde al Estado regular el manejo
integral y la explotación racional de los recursos
pesqueros. Uno de los principales mecanismos de regulación
de la actividad extractiva es el sistema de veda (prohibiciones
temporales y/o geográficas de extracción)
dispuestas por el Ministerio de Pesquería.
Se especifica que dentro del régimen de
promoción a las inversiones
privadas en la pesca, tiene plena vigencia los principios y
normas contenidos en: la Ley de Fomento a las Inversiones
extranjeras (Dec. Leg. 662), la Ley sobre Libertad de
Comercio
Interior y Exterior (D. Leg. 668), la Ley para la
Promoción de Inversiones Privadas en la infraestructura se
Servicios
Públicos (D. Leg. 758) y en la Ley Marco para el
Crecimiento de la Inversión Privada (D. Leg. 757); en
todos aquellos aspectos que no hayan sido regulados por la Ley
General de Pesca.
La Ley Marco para el crecimiento de la Inversión
Privada (Dec. Leg. 757) deroga las normas que asimilaban a los
trabajadores de la industria transformadora al régimen
laboral de la
estabilidad laboral
común. El nuevo régimen se adecúa al
carácter estacional de la industria.
El D. Ley No.25977 especifica que la actividad extractiva por
embarcaciones de bandera extranjera será supletoria o
complementaria de la realizada por la flota existente del
país. La norma señala que las operaciones de
embarcaciones pesqueras de bandera extranjera sólo podran
efectuarse sobre el excedente de captura permisible no
aprovechada de recursos hidrobiológicos por la flota
existente en el país, sujetándose a los
términos y condiciones establecidas por la
legislación nacional. Por otro lado, reitera que existe
libertad para
la remisión de utilidades, dividendos y recursos
financieros y que no existe discriminación en materia de
tipo de
cambio, garantizando adicionalmente la libre disponibilidad
de moneda extranjera.
Esta ley dispone que la pesca en aguas jurisdiccionales
peruanas (hasta 200 millas de la costa) podrá llevarse
acabo por embarcaciones de bandera extranjera en los siguientes
casos: cuando las embarcaciones de bandera extranjera hayan sido
contratadas por empresas peruanas para la extracción de
recursos hidrobiológicos determinados por el Ministerio de
Pesquería; para la pesca de recursos de oportunidad o
altamente migratorios o aquellos otros subexplotados que
determine el Ministerio de Pesquería, los mismos que
requieren del pago de derechos por permiso de
pesca; en virtud de acuerdos pesqueros con otros Estados para la
pesca de excedentes de recursos pesqueros no aprovechados por la
flota existente en el país; mediante la suscripción
de acuerdos marco entre el Ministerio de Pesquería y
entidades privadas extranjeras para la pesca de especies
altamente migratorias, de oportunidad o subexplotadas y para la
pesca de investigación.
La norma dispone también que las autorizaciones de
incremento de flota para embarcaciones pesqueras para consumo
humano indirecto se otorgarán en la medida de que
sustituyan igual volumen de capacidad de bodega de la flota
existente.
Por otra parte, se especifica que los servicios de control y
certificación de calidad comercial de los productos
pesqueros pueden ser prestados por cualquier empresa nacional
o extranjera autorizada por el Instituto Nacional de Defensa de
la Competencia y de
la Protección de la Propiedad
Intelectual, INDECOPI.
La Ley especifica que el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero
(FONDEPES) tiene por finalidad promover, ejecutar y apoyar
técnica, económica y financieramente el desarrollo
de la actividad pesquera artesanal, marítima y
continental; así como, las actividades pesqueras y
acuícolas en general, principalmente en los aspectos de
infraestructura básica para el desarrollo y la
distribución de recursos pesqueros.
Por otra parte, se ha eliminado todo tipo de monopolio
estatal en este sector, habiéndose iniciado el proceso de
privatización de las empresas estatales:
Pesca-Perú (dedicada a la elaboración de harina y
aceite de pescado), empresa peruana de servicios pesqueros
(EPSEP) dedicada a la comercialización de los productos
pesqueros para el consumo humano directo;y, Cerper, empresa de
certificaciones pesqueras.
Según, Jorge Vértiz, presidente del
comité especial de privatización de EPSEP;
ésta será vendida en la segunda quincena de mayo;
y, entre mayor y junio se procederá a la venta de los
complejos pesqueros regionales Samanco (Ancash) , Grau (Paita
-Piura) y Epersur (Ilo). Es necesario resaltar que el complejo
Pesquero Grau, representa la gran despensa de Lima en lo que a
especies de consumo humano se refiere.
El 15 de enero de 1994 se publicó un dispositivo de
gran importancia: El Reglamento de la Ley General de
Pesquería elaborado por el portafolio del sector. Entre
sus principales objetivos
figuran:
El ordenamiento de la extracción de recursos
hidrobiológicos destinados para la producción de
harina de pescado a través del otorgamiento de licencias;
así como, garantizar que los recursos marinos sean
explotados de forma responsable. Al respecto, estableció
que las embarcaciones que forman parte del activo de Pesca
Perú (empresa en proceso de privatización), no
podrán ser empleadas para fines extractivos.
Asimismo, el reglamento estableció que el 30% de los
trabajadores de las embarcaciones pesqueras extranjeras
deberán ser peruanos. Adicionalmente, las embarcaciones
extranjeras deberán contar con la autorización del
Ministerio de ramo para poder operar
en aguas peruanas.
Finalmente se tiene proyectado que el proceso de
privatización de las empresas públicas del sector
culmine en julio Próximo.
El Cepri de Pesca Perú ha convocado a subasta
pública para el mes de Abril. Según el presidente
de la Cepri, se estima que la venta de las 21 fábricas de
harina de pescado de Pesca Perú como: La fábrica de
Mollendo, Puerto Chicama, La Planchada, Atico, etc. debe estar
concluída en Julio; además en agosto serían
vendidas las cinco refinerías de aceite de pescado que
tiene la empresa
estatal a lo largo del litoral. Las 21 fábricas de harina
de Pescado de PESCAPERU significarían al Estado un ingreso
de 160 millones de dólares aproximadamente.
La experiencia demuestra, según el presidente de Cepri
de Pesca-Perú, el Ing. Erick Topf, que la mejor manera de
vender los activos del
Estado es a través de la subasta pública en sobre
cerrado. Esta modalidad de venta permite que aquel que
esté interesado en la empresa o activo, haga la mayor
oferta que le es posible. Este ha sido el caso de Shougang al
comprar Hierro
Perú, o de Gloria S.A al comprar Cementos Yura, y el caso
más resaltante ha sido el de la Telefónica
Española.
Un temor existente; más allá de los
círculos pesqueros, es que las empresas chilenas compren
las fábricas ubicadas en el sur del país. Su oferta
no sólo tendría en cuenta la rentabilidad
de estas fábricas; sino, la optimización de sus
operaciones en
el norte de Chile. Estas
empresas tienen una actividad muy importante en los puertos de
Arica e Iquique. Luego, aunque empresarios chilenos puedan
ofrecer un sobreprecios, respecto a emrpesarios peruanos, resulta
prudente también considerar en el marco de una evaluación
social, que no es conveniente que empresarios chilenos controlen
también nuestras principales plantas pesqueras del sur
porque las posibilidades de conflicto
aumentarían sensiblemente. El mayor gasto resultante de
esta probable mayor tensión; y, la no aplicación
plena del Tratado de 1929 podría ser mayor que cualquier
sobreprecio que puedan pagar los empresarios chilenos.
Autor:
Antonella Repetto
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