El arte sacro de la
época medieval sirve como objeto de culto, está
totalmente incorporado a la institución social de la
religión.
Es producido de la forma artesano-colectiva, y el modo de
recepción también está institucionalizado
colectivamente; se exponía en las iglesias y era
anónimo. En la época Renacentista, el arte
cortesano fue objeto de representación, sirve como
autorretrato de la sociedad
cortesana y es parte de la praxis vital
de ésta. Como el arte sacro lo es de la praxis vital de
los creyentes. Con todo, la separación de lo sagrado es un
primer paso hacia la emancipación del arte. El arte
cortesano es de producción individual (se empezó a
firmar los cuadros), el artesano se convierte en artista con
prestigio social; pero la recepción sigue siendo
colectiva.
El arte burgues de la época moderna tiene la
función
de representar sólo en la medida de que la
burguesía acepte el concepto de
valor de la
nobleza, la producción y la recepción ya no
están vinculados a la praxis vital. Ahora tanto la
producción como la recepción se realizan a nivel
individual.
Es así como la separación del arte
respecto a la praxis vital es el síntoma decisivo de la
autonomía del arte burgués; los movimientos
europeos de vanguardia se
pueden definir como un ataque al estatus del arte en la sociendad
burguesa.
Las vanguardias plantean la exigencia de que el arte
vuelva a ser práctico, no queriendo decir que el contenido
de las obras sea socialmente significativo, sino que va dirigido
contra el funcionamiento del arte en la sociedad, que decide
tanto sobre el efecto de la obra como sobre su particular
contenido.
Las vanguardias ven como rasgo dominante del arte en la
sociedad burguesa su separación de la praxis
vital.
Las vanguardias históricas más
representativas son el dadaísmo, surrealismo y
constructivismo.
La primera vanguardia
histórica es el Dadaísmo
también conocido como
Dadá.
El 1916, en Zurich, un grupo de
artistas instalaron "Cabaret Voltaire" y es
allí donde Dadá nació; el origen del nombre
es motivo de discusiones, se dice que Tristan Tzara
encontró esta palabra, al abrir al azar un diccionario en
una de las reuniones deqe el grupo celebraba el el cabaret
voltaire.
Dadá fue fundado en 1916 por Tzara, Hugo Ball (un
escritor alemán) y otros intelectuales
que vivian en Zurich (Suiza), al mismo tiempo que se
producia en Nueva York una revolución
contra el arte convencional liderada por Man Ray, Marcel Duchamp
y Francis Picabia.
Azar es la palabra clave del Dadaísmo,
convirtiendose en el método
artístico.
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