- Resumen
- La calidad y el cambio
organizacional - Calidad, cambio
y competitividad - Resultados
positivos derivados de la aplicación de un Sistema de
Calidad - Resistencia al
cambio - Obstáculos
para la implantación - Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
EL SISTEMA DE LA
CALIDAD, UNA
REALIDAD PARA MEJORAR LA GESTIÓN E INCREMENTAR LA COMPETITIVIDAD
DE LAS EMPRESAS
AGROPECUARIAS
RESUMEN
Se brinda una información resumida y actualizada con la
finalidad de que los trabajadores vinculados al sector
agropecuario y, de manera especial, sus principales directivos,
conozcan algunos de los principales resultados que se han
reportado en el mundo por empresas que han implantado Sistemas de
Gestión
de la Calidad, las dificultades que pueden presentarse durante su
diseño
e implantación, así como las ventajas que se
derivan de los mismos, con la finalidad de incentivar el interés y
contribuir a la
motivación para la implementación de tal
proceso en las
empresas agropecuarias, a la vez que divulgar la experiencia
internacional, y la propia de los autores, en el desarrollo e
implantación de sistemas de gestión de la calidad
como una vía importante para lograr mejores resultados en
la gestión de las empresas y, al mismo, tiempo como
una herramienta que contribuirá positivamente al
mejoramiento de su imagen,
competitividad, confianza y seguridad de sus
clientes.
Se aborda, de manera breve, algunos aspectos asociados a
la Gestión de Cambio en las
Organizaciones
elemento indisolublemente ligado a los procesos
estratégicos de calidad, con la finalidad de que estos
conocimientos puedan contribuir a una Gestión más
efectiva y eficaz en el marco de la implantación del
Sistema de la Calidad, así como algunas experiencias de
los autores al conducir procesos similares.
Palabras Clave: sistema de calidad, cambio,
gestión, competitividad
INTRODUCCIÓN
Globalización, unipolaridad, aldea global, no son
mitos que
matizan el final de un milenio, son realidades que enfrentan
fundamentalmente los países en vías de desarrollo
al final de una década marcada por un nuevo orden
económico que condiciona nuevas formas de hacer, de crear,
de investigar y una ampliación en cuanto a los
expectativas de los que habitamos este planeta, marcado
además por un notable deterioro del medio
ambiente.
El papel de la calidad hoy adquiere una condición
relevante si tenemos en cuenta la
globalización de la economía y el
comercio
internacional, en el cual el consumidor ha
pasado a ser el principal sujeto de todo cuanto
hacemos.
Sin dudas, la tendencia cada vez más creciente a
la globalización de la economía y el
comercio
internacionales, junto a los logros científico
técnicos alcanzados, han elevado considerablemente el
papel de la calidad como factor determinante en los procesos de
producción y en los servicios.
El comercio ha puesto de manifiesto junto a otros
factores, la necesidad de contar con sólidos Sistemas de
Gestión de la Calidad, con calificados laboratorios de
ensayos y de
calibración de instrumentos de
medición, con normas técnicas
de probado rigor, así como con efectivos sistemas de
certificación y acreditación.
El comercio ha puesto de manifiesto junto a otros
factores, la necesidad de contar con sólidos Sistemas de
Gestión de la Calidad, con calificados laboratorios de
ensayos y de calibración de instrumentos de medición, con normas técnicas de
probado rigor, así como con efectivos sistemas de
certificación y acreditación.
La calidad y el
cambio organizacional
Es necesario concebir y diseñar un sistema de
calidad, que garantice que los aspectos vinculados a la
calidad se inicien con educación y terminen
con educación, a través de un proceso
planificado y ascendente del conocimiento,
de modo que se cree una cultura al respecto y,
consecuentemente, se desarrollen habilidades y
hábitos de trabajo que
favorezcan trabajar con calidad. Por esto, es necesario evitar
los supuestos intentos por mejorar la calidad a través de
una campaña, lo cual limitaría la posibilidad
de verla como un proceso continuo, sistemático, de
creación y desarrollo de hábitos, sostenido y
mantenido durante todo el tiempo, y no a través de picos y
slogans momentáneos. La calidad tendrá que ser un
producto
participativo de consecución permanente, ascendente,
sistémica y sistemática.
En Calidad, en el momento actual, el cambio es hacia la
Gestión de la Calidad, como la etapa superior del
aseguramiento de la calidad y, al mismo tiempo, la ventana que
nos conducirá a la Calidad Total, a
través de un proceso de mejoramiento continuo, que
satisfaga las necesidades y expectativas de los clientes, como
elemento principal de nuestra atención y hacia quienes debemos dirigir
todos los esfuerzos de nuestra Empresa.
La educación lleva a la conciencia la
necesidad para el cambio y proporciona el medio a partir del cual
éste puede llevarse a cabo, pero ésta tiene que ser
entendida y aplicada como un proceso sistemático y
sistémico divorciado de todo formalismo.
Ya nada es sencillo, nada es estable en el mundo
empresarial. El ambiente de
los negocios
cambia a ojos vistas, rápidamente, radicalmente, y en
forma que nos deja perplejos.
Ahora, cualquier cosa que hagamos no basta. A lo que
debemos acostumbrarnos es al cambio incremental, al que no
podemos gestionar gradualmente, con planificación cuidadosa y lenta; si
cuidadosa, pero no lenta y, en esta situación, tenemos que
ser capaces de crear y garantizar un amplio consenso y
ejecución controlada. Así, nos vemos obligados no
sólo a administrar el cambio sino que tenemos que crearlo,
en ocasiones grandes cambios y rápidamente. En estos
momentos si nos detenemos mucho tiempo a considerar los asuntos
con mucha calma, la situación se modificará ante
nuestros propios ojos, y nuestros juicios cuidadosos ya no
tendrán aplicación.
Es importante entender que las viejas maneras de
administrar ya no funcionan. Los diagramas
organizacionales, los sistemas de comunicación, las jerarquías, la
dirección vertical, todo el aparato de
técnicas de administración de mando y control, ya no
nos sirven en las actuales condiciones.
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