1. Rituales católicos:
¿cristianos o paganos?
2. La influencia pagana en la
tradición católica
3. Reina del Cielo
4. El Uso De Símbolos Paganos Por
Papa Y Obispos
5. Conclusión
1. Rituales
católicos: ¿cristianos o
paganos?
En este artículo, amigo lector, quiero hacerte
llegar mi sensación de sorpresa, al estudiar sobre este
tema y comprender que la mayoría de las fiestas, llamadas
cristianas, tienen un trasfondo pagano y por lo tanto sin
justificación bíblica.
Tras la muerte y
resurrección de nuestro Señor Jesucristo, los
cristianos, de tradición judaica, solamente celebraban la
Resurrección y Pentecostés, como nos queda
reflejado en la propia Palabra de Dios: "Porque Pablo se
había propuesto pasar adelante de Efeso, por no detenerse
en Asia: porque se
apresuraba por hacer el día de Pentecostés, si le
fuese posible, en Jerusalén" (Hechos 20.16), "Empero
estaré en Efeso hasta Pentecostés" (1ª
Corintios 16.8). Fue más adelante, a partir del siglo
tercero de nuestra era, cuando se empiezan a conmemorar fiestas,
que ahora todos conocemos.
En general, el cristianismo
de entonces quiso asimilar, no en el fondo, pero si en la forma,
las antiguas conmemoraciones paganas, incorporándolas a
sus ritos, pero no se dieron cuenta de que eso era imposible y
que de se alejaban de la voluntad de Dios que quiere que su
pueblo no se contamine con los rituales del mundo. Por mucho que
se cambien los nombres de las deidades paganas por nombres de
"santos", "Virgen" o el propio "Señor", el trasfondo
seguía siendo el mismo, como veremos a
continuación.
Voy a analizar, muy por encima, algunas de las fiestas
centrales del catolicismo:
La Navidad Y
Epifanía
Hasta el siglo IV de nuestra era no se comenzó a
celebrar el nacimiento de Jesucristo, pero sin concretar, por la
tradición una fecha fija. Así, hubo dos fechas: 25
de diciembre y 6 de enero. La primera es la que se
instituyó en el Imperio Romano de
Occidente, mientras que la segunda lo fue en el de Oriente. Ahora
bien, estas fechas no tienen una certeza cronológica con
la verdadera fecha de nacimiento de Jesucristo, pero si tienen
una coincidencia con las festividades paganas, de las religiones clásicas,
tanto romanas como helenísticas (incluida la
egipcia).
Vamos a analizarlas por separado:
25 de diciembre: Era conocida en el impero occidental
como las fiestas del solsticio de invierno, por lo tanto un culto
pagano. En él se celebraba el término del
acortamiento de las noches y el triunfo del "dios sol", con el
alargamiento del día. Fue entre los años 324-325 D.
C. cuando se decidió su institución como fiesta
cristiana, pasando de conmemorar la llegada del invierno al
nacimiento del Salvador.
Otra importante fiesta coincidía en tiempo y era la
celebración del nacimiento de Horus, o la
resurrección de Osiris, nacido de una virgen (Isis) y que
seguía siendo virgen después del alumbramiento,
pero esto es objeto de otro artículo.
6 de enero: Era la fecha de conmemoración de la
"fiesta de la Luz"; en esta
fiesta se celebraba el nacimiento del Sol, así en
Alejandría, la noche del 5 al 6 de enero se recordaba el
nacimiento del Tiempo, Aion, con
una procesión de antorchas hasta el templo de Korion. En
la procesión se entonaba el siguiente canto "La virgen ha
dado a luz, la luz
aumenta, la Virgen ha dado a la Luz, el Aion". Este culto pasa a
la cultura griega
y es ritualizado en toda el imperio heleno.
En cuanto a su cristianización, en el imperio de
Oriente, como en la actualidad en la religión ortodoxa
griega, se celebra el nacimiento de Jesús, mientras que en
Occidente se instituye la Epifanía o fiesta de
visitación de los Reyes de Oriente.
La Fiesta Del Nombre Del Señor: Enmanuel
Esta fiesta se celebra el día primero del año, que
coincidía con la festividad pagana clásica del
nuevo año.
San Juan Bautista
Su celebración coincide con el solsticio de
verano, es decir, el 24 de junio. Este era uno de los días
centrales de las religiones paganas, el
día del culto al "dios sol". Era una fiesta extendida por
todo el mundo antiguo, partiendo del culto a Ra, el dios sol para
los egipcios, cuya deidad fue asumida con distintos nombres por
las culturas helena, en primer lugar, y después por la
romana.
El ritual era parecido al de la actualidad; En la noche,
la más corta del año, se encendían hogueras
las cuales había que saltar como acto de
purificación interior, de liberación de pecados y
de malos espíritus. En su cristianización, como es
obvio se mantiene este sentido; se le aplica a San Juan Bautista,
el profeta que predicaba el bautismo de arrepentimiento de los
pecados.
Semana Santa
Como en las fiestas de la Navidad, su
conmemoración comienza en el siglo IV D. C. y como en
ésta también tiene su base en una
celebración pagana; el culto al dios Atis,
celebrándose su muerte y su
posterior resurrección.
Nuestro Señor Jesucristo no nos manda recordar su
muerte y
resurrección de forma especial en una fecha determinada,
sino conmemorarlo siempre que tomemos la Santa Cena
Pascua De Resurrección
La fiesta de la Pascua se celebra siempre el primer
domingo siguiente a la primera luna llena de primavera, por eso
su carácter
cambiante. Bien, esta fiesta es similar a otra egipcia que se
celebraba el mismo día, para conmemorar la entrada de
Osiris en la Luna.
Festividad Del 15 De Agosto
Para el catolicismo en este día se celebra la
ascensión de María al cielo. Este hecho, como la
mayoría de los que estamos analizando aquí, carece
de base bíblica, pues es una tradición que hasta el
año 1950 no ha sido objeto de dogma de Fe.
Como en todas las festividades analizadas tiene una
coincidencia pagana; a mediados de agosto se celebraba en la
antigua Grecia y en
Roma, el culto a
Hécate – Artemisa – Diana, "diosa de la Luna y Reina del
Cielo", con objeto de evitar que enviara las tormentas que tan
dañinas son para las cosechas en estas fechas.
Las Fiestas Locales
En todas las localidades, ya sean europeas como
americanas, tenemos fiestas locales siempre celebradas en nombre
de una advocación mariana o de un santo, patrón de
dicha localidad. Esta tradición de nuevo tiene su
trasfondo pagano, puesto que antes de la entrada de la fe
cristiana como religión oficial, las
localidades tenían una deidad "patrona" que les infundiera
protección y por supuesto, tenían sus fiestas
conmemorativas. Así, como las mayoría de las
festividades fue cristianizada eliminado la supuesta
protección de una deidad pagana, pasando su supuesta
protección a un santo o a la mismísima
María, en alguna de sus numerosas advocaciones.
Todos Los Santos Y Difuntos
La víspera del 1 de noviembre coincidía
con una festividad, pagana, celta, la del "Samhein", fiesta que
marcaba el final del verano y de las cosechas, para pasar a los
días de frío y de oscuridad. En esa noche se
creía que el dios de la muerte
hacía volver a los muertos, permitiendo comunicarse
así con sus antepasados. También esta
práctica era habitual en el pueblo romano, pues el 21 de
febrero celebraban la fiesta de "Feralia" ayudando con sus
oraciones a la paz y el descanso de sus difuntos.
En la tradición católica esta festividad
se inicia cuando el "Papa" Bonifacio IV, el 13 de Mayo del 609 o
610, consagró el "Panteón de Agripa" al culto de la
"Virgen y los mártires", comenzando así una fiesta
para conmemorar a esos santos anónimos, desconocidos por
la mayoría de la cristiandad, pero que por su fe y obras,
son dignos de reconocimiento por toda la humanidad.
Es el Papa Gregorio III (731-741) el que cambia la fecha
del 13 de mayo a la del 1º de noviembre. El porqué ya
lo conocemos, asegurarse así la conversión, a
cualquier precio, de
estos pueblos, adoptando así prácticas
paganas.
Como habrás podido leer, existen razones para
claras para desechar tales festividades, puesto que ninguna de
ellas tiene base en la Palabra de Dios y por lo tanto, estamos
ante ritos paganos, eso si cristianizados, pero sin sentimiento
espiritual cristiano.
Creo que lo que quiere el Señor es que
celebremos, si a ti te ha sucedido, cada uno su
Pentecostés, es decir, su nacimiento de nuevo y dar
gracias, a diario, por este gran advenimiento, pues Cristo mora
en nosotros a través de su Espíritu.
2. La influencia pagana en
la tradición católica
En este artículo quiero reflexionar sobre las
grandes influencias que ha tenido la tradición religiosa
pagana (babilónica, egipcia, griega y romana, entre otras)
en la mayoría de los ritos, imágenes y
símbolos de la religión católica.
La propia Palabra de Dios, como he desarrollado en
varios de los artículos que tengo publicados en esta
Web, no
faculta, sino que prohibe, a todo cristiano el uso, ni siquiera
para adorar a Dios, de imágenes,
tal y como así nos lo expresa el propio Dios Padre, en los
diez mandamientos (Deuteronomio 5).
¿Entonces, por qué han sido usadas por la
tradición católica?, ¿por qué se han
atrevido a cambiar la propia Ley divina?,
¿en verdad nos acercan a Dios?. Son preguntas a las que
intentaré dar una respuesta.
Introducción:
Durante los tres primeros siglos de nuestra era, la
Iglesia, tal y
como nos aparece en las cartas de Pablo,
estaba formada por pequeñas iglesias, familiares y
locales. Éstas seguían y cumplían el
Evangelio de Cristo y por supuesto, la Ley de Dios. De
forma progresiva, las primitivas iglesias fueron
haciéndose cada vez mas grandes y numerosas y por
consiguiente surge el problema de su organización. Comienzan a adquirir los
obispos un papel mucho
más institucional, del cual la propia Palabra de Dios no
nos dice nada, y así entramos en el proceso de
desviación o "apostasía". Se mantienen reuniones o
"concilios" para discutir sobre las cuestiones que afectan a la
Fe y es aquí donde comienzan las importantes desviaciones
del Evangelio.
Una de las principales se refiere a la permisividad
general, por parte de la
organización de aquel entonces, del uso de
imágenes y ritos paganos, eso si cristianizados, para
así acercar a las masas religiosas gentiles, a las que les
había llegado el mensaje de salvación de Cristo,
pero que bajo ningún concepto
querían abandonar su idolatría (cultos y ritos), es
decir, su propia cultura.
Iconografía y símbolos
católicos
Ningún católico puede negar la importancia
de los escritos del Antiguo Pacto, o sea, el Antiguo Testamento,
puesto que debemos entender que está completamente
vigente, eso si, comprendido con la Luz del Nuevo Pacto, o sea,
con el Espíritu Santo que mora en las personas que siguen
el Evangelio de Cristo.
Partiendo de la premisa que nadie puede quebrantar ni
cambiar los mandamientos (Mateo 5.17-20) y que toda la escritura
está inspirada por Dios (2ª Timoteo 3.16), tenemos
que empezar a preguntarnos de dónde aparece la
autorización para que se pueda representar a Nuestro
Señor Jesucristo, a María, la madre del
Señor, o a los llamados "santos" y mártires del
cristianismo.
Si no eres un gran lector de la Palabra de Dios, es
decir, de la Biblia, o no conoces bien las Escrituras,
podrás pensar que en algún lugar del Nuevo
Testamento aparecerá la autorización para que el
Segundo Mandamiento (es decir, el que prohibe realizar y adorar
imágenes de lo que está en los cielos…
Deuteronomio 5.2) se acomode al decálogo de la
religión católica. Pues bien amigo/a, esto no se
produce. Por lo tanto, el cambio se
debió producir por una persona,
llámese "Papa" u "Obispos", que por mucha autoridad en
cuestiones de Fe que se les pueda adjudicar, no tienen ninguna
base divina para realizarlo.
Yo, personalmente, no me atrevo a contradecir a nuestro
Padre, es decir, a Dios "y no llaméis padre vuestro a
nadie en la tierra;
porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos"
(Mateo 23.9) y por mucho que alguien de este mundo me pueda
justificar este cambio, no
puedo seguirle, pues iría en contra del Evangelio de
Cristo, que en ningún momento invalida los
mandamientos.
Entonces, si los primeros cristianos, tal y como Pablo
nos relata en sus cartas,
seguían el Evangelio de Cristo y eran respetuosos con la
Ley de Dios, ¿cuándo llegó el momento de la
desviación?. Es fácil la respuesta; por la
tradición religiosa pagana.
En el transcurrir de los primeros siglos de nuestra era,
el Evangelio de Cristo fue predicado por todo el
Mediterráneo. En estos pueblos, receptores de la
Palabra, chocaba de una forma frontal el que se les hablara de un
solo Dios y mucho más que ese mismo Dios hubiese venido a
este mundo, de una forma tan humilde, para dar su vida en
sacrificio por nuestros pecados. Ellos creían en infinitos
dioses y asimilaban en sus culturas a los dioses de los pueblos a
los que conquistaban e, incluso, tenían un pedestal sin
imagen para el
Dios desconocido, tal y como nos relata Pablo en su viaje a
Atenas "Porque pasando y mirando vuestros santuarios,
hallé también un altar en el cual estaba esta
inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Aquél pues, que
vosotros honráis sin conocerle, a éste os anuncio
yo" (Hechos 17.23).
Por su propia cultura
creían que tener un solo Dios era símbolo de
pobreza,
así que las diferencias eran muchas, pero no insalvables
para el Evangelio, para los que se entregaron a Cristo en cuerpo
y alma. Sin embargo, conforme transcurre el tiempo, la Iglesia va
siendo cada vez más numerosa e incluso llega a convertirse
gente poderosa dentro de las instituciones
del Imperio, es decir, va teniendo cada vez más
"prestigio", ya deja incluso de ser perseguida y con la llegada
de Constantino es legalizada; deja de ser una Iglesia de
Catacumbas para pasar a ser una "religión" con poder, que
intenta dejar sin prosélitos a las otras religiones, es
decir, las paganas, hasta llegar a ser consideradas éstas
últimas ilegales y, la cristiana, pasar a ser la
religión oficial del Imperio Romano.
En este camino, que he tratado con tanta rapidez, pero de todos
conocido, es donde se produce el hecho, el cual es objeto de este
artículo; la desviación del Evangelio de
Cristo.
La religión oficial del Imperio, tal y como he
apuntado, era politeísta e idólatra. Sus templos
estaban repletos de imágenes, a las cuales se las adoraba
y se les ofrecían sacrificios y ofrendas. El
origen de estos dioses era dispar; la mayoría
procedía de la cultura helenística y a su vez
ésta los adoptó de las culturas babilónica y
egipcia. Roma lo que
hacía era "latinizar" su nombre, así por ejemplo El
Dios supremo de la mitología Romana era Júpiter, el
cual era conocido en Grecia como
Zeus, pero respetaba toda su doctrina y culto.
¿Cómo pudo influir esta religión
pagana en el cristianismo de entonces, si las diferencias eran
tan claras?. La respuesta tiene que ver con la idolatría;
la cultura religiosa se basaba en el culto a las imágenes.
Cuando a un pagano o gentil se le hablaba de Nuestro
Señor, esta persona lo
asociaba en un principio como a un dios más, pero tras una
verdadera predicación, esa persona comprendía el
verdadero sacrificio que Él hizo por su pueblo, y por lo
tanto empezaba a conocer la Palabra. Pero cuando el predicador le
hablaba de que debía dejar sus ídolos, esta persona
decía que NO. El problema estaba en que este Nuevo Dios,
el Dios verdadero, no tenía ni nombre ni imagen y por lo
tanto, su base doctrinal era la Fe, el creer sin ver. La cultura
pagana estaba basada en el respeto a los
demás dioses, en las imágenes, en las fiestas, todo
ello estaba enraizado en la sociedad
imperial. No digo que no existieran cristianos verdaderos que se
entregaran a Cristo en Espíritu y en verdad, todo lo
contrario. Hablo del sentir general de la sociedad.
El problema de aquel entonces es bastante grande, puesto
que por ese camino siempre seguirían siendo una Iglesia
perseguida y proscrita. La solución la encontraron algunos
hombres, que, llamándose cristianos, pensaron en algo que
la misma Roma hizo en materia
religiosa: respetar sus imágenes, eso si,
convirtiéndolas en símbolos cristianos. Pero,
esto iba en contra de la propia palabra de Dios, existía
un mandamiento que lo prohibía. Solución: quitarlo
y problema resuelto.
Pero, ¿cómo mantener los ídolos
paganos?, ¿existían coincidencias doctrinales que
permitiesen el cambio de nombre?. La respuesta,
sorprendentemente, es que SI.
Proceso de transformación de ídolo pagano
en imagen católica
Como he avanzado, resultaba que, en verdad,
existían coincidencias doctrinales entre las creencias
paganas y las cristianas. Estas coincidencias no eran totales,
como te habrás podido imaginar. Así encontramos
ciertos paralelismos, entre Cristo, María y Jehová,
y ciertos dioses y diosas de la mitología
griega, babilónica y egipcias principalmente, todas
ellas adoptadas por una religión clásica que era la
que dominaba el ámbito religioso del Imperio.
Comenzaré a analizar estas semejanzas y su
proceso de
aceptación en una naciente religión, la
católica, que tal y como ahora ocurre, tiene en el
ecumenismo su vía hacia un futuro en franca
expansión.
María, la madre de nuestro Señor, tiene
una gran importancia dentro de la simbología
católica. Ella es conocida por múltiples
acepciones, fruto de las distintas funciones que
para los católicos tiene.
Vamos a analizar alguna de ellas y su paralelismo con
las figuras paganas de la antigüedad:
Como de todos es sabido, uno de los innumerables
títulos que la iglesia católica le concede a
María, es el de Reina del Cielo.
¿Cómo se le concede este título?.
María, según reza uno de los principales Dogmas de
Fe del catolicismo, fue ascendida a los cielos y una vez
allí, por la importancia de su misión, es
decir, la de ser la escogida para engendrar al Salvador, se le
otorgó el título de "Reina del Cielo".
Todo lo anterior no tiene una base bíblica y es
de reciente instauración (desde 1950). Por lo tanto, es la
propia tradición popular, sin tener en cuenta la Palabra
de Dios, la que otorga ese premio y una vez en el cielo, la
posibilidad de co-reinar con nuestro Señor
Jesucristo.
Como solamente se ha tomado en cuenta la
tradición y no la Palabra, debemos comprobar lo que
ésta nos dice sobre la "Reina del Cielo": Es en el
libro de
Jeremías, en concreto en el
Cap. 7, Vers. 17-19, donde encontramos este título:
"¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá
y en las calles de Jerusalén? Los hijos cogen la
leña, y los padres encienden el fuego, y las mujeres
amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para
hacer ofrendas a
dioses ajenos, por provocarme a ira. ¿Me provocarán
ellos a ira, dice Jehová, y no más bien obran ellos
mismos para confusión de sus rostros?". Pues bien, esta
"Reina del Cielo" viene referida a la diosa Astoret o
Astarté, que era venerada por el pueblo Fenicio (cananeos
y sidonios). Como vemos el mismo pueblo judío cae en sus
ritos y cultos, apartándose del Dios verdadero.
También le ocurre lo mismo a Salomón, el más
sabio entre los hombres, pero que en su ancianidad cae en el
culto a los ídolos: "Porque Salomón siguió a
Astarté, diosa de los Sidonios, y a Milcom,
abominación de los Ammonitas" (1ª Reyes
11.5).
¿Quién es esta diosa?, ¿de donde
procede?, ¿cuál era su doctrina?:
Para responder a estas preguntas nos tenemos que
adentrar un poco en la cultura fenicia; las tradiciones
religiosas fenicias estaban influenciadas en gran manera por la
cultura babilónica, que en su expansión
influenció en los pueblos invadidos. Así entonces,
debemos remontarnos a esta cultura, una de las más
antiguas de la humanidad. Su origen, según el
Génesis 10.8-10, parte de Nimrod, un luchador rebelde a
Jehová. Es aquí donde comienza el mito: Nimrod
fue asesinado y para cumplir su venganza, su esposa,
Semíramis, engendró de forma sobrenatural un hijo,
que según la tradición, era la resurrección
de Nimrod, el cual se llamó Tammuz. Pero existe un aspecto
todavía más importante y es que una vez que
Semíramis dio a luz a su hijo, ella continuó siendo
virgen. Con el transcurso del tiempo, Semíramis se
convirtió en Diosa y recibió el título de
"Reina del Cielo".
En Fenicia continúa este mito, pues el
padre, conocido por el "Dios Sol", es Baal e incluso en su
mitología aparece el hijo, llamado Baal-Tammuz. En las
Escrituras aparecen continuas referencias al culto a los baales,
como desviación del camino mostrado por Dios a Israel, centrado
en el cumplimiento de la Ley (mandamientos).
Pero la influencia babilónica no sólo se
centró en Fenicia, sino que también tuvo su
importancia en otra de las grandes culturas de la antigüedad
como es la egipcia; El mito de la virgen, madre del vengador, es
decir, del "Justo", pues vino a hacer justicia
contra el maligno, recae en Isis. Su mito es parecido; Osiris, su
esposo, es asesinado por Tifón, dios maligno. Ella
encuentra su cuerpo, pero Tifón lo dispersa por todo
Egipto. Para
cumplir su venganza, engendra un hijo, Horus, de forma
sobrenatural, pues su padre es Ra, el "Dios Sol". Horus es la
reencarnación de Osiris y su destino es hacer justicia,
matando al maligno.
Como podemos ver, su doctrina es muy similar, por no
decir idéntica a la babilónica y es su mito el que
va a permanecer e influir con más fuerza en la
cultura romana, no como deidad absorbida, sino como culto
independiente y enraizado en la sociedad clásica.
Así en el año 80 A.C. se funda, en la colina
Vaticana, justo en el lugar donde se ubicará la
basílica de San Pedro, el templo de Isis.
Sus creencias encajaron en la sociedad clásica y
junto con la griega Artemisa y la romana Diana (diosa luna), con
un ámbito doctrinal parecido, fueron adoradas por multitud
de fieles. Hay que resaltar que fue su culto, por Justiniano en
el año 535 D.C., el último abolido de la
religión pagana.
En la faceta de "Reina del Cielo" se la representaba
posada en una luna creciente con 12 estrellas, en forma de
corona, sobre su cabeza. Esta es una de las formas habituales de
representar a la "Virgen María" como "Reina del
Cielo".
María, Madre de Dios
A María no se le puede negar, bajo ningún
concepto, que
fue la madre de Nuestro Señor Jesucristo y por lo tanto
del Verbo hecho hombre. Esta
aseveración no justifica el que se quiera endiosar a
María, ofreciéndole el mismo tratamiento que al
propio Padre, Dios. La misión de
María es la más importante que se le puede ofrecer
a un ser humano; puesto que dar la posibilidad de engendrar a
Dios hecho hombre, es
para un creyente, la máxima bendición posible en
este mundo. Pero su misión quedó ahí, pues
en ninguna parte de las escrituras María ejerce un
papel
determinante o influyente en nuestro Señor.
¿Entonces, por qué la asimilamos a Dios?,
¿merece nuestra adoración?
Es una respuesta que debes meditar, eso si,
basándote en las Escrituras, puesto que si lo haces
basándote en la tradición católica,
encontrarás, de nuevo, similitudes con las doctrinas
paganas.
Así, como ya hemos visto en el esbozo doctrinal
que he incluido, las diosas Semíramis – Astarté –
Isis… tienen en común que son las madres de un hijo,
engendrado de forma sobrenatural (Tammuz – Baal-Tammuz –
Horus…), permaneciendo vírgenes después de su
alumbramiento.
Estas doctrinas influyeron en Grecia y Roma adoptando
sus creencias y pasando a denominarse Afrodita – Venus y sus
hijos Eros – Cupido. Pero, sobre todo, era el culto a Isis el que
tenía una importante atracción para la cultura
religiosa romana, que la representaba con su hijo Horus en su
regazo.
A continuación incluyo dos fotografías, en
las cuales podemos ver las notables similitudes (salvando las
grandes diferencias doctrinales) que existen entre las dos
figuras: la pagana y la católica.
Las dos, como ves, se tocan un pecho, que simboliza la
fertilidad, puesto que Isis era conocida, en uno de sus
múltiples nombres, como diosa de la fertilidad.
En esta última acepción es conocida con el
nombre de Asera, diosa cananea de la fertilidad. Aparece
representada junto a un árbol, como sucede con las
numerosas apariciones de la "Virgen". El culto a esta diosa
estaba tan extendido que el mismo pueblo de Israel cae en
esta idolatría: "Jehová sacudirá a Israel al
modo que la caña se agita en las aguas; y él
arrancará a Israel de esta buena tierra que
había dado a sus padres, y los esparcirá más
allá del Eufrates, por cuanto han hecho sus
imágenes de Asera, enojando a Jehová" (1ª de
Reyes 14.15)
En el proceso de cristianización de la sociedad
romana, existen numerosas crónicas que nos hablan de
cómo el pueblo romano, ya cristianizado, no abandonaba el
culto a la "Madre de Dios", Isis, y lejos de quebrar sus
imágenes lo que hacía era cambiarles simplemente de
nombre.
Esta idolatría tenía otra coincidencia
importante con la sociedad católica actual y es el vestir
a las imágenes; en la antigua Egipto, las
imágenes de la diosa Isis eran vestidas con lujosas
vestiduras y ostentosas joyas. Incluso había personas
dedicadas en exclusividad a estos menesteres. No tienes nada
más que acercarte a cualquier iglesia católica de
tu localidad y ver a cualquier "Virgen", cómo está
vestida y enjoyada, e incluso perduran las llamadas "camareras"
que son las encargadas de vestir a las
imágenes.
Retomando el tema de la fertilidad tengo que hablar de
Éfeso; en esta ciudad existía el mayor templo de la
antigüedad, el dedicado a Artemisa – Diana, una de las siete
maravillas del mundo antiguo. Artemisa tenía en esta
ciudad el centro de su adoración. En esta diosa confluyen
también las mismas bases doctrinales que hemos visto con
Astarté, "Reina del Cielo". En Hechos 19.23-40 se relata
la visita de Pablo a Éfeso, y el alboroto que se
formó cuando oyeron a Pablo predicar el Evangelio de
Cristo, puesto que hablaba de un solo Dios y prohibía las
imágenes, tal y como la propia ley de Dios nos manda. En
este punto, los artesanos, que hacían imágenes de
la diosa Artemisa, se enfrentaron a Pablo y sus seguidores, para
evitar que se fuera al traste su negocio y su cultura, dando
vivas a la diosa. Esto aclara bastante el sentimiento que la
sociedad pagana tenía a sus dioses, pero en particular a
la "Reina del Cielo – Madre de Dios".
Paradójicamente, fue en Éfeso, en el
año 431 D.C., cuando se celebró un concilio en el
que se instituyó, como dogma de Fe, el papel de
María como "Madre de Dios". El título que se le
establece es el de "theotókos", que precisamente es el que
disfrutaba la diosa Artemisa e Isis, pero con la diferencia de
que eran la "Madre de los dioses". Aquí, se cristianiza el
término asimilando doctrinalmente las figuras. Otra
coincidencia, que viene al caso, es que la tradición
católica sitúa los últimos años de
vida de María en Éfeso.
Pero no todo fue un camino de rosas para la
asimilación. Existieron voces contrarias, como la del
condenado Nestorio, Patriarca de Costantinopla, que en el
concilio de Éfeso dijo: "si vosotros llamáis a
María, Madre de Dios, hacéis de ella una diosa";
Clemente de Alejandría, en el 200 D.C. dice "toda imagen o
estatua debe llamarse ídolo porque no es otra cosa que
materia vil y
profana, y por eso Dios, para quitar de raíz la
idolatría, ha prohibido en su culto cualquier imagen o
semejanza de las cosas que están en el cielo o en la tierra,
prohibiendo igualmente su fabricación; y es por esto que
nosotros los cristianos no tenemos ninguna de aquellas
representaciones materiales";
San Cipriano "¿Para que postrarse delante de las
imágenes?. Eleva tus ojos al cielo y tu corazón;
allí es donde debes buscar a Dios". Son varios ejemplos de
los llamados "Padres de la Iglesia" que prohiben el uso de dichos
medios para
acercarnos a Dios.
En el catecismo de la religión católica se
le otorgan a María los títulos de "abogada,
auxiliadora, socorro y mediadora". Es por ello que a los fieles
se les enseña a rezar fervientemente a la "Virgen"
dándoles la seguridad de que
ella llevará sus oraciones ante el Padre. Por supuesto, en
la Palabra de Dios nunca se le atribuye a María ese papel
que es ocupado, en exclusividad, por Jesucristo, quien con su
muerte y resurrección se convierte en el único
mediador entre los hombres y Dios; "Porque hay un solo Dios, y un
solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre"
(1ª Timoteo 2.5).
¿De dónde surge pues, la tradición
de María como intercesora nuestra?.
Uno de los pasajes más conocidos del nuevo
testamento es el llamado de "las bodas de Caná" que
encontramos en el Evangelio de Juan, capítulo 2.
María se da cuenta de que los novios no han previsto la
cantidad suficiente de vino para sus invitados y pide a su Hijo
que solucione el problema, pero Él le contesta que no ha
llegado todavía su tiempo. María acepta la voluntad
de su Hijo y ya no actúa más, es más, le
dice a los criados que están sirviendo las mesas que hagan
lo que Él, su Hijo, ordene, y no le pidan nada a ella,
puesto que ella no tiene poder para
mediar ante Dios Padre como hemos leído antes. La
religión católica se basa en este pasaje para
asegurar que María intercede ante el Hijo, sin reparar en
que esto ocurre cuando Cristo estaba en la tierra, al
igual que María y los apóstoles. Sin embargo, una
vez que Cristo cumple su misión, muriendo y resucitando,
para perdón de nuestros pecados, permanece junto al Padre
y como único mediador entre los hombres y el
Padre.
Entonces, debe existir otra base para darle esta
función
a María y de nuevo, nos tenemos que ir a la
tradición pagana. Fue en Babilonia, cuna de las religiones
paganas, donde se veneraba a la diosa Semíramis, la cual
era invocada por los fieles en una actitud
mediadora ante su esposo muerto, Nimrod, que era considerado el
Dios supremo. El título que ostentaba esta diosa era el de
"Mylitta", es decir, mediadora.
Tal y como he explicado con anterioridad, en igual
manera que cambian la Palabra de Dios adjudicándole a
María atribuciones de diosas paganas, también hacen
lo mismo con el propio Jesucristo.
Como hemos observado antes en la fotografía
de Isis, Horus, su hijo, es representado como un bebé
dependiente de su madre. De igual manera, hay miles de
imágenes de Jesús, niño, desvalido y
protegido por María. Estas imágenes contribuyen a
crear en la mente del creyente la falsa idea de que es
María la poderosa y que su hijo depende, espiritualmente,
no del Padre, sino de ella.
¿Pero existen comparaciones doctrinales entre
Horus y Cristo, que faciliten su asimilación?
SI, pues Horus es engendrado de forma sobrenatural por
Ra, dios supremo, nació de una Virgen, tuvo 12
discípulos, fue muerto y resucitado, realizó
milagros, como resucitar muertos, se le conocía como el
"Ungido" y como el "Buen Pastor"…
¿Existen otras atribuciones de Horus que se le
hayan agregado a Jesús y que, por supuesto, no tengan base
en la Palabra de Dios?
La respuesta es que SI; Nació un 25 de diciembre,
sus festividades fueron asumidas por el cristianismo que en la
actualidad son celebradas en honor de Cristo (Pasión y
Muerte, Pascua de Resurrección, 1 de Enero y la Navidad).
Horus quiso que su madre siguiera siendo virgen después de
su alumbramiento y ya he hablado suficientemente de la doctrina
católica respecto a la virginidad de María
después del nacimiento de Cristo.
Respecto a las otras representaciones que se hacen de
Cristo, tenemos que recordar que van en contra del segundo
mandamiento de la Ley de Dios. Alguna, como la del "Buen Pastor",
es recogida de la mitología clásica, pues el dios
Mocósforo era representado con una oveja sobre sus
hombros.
En cuanto al crucifijo, más adelante
afrontaré su significado.
Representación
Gráfica Del Padre
Los amantes de las imágenes no han tenido
suficiente con representar a María y a Jesús, sino
que han hecho lo mismo con Dios Padre, sin importarles que
Jesús nos explique que nadie ha visto a Dios y que el que
cree en Él ya conoce al Padre y es conocido por Él:
"Y el que me envió, el Padre, él ha dado testimonio
de mí. Ni nunca habéis oído su
voz, ni habéis visto su parecer" (Juan 5.37), "No que
alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios,
éste ha visto al Padre" (Juan 6.46).
La imagen más común que el catolicismo ha
escogido para representar al Padre es la del "Pantocrator". Esta
imagen nos hace pensar en un Dios hierático, distante,
frío y vengador, cuando el Padre es Misericordioso y
Amoroso con todo aquel que hace su voluntad. Por supuesto, los
dirigentes católicos sacaron esta imagen de la
tradición pagana, en este caso las asimilaciones eran
claras; Ra – Zeus – Júpiter, los dioses supremos de
Egipto, Grecia y Roma, que eran representados de una manera
similar.
Siendo Satanás un ángel desviado, es
espíritu, carente de cuerpo humano.
Aunque no se suele representar en pinturas ni esculturas, sin
embargo, se nos ha formado una imagen en nuestra mente de un ser
físico, horrible, medio hombre medio animal, vestido de
rojo, que representa el fuego eterno y con un tridente, que
utiliza para martirizar a los pecadores. Esta figura de nuevo
tenemos que irnos a la mitología clásica para
encontrar su antecedente en el "dios Pan" Itifálico –
Cernunnos, llamado así en Grecia y Roma respectivamente.
Este dios tenía el cuerpo velludo, patas de cabra y en su
cabeza una cornamenta de macho cabrío. Como verás
existen bastantes similitudes con la imagen que se nos ha impreso
de Satanás.
En las excavaciones arqueológicas desarrolladas
en África, Asia, América
y Europa, se han
encontrado numerosos restos de cruces, algunas de las cuales
datan de más de siete mil años de antigüedad.
De hecho, la cruz, como veremos, ha sido un símbolo
religioso desde su origen hasta nuestros días.
En las religiones de denominación cristiana,
católica y ortodoxa, el culto y veneración de la
"Cruz" está instituido como símbolo del sacrificio
de Nuestro Señor. Las iglesias protestantes, aunque no
hacen la hacen objeto de adoración, la usan en sus
templos. En general, es el símbolo cristiano por
excelencia. Sin embargo, su origen es claramente pagano e
idólatra.
Tanto en Babilonia como en Egipto se veneraba al dios
Tammuz – Horus. Su símbolo místico era una "T",
inicial de Tammuz, con el travesaño un poco bajo, es
decir, una cruz. En los monumentos y templos egipcios, se ven
representaciones de reyes y dioses portando cruces en sus manos.
A veces, la "T" iba debajo de un círculo o redondel, es lo
que se conoce como "Cruz egipcia" o "Cruz de Tau". Este culto se
difunde en el mundo helenístico, donde la cruz adquiere
otras formas tales como la "Cruz Griega", es decir, la que tiene
todos sus lados iguales o la "Cruz Latina", con el
travesaño más corto que el palo, de manera que
quedan tres lados iguales que representan, según la
tradición oriental, "Cielo, Purgatorio e Infierno",
mientras que el más largo representaba a la
"Vida".
Mucho antes de la venida de Cristo a la tierra, en
Italia se
consideraba la "Cruz" como símbolo de protección
contra los espíritus malignos y la situaban en sus tumbas
o colgando de sus collares. Esto mismo ocurría en
Babilonia, Egipto o Asiria, con lo que se demuestra que el
símbolo de la "Cruz" precede con mucho la era
cristiana.
Pero como la vida y la muerte están tan
estrechamente relacionadas en las religiones, este mismo
símbolo de vida, la "Cruz", es usado igualmente desde
tiempos remotos, como medio de castigo, al principio exclusivo
para las clases bajas, esclavos, extendiéndose con el
pasar del tiempo incluso a los ciudadanos romanos.
No se sabe con certeza sobre que clase de cruz
murió Jesucristo, pero los estudiosos hablan del tipo
"Latina". Sin embargo, ¿tiene alguna importancia el tipo
de cruz que usaron para matar a Nuestro Señor?. Lo
importante es que por medio de su Sacrificio y
Resurrección, nos libró del pecado y la muerte. A
quien hay que venerar es a Cristo, no a la "Cruz", que es
considerada en la Biblia como maldición: "No estará
su cuerpo por la noche en el madero, mas sin falta lo
enterrarás el mismo día, porque maldición de
Dios es el colgado: y no contaminarás tu tierra, que
Jehová tu Dios te da por heredad" (Deuteronomio
21.23).
En cuanto al uso cristiano de la "Cruz", éste no
aparece hasta el concilio de Éfeso, y la imagen del
"Crucifijo" hasta el siglo XI, fruto del olvido del segundo
mandamiento, como he referido en varias ocasiones.
4. El Uso De Símbolos Paganos Por Papa Y
Obispos
El jefe de la "Iglesia Católica", el llamado
"Papa", lleva como símbolo de su primacía, una
Mitra con forma de pez con la boca abierta. La explicación
oficial que se nos da es que la Mitra simboliza al cristiano, que
es pescado por Cristo. Recordemos que en griego, las iniciales de
"Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador" forman la palabra
"Pez". Sin embargo, el origen de la Mitra es mucho anterior al
cristianismo.
En ningún lado de la Palabra de Dios nos habla
del uso de la Mitra por los apóstoles, obispos o ancianos,
ni tampoco establece una primacía entre ellos, pues la
única cabeza es Cristo: "Y Él es la cabeza del
cuerpo que es la iglesia; Él que es el principio, el
primogénito de los muertos, para que en todo tenga el
primado" (Colocenses 1.18).
Entonces, ¿de donde viene la utilización
de la Mitra?
Tenemos que volver la vista de nuevo a las religiones
paganas; es en Babilonia donde el sumo sacerdote del culto a
Semíramis, llevaba una Mitra como símbolo del "dios
Dagon", el dios pez. Cuando el ejército macedonio – persa
ocupó Babilonia, se produjo la huida del sumo sacerdote y
algunos adeptos a la ciudad de Pérgamo y de allí a
Italia,
estableciéndose como religión Etrusca. Es
allí, ya en tiempos de la influencia romana, cuando el
culto pasó al Imperio y fue Julio Cesar, tras ser iniciado
en los misterios babilónicos, el que unifica el poder
religioso y político en una misma persona, pasando a ser
el propio Cesar la reencarnación de un dios. Desde
entonces los emperadores romanos llevaban la Mitra como
símbolo del sumo sacerdocio de la religión pagana,
llamándose "Pontificex Maximus".
Es Constantino, en el edicto de Milán del
año 313 D.C., quien legaliza la religión cristiana
y, posteriormente, la instituye como religión oficial del
Imperio. Se unifican, en este importante personaje, los primados
político y religioso – cristiano del Imperio. Es a partir
de él, que los "Papas y obispos" llevan el título
de "Sumos Pontífices" y la Mitra, como símbolos de
su primacía religiosa.
En las epístolas de Pablo, Pedro o Judas,
aparecen en numerosas ocasiones, referencias a los santos como
personas que se han entregado a Dios. Siempre son personas vivas,
no tienen otro requisito ni mérito que el haber aceptado
el mensaje de Salvación, es decir, simples cristianos. La
palabra "Santo" es, pues sinónimo de apartado del mundo
para Dios. No significa esto que sea un ermitaño, sino que
ha renunciado a los deseos de la carne para servir en
espíritu al Señor. Esto lo hace cualquier
cristiano, no de nombre, sino de verdad, aquel que cumple
verdaderamente el Evangelio de Cristo: "A la iglesia de Dios que
está en Corinto, santificados en Cristo Jesús,
llamados santos, y a todos los que invocan el nombre de nuestro
Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos
y nuestro" (1ª de Corintios 1.2).
Entonces, ¿por qué la "Iglesia
Católica" y otras religiones nombran "Santos" a personas
que han muerto y que según los dirigentes han hecho
méritos que les distinguen de los demás fieles?,
¿por qué son objeto de culto y tienen un papel de
intermediación entre Dios y los hombres, tal y como ya
vimos que se le atribuye también a
María?
De nuevo tenemos que remontarnos a las religiones
paganas; es en Babilonia donde los hombres adoraban a casi cinco
mil dioses y diosas. Estos no siempre habían sido divinos,
sino que hubo una época en que fueron personas,
héroes vivientes en la tierra, y después de su
muerte se les reconoce, por sus méritos, como objeto de
culto. De hecho, cada día estaba dedicado a un dios
particular que les protegía, de la misma forma que en la
actualidad existe un santoral cristianizado; por ejemplo, 22 de
noviembre es el día de "Santa Cecilia" patrona de la
música,
etc.
Las poblaciones, los gremios o distintos trabajos, todo
tiene su "Santo Patrón/a" que les protege y a él se
implora en caso de necesidad. Es muy extendida, también,
la costumbre de poner a los recién nacidos el nombre del
"Santo/a" a quien se le pide que proteja a esa
criatura.
El catecismo de la religión católica anima
a los fieles a orar e imitar a quienes, debido a sus buenas
obras, han sido declarados santos por la jerarquía
eclesiástica "…los testigos que nos han precedido en el
reino, especialmente los que la Iglesia reconoce como "santos",
participan en la tradición viva de la oración, por
el testimonio de sus vidas… Contemplan a Dios, lo alaban y no
dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra…
podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el
mundo entero…" (pag. 732). Es esta la postura oficial de la
"Iglesia".
Por supuesto, la Biblia, no está de acuerdo con
esta práctica: "No sea hallado en ti quien haga pasar su
hijo o su hija por el fuego, ni practique adivinaciones, ni
agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni fraguador de
encantamientos, ni quien pregunte a pitonisos, ni magos, ni quien
pregunte a los muertos porque es abominación á
Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas
abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de
ti" (Deuteronomio 18.10-12). De hecho, comunicarse con personas
con personas que han muerto no es más que una forma de
espiritismo: "Y si os dijeren: Preguntad a las pitonisas y a los
adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No
consultará el pueblo á su Dios?
¿Apelará por los vivos a los muertos? ¡A la
ley y al testimonio! Si no dijeren conforme á esto, es
porque no les ha amanecido" (Isaías 8.19-20). Como puedes
comprobar es una práctica aborrecible a Dios.
"Él es el objeto de tu alabanza y tu Dios"
(Deuteronomio 10.21)
"Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de
la profecía de este libro: Si
alguno añadiere á estas cosas, Dios pondrá
sobre él las plagas que están escritas en este
libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta
profecía, Dios quitará su parte del libro de la
vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están
escritas en este libro. El que da testimonio de estas cosas,
dice: Ciertamente, vengo en breve. Amén, sea así.
Ven: Señor Jesús" (Apocalipsis
22.18-20).
Autor:
Francisco Morillo