1.
Determinación del tema
2. Determinación de las
estructuras
3. Determinación de la
forma
4. Caracterización de los
personajes
5. Biografía del
autor
6. Conclusiones
"La peste" es una novela
contemporánea de carácter
humanista, en la que el autor narra la historia de la ciudad de
Orán cuando se ve afectada repentinamente por una peste, y
como durante esta etapa valores como
la moral, la
honestidad y la
solidaridad
invaden los corazones de algunos de los personajes.
2. Determinación de
las estructuras
En esta obra se observan nueve estructuras.
En la ciudad de Orán aparece durante la
década de 1940, una extraña plaga de ratas. Un 16
de abril, el doctor Rieux se tropieza con uno de esos animales en la
escalera del edificio donde vivía. Al día
siguiente, varios pacientes y amigos ya hablaban sobre las ratas,
pues iban invadiendo el lugar. Más tarde, luego de que
Rieux deja a su mujer en una
estación de tren, un periodista llamado Rambert, lo visita
pues quiere hacer cierto reportaje, que ni le interesa ni le
conviene al doctor, por lo que le rechaza amablemente. Mientras
tanto, la ciudad empieza a inquietarse y a conmocionarse. El
portero del edifico de Rieux, quien es la primera víctima,
muere a los pocos días. Por otro lado, el doctor se
reúne con un médico que tiene amplia experiencia,
llamado Castel, que al leer las cifras y los síntomas de
las personas fallecidas hasta ese momento, concluye finalmente
que la peste se ha tomado Orán.
Grand, un empleado del Ayuntamiento encargado de hacer
las sumas de las defunciones va a ver a Rieux, quien obtiene que
la prefectura convoque a una comisión sanitaria. Se toman
pocas medidas profilácticas, como el contratar un auto de
desratización. Por la tarde, el doctor va a saludar a
Cottard, un hombre que
anteriormente había querido suicidarse, mas que
había sido salvado por Grand. En esos días, a falta
de espacio en el hospital, se empiezan a utilizar escuelas para
atender a las múltiples enfermos, que ya había en
ese entonces.
Se cierran las puertas de la ciudad, por lo que muchas
familias quedan separadas. Mientras los ciudadanos se adaptan al
inopinado exilio, la peste pone guardias en las fronteras de
Orán y hace cambiar de ruta a los barcos que se
dirigían hacia allá. El comercio decae
y los habitantes permanecen inactivos, atiborrando los
cafés y el cine. Rambert
se desespera, ya que quiere marcharse del lugar, alegando que es
parisino y que el asunto no le concierne, pero no lo consigue. El
final del primer mes de la peste es ensombrecido por un
incremento de víctimas y por el sermón de un cura
llamado Paneloux, quien dice que la epidemia atacará
sólo a aquellos que no son dignos del reino de
Dios.
El verano llega a Orán. Al mediodía los
restaurantes se llenan rápidamente. Tarrou se ofrece para
organizar y dirigir brigadas sanitarias. Rambert decide buscar
medios
ilegales para abandonar la ciudad y Cottard quiere ayudarle al
respecto. Tarrou propone a Paneloux que se una al grupo de
voluntarios y éste acepta. Asimismo, Rambert decide
también colaborar hasta que encuentre como
marcharse.
Por razones evidentes, la peste se encarniza más
con los que vivían en grupos, como los
soldados o los presos. La prefectura instala el toque de queda.
Por su parte, los entierros se transforman en una rápida
ceremonia. A principios de
septiembre, se decide transportar a los muertos al horno
crematorio, que está al este de la ciudad.
Los hombres de los equipos sanitarios permanecen
absortos en su trabajo. Castel anuncia que ha preparado un nuevo
suero contra la peste. Tarrou y Cottard dan largos paseos juntos
y hasta van al teatro. Por su
parte, Rambert se instala en la casa de unos guardias, que le
ayudarían a cruzar las puertas de la localidad, para
así regresar a París; sin embargo después
decide quedarse y seguir prestando su ayuda. En el hospital, se
decide probar el nuevo suero en un niño que había
sido contagiado, pero al no funcionar éste, el
pequeño muere. Rieux y Paneloux quedan muy abatidos por
este hecho.
El padre Paneloux da un sermón que causa impacto
entre los fieles. Al cabo de un tiempo, debe
mudarse de casa y se aloja donde una vieja señora.
Inesperadamente, se enferma y fallece al siguiente día,
pero su caso es considerado dudoso, pues no presentaba todos los
síntomas de la peste. En Orán hay
especulación y los precios
tienden a subir, mientras que se nota un descenso en la epidemia.
Una tarde, Rieux y Tarrou van cerca de la escollera, a tomar un
baño de mar. Poco después llega la Navidad y
parece que Grand cae enfermo por la peste, sin embargo se
recupera milagrosamente.
Hasta el 25 de enero, la población vivió en una
agitación secreta, pues los casos de muerte eran
cada vez menos. Finalmente la peste cede: la última
víctima es Tarrou. Una mañana de febrero, se abren
las puertas de la ciudad. La gente organiza festejos y Rambert se
puede reunir con su mujer.
Bernard Rieux, quien se entera de que su mujer
falleció en la ciudad donde estaba residiendo, confiesa
por último que él fue el autor de toda esta
crónica. Un día, Cottard enloquece y empieza a
disparar desde su habitación, no obstante unos agentes lo
detienen y lo golpean. Por la noche se oyen los gritos de la
alegría de los habitantes que han recobrado la
tranquilidad, pues la epidemia habían cesado.
Esta obra está escrita en un lenguaje
sobrio y espontáneo. El estilo es vigoroso y conciso,
destacando la problemática del humanismo. Se
destacan algunas figuras literarias tales como:
Reiteración: Se trataba de una
humillación, pero de una humillación en la que el
humillado consentía. Es cierto que el sufrimiento de un
niño es humillante(…) (página 222)
Antítesis: La
ciudad estaba llena de dormidos despiertos. (página
194)
Personificación: Sus ojos sonrieron detrás
de las gafas redondas. (página 76)
Sinestesia: El sol incesante,
esas horas con sabor a sueño y a vacaciones, no invitaban
como antes a las fiestas de agua y de
carne. (página 144)
Metáfora: Sentía ganas de gritar para
desatar el nudo violento que le estrujaba el corazón.
(página 217)
4. Caracterización de
los personajes
Bernard Rieux: médico honesto que, en cuanto
llega la peste a la ciudad, encuentra en su trabajo una forma de
realizarse a sí mismo y de solidarizarse con los
demás.
Tarrou: hombre
sincero, cuya aspiración personal es
encontrar la paz, sin la necesidad de creer en Dios.
Además le repugnan las ejecuciones desde que era
niño y su padre era un juez.
Paneloux: cura estudioso, quien permanece suspendido
entre la comodidad de un optimismo cristiano demasiado
fácil, y las duras exigencias intolerantes de un cristianismo
íntegro.
Rambert: joven periodista parisino, que busca siempre su
felicidad. Al principio, ésta representaba a la mujer que
amaba, pero luego, cuando debe permanecer en Orán, se
entrega por completo a colaborar en las brigadas
sanitarias.
Cottard: hombre ignorante que aprueba la peste, ya que
de esa forma se ve librado de la justicia que
antes le perseguía. Se cierra al sufrimiento de los otros
y explota su existencia miserable.
Grand: hombre bondadoso, cuyo corazón
estalla de abandono. Él se entrega por completo a su
modesto trabajo en el Ayuntamiento y en el tiempo libre se
dedica a escribir un libro.
Albert Camus (1913-1960), novelista, ensayista y
dramaturgo francés. Su obra refleja la philosophie de
l'absurde, la sensación de alienación y desencanto
junto a la afirmación de las cualidades positivas de la
dignidad y la fraternidad humana.
Camus nació en Argelia y estudió en la
universidad de
Argel. Sus estudios se interrumpieron pronto debido a una
tuberculosis.
Formó una compañía de teatro de
aficionados; también trabajó como periodista. En
1939, publicó Bodas. En 1940, se trasladó a
París y formó parte de la redacción del periódico
Paris-Soir. Durante la II Guerra Mundial
fue miembro activo de la Resistencia
francesa y de 1945 a 1947, director de Combat, una
publicación clandestina.
Camus logra su primer éxito
con El extranjero (1942) y en el mismo año El mito de
Sísifo. Más tarde aparece Calígula (1945).
En su novela La Peste
(1947) Camus reconoce el valor de
ciertos seres humanos ante los desastres. Sus obras posteriores
destacadas son La caída (1956), El hombre
rebelde (1951), Estado de
sitio (1948); y El exilio y el reino (1957). Colecciones de sus
trabajos periodísticos aparecieron con el título de
Actuelles (3 vols. , 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). En
1994, se publicó la novela
incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer
hombre. Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951,
también se publicaron póstumamente en dos
volúmenes (1962 y 1964). Camus, que obtuvo en 1957 el
Premio Nobel de Literatura, murió en
un accidente de coche en Villeblerin (Francia) el 4
de enero de 1960.
Probablemente el mensaje más importante que trae
Camus en "La Peste", es que en medio de las plagas se aprende
algo: que hay en los hombres cosas más dignas de
admiración que de desprecio. A pesar de estar toda la
ciudad lanzada al dolor de vivir cara a la muerte,
queda la posibilidad de una profunda solidaridad; esto
es la prueba suprema para el ser humano, que si en oportunidades
semejantes a las de Rieux y Tarrou, se comporta como ellos, es
posible afirmar que la superará. Además, el ser
solidario no es una tarea tan simple como parece, ya que es un
compromiso incondicional con uno mismo y con los demás,
donde se da todo y no se espera recibir nada a cambio.
Por otro lado, el autor reconoce la individualidad
esencial de cada persona, ya que
no es justificable que se viva en la abstracción. La vida
es lo concreto:
está compuesta de pequeñas batallas y de
éxitos pasajeros, no es eterna. Es por eso que la gente
tiene que aprender a mirarse a sí misma y a respetar en la
creación aquello que en los humanos es exclusivo e
intransferible como experiencia y como respuesta.
La peste no sólo simboliza la guerra, sino
también al mal que se expande cada día más
en los corazones y que no permite al hombre dejar de un lado al
egoísmo, al beneficio propio y a la hipocresía que
tanto le hacen daño a él y a sus semejantes. No
existe alguien que haya salido victorioso cuando ha actuado de
esa manera. Por tal motivo, es una buena ocasión para que
los jóvenes reflexionen sobre lo que verdaderamente
representa una "buena vida", ya que ésta no se la
construye en el individualismo total o en el materialismo,
porque las cosas no satisfacen completamente al ser humano; pues
éste necesita también de la colaboración de
PERSONAS a las que pueda brindar su amistad, su
cariño, y su respeto,
esperando reciprocidad.
El protagonista de la novela, el
doctor Rieux, tiene visión de la realidad, que me parece
importante recalcar. Primeramente él cree que cualquier
trabajo bien desempeñado, es una forma de realizarse
así mismo y de solidarizarse con los demás.
Asimismo, piensa que "tener conocimiento
es poder iluminar
el presente con las enseñanzas del pasado". Esta
última frase debería concienciar un poco a aquellos
que prefieren vivir de la superficialidad y no se dedican ni a
estudiar ni a leer ni a investigar, es decir no están
interesados en adquirir conocimiento.
Finalmente, me referiré a lo que Camus denomina
"la nueva moral":
la moral de la
honradez, que empuja al hombre a vivir de sus únicos
bienes. Si hay
algo que puede vencer sus limitaciones impuestas, es la conciencia de su
sufrimiento y su destino común. Honradez es amor,
comprensión, lealtad y fraternidad. Igualmente, representa
esa integridad que cada ser tiende a buscar, para así
tratar de encontrar la paz que anhelaba Tarrou; la felicidad de
Rambert; la amabilidad de Grand y en conclusión, lo que
esperaba Camus de la humanidad entera.
Vocabulario
Armisticio: suspensión de hostilidades.
Enhiesto: levantado, recto, vertical.
Hisopo: Mata muy olorosa, que se ha empleado en medicina,
perfumería y en la elaboración de ciertos
licores.
Histrión: el que representa disfrazado en la comedia o
tragedia antigua.
Imprimátur: licencia que da la autoridad
eclesiástica para imprimir un escrito.
Linfa: líquido coagulable, casi incoloro, que corre por
los llamados vasos linfáticos y sirve de intermediario en
los cambios nutritivos entre las sangre y los
tejidos.
Palangana: vasija ancha y poco profunda que sirve especialmente
para lavarse la cara y las manos.
Profilácticas: que sirven para preservar la
enfermedad.
Rebujón: envuelto sobre sí mismo.
Venablo: dardo o lanza corta y arrojadiza.
Autor:
Francisco Rubio