1.
Biobibliografía fundamental
2. El Capital.
3. Mercancía y
dinero.
4. Comentarios.
1. Biobibliografía
fundamental
Karl Heinrich Marx nació
en Tréveris, Renania el 5 de mayo de 1818. Hijo de
judíos conversos a la Iglesia
Evangélica Establecida, fue bautizado.
Contemporáneo de Napoleón III, Richard Wagner, Alejandro II
de Rusia, Fiodor Dostoievski, Pierre-Auguste Renoir y Federico
Nietzsche.
En 1835 ingresa a la Universidad de
Bonn y posteriormente a la de Berlín donde se adhiere a
las tesis de los
jóvenes hegeliano y a Bruno Bauer.
Tesis doctoral: Las diferencias entre los sistemas
filosóficos de Demócrito y Epicuro (1841), Colabora
en la revista
Rhenische Zeitung que pasa a dirigir en 1842. Al año
siguiente se casa con Jenny von Westphalen. Se traslada a
París de donde es expulsado y se establece en Bruselas
donde traba una amistad que dura
toda la vida con Federico Engels. Escribe sus Manuscritos
económico filosóficos (1844) donde expone un
humanismo de
nuevo tipo, centrado en la autoapropiación del hombre por
el
hombre.
Escribe con Engels La Sagrada Familia (1845) y
La Ideología Alemana (1845-1846) contra
Feuerbach y los hegelianos de izquierda por idealistas. Escribe
otros trabajos criticando a Bauer y Pierre-Joseph Proudhon.
También redacta con Engels El Manifiesto Comunista (1848)
donde lanza el conocido lema internacionalista:
"¡Proletarios de todos los países, uníos!".
Participa ese mismo año en la revolución
alemana y , ante su derrota, se traslada de manera definitiva a
Londres.
Redacta La Lucha de clases en Francia de
1848 a 1850, El 18 Brumario de Luis Bonaparte (1852) y
posteriormente y La Guerra civil
en Francia donde
pone en práctica su método de
análisis político: el materialismo
histórico. Escribe también diversos folletos como
Trabajo Asalariado y Capital
(1849).
Se dedica a profundos estudios de Economía Política y escribe
Contribuciones a la Crítica de la Economía
Política (1859), Fundamentos de la Crítica a la
Economía
Política,
Salario, Precio y
Ganancia (1865) y El Capital ( Tomo
I, 1867; los tomos II y III se publicaron terminados por Engels
después de la muerte de
su autor) e Historia Crítica de
la Teoría
de la plusvalía (Tomos I y II).
A lo largo de su vida escribió numerosos
artículos periodísticos y para revistas sobre
diversos temas políticos y económicos, análisis y comentarios a acontecimientos
políticos de Irlanda, Estados Unidos,
México,
India,
España
y otros países.
Participa en 1864 en la fundación de la
Asociación Internacional de los Trabajadores que se
rompió por las divergencias entre marxistas y anarquistas
de Mijaíl Bakunin y en 1875 en la fundación del
Partido Socialdemócrata Alemán parra cuyos debates
escribe, entre otros textos, Acotaciones al libro de
Bakunin El Estado y la
Anarquía (1873) y Glosas marginales al Programa del
Partido Obrero Alemán (Crítica al Programa de
Gotha) (1875)
Su obra es filosófica, política y
económica. Si vida fue consecuente con sus juveniles
Tesis sobre
Feuerbach (1845), : "El problema de si al pensamiento se
le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema
teórico, sino un problema práctico…<2>
Hasta el momento los filósofos no han hecho otra cosa que
interpretar el mundo cuando de lo que se trata es de transformar
<11>" en que sintetiza inicialmente, o más bien,
propone sus tesis de ruptura con el idealista Hegel y el
materialista Feuerbach en las cuales define la orientación
de su pensamiento
como uno para la revolución
socialista-comunista.
En un uen folleto de divulgación sobre la obra de
Marx, Fuentes y
partes integrantes del marxismo,
Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) rastrea la genealogía del
pensamiento de Marx: La filosofía alemana
(fundamentalmente Hegel y
Feuerbach), la teoría
de la lucha de clases y el socialismo
utópico franceses y la economía política
inglesa).
En un intento por sistematizarlo se ha acostumbrado
dividir su pensamiento en Materialismo
dialéctico y materialismo
histórico, algunos separan del segundo su
Crítica al sistema
capitalista. Pero siendo el de Marx un pensamiento esencialmente
crítico, no acabado y muy complejo, eso ha conducido, por
un lado, a esquematizarlo y dogmatizarlo y, por otro, a que sus
numerosos seguidores no se pongan de acuerdo en una
interprtación única. Así nos encontramos con
el leninismo, el kaustkismo, el maoísmo, el stalinismo, el
luxemburguismo, el trabajo de
Antonio Gramsci y de historiadores ingleses, y un
sinnúmero de autores de diversa relevancia, como el
húngaro György Lúkacs, el aleman Theodor W.
Adorno y toda Escuela de
Frankfurt, Karl Korsch, el francés Louis Althusser, el
checo Karel Kosíck, el marxismo
latinoamericano (Carlos Mariátegui, los teóricos de
la dependencia: Ruy Mauro Marini, Teotonio dos Santos y Vania
Banbirra, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara,
etcétera, etcétera, etcétera), y otras
muchas vertientes.
Como un esfuerzo por anotar algunas otras (arriba
mencionamos varias relevantes) de sus tesis las mencionaremos
sólo de manera enunciativa, sin jerarquizar y concientes
de que su pensamiento es integral e interconectado: no es la
conciencia de los
seres humanos lo que determina su ser sino el ser social el que
determina la conciencia; a
Hegel y las leyes de la
dialéctica (unidad y lucha de contrarios, negación
de la negación, del cambio
cuantitativo al cambio
cualitativo) había que ponerlos de pie, partiendo de lo
real-material; la religión es el opio
del pueblo; el pensamiento se eleva de lo abstracto a lo concreto que
es síntesis
de múltiples determinaciones, se trata de una construcción dialéctica entre el
sujeto y el objeto; la determinación, en última
instancia, del desarrollo social
es la estructura
económica; el estado es un
instrumento de dominación de la clase dominante sobre las
clases subalternas; el núcleo del capitalismo es
la extracción de plusvalía generada por el
proletariado mediante la utilización de la fuerza de
trabajo.
2. El
Capital.
Pasaremos ahora a reportar el estudio y la
reflexión suscitada por el estudio de los primeros
capítulos del primer tomo de su obra cumbre El Capital.
Crítica de la Economía Política.
Prólogo a la 1ª edición.
Expone los antecedentes y define a la obra como
continuación de Contribución a la Crítica de
la economía política de 1859 y explicita su
objetivo:
"investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y circulación que a
él corresponden… nos interesa más bien estas
leyes de por
sí, estas tendencias". La finalidad última es
"descubrir la ley
económica que preside el movimiento de
la sociedad
moderna… (bajo la concepción de que) el desarrollo de
la formación económica de la sociedad es un
proceso
histórico-natural".
Postfacio a la 2ª
edición.
Aquí cita a M. Block, quien en
página y media sintetiza magistralmente el método
dialéctico aplicado a la Economía Política.
Conviene leerlo y releerlo varias veces.
3. Mercancía y
dinero.
La Mercancía.
Los
dos factores de la mercancía: valor de uso y
valor.
(Sustancia y magnitud del valor)
La riqueza de las nacionesse expresa en mercancías
atendiendo a su calidad y
cantidad.
La utilidad de un
objeto lo convierte en valor de uso.
Valor de cambio: a primera vista es una relación
cuantitativa; proporción en que se cambio un valor de uso
de una clase por otro.
Si prescindimos del valor de uso, sólo conservaremos una
cualidad: ser producto del
trabajo.
Valor de cambio: materialización de trabajo
humano abstracto.
Magnitud de valor: cantidad de trabajo socialmente necesario …
para su producción. Por lo tanto cambia al cambiar la
productividad,
la materia prima,
los instrumentos de producción y la capacidad del
trabajador.
Doble carácter
del trabajo representado por la mercancía.
Productor en el mismo acto de valor de uso y de valor de
cambio.
La forma del valor o valor de cambio.
Valor de mercancía: relación de valor entre dos
mercancías, donde la primera funciona como forma relativa
del valor y la segunda como forma equivalente.
Forma simple, concreta o fortuita de valor.
Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa
del valor y forma equivalencial.
La forma relativa del valor.
Contenido de la forma relativa del valor.
Valor de una mercancía se expresa en el valor de
uso de otra; por ser conmensurables y comparables son reducidas a
la misma unidad.
Determinabilidad cuantitativa de la forma relativa del
valor.
La forma equivalencial.
La posibilidad de cambiarse directamente por otra
mercancía.
No encierra ninguna determinación cuantitativa de valor…
el valor de uso se convierte en forma o expresión de su
antítesis, o sea del valor.
Trabajo concreto se
convierte en expresión de trabajo humano abstracto.
El trabajo
privado pasa a ser trabajo
social.
La forma simple del valor, vista de conjunto.
"Sólo en una época histórica dada de
progreso, aquella que ve en el trabajo invertido para producir un
objeto de uso una propiedad
"materializada" de este objeto o sea su valor, se convierte el
producto del
trabajo en una mercancía".
4.
Comentarios.
Hace aproximadamente 25 años
estudié por primera vez el primer tomo de El Capital.
Desde entonces no lo había vuelto a leer ordenadamente.
Volví a él intermitentemente para consultar
diversos aspectos. Cuando dejé de estudiar
sistemáticamente economía y de realizar
análisis e historia económica,
me alejé físicamente de él. Sin embargo ha
sido en estos años la base teórica fundamental de
mi accionar político.
Ahora, a los cincuenta años, cuando vuelvo a
él, después de la caída del Muro de
Berlín, la desaparición del COMECON y el derrumbe
del campo socialista; después de una autocrítica y
una difícil revisión de los postulados de Marx en
la que he tratado de rescatar lo que sigue siendo válido,
me es grato constatar que más allá de los errores
teóricos y la práctica antidemocrática de
algunos de sus seguidores, de las tendencias de origen modernista
con su optimismo histórico y a concebir el cambio
histórico hacia el socialismo y el
comunismo como
inmediato, necesario e irreversible el pensamiento de nuestro
autor alemán sigue teniendo un enorme grado de validez.
Sobre todo en lo que respecta al método de análisis
sociopolítico y en materia del
funcionamiento, generación y cambio del sistema
económico.
A esto último se dedica El Capital, la obra
cumbre que desentraña el modo de producción
capitalista. Comprenderlo sigue siendo necesario para entender el
mundo que vivimos actualmente. Con la perspectiva que da la
madurez redescubro lo sólido, sistemático, acucioso
y detallista que es el análisis crítico que realiza
Carlos Marx en
la obra cuyo estudio iniciamos en este primer curso sobre
Materialismo histórico. Se trata de una obra en
crítica no sólo del modo de producción
capitalista, sino también en crítica
científica a los diversos estudios que sobre el mismo se
habían realizado en el mundo hasta el segundo tercio del
siglo XIX y, más aún, realizado con una profunda
indignación por los estragos que dicho modo ocasiona y
produce en las sociedades.
Pero no se deja llevar en El Capital por las emociones de tal
manera que le obnubilen el cerebro, ni
siquiera en su impactante capítulo XXIV del primer tomo.
Con honestidad
reconoce el origen de sus planteamientos en autores que lo
antecedieron, pero recoge el pensamiento acertado
económico anterior para reconsiderado con la luz de la
dialéctica y bajo nuevas precisiones y consideraciones
reorganizarlo en un nuevo paradigma.
Es notorio cómo al ir confeccionando las
páginas de El Capital tiene como texto espejo
el de La Riqueza de las naciones de Adam Smith, la
obra clásica reivindicadora del capitalismo.
Su práctica teórica es como toda su vida desde
joven, de lucha por desenmascarar la falsa conciencia, las ideas
erróneas y la ideología que tratan de justificar un
orden dado. Y es el alimento de su crítica práctica
del mismo sistema.
Bajo el manejo de una terminología hegeliana, a
veces tediosa y difícil, empieza, en las páginas
cuya lectura
reporto, por el análisis del núcleo en que se
encuentra fundado el capitalismo: la mercancía con su
doble carácter: de valor de uso y de valor de cambio,
qué es lo que se lo da: el trabajo humano concreto y el
trabajo humano abstracto, cómo están relacionados y
cómo se pueden asumir de manera relativo o equivalencial
para medirlos cuantitativamente aunque guarden un contenido
cualitativo.
Cita críticamente las fuentes
primeras de estos planteamientos, acude a los datos más
alejados de toda sospecha, no prescinde de ningún aspecto
a considerar. Hasta parece que es demasiado lento en su
acercamiento que, en momentos, se vuelve redundante. Todo ello en
aras de la precisión, la objetividad y no dejar
ningún resquicio por el que se logre colar alguna duda o
un error, ni siquiera un matiz que induzca a ello.
Le permitirá así develar la esencia de la
explotación capitalista, la extracción de
plusvalía del fruto del la mercancía fuerza de
trabajo y la contradicción específica entre las
relaciones de producción capitalista y el desarrollo de
las fuerzas productivas.
Más adelante veremos cómo este
método expositivo y analítico le da una solidez al
texto que lo
hace válido en mucho más que en lo fundamental
más de cien años después, que sienta las
bases para la comprensión y crítica del desarrollo
del modo de producción capitalista y los cambios que ha
sufrido en esos años para convertirse a principios del
siglo XX en imperialismo,
y, hoy, en nuestros días, en neoliberalismo. Por supuesto que los estudios de
Marx terminan con su muerte y el
capitalismo ha seguido evolucionando. Calificarlo cómo el
único texto para entender el capitalismo sería un
error grave, pero prescindir de él sería un error
catastrófico brutal.
Se trata, así pues, de un texto de
economía, pero también de un texto que da sustento
a una teoría y concepción de la historia y el
cambio social, y, principalmente, a un accionar político
para la transformación de la sociedad en una sociedad
más acorde con la naturaleza
humana.
Autor:
Gabriel Mario Santos Villarreal