Cuando duele el corazón. ¿cuál es
la situación y las necesidades del paciente con
cardiopatía en el mundo de hoy?
Programas de rehabilitación cardiaca y
prevención secundaria
Medicamento: ejercicio físico
Componentes, enfoque
multidisciplinario
Limitaciones de los programas de rehabilitación
cardiaca
Aspectos de la rehabilitación cardíaca
hospitalaria
Fases del programa
Componentes de las áreas de
rehabilitación cardíaca
Programas de rehabilitación cardíaca
domiciliaria
Consejos para hacer ejercicios con una insuficiencia
cardiaca
Indicaciones para realizar ejercicios con una
insuficiencia cardiaca
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de
los programas de
rehabilitación cardíaca (PRC) en pacientes
coronarios es secundario a un cambio de
mentalidad de los cardiólogos como consecuencia del mejor
conocimiento
de los efectos del ejercicio físico en sujetos sanos,
atletas y cardiópatas, así como del bajo riesgo de estas
pautas terapéuticas.
Aunque el ejercicio físico ya era aconsejado por
Asclepíades de Prusa (124-40 a.C.) en la antigua Greciay
posteriormente por W. Heberden, la descripción clínica del infarto agudo
de miocardio (IAM) hecha por Herrick en el año 1919 y los
estudios anatomopatológicos de Mallory et al, que
demostraron que son necesarias seis semanas para que el tejido
necrosado se transforme en cicatriz firme, parecían
concluir que el reposo prolongado era necesario en la
convalecencia del IAM.
Durante la primera mitad del presente siglo los enfermos con
necrosis aguda miocárdica permanecían en cada
durante seis u ocho semanas, en sillón durante seis
semanas, y no podían subir pequeños tramos de
escalera en, al menos, un año. La vuelta a una actividad
sociolaboral normal era excepcional, siendo una constante el que
existiera invalidez psicofísica en mayor o menor
grado.
A partir de los años cuarenta proliferan los estudios de
investigación clínica en los que se
demuestra una distinta incidencia de enfermedad coronaria entre
los sujetos activos y los
sedentarios, así como los efectos nocivos del reposo
prolongado. Por otro lado, los estudios experimentales realizados
por autores escandinavos y americanos permiten un perfecto
conocimiento de los efectos del ejercicio físico en
individuos sanos y en cardiópatas. Por todo ello, la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en los
años sesenta y en diferentes boletines aconsejaba la
creación de estos Programas de Rehabilitación
Cardíaca, definiéndolos como "el conjunto de
actividades necesarias para asegurar a los cardiópatas
unas condiciones físicas y sociales óptimas que les
permitan ocupar por sus propios medios un
lugar tan normal como les sea posible en la Sociedad".
Estos programas están muy desarrollados en el mundo
occidental y en la mayor parte de las naciones de Europa del Este.
No ocurre lo mismo en España ya
que, según datos del
Grupo de
Trabajo de
Rehabilitación Cardíaca de la Sección de
Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la
Sociedad Española de Cardiología, existen muy pocos
centros con este tipo de terapéutica a nivel
público y privado, y se rehabilitan menos del 2% de los
pacientes posibles.
Las indicaciones de la Rehabilitación
Cardíaca son muy amplias y deberían ser
también aplicadas a sujetos sanos con factores de riesgo u
otras patologías.
Las contraindicaciones para efectuar los PRC se han visto
reducidas con el paso del tiempo gracias
al mejor conocimiento de los resultados y peligros inherentes a
la práctica del ejercicio. Las que podrían
considerarse absolutas se reducen a los aneurismas disecantes de
aorta y a las obstrucciones severas del tracto de salida del
ventrículo izquierdo. Otras patologías (neumonía, intercurrentes, arritmias graves,
persistencia de dolor anginoso, insuficiencia
cardíaca, etc.), en la mayoría de los casos,
sólo pueden ser consideradas contraindicaciones relativas
o temporales, ya que desaparecerán cuando se controle el
proceso,
aunque en muchos casos obligarán a controles más
cuidadosos.
En los pacientes coronarios, el objetivo
prioritario de mejorar la calidad de
vida se complementa con medidas que buscan la
prevención secundaria de la enfermedad, en un intento de
disminuir la morbimortalidad de la misma. Es por ello que los
programas de rehabilitación coronaria (PRC) incluyen
pautas de actuación a nivel físico,
psicológico y de control de
factores de riesgo.
Con el advenimiento de nuevos métodos
más sensibles y precisos de evaluación
del paciente, el diagnóstico cardiológico se ha
vuelto mucho más certero. Los servicios de
rehabilitación cardiaca ofrecen programas a largo plazo de
evaluación médica, prescripción de
ejercicio, modificación de factores de riesgo, educación y
asesoría de los pacientes
La principal causa de muerte a nivel
mundial son las enfermedades
cardiovasculares (CV). En las últimas décadas
los avances científicos y técnicos dentro de la
práctica de la cardiología han sido enormes. Con el
advenimiento de nuevos métodos de evaluación del
paciente, más sensibles y precisos, como son los estudios
de eco cardiografía, cateterismo cardiaco, estudios de
perfusión coronaria y de imagen y los
análisis bioquímicos, el
diagnóstico cardiológico se ha vuelto mucho
más certero [1].
Aunado a ello, se han desarrollado nuevas medidas
terapéuticas como la reperfusión miocárdica
mediante trombolisis, angioplastia y la cirugía con
colocación de hemoductos venosos o arteriales al
árbol coronario. Otros avances importantes han sido
realizados en el terreno de la actividad eléctrica del
corazón
con el diagnóstico más preciso de las arritmias por
medio de los estudios electrofisiológicos y el tratamiento
de las mismas, ya sea con intervencionismo (ablación
endocárdica) o mediante el uso de modernos medicamentos
antiarrítmicos [1], e incluso algo que otrora
parecería salido de una novela de
ciencia
ficción pero es casi una realidad: la terapia
génica. Esto ha disminuido la mortalidad por infarto del
miocardio en forma considerable. Por ejemplo, en Francia
reportan un descenso del 28% en la mortalidad de este grupo de
pacientes entre los años 1985 y 1991[2].
El sólo hecho de que haya salvado la vida, le
genera esperanza. Vemos cada vez más pacientes que han
sorteado con éxito
ese trance, pero se enfrentarán en los siguientes meses a
una situación que nunca se esperaron [1].
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